El Black Club
Estoy algo nervioso, como cada día que tengo la suerte de acudir al Black Club como esclavo.
El Black Club está situado en un lugar discreto de la ciudad. Es un sitio donde es preciso estar inscrito si se quiere acceder a el. Hay dos clases de clientes.
Como indica el nombre del local, es un club para hombres negros. Aquí los machos negros son los amos. Hay filtros para que no entre todo el que quiera. Son hombres negros, de clase media o alta, que vienen a tomar una copa y estar con sus amigos. Como en cualquier otro sitio. La diferencia está en la otra clase de clientes del club.
Los otros clientes, somos todos blancos, también la mayoría de clase acomodada. Sobre todo por lo que nos cuesta cada día en el club. Pagamos una buena cantidad para estar al servicio de los Black, como esclavos para todo. Habéis entendido bien; en el Black Club, los negros son amos y los blancos esclavos.
Hay muchos más candidatos a esclavos del cupo que se permite cada día. Para esto hay una lista de espera en la que puedes estar arriba según el dinero que ofrezcas, como una subasta. Yo suelo ir un día o dos por semana, no tengo problemas para pagar. Estoy en la sala donde nos preparamos los esclavos. La mayoría llevamos una máscara completa para la cabeza, por discreción. Por supuesto, completamente desnudos, con muñequeras, tobilleras y collares de perro. Hay un encargado, negro, que nos apremia:
- Vamos perros, a cuatro patas, salir ya, y comporta-os como buenas putas ante los amos.
Acompaña la arenga con unos fustazos en el culo de los esclavos, mientras nos pastora en fila India hacia el local. Allí se nos coloca en exhibición, de rodillas, con las manos en la nuca, y uno al lado de otro, expuestos para ser elegidos por un Amo. Estamos en una pequeña plataforma muy iluminada, para que el macho que nos elija como su esclavo del día, pueda ver bien el ganado que se ofrece.
Ya hay algunos machos sentados por la sala, pero vendrán más durante la noche. También hay personal de staff para controlar todo. Los barman son profesionales contratados. Y hay otros cuatro o cinco esclavos que son propiedad del club. Propiedad absoluta, pertenecen a los dueños del club como puede ser una mesa o una mascota. He tenido mucha suerte. Al poco rato un esclavo del club me toca en la cabeza. Es la señal de que un macho negro me ha elegido para usarme hoy. Sigo al esclavo a cuatro patas. Me deja frente a un hombre cómodamente sentado en una butaca. No puedo mirar hacia arriba, solo veo sus zapatos. Como es preceptivo, me inclino hasta el suelo para besar el calzado del amo y permanezco postrado ante él con la frente rozando el suelo. No podemos hablar si no se nos habla.
El Amo pone sus pies sobre mi espalda, usandome como felpudo durante un rato, luego me da una patadita en la cabeza.... - Traeme una copa, gusano, el barman ya sabe lo que tomo.
- - Si mi Amo.
Regreso con la copa y se la ofrezco, por supuesto, de rodillas. Este es mi sitio, donde siempre he querido estar, postrado ante un Amo negro, siendo su perro, su esclavo y su puta.
- Esclavo, quítame los zapatos y hazme masaje de pies, primero con las manos, ya te avisaré para seguir con la lengua. Dios, esto es el cielo. Mi Señor tiene los pies gran-des, fuerte y olorosos. Debe de haber estado todo el día andando. Me esmero en servirle y relajarse. Esta-ría toda mi vida haciendo esto. Adoro ser esclavo.
Mi Amo conversa con otro Amo sentado junto a él. Este Amo tiene a su esclavo de rodillas, con su delicioso pollon metido en la boca, sirviendo a su dueño como puta chupapollas. Que envidia, a ver si mi Señor me premia con hacerle una mamada y tragarme su corrida. Le demostraría lo bien adiestrado que estoy chupando pollas de macho negro. Pero de momento sigo con el masaje de pies.
- Sigue con la boca perro, traigo los pies sudados, re-lame bien todo el sudor y déjamelo bien limpios, o te despellejo a latigazos..... Continuará si os ha gustado. Admito sugerencias...