El baño en la boda

Una invitación de boda hace que la imaginación vuele y se haga realidad.

Lo primero una breve presentación. Mi nombre es Raúl y tengo 25 años, cuerpo atlético con unos cuantos tatuajes adornandolo, barba y una polla de 18cm y un buen grosor. Mi pareja, Leticia, tiene 21 años, pelo largo negro y liso, cuerpo delgado con un buen culo redondo y duro y unas tetas difíciles de abarcar con una mano.

Somos pareja desde hace un año y cierto es que nos gusta el sexo duro, pero nunca habíamos probado nada con otras personas hasta cierto día... La historia que os voy a contar es tan cierta como real.

Nos invitaron a una boda y ya desde el primer momento pensamos en las veces que iríamos al baño a follar, que vestido sería el mejor para quitarlo rápidamente y el morbo que daría que nos escuchara cualquier persona o incluso que nos vieran. Era una fantasía recurrente al follar. "Quiero follar en la boda, en el baño del restaurante y que cualquiera nos pueda escuchar o ver" nos decíamos follando aumentando así nuestro morbo y calentón hasta corrernos. Pero todo era pura fantasía... o eso al menos creíamos.

Llegó el día esperado, el día de la boda. Yo iba con un traje azul marino liso un tanto ceñido, mientras que Leticia llevaba un vestido rojo con espalda al aire y un escote que dejaba ver sus preciosos pechos casi hasta el pezon. He de decir que ese vestido le hacía un culo precioso.

La boda transcurrió normal con sus fotos y gritos y lloros y el arroz volando a la salida de la iglesia. Una vez finalizada nos dirigimos al restaurante para tomar algo allí con el resto antes de la cena y la fiesta de después. Leticia era el centro de todas las miradas, incluso de algún que otro camarero, pero en especial de uno que no le quitaba ojo de encima a pesar de que nosotros nos dimos cuenta, pero no se si por el calor o por el alcohol eso a Leticia le estaba gustando y le lanzaba miradas y sonrisas de vez en cuando, y la verdad, yo tenía una mezcla de celos y placer, pues me estaba gustando la situación.

Tras un buen rato llegaron los novios, nos hicimos fotos con ellos y fuimos a cenar. Durante la cena nos tocó ser atendidos por ese camarero el cual no le quitaba ojo a Leticia. Se nos presentó como Juan y nos dijo que sería el camarero para nuestra mesa.

Antes del segundo plato Leticia me hizo una seña y fuimos al baño, y una vez allí se arrodilló ante mi, sacó mi polla y la empezó a chupar.

-Joder, si que estas caliente eh puta. -Le dije yo mientras la miraba con mi polla en su boca- ¿que pasa, Juan te ha puesto así?

-Calla y disfruta de la mamada- me contestó ella.

Tras cinco minutos me corrí dentro de su boca, se lo tragó y fuimos a continuar con la cena. Juan nos siguió sirviendo los platos y cada vez que podía le miraba las tetas a Leticia y esta le sonreía.  Se ve que el alcohol y saber que era el foco de deseo de un desconocido la estaba poniendo caliente.

-¿te gusta como te mira el camarero?

-Pues aunque suene raro si, me pone un poco como me come con los ojos un hombre como el

-¿Y como es un hombre como el?

-Pues así, como es el. Alto, fuerte,  guapo... buf... tiene algo que me está poniendo mala, míralo. -Y de seguido por debajo de la mesa llevó mi mano a su coño el cual estaba empapado-

-Vamos al baño antes del postre.

-¿qué me quieres hacer?

-Te voy a follar. Mira como me acabas de poner. -Y al igual que hizo ella le llevé su mano a mi polla empalmada por la situación.

-Vale amor, me parece genial.

Al rato acabamos el plato y era el momento. Íbamos al baño a follar.

Nos metimos en el de caballeros y dentro de el entramos en un cubículo con los retretes individuales, y una vez allí... empezó lo bueno.

Yo le comía la boca mientras la agarraba del culo, de las tetas, le tocaba el coño, le chupaba las tetas... y ella por su parte me sacó la polla y la empezó a tocar y a pajearme con deseo. Así estuvimos un par de minutos hasta que no pude más y la puse de espaldas, le subí el vestido, aparté el hilo del tanga y se la metí.

-SIIII JODEEEEER -gritó de placer sin contenerse nada- QUE GANAS DE TU POLLA, JODEEEER. FOLLAME, FOLLAME JODER!

-Te gusta eh puta? Te gusta como te follo?

-Me encanta joder, no pares!

Así estuvimos un buen rato sin mirar el reloj. La follaba, la follaba duro. La tenía contra la pared del baño y le agarraba una teta con una mano y con la otra del pelo. Follabamos sin pudor, gritando de placer. Y cuando nos dimos cuenta... unos pies se veían al otro lado de la puerta por debajo. Veíamos también una sombra que no dejaba dudas, se estaba masturbando al otro lado de la puerta. Eso nos puso más cachondos y seguimos follando más duro aún hasta que al volver a mirar a ver si seguía nos llevamos una sorpresa. Era juan agachado mirando por el hueco de debajo de la puerta. Se lo dije a Leticia al oído.

-Leti, el que está al otro lado es Juan, el camarero.

-Dios si, joder, bien

-Te gusta que esté ahí?

-Preferiria que estuviera aquí

-En serio?

-Siiiii!

Y acto seguido le abri la puerta  sin parar de follar y le dije:

-Entras o que?

No lo dudo y entró y como si ya supiera que iba a pasar le comió la boca y le agarró las tetas. Todo ello con la polla fuera. Era una polla grande como la mía y más o menos igual de gorda. Tras un rato así me senté en el váter con la tapa cerrada y le dije a Leticia que se subiera y me follara, pero para mi sorpresa se puso encima dándome la espalda, cosa que Juan aprovechó y empezó a follarle la boca sin pudor. Se escuchaban las arcadas.

-Joder! Como la chupa esta puta! -y después de decir eso le dio un tortazo, la escupió y se la metió en la boca, algo que a Leti le encanta.

Al cabo de un rato cambiamos y el era quien la follaba y yo quien se la metía en la boca.

Lo mejor llegó cuando estando yo de pie sa agarré en brazos y se la metí, cosa que Juan aprovechó para metersela en el culo. Una doble penetración en toda regla.

-SIIII JODEEEER ME ENCANTAAA! ME ENCANTA! FOLLARME HIJOS DE PUTA! FOLLAR A ESTA PUTA!

Así estuvimos un buen rato hasta que Leti gritó que se corría por lo cual aceleramos los dos para que se corriera bien, cosa que hizo. Tras ello la bajamos y se puso de rodillas automáticamente.

-Vamos, correros en mi puta cara y en mi puta boca.

Y ahí nos pusimos a masturbarnos con ella delante. Juan fue el primero en correrse y se lo echó por toda la cara, a lo cual Leti con los dedos se lo llevó a la boca y se lo tragó.  Lo mismo hice yo, y esta vez Leti lo llevo de los dedos a la boca para tratarlo y comerle la polla a juan y dejarsela limpia y luego a mi.

Juan inmediatamente después se adecentó y salió dándonos las gracias. Por nuestra parte nos arreglamos y mientras hablamos de lo sucedido.

-Leti, no pensé que esto fuera a pasar. ¿Te gustó?

-Ni yo, pero que sepas que me encantó.  Nunca me había sentido así de puta y creo que esto hay que repetirlo.

-A mi también me encantó.  Y me encanta saber que puedes ser más puta de lo que eras.

Tras ello nos fundimos en un beso y volvimos al banquete, el cual ya había acabado y estaban ya todos bailando...

La noche era larga y sabíamos que volveríamos al baño...