El bote
Leelo y sabrás.
El bote
Suaves tertulias de café oscuro sobre tus hombros
pies delgados
magullados
cera tersa que se derrite al contacto
de lechosas mentiras.
Lastimo el olor de tu sangre
incursiono en el compás del ritmo
averiado
mientras lloro.
Alzo los empinados pliegues
para oliscar el viento en su abra
sentir la humedad
de un otoño que no cesa.
Mas los temblores de la tierra
salpican aves confundidas
graznan
sedosas
rumbo a su guarida.
Es tiempo de izar velas
Y remar a la partida.
Octubre 2006