El beso del sol y la luna (2)

Final, de una historia que supera la ficcion, con foto.

EL BESO DEL SOL Y LA LUNA (2ª PARTE)

Los primeros rayos de sol asomaron por los ventanales, nos sorprendieron abrazados y desnudos en el sofá.

La luna ya se marcho llevándose consigo en la memoria todo cuanto aconteció aquella noche.

Nos pusimos en marcha enseguida, havia tiempo de volver ha hacer el amor como nos gustaba. Teníamos un yate alquilado para ese día y el desayuno estaba ya preparado allí.

Llegamos enseguida, el día era precioso, sin una sola nube que enturbiara el brillo y el calor del sol. Iniciamos el camino ha alta mar, las olas golpeaban en el casco empujándonos al horizonte como si el sol usara su magia para atraernos hacia el.

Las gaviotas planeaban sobre nuestras cabezas acompañándonos en nuestro viaje

Una canción sonaba en mi cabeza y quise cantártela al oído.

(Grupo: asfalto)

Tras días de navegar

por un mar de limonada

llegamos aquí

una isla de caramelo con montañas de turrón

ummm ummmmm ummmmmm

ríos de leche

cataratas de limón

bosques de fresa

Tus cabellos se unían al viento en movimientos sensuales y tu piel desprendía ese olor que tu sabes que me gusta, el olor a ti.

Las gaviotas nos dejaron de acompañar pero el sol calentaba nuestras pasiones.

Los desnudos, nos dejábamos acariciar por las fuertes manos del astro rey y el mar nos mecía con suaves oleadas.

Tu mirada clavada en la mía y un silencio, que sin embargo eran gritos de deseos del uno para el otro.

Tumbados al sol, nuestras manos se acariciaron y quisieron ir mas allá, caminando por tus brazos, llegue a tu espalda lentamente busque tus nalgas que luego apreté contra mi, en un intento de no dejarlas escapar, ¿ya sabes como me gusta tu culo verdad?

Permanecíamos desnudos en aquel yate, acariciándonos sin medida y dejado que el sol nos calentara aun mas nuestros cuerpos ya calientes de por si.

Cada vez que te hacia el amor, era como hacerlo por primera vez, tus suspiros, tus gemidos, tus movimientos, tu tacto, tu olor, la expresión de tu cara, todo cambiaba en cada relación. Era como hacerlo con una mujer distinta cada ver que volvíamos ha hacer el amor.

Tu manera de darlo todo, sobrepasaba todos mis sentidos anulaban mis razonamientos y conseguías hacerme totalmente tuyo.

Aquella mañana de aquel fin de semana nuestros cuerpos se fusionaron en mucho mas que sexo, cada vez que mi miembro entraba en ti, sentía mucho mas que un simple placer, cada vez que mis manos acariciaban tu piel en todo tu cuerpo un escalofrió electrizante nos recorría el alma.

Éramos aquel día de aquel fin de semana dos seres que se amaban por encima del todas las barreras, a niveles de pasión y lujuria nunca sentidos por otros mortales.

Pero aquella felicidad que nos unía no iba a durar mucho mas que un fin de semana, solo nos faltaba apenas unas horas para separarnos y quizás no volver a vernos.

Al igual que el sol y la luna, cada uno teníamos muestro camino, nuestro destino.

Pero siempre existía la posibilidad de que al atardecer y al anochecer nos diéramos un beso.

Para mi, pase lo que pase ella siempre será mi luna y veré toda mi vida su cara reflejada en el candor de su calor.

Y para ella yo siempre seré su sol, y me tendrá cada vez que me necesite, para calentare el alma.

¿TE HE DICHO ALGUNA VEZ QUE TE QUIERO?