El bautizo de Tomas

De las cosas que pueden suceder en un bautizo con un borracho.

EL BAUTIZO DE TOMAS.

El borrachito Tomas estaba esa mañana con su botella de ron de ¾ de litros en la orilla de la playa, sentado en la arena blanca y arrecostado a una mata de coco. Su mirada estaba perdida en la distancia al igual que sus pensamientos. En su mente no había nada nuevo si no el agolparse de sus recuerdos y memorias en esa cabecita saturada de alcohol.

Se escuchó un ruido de motor que se acercaba. Tomas extrañado volteo hacia su derecha y era un autobús de color azul claro, que venía a muy baja velocidad.. De su interior salían voces entonando canciones y dando muestras de alegría. Se estacionaron como a 50 metros de la orilla y todas las personas empezaron a descender del autobús, una por una, y a colocarse cerca del agua. Luego un señor todo vestido de blanco, el Pastor tenia que ser por que su indumentaria era diferente a la de los demás miembros del grupo, se paró frente a ellos y les dijo:

-Bien hermanos, agárrense de las manos y vamos a irnos metiendo, poco a poco, en el lago hasta que nos llegue el agua a la cintura, para poder realizar los bautizos.

Tomas observó cuando todas las personas se iban metiendo en el Lago agarrados de las manos, pero no sabía el motivo de por que estaban realizando esa actividad. Se levantó del suelo, se sacudió la arena que tenía pegada en la parte trasera del pantalón, escondió la botella atrás de la mata de coco y se dirigió hacia donde estaba el grupo. Cuando llego escuchó al Pastor que decía.

-Bien hermanos, este es un día muy especial, es el día en que vamos a encontrar a Jesús en estas aguas.¿Quien es el primer hermano que quiere encontrar a Jesús?, que se acerque a mi, por favor.

Tomas no aguanto una segunda pedida. Pasando por entre las personas que estaban allí se acercó lo más que pudo al Pastor:

-Yo Pastor, hip, ¡yo quiero encontrar a Jesús!.

-Muy bien, me parece muy bien que aquí el hermano quiera encontrar a Jesús- El Pastor dijo esto como cortesía solamente pero ya sabia que el recién llegado estaba borracho y no podía hacerle un desprecio a un hermano, además pensó, de pronto era un alma que podía rescatar de ese vicio. Siguió con la ceremonia.

-Muy bien hermano, tu vas a encontrar en el día de hoy a Jesús.

El pastor le colocó la mano izquierda en el estomago a Tomas, y la derecha se la puso en la cabeza por la parte de atrás de la nuca, con la intención de doblarlo hacia adelante y meterle la cara en el agua para de esa manera cumplir con el bautizo. Así lo hizo y lo tuvo como medio segundo allí en esa posición, con la cara dentro del agua. Luego lo levantó, y mirándolo le preguntó:

-Hermano, ¿Encontrastes a Jesús?

-No hermano, hip, no lo encontré- le contestó Tomas.

El Pastor quedo extrañado por esa respuesta y sin soltarlo lo volvió a doblar y a meterle de nuevo la cara dentro del agua. Al minuto lo sacó levantándolo:

-Hermano, dime, ¿Encontrastes a Jesús?

-No hermano, hip, no lo encontré.-contestó Tomas con los ojos desorbitados y chorreando agua por todas partes.

El Pastor lo miró de nuevo y enseguida lo volvió a meter en el agua. Al minuto lo saco de nuevo.

-Hermano, ¿Encontrastes a Jesús?

-Nooo Pastor, hip, ¡La próxima vez te buscáis a un buzo!.