El bote de cloroformo II

Este relato es ficción. El cloroformo no duerme inhalándolo sobre un pañuelo, es algo que queda muy bien en las películas, pero no es real. Aunque ya no hizo falta más cloroformo.

El domingo amaneció como siempre, no quise aparecer, no quería ver a mi madre, ahora sentía reparo por lo que había hecho, pero en cuanto me levanté y la ví, supe que algo había cambiado, estaba contenta, a veces se tocaba los pechos, pasaba sus dedos por sus pezones, lo hacía de una manera disimulada, pero yo estaba atento a todos sus movimientos. No tenía la cara de mi hermana a la mañana siguiente, notaba como ella estaba diferente, como si supiera que había pasado y le hubiera gustado. Pero estaba claro que tenían que ser imaginaciones mías. Lo que no era imaginaciones era como me miraba mi hermana. Ella no dejaba de mirarme. Por un momento pensé que me iba a decir algo, pero no lo hizo, parecía que le diera verguenza hablar conmigo. Se lo estaba pensando. Sabía que debía dar yo el paso, ella no parecía aún dispuesta a darlo. Debía volver a ver a la “bestia” en todo su esplendor para que dejara esa inhibición que tenía conmigo.

Ese momento llegó mucho antes de lo que yo esperaba, la tarde del domingo mi madre me dijo que debía salir un par de horas y que debía quedarme con mi hermana, que ella no iba a salir, que me portara bien y que no le hiciera ninguna trastada. Asentí en todo, deseando que me dejara a solas con ella. A ella no la había vuelto a ver desde la comida, se había metido en su cuarto y no había salido de él.

En cuanto mi madre se fue, me metí en mi cuarto sin cerrar la puerta y me volví a sacar la polla como la noche anterior, mi polla no tardó en ponerse dura, deseaba ver a mi hermana aparecer y tardó menos de lo que yo esperaba, ni siquiera había sentido la puerta de su cuarto, lo que me daba a entender que venía a espiarme, volvía a quedarse en el quicio de la puerta mirando como me pajeaba despacio. Su boca abierta  y sus ojos bien abiertos no quitaban la mirada de mi polla. Dejé de pajearme y me tendí boca arriba en la cama, quería saber que iba a hacer. Solo mantenía mi polla con dos dedos mirando al techo sin quitarle la mirada. No tardó en mirarme a los ojos, ella sabía lo que yo deseaba. Llevaba puesta una camiseta rosa con un corazón grande rojo en el pecho, larga por los muslos y unos calcetines gordos de lana. Llevaba el pelo recogido con un lazo de color rojo. La verdad es que estaba guapa. La camiseta apretaba sus caderas y un poco su barriga, sus dos tetazas se dibujaban debajo de la tela, se notaban sus pezones, no estaban comprimidas, no llevaba sujetador, no sabía si llevaba braga, no se notaba.

Volví a moverle la polla y ella reaccionó. Se acercó despacio hasta estar a mi lado, notaba que respiraba acelerada. Sus ojos iban de mi polla a mis ojos. Parecía enfadada, su ceño se estaba frunciendo. Sus ojos echaban chispas, ya no sabía si había sido buena idea, me estaba arrepintiendo. Hasta que por fin me sacó de mis dudas.

.-Eres un cabrón!!

De un pequeño salto se había subido encima mía, me había dejado entre sus piernas. Tiró de la camiseta hasta dejarla por su barriga, pude ver que no llevaba braga, podía ver el gran triángulo de vellos rubios de su bajo vientre. Apartó mi mano con desprecio y agarró mi polla, no tardó en tenerla rozando sus vellos mojados y en menos de un segundo estaba sentada hasta la empuñadura. Soltó un leve gemido.

.-Lo sé hermana!! Soy un cabrón que tiene la suerte de follar con la mejor hermana del mundo!!

Había que hacerle la pelota. Y resultó, su mirada se hizo más dulce. Abrió la boca cuando comenzó a moverse despacio. La sacó y la metió varias veces entera, la sacaba hasta tenerla completamente fuera y se la volvía a meter hasta los huevos, su cara se iba transformando, ya no tenía el ceño fruncido, me miraba con los ojos bien abiertos, y una suave mueca en los labios.

.-Eres un cabrón!!

Me lo volvió a repetir y comenzó a subir y bajar con más rapidez, sonreía cuando le entraba entera, y resoplaba cuando no sonreía.

.-Quítate la camiseta hermana!! Quiero verte las tetas!!

Intenté tocar sus tetas, pero me apartó las manos.

.-Tu no tocas nada!! Solo quiero tu polla!!

Sus movimientos se habían hecho más rápidos, lo único que podía ver del cuerpo de mi hermana era la poblada mata de vellos que tenía en su bajo vientre, y algo de su tripa. Ya eran gemidos lo que salían de su boca, gemía y resoplaba con fuerza, yo casi ni me enteraba, solo quería que se subiera la camiseta, pero ella se la sujetaba con una mano y con la otra se apoyaba en mi pecho. Pero a los cinco minutos de botar ya se habían roto todas las barreras que ella intentaba implantar, estaba a punto de correrse, lo notaba por como gemía y por como se movía encima de mi polla.

.-Me voy a correr Ángel!!

Era la primera vez que la escuchaba decir mi nombre. Coloqué mis manos sobre sus muslos y comencé a mover mi cadera empujando hacía arriba cuando ella bajaba, sabía que eso le gustaba a Paula, y a mi hermana también.

.-Si Ángel!! Así!! Me corro!!

Moví mi cadera todo lo que pude para darle más placer, quería que recordara esa primera corrida conmigo. La corrida de mi hermana fue bestial, nunca había escuchado a una mujer chillar tanto como lo hizo mi hermana, y fue larguísima, Paula nunca aguantaba tanto, la corrida de mi hermana fue eterna, y lo mejor de todo es que no se desplomó al hacerlo, se dejó caer sobre mí sin sacarse mi polla de su caliente coño. Su cara quedó pegada a la mía, era la primera vez que la tenía tan cerca, y sobre todo sin cara de querer romperme en dos. Sonrió, se sopló los pelos que le caían sobre la cara.

.-Ha sido bestial!! Nunca hubiera imaginado que pudieras aguantar tanto!! ¿Quién te ha enseñado a aguantar así?

.-Paula!!

.-¿Follas con Paula?

.-Ya no!! Ahora se la folla su hijo!!

.-¿Por eso ya no viene Andrés por casa?

Asentí con la cabeza.

.-Me pilló follando con ella!!

Mi hermana rió y gimió cuando se dió cuenta que mi polla seguía bombeando despacio dentro de ella.

.-Cabrón!! Que bien lo haces!! Anda!! Sácame la camiseta y cómeme las tetas!! Que sé que lo estás deseando!!

Tiré de la camiseta y ella terminó de sacársela por la cabeza, por fin tenía las tetas de mi hermana moviéndose delante de mi cara. Seguí empujando mi cadera para darle placer a la vez que me abalanzaba a comerme esos duros pezones, le apretaba las tetas como si no hubiera un mañana, le gustaba, estaba gimiendo otra vez y volvía a moverse ella también. A los pocos minutos volvíamos a movernos como locos, pero con el aliciente de poder apretar esas ubres a mi antojo.

.-Me voy a correr hermana!! Ya no aguanto más!!

.-Yo también!! Yo también cabrón!! La siento!! Me quema!!

Me corrí como un cosaco apretando y mordiendo una de sus tetas. Esta vez sí se dejó caer a mi lado. Los dos quedamos boca arriba. Quedamos en silencio.

.-¿La otra noche estuviste en mi cuarto y me estuviste follando?

.-Si!! Lo siento!! Es que te quiero mucho!!

.-¿Y me diste por el culo?

.-Si!! Es que tienes el culo más bonito que he visto en mi vida!!

.-Pués ya sabes!! Ahora me tienes que romper el culo!!

Mi hermana se rió y giró en la cama poniéndose en pompa. Se quedó mirándome, con su cara apoyada entre sus brazos. Me coloqué detrás de ella, había hundido los riñones y había abierto las piernas, podía ver como de su coño algo abierto caía un pequeño hilo de mi leche.

.-Vamos negro!! Limpia a tu hermana el coño!!

Mi hermana rió con su ocurrencia. Era la primera vez que decía “hermana”. No esperé, metí mi nariz en ese coño y lamí el hilo de lefa que ya corría por sus vellos. Relamí como un poseso todos esos pelos, olía a bacalao, olía una barbaridad a coño, pero más me gustaba. Mi lengua es grande, por lo menos eso me decía Paula, y ella me había enseñado a moverla, no tardé en sacar varios gemidos a mi hermana. Le estaba gustando que metiera mi lengua en su coñazo, no me lo decía pero sus gemidos la delataban. Estiró sus manos y se abrió ella misma las nalgas, el agujero de su culo quedó a mi vista.

.-Vamos!! Limpia de mierda ese agujero!!

Podía ver como su agujero palpitaba, era una pasada. Parecía más grande, más abierto, más oscuro, no esperé y acerqué la nariz para olerlo, era verdad que seguía oliendo a culo, mi hermana tenía que ser muy guarra.

.-Vamos!! Mete la lengua y límpialo si quieres follarme el culo!!

Comencé a meter la lengua poco a poco, sabía amargo, olía a mierda, pero me gustaba como entraba la punta de mi lengua en ese agujero, a ella también parecía gustarle, no dejaba de tirar de sus nalgas para que el agujero quedara bien abierto. Podía sentir como su esfínter se abría y cerraba, y como ella gemía cuando metía mi lengua dentro de él.

.-¿Ya la tienes dura? Fóllame ya!! Métela hasta los huevos!! Vamos cabrón!! Vamos negro dale polla a la puta de tu hermana!!

Me coloqué detrás de ella, cogí la “bestia” y apunté a ese aguero, sentí una descarga cuando mi capullo rozaron esas estrías, apreté con fuerza y mi capullo desapareció dentro de ese orificio, mi hermana seguía sujetando sus nalgas, se las abría y gemía cada vez más fuerte. Tiré de sus muslos con mis manos para hacer fuerza y vi como se abría más ese agujero y como mi polla iba entrando poco a poco, ella resoplaba, gemía, pero no me decía que parara, tenía mucho aguante y ese culo era muy tragón. Las estrías habían desaparecido, se habían abierto para dejar paso a la “bestia”, se la había metido entera, mis huevos estaban apretados en su perineo.

.-Como me gusta tu culo hermana!!

.-Y a mí tu polla nano!! Ahora, dame fuerte, todo lo fuerte que puedas y aguantes!! Quiero cagarme de gusto!! Lléname el culo de leche caliente!!

Comencé a sacarla casi entera y volver a meterla de una sola vez, ella resoplaba, ese agujero quemaba, no iba a aguantar mucho si seguía mirando como entraba y salía mi polla de ese agujero, así que opté por cerrar los ojos, agarrarme a esas nalgas y comenzar a darle todo lo fuerte y hondo que podía. Pero esos quejidos lastimeros y esos gemidos, hacían que tuviera que abrir los ojos y mirar como entraba y salía mi polla. Me la sentía muy gorda, había aguantado más de lo que yo pensaba, había estado embistiendo ese culazo más de 10 minutos cuando le dije que ya no podía más.

.-Déjala dentro!! déjala dentro!! Y córrete cabrón!!

Tiré de sus nalgas para que se abrieran más y hundí mi polla todo lo que pude. Estaba intentando aguantar la corrida, quería que saliera toda disparada, pero mi hermana comenzó a apretar su esfínter, succionaba como si fuera una boca, su interior quemaba, no llegaba a hacerme daño, pero no imaginaba que una mujer pudiera apretar con tanta fuerza el conducto interior y que ese esfínter se pudiera cerrar y abrir con esa rapidez y esa fuerza. Mi corrida fue brutal, cuando sintió mi leche ella se corrió también. Saqué mi polla y bajé a meter mi lengua en ese agujero, seguía oliendo a culo, más me gustaba.

.-Eres un guarro Ángel!! Pero me encanta lo que me haces!!

Cuando terminé me tendí a su lado, ella se había dejado caer, me miraba con cara de felicidad, yo estaba de lado y acariciaba su flácida nalga. Se puso también de lado y cogió mi polla con su mano, estaba flácida, pero ella me la acariciaba con dulzura.

.-Ven aquí!!

Hizo que la abrazara y ella rodeó mi cuerpo con sus brazos, mi polla reposaba sobre sus vellos, sus grandes tetas y sus duros pezones apretaban mi pecho, su barriga se apretaba a la mía. La rodeé con mis brazos y comenzó a besarme por toda la cara. Incluso me daba pequeños besos en los labios, mis manos recorrían su espalda, sus nalgas y como era de esperar la “bestia” comenzó a despertar de nuevo. Paró cuando la sintió palpitar. Se separó un poco de mí. Reía.

.-¿No te cansas Ángel?

Puse un puchero.

.-No hermana!! Es que estás muy buena!!

Volvió a reír.

.-Ya!! Mamá está a punto de volver y nos puede pillar!! ¿Te imaginas la que se puede liar?

Se colocó de rodillas a mi lado, tenía mi polla cogida con su mano, me la meneaba despacio y la miraba. Se agachó hasta tener mi polla delante de su boca.

.-Seguro que esto no me cabe entera en la boca!!

Comenzó a meterse la polla, soltaba saliva y volvía a metérsela hasta casi tenerla por completo, le daban arcadas, sus ojos habían comenzado a lagrimear. Se la sacó y se la quedó mirando.

.-Me aplasta la campanilla!! Pero tengo que conseguir que tu capullo se meta en mi garganta!! Quiero sentir como entra tu leche!! Pero en otro momento!!

De un pequeño saltito se levantó de la cama y se colocó la camiseta, metió su mano por debajo, se volvió, se estaba tocando el coño.

.-Me has dejado bien abierta!! Hacía mucho que no me lo abrían así!!

Y salió de mi cuarto riendo.