El baño del cine
En una mala noche descubro finalmente lo que es abrirle el culo a otro hombre en público. Dulce y sabroso como un potre.
Nunca me he puesto a pensar mucho sobre mi vida, tal vez sea por eso que algunas veces estoy insatisfecho haga lo que haga. Una celda, esposas y las leyes que tanto me han agobiado gracias a mis padres.
Fumaba, bebía, cogía y todo a escondidas de mis viejos. El régimen militar en mi casa no me permitía vivir como quería así que tengo un postgrado en escapar de la casa, inventar excusa y tergiversar cualquier situación que ponga en peligro mi libertad.
Así transcurrió mi adolescencia con muchos caramelos de mentas, con mudas de ropas en el bolso, colonias y un grupo de trucos. Siendo la sombra de un perfecto hermano mayor que había marcado la ruta de integridad para mí.
A los 17 años no hay algo que moviera más mi mundo que el sexo, desde que tuviera mi primera vez a los 14 años todo giraba sobre el todopoderoso sexo, sexo, sexo y mas sexo. El liceo, la urbanización eran el centro de mis muchas víctimas gracias a la calentura y de mi verbo.
No voy a mentir, no siempre fui tan así, hubo una chama de tantas que logro que no fuera más un animal sino algo más civilizado, tonto, sumiso, cursi y embobado. A los tres meses de esa gran relación me botó para el carajo.
Tras unos cuantos días de sufrimiento porque en la adolescencia todo es amplificado creo que perdí parte del respeto por las chamas, ya no era el chico que llevaba flores al liceo para su novia, ya no era el chico que hacía que muchas murieran de envidia por lo detallista y lo bobo porque no encuentro otra palabra para describir ese tipo de relación en donde los corazones, los te amo y Cupido reinan.
No abrí mi corazón para nadie más ahora era el terror de la urbanización, del liceo, de todo sitio en donde pudiera matar mi calentura. Los chocolates los cambie por condones, los besos de piquito que tanto me daban ahora tenían mucha lengua y nada de vainas cursis en la cama.
Pero no todo fueron tetas y vaginas, entre tantos días que no pude salir de casa por mis esporádicos castigos tuve que buscar otras formas de satisfacer mi sed de sexo y no me refiero a las pajas.
Deivi, el era mi vecino y uno de mis mejores amigos. Se había ganado la confianza de mis padres, el fue el mejor promedio en su liceo y pertenecía a un equipo de Karate lo que una y otra vez, llevo a mis padres a compararme con él y su disciplina.
Lo que no sabían ellos es que mi mejor amigo también era muy disciplinado en cuanto a mamarme la verga. Todavía recuerdo aquella tarde cuando mis padres me dejaron solo un fin de semana.
El alcohol y un porro, hicieron de las suyas. Deivi termino por desinhibirse y llevado por los efectos de las drogas y de la calentura en la adolescencia, los dos estábamos en mi cama desnudos yo con una cerveza en mi mano mientras mi amigo me hacia la mejor mamada de mi vida.
Él entre mis piernas, metiéndose mi verga larga hasta el fondo una y otra vez hasta hacerme acabar. No recuerdo cuanta veces eyacule solo recuerdo que al día siguiente me ardía la verga de tanta acción aunque no pude lograr penetrar a mi amigo.
A mis 30 años todavía recuerdo esa boca en mi verga y como uno de sus dedos se metió en mi culo haciéndome acabar más rápido.
Hace poco me entere gracias al facebook que finalmente había salido del closet y está viviendo en Barquisimeto con su novio.
La etapa universitaria fue un cambio total. Vivir solo en un apartamento es muy ventajoso para un chamo como yo, por fin era libre. Residencia fuera de mi ciudad natal y nadie que me controlara, estaba un poco perdido pero contento.
Aunque las leyes seguían siendo estrictas fuera de casa podía hacer lo que quisiera, mis padres me regalaron un carro y el dinero nunca fue mi limitación.
Si me preguntan por si tome el camino del bien jaja nunca lo hice, el asiento de atrás y mi cama deben tener más manchas de fluidos vaginales que la camilla de un ginecólogo. Rompí corazones y culos como me dio la gana hasta que llego Francis.
Gracias a mi ex y sus malcriadeces, por casualidad encontré eso que me llevo a darle prioridad a una parte de mí que no había sido tocada desde los tiempos de Deivi.
Siempre he escuchado que los homosexuales saben que lo son desde que nacen, a mi me sucede algo diferente mi amigo siempre me atrajo pero me seguían gustando las mujeres y aunque ellas siempre han mandado en mi, también he pensado una y otra vez en satisfacer esa parte que por prejuicios o por costumbre había ignorado.
Nunca se ha repetido lo que he sentido con Deivi y no hablo de amor sino de esa forma del acto que en más de una mujer lo he buscado.
El cine
La mayoría de las mujeres lo niegan pero cuando se habla de puntualidad ellas son las peores. Unos 20 minutos fácilmente se pueden convertir en una hora y no hay derecho a crítica ni caras o nada que ellas puedan tomar como un reproche.
Repitiéndose la historia de siempre llegue una hora antes para comprar las entradas al cine ya que Francis quería ver cenicienta, película que no tenía nada de ganas de ver pero “el amor” es así.
Como buen novio compre las entradas y quede vagando por el Marina Plaza el único centro comercial de la ciudad que tiene un cine y perfecto para mi ya que puedo fumarme un cigarro tranquilo y frente a la playa mirando los yates que no son míos.
Había comprado entradas para las 9 pm y apenas faltaba una hora para la función, esperanzado que mi novia ya estuviera en la fase de maquillaje y no en la de cabello.
Fui al supermercado que estaba en el mismo centro comercial y me compre una bebida para pasar el rato cuando visualice a una pareja, la chica como de 19 años con su pelo negro liso y una belleza que deslumbraba aunque su novio estaba mucho mejor con esa barbita de unos cuantos días uno jeans y una playera pegados a su cuerpo atlético.
La chica me ignoro por completo y aunque me gustaba se veía algo antipática a diferencia de su novio que las pocas veces que lo vi hice contacto visual y esa mirada me confundió todo.
Hay miradas que dicen, vete a la mierda deja de mirar a mi jeva maldito o esas que dicen quiero coger duro contigo. Como en la vida hay de todo y no me gusta andar de lanzado, pague mi pepsi y me largue.
Sigo en la espera de mi novia rogándoles a todos los santos que no haya dejado la ropa para el final. Es que yo debía haberla buscado a su casa pero es que su papá tiene esa mirada de “tocas la puerta de la casa y te disparo 20 veces”, desde que nos encontró tirando como unos locos en su casa.
Desde esos hechos tan bizarros, tengo prohibida la entrada a su casa y Francis le prometió a su papito que había terminado conmigo.
Si les soy sincero amor como tal, se acabo un tiempo atrás ahora solo veo defectos, a lo único que le sigo teniendo algo de amor son a esas téticas y ese culo que me vuelven loco, estoy seguro que ella está conmigo por el interés y sumado a que el sexo que tenemos es mundial todavía seguimos juntos aunque cuernos hemos llevado, lo sé.
Hace dos semanas desde que nos encontró su papá, desde entonces no hemos tenido nada de nada. Lo único que nos une ahora está fallando y eso me pone de mal humor.
Así que supuestamente hoy viene al cine con sus ”amigas”, viene tarde y de seguro no me va a soltar nada hoy… que arrechera.
Fui a hacer la cola para entrar en la sala y por lo menos agarrar asientos en la parte de arriba. La cola estaba corta, espere unos pocos minutos por si acaso venia una avalancha de niños.
Sentí que alguien me estaba viendo y volteé, era el chico de hace rato, yo con mi arrechera interna y sin querer hacer un contacto visual prolongado, salí de allí.
Hace 15 minutos debíamos entrar a la sala pero ahora es que esta llegado mi novia y con una cara como le decimos por estos lados “de cañon” me saludo.
-¿Por qué me esperaste en la entrada? Mi papá te pudo ver.
-¿Cómo me iba a ver? Si ni siquiera entro acá.
-Yo te dije que hicieras la cola.
-Mi amor la cola estaba demasiado corta-Dije tratando de calmarla-¿no me vas a saludar?.
-Amor, pero es que te dije que me esperaras adentro.
-Dejémoslo así entonces.
Compramos las cotufas y las bebidas, conseguimos dos puestos libres en la parte de arriba y como la vida me estaba jodiendo esa noche volví a hacer contacto visual con el chico de la barba que estaba a dos filas debajo de nosotros.
-Joder, de verdad que me estas jodiendo-Pensé mirando al techo y riendo ya me estaba gustando la vaina.
Entre bostezos transcurría la película, Francis no quería comer nada de lo que me hizo comprar y para serles sincero ya estaba arrecho.
Salí de la sala para ir al baño y fumarme un cigarro, ya las luces de la venta de cotufas estaban apagadas era la última función de la noche.
Entre silencio, oscuridad y olor a cotufa camine por el pasillo desolado y me dirigí al baño.
El olor a meados inundo mi olfato, estaba que reventaba y saque mi verga para lanzar un chorro grueso y amarillento al urinario que me causo placer.
Cuando siento que se abre la puerta y entra ese chico con su playera gris y esos pantalones rotos que le daban un aire más apetitoso. Debía tener unos 5 años menos que yo.
-Dioooos que culo-Pensé.
El chamo se puso en el urinario de al lado ya que solo había dos y sin divisiones. Mi chorro seguía saliendo pero ya yo estaba excitándome y el chamo al lado estaba que sudaba.
Cuando hay que ser serio lo soy pero en estos momentos cuando la presa esta tan cerca, la sangre baja del cerebro a otra parte y la adrenalina fluye.
Me arriesgue, sacudí mi verga y sin guardarla puse mi mano en el culo del chamo. Él todavía orinando lanzo un chorro fuera del urinario por los nervios pero yo sabía lo que él quería.
Le di un beso y empujándolo suavemente nos metimos en uno de los dos cubículos que había.
-Ve como me tienes con tus miradas-Le susurre-Acaso creías que iba a dejar que te fueras así.
Le robe el aire de sus pulmones con un beso y mis manos en sus nalgas. El había dejado la pena, me acariciaba los abdominales con una mano mientras me masturbaba con la otra.
Lo empuje hacia abajo quedando sentado en la poceta y sin más acerque mi guevo a su boca que ya estaba duro. Lo olio desde el glande a las bolas y después se la metió entera.
-AFFFF que rico nojoda-Dije entre gemidos.
La metía lentamente como queriendo obtener todos los sabores de mi verga, cada centímetro entraba y salía con ese ritmo que empezaba a volverme loco.
Chupaba mi frenillo haciéndome desfallecer luego me masturbaba mientras besaba mis bolas. Nojoda que rico estaba sintiendo a este webon con su carita de machito y esa barba que no hacía sino darme más placer.
Me torturaba besándome la verga lentamente y yo lo que quería era sentir su boca húmeda y caliente. Lo agarre por los pelos y le volví a meter mi guevo en su boca, esto es lo que él quería con su mirada poca disimulada, probar un macho de verdad.
No sé como hacía para tragarse 20 centímetros de verga pero lo lograba aunque sus ojos estuviesen llorosos y su barba llena de babas pero es que ni mi novia podía hacer esto.
Este cabrón me tenía mal, con esa carita que me causa más morbo sumado a nuestras novias allá arriba y cualquier persona que pudiera entrar al baño me la ponía más dura.
-Para para sino voy a acabar-Le dije desesperado-Para probar ese culito tuyo que se ve mundial.
-Aquí no vale.
-No me jodas si me la acabas de mamar, déjate coger ya estoy que acabo.
-Pero es que si entra alguien nos va a oír.
-Esta puerta le falta todo el aceite del mundo cualquier vaina paramos, anda vale.
Con mi mano lo empuje y aunque a primeras se resistió, termino por darme la espalda y doblar su espalda. Me relamí los labios y me puse a trabajar.
Así fue como mi lengua acabo en su culo mi primer culo de macho, que clase de culo tenía ese man. Ese sabor a sudor que me gusta me tenía todo malote y unido a sus gemidos como la propia jeva estaba que echaba la leche ahí mismo.
Metí dos dedos en su culo llenos de saliva y jugué con ellos hasta que sentí que había dilatado lo suficiente. Escupí mi mano varias veces para lubricar mi verga.
Con los pantalones en los tobillos y el chamo apoyado de la pared dándome la espalda le fui metiendo toda mi guevo.
-Ayyy despacio que me duele-Me dijo.
-Tranquilo, ya viene lo bueno machito.
Le saque un poco de mi verga y lentamente se la volví a meter, así una y otra vez. Ese culo me apretaba el guevo de una forma tan rica que no podía dejar de disfrutar, sentía que me lo estrangulaba.
-Te estoy tratando como una princesita ¿quieres sentir como cogen los machos?.
-Hazme lo que quieras.
Esas nalgas blancas y sin pelos eran solo para mi, saque mi verga dejando solo el glande en la entrada y volví a la carga.
-¿Te gusta?
-Ayyy si, cógeme.
Saque mi verga de nuevo y apuntando sintiendo su puerta que abría para mí.
-¿seguro?
-SIIII dámelo todo.
Agarre sus nalgas y se la metí adentro pero ahora sin pausas, empecé con un mete y saca contundente que lo dejo respirando agitado apoyado de la pared.
Perdí la cordura, le estaba reventando el culo a punta de guevo, el sonido de nuestros cuerpos en fricción inundaban el baño lo que le daba más morbo a todo.
Como todo postre se acaba en poco tiempo, mis embestidas cada vez iban más rápidas y el acompañando mis movimientos meneaba su cadera hacia atrás.
Tome su verga y sincronizado a mis movimiento empecé a masturbarlo, ya yo no podía aguantar más ese culo tan apretado y tan caliente me tenían loco.
-Mierrda carajito aaaffff AAFF ahh
De mi verga empezaron a salir chorros de leche sin cesar llenándolo por dentro, estaba que me desmayaba encima de él y siguiendo con mí trabajo manual sentí como mi verga era estrangulado mucho más por su culo en varias contracciones.
Toda su leche cayó en la poceta, el piso y un poco quedo en mi mano, una vez recompuestos le di a probar y como todo un guarro, limpio mis dedos con su boca.
Nos arreglamos un poco la ropa, nos lavamos nuestras partes y quedamos como si nada.
Yo estaba que tenía otra erección allí mismo pero ya habíamos tardado demasiado.
-Ve tu primero-Le dije.
-Yo diré que estaba fumándome un cigarro.
-Si va, antes de irme me das tu número-Me dijo el chamo.
-Ok, anótalo y yo te repico.
Cada quien por su lado y tiempo, mi novia no sospecho nada, seguía absorta a la película y me ignoro. Aprovechando que ella no había tocado nada, recupere las energías con las bebidas y las cotufas.
Saliendo del desperdicio de película ahora con una gran sonrisa (el sexo tiene esa influencia en mi persona), mi novia estaba más irritada.
-¿Quieres comer algo amor?-Le pregunte.
-No tranquilo, quiero irme a mi casa.
-Mi amor pero si casi no hemos estado juntos.
-¿Qué hice ahora?.
-Tu lo sabes.
-Coño no soy adivino.
-Bien que lo sabes, no te hagas el loco.
-Te estoy diciendo que no se.
-Nunca te gustan las películas que a mí me gustan.
-¿Me estas jodiendo? Pareces una niña malcriada de 6 años.
-¿Sabes qué? Lárgate, no te quiero más-Grito mientras se iba caminando molesta.
Yo estaba que podía lanzarme por el balcón y caer de pie rompiendo el suelo. El síndrome premenstrual le está sentando de puta madre a Francis.
Baje las escaleras, fui directo a buscar unos tragos bien fuertes para pasar la arrechera en el mismo centro comercial y sentado con la mirada perdida, ignorando a los empleados del local que me veían mi cara demoniaca. Agarre el teléfono coloque el código de bloqueo y leí en los mensajes.
-Soy Dani, me gustaría repetir contigo.
-Si va pana pero quiero repetir hoy mismo-Lo escribí sin pensar.
-Ya es tarde, no tenga carro ni sitio.
-Tranquilo, yo me encargo. Dime tu dirección y te paso buscando.
FIN
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Gracias por leer este relato, algo diferente pero escrito con las mismas ganas.
La próxima semana será el fin de las publicaciones semanales, tampoco es que voy a abandonarlos sino que no publicaré tan seguido.
Abrazos desde Venezuela.