El beso con mi hermana
Un inocente beso desencadena una atracción incestuosa entre dos hermanos
Fue una salida como cualquier otra, un sábado en la noche, con los típicos amigos del barrio, entre hombres y mujeres. Habíamos comprado unas botellas de alcohol, de no muy bueno, más preocupados de la cantidad que de la calidad. Nos fuimos a un terreno grande que hay cerca de nuestro barrio, un lugar estratégico, un peladero donde no molestábamos a nadie con nuestros gritos y risas , desde el cual podíamos ver a cuadras si llegaba la Policía, dándonos tiempo de sobra para escapar y no ser sorprendidos bebiendo en la vía pública.
Esa noche , curiosamente, nos acompaño mi hermana y un par de amigas. No era habitual que yo saliera con ella, pero esa noche si ocurrió. Mi hermana en ese entonces tenía 15 años, menor que yo por dos años. Ya habíamos bebido bastante, incluso algo de marihuana había salido, pero ni ella ni yo fumábamos eso, solo cigarrillos y a escondidas de papá.
Entre risas y bromas, nos colocamos a jugar verdad o reto. Un juego habitual para conseguir un beso de alguna de las chicas o chicos que te atraía. En uno de los juegos, perdí yo y el reto era darle un beso a mi hermana. Obviamente proteste, que no correspondía y trate de cambiarlo, pero no me dejaron. Mi hermana también protestó un poco, pero al rato la vi algo decidida.
Sin poder evitarlo, y al medio de un circulo, tuve que besar a mi hermana. Fue un suave contacto de labios, nada más y a pesar que otro protestaron, había cumplido mi reto. Pero al rato pierde ella y el reto fue darme otro beso a mí, pero esta vez de 30 segundos. Estuve mucho rato protestando que no correspondía , pero para poder continuar tuve que hacerlo, con el compromiso de ellos que no volvería a ocurrir.
Nuevamente en medio del círculo, tuve que besarla, ahora por 30 segundos. Estaba muy oscuro, no se veía mucho, algunos dijeron que fingimos, pero no, animados ambos quizás por el alcohol sentí la lengua de mi hermana por unos 5 segundos dentro de mi boca, haciendo contacto con la mía y a pesar de hacer un show que me había desagradado, la verdad fue que me gustó. Todo quedó como una broma, bebimos hasta que se nos acabó el alcohol, era tarde, ya estábamos en la hora de irnos y comenzamos a caminar hasta nuestro barrio. Poco a poco todos se fueron entrando a sus casas. Llegamos a la nuestra, entramos, luego pasamos al cuarto de nuestros padres para avisarles que habíamos llegado, un requisito obligatorio en todas nuestras salidas. Ya con eso, mi padre se relajaba y dormía tranquilo.
Subimos al segundo piso, donde estaban nuestros cuartos. Nos quedamos unos segundos en el pasillo, comentando lo bien que la habíamos pasado, que había sido una locura lo que nos habían hecho hacer, riéndonos de la situación, que tampoco había sido tan desagradable, hasta que nos quedamos callados. Mi hermana abre la puerta de su habitación y se queda en la puerta mirándome sin decir nada. Ambos lo deseábamos, con su mirada me lo decía todo y yo creo que la mía también. Me acerque a ella y nos volvimos a besar, esta vez sin ocultar nada, solos, sin nadie que nos juzgara.
Fue un beso delicioso, muy suave, su lengua acariciando la mía, realmente besaba muy rico. Era muy extraño estar haciendo eso con ella, jamás ni en sueños la había visto como mujer. Mi hermana no es fea y de físico, nada sobre saliente, salvo su cola. No es muy grande, pero si muy parada hacia atrás. Si tenía buen culo, mis amigos siempre lo mencionaban, aunque de tetas, no tenía mucho, algo que para mí es fundamental, quizás por eso no la había visto como mujer , pero el beso, estaba exquisito.
Apagamos la luz y apoyados tras la puerta de su habitación continuamos besándonos, cada vez con más ganas. El beso no se detuvo, continuamos besándonos en la oscuridad de su cuarto y la verdad me comenzó a calentar y al parecer, ella también. Nos abrazándonos con fuerza, jugando con nuestras lenguas en la boca del otro.
Al poco rato, yo la tenia dura y al principio no quise que ella la fuera a sentir, pero luego ya me entregué, la tomaba de la cintura acercándola a mí, juntando nuestros sexos, sintiendo su respiración agitada. Sentía que ella también me presionaba con su pelvis, sintiendo la dureza de su hermano. Quería bajar mis manos y agarrarle el culo, pero era mi hermana, sabía que no estaba bien, sentía que estaba abusando, pero ella, cada vez se frotaba mas fuerte contra mí, hasta que no me aguanté mas las ganas y bajé ambas manos , agarrándole las nalgas , atrayéndola hacia mí.
Esperaba algún rechazo de su parte, pero nada. Mi hermana no colocó ningún reparo, al contrario, se apegaba aun más a mí. Con esa aprobación de su parte , me embelesé agarrándole el culo, esa noche usaba una pantalón de Lycra muy ajustado, donde podía sentir perfectamente sus ricas nalgas. Los besos no se detuvieron y la calentura aumentó a niveles sorprendentes. Ya llevábamos como media hora en eso, cada vez mas excitados.
Subí mis manos hasta el principio de sus pantalones y metí mis manos agarrándole directamente sus nalgas. Solo ahí sentí un poco de reparo de su parte, me dijo “pórtate bien” , pero no me detuvo. Continúe tocándola, bajando mis manos tan abajo, que llegué a tocar sus pelos. Me dijo excitada que no íbamos a coger, que ni me imaginara que llegaríamos a eso , respondiéndole que no se preocupara , que no lo haríamos, que solo quería tocarla.
Con mis manos en su culo, tocándola con frenesí, se los bajé un poco, luego otro poco hasta dejarla con todo el culo al aire, haciendo más fácil mi trabajo. Se separa de mi , pensando que se los volvería a subir , pero no , siento que ella lleva sus manos a mi pantalón y me lo comienza a tocar. Ya ahí me tenia enfermo de caliente , me apretaba la verga deliciosamente, sintiendo su respiración muy agitada. Deseando que me la tocara directamente, cuando, como leyendo mi mente, me suelta el botón y baja mi cierre. Mete su mano y se encuentra con mi verga durísima, deseosa de ser acariciada.
Con mis pantalones a medio bajar, mi hermana me masturbaba deliciosamente. Le bajé aun mas sus pantalones y llevé mi mano a su sexo, tocándoselo por sobre la tela de su calzón, sintiendo lo mojada que estaba. Dos hermanos, con los pantalones a medio bajar, tocándose mutuamente, era la mas morboso de mi vida , cuando corrí un poco su calzón y le toque su sexo directamente. Dejó de besarme y comenzó a gemir suavemente apoyada en mi cuello.
Ahí, en medio de la oscuridad, masturbándonos uno al otro, disfrutando de lo prohibido , hasta que quise bajarle los calzones , ahí me detuvo , me dijo que no, que era lo único que nos detenía, a pesar que sus calzones estaban completamente corridos y mi dedos acariciaban su jugosa vagina a mi gusto, sintiendo como le gustaba.
Casi la hice acabar así, me sacó la mano pidiéndome que mejor me fuera a mi cuarto. Besándola le dije que no me podía dejar así, que al menos me dejara acabar rozándome con ella, con los calzones puestos. Me dijo que si, juntamos nuestros sexos, aunque la tela de sus mojados calzones era lo único que nos separaba. Moviéndonos como su estuviésemos cogiendo realmente , con mi verga atrapada por sus piernas , haciendo contacto con su calzones mojados , mis manos en sus nalgas, apretándoselas fuertemente y besándonos con locura , ya no me aguanté mas y comencé a acabar , sintiendo como mi hermana apretaba fuertemente las nalgas , tratando de acallar su quejidos , acabando conmigo.
Al otro día actuó como si nada hubiese pasado, pero evitaba mirarme a los ojos. Llegó la noche, al otro día teníamos clases. Nos acostamos temprano, se apagaron las luces, cada quien en su habitación. Esperé largo rato que mis padres se quedaran dormidos , a ratos bajaba a ver si mis padres habían apagado su televisor , pero nada , hasta como casi a las dos horas después , bajé y al fin habían apagado el televisor , escuchando los ronquidos de mi padre.
Ansioso subí al cuarto de mi hermana, pero para sorpresa mía , estaba cerrado con pestillo. Suavemente golpee, una dos, siete veces y nada, no me abrió.
Desde esa noche mi hermana colocó pestillo todas las noches que vinieron. Cuando quería conversar con ella, me esquivaba y cuando por fin estuvimos solos en casa, le pregunté directamente que le pasaba y me dijo que habíamos cometido un tremendo error y que no quería que volviera a pasar.
Pasaron dos semanas , fin de semana , yo volvía de un carrete con mis amigos. Venía bastante bebido. Luego de pasar a reportarme con mi padre, subí a mi cuarto, me saqué la ropa y de inmediato me acosté, cuando a los 5 minutos , siento que se abre la puerta de mi cuarto. Me doy vuelta hacia la puerta y veo a mi hermana entrando sigilosamente. Le pregunté qué pasaba y no dijo nada , solo se metió a mi cama y me comenzó a besar.
Me pilló de sorpresa, pero no perdí tiempo la abracé y comenzamos a besarnos de inmediato. Tenía halito alcohólico, se notaba que había estado bebiendo con sus amigas, venía con una camisa de dormir muy corta, que me dejaban llegar directamente a sus nalgas. La monté sobre mi cuerpo, mi hermana es delgada por lo que no pesa mucho y me deleite agarrando sus nalgas, mientras no parábamos de besarnos apasionadamente. La hice rodar y tuve acceso fácil a su entrepierna, masturbándola por sobre su calzón, pero además, me fui a su pechos y comencé a chuparlos por sobre la delgada tela. Sentía sus pezones duros, bien pronunciados, notando como a ella le gustaba , por lo que me anime y bajé uno de los tirantes de su camisola , dejándole una teta afuera.
Sin ser muy grande, estaba rica, se la comencé a chupar y a tocar, para ya luego bajarle el otro y dejarle ambas tetas afuera. Me dedique a succionárselas fuertemente, sin dejar de meterle mano. Metí la mano por dentro de su calzón, sintiendo sus pelos y su vagina mojada, Le comencé a meter un dedo, mientras me restregaba con su pierna y ella entregada a todo.
La di vuelta y me puse detrás de ella, agarrándole las tetas. Le metí la verga entre sus piernas y rozamos nuestros sexos, como si me la estuviese cogiendo. Quise correrle el calzón y metérsela ahí, pero no me dejó, me decía que solo por fuera. Termino boca abajo y yo enterrándole la verga entre la juntura de sus nalgas y piernas, donde ya no me aguanté mas y termine acabando, dejándola toda moqueada.
Se levantó y se fue a su cuarto, saliendo rápidamente de mi cuarto.
A la noche siguiente, yo andaba caliente y fui a su cuarto, encontrándolo nuevamente con llave. Por más que toqué , no me abrió. Más caliente me dejo , dándome cuenta que cuando ella quería , pasaba algo , pero no cuando yo la necesitaba. Al otro día la encaré y me salió con lo mismo, que disculpara, que había sido un error, que estaba ebria , que éramos hermanos y que eso no podía volver a ocurrir.
Día jueves, mi madre estaba de cumpleaños, llegaron sus hermanos a saludarla, se hizo una pequeña recepción, donde nos tomamos algunas copas. No fue hasta tan tarde, ya que al otro día todos trabajaban o teníamos colegio, por lo que se fueron temprano. Me acuesto a dormir y a media noche, entra mi hermana nuevamente a mi cuarto. Yo sabía que tarde o temprano ella volvería, aunque no pensé que fuera tan pronto, y a pesar que tenía ganas de volver a estar con ella, estaba decidido a hacerle lo mismo, dejarla a ella con ganas , para que se diera que yo no era su juguete. Acostado la encaré diciéndole que se fuera , que ella misma había dicho que no quería que volviera a pasar, que se fuera a su cuarto , pero la muy perra , se sacó su camisa de dormir , quedando solo en calzones , diciéndome si estaba seguro de lo que me decía. No pude decir nada mas, con la escena de mi hermana solo en calzones, pidiendo meterse a mi cama.
La metí a mi cama y le comencé a meter mano como loco. La bese, le chupé las tetas, la masturbé , me rocé con ella desesperado. Esa noche la visión de su cuerpo semi desnudo me prendió mucho mas y queriendo probar algo nuevo , baje hasta sus calzones y comencé a chuparle su sexo a través de la tela. Mi hermana se dejo y tampoco puso reparo cuando se los corrí y le metí lengua directamente. Estaba rica , tenía un olor muy exquisito , me encantaba su sabor. Quise quitárselos, pero no me dejo, por lo que me tuve que seguir así no más. De todas formas me la comí literalmente, me quiso detener en un momento, pero no la tomé en cuenta haciendo que se llegara a correr en mi boca. Me gustó sentir su corrida en mi boca y dándola vuelta, me monté sobre su espalda, para acabar rozándome con su culo, dejándole todos los calzones manchados de semen.
Le dije que no era justo que solo cuando ella quisiera lo hiciéramos, que a mi también me daban ganas y quería tenerla más veces. Me dijo que si , que me comprendía , que cambiaría , pero a la otra noche quise entrar a su cuarto , encontrando la puerta cerrada. Nuevamente caliente entre a mi cuarto , bravo y caliente a mas no poder.
La encaré nuevamente al otro día y salió con el mismo cuento, que era inmoral lo que hacíamos, que no podíamos , que solo había sido una calentura de alcohol, etc. La mande a la mierda, diciéndole mil cosas, decidido a no tener más esos encuentros, aunque sabía que tarde o temprano, recaería.
Pasaron unas semanas más, día sábado , me tope con ella en la botillería del barrio, estaba comprando con sus amigas. Ahí me di cuenta que todas las veces que había estado con ella, había sido porque ella estaba bajo la influencia del alcohol, ahí se desinhibía , lo que quería decir , que esa noche tenia nuevamente la oportunidad. Dicho y hecho, volviendo de haber estado con mis amigos, al poco rato de entrar a mi cuarto, escucho que se abre la puerta de mi hermana. Sabía que venía al mío, pero me prometí a mí mismo, a pesar de querer mucho estar con ella , que esa noche no le daría en el gusto.
Entró en silencio a mi cuarto y de inmediato le dije que se fuera, que ya habíamos hablado. Hizo lo mismo que la última vez, se desnudó delante de mí preguntándome si era verdad lo que le decía. Al verla así, más caliente me puse , con la verga durísima. Con mucho esfuerzo le dije que se fuera , pero no lo hizo , se acerco a la cama tratando de meterse y yo reteniendo las sabanas para que no lo hiciera.
Se arrodilló a mi lado y metió la mano buscando mi verga. Ya ahí baje un poco la guardia, cuando su mano me toca, imposible que no notara que lo que decía, era de la boca para afuera. De todas formas continué diciéndole que no y ella tocándome, cuando me dice que sabe cómo convencerme. MI hermana levanta la ropa y se acerca a mi. Yo ya entregado, siento como me la saca y la mete a su boca.
Todos mis “no”, quedaron en el olvido ,me deje llevar y disfrutar con la rica boquita de mi hermana. La deje un buen rato , para luego subirla y comenzar a besarnos apasionadamente. Le bese los pechos , mientras la masturbe fuertemente , hasta que le dije que quería chupársela. Me dijo que si , pero le pedí que se sacara el calzón para que no me molestara mi boca. Ella misma se los quitó, quedando completamente desnuda. Baje hasta su sexo y comencé a chupárselo con devoción. Mi hermana con las piernas abiertas, restregando mi cabeza contra su sexo disfrutaba como loca la comida de concha que le hacia, cuando me salgo de ahí y me voy hacia arriba , supuestamente a besarla , pero antes que se diera cuenta, se la metí de un solo golpe. Se asustó y se incomodó, tratando de zafarse pidiéndome que me saliera, pero ya era tarde, se la tenía metida hasta el fondo, afirmado a su culo , comencé a moverme enterrándosela aun mas. Su resistencia duro un par de minutos, cuando ya sin nada que hacer , se entregó a mí y dejo que su hermano mayor la poseyera. Suavemente, tratando de no meter mucho ruido, me la cogí deliciosamente, escuchando sus gemidos en mi oído, donde me suplicaba que no fuera a acabar dentro de ella.
No me detuve por un buen rato, la estuve penetrando , hasta que escuche sus gemidos acallados, moviéndose ella más rápido, alcanzando su orgasmo. Apenas conseguí durar un par de minutos más , cuando me vine yo , sacándosela a último minuto , descargando mi semen en su vientre. Ya había marcha atrás , era inevitable que eso pasara tarde o temprano.
Desde ese día , nuestra vida cambió rotundamente, cogíamos mucho más seguido, comprando preservativos por docenas y ella que comenzó a tomar pastillas. Cualquier momento era bueno para echar un rapidin , pero lo mejor era en las noches , donde , igual con algo de miedo y en silencio , mi hermana se me entregaba.
Los fines de semana me conseguía el auto con mi padre, pero solo en las tardes, ya que no me dejaba salir de noche. Mi hermana me esperaba unas cuadras mas allá y nos íbamos a un motel que quedaba a las afueras de la ciudad , donde podíamos dar rienda suelta a nuestros deseos , gritar sin miedo a ser escuchados , dándonos con todo, sin necesidad de alcohol para motivarla.