El baño de Amerik
Un chico le coqueteaba a mi novio,,, decidí demostrarle quien manda... (Aclaración, Amerik es una disco)
Ya había pasado mas de media hora desde que habíamos llegado, mi novio y yo nos encontrábamos en el VIP de Amerika ( un boliche gay de argentina), era el cumpleaños de Cristian, un amigo de mi novio, no me habían invitado en realidad, pero no me fío de dejarlo en un lugar como ese con sus amigos.
Cristian y el resto de los amigos de mi novio se habían perdido en la multitud que bailaba en las pistas, nosotros permanecíamos sentados tomando agua, porque definitivamente no nos queríamos emborrachar en un lugar como ese.
La música estaba mas que fuerte, y nosotros callados, bastante aburridos, me puse a mirar a la gente del VIP, ya que los que bailaban estaban lejos, había toda clase de gente, mujeres feas, mujeres lindas, hombres feísimos, hombres lindo y hombres más lindos aún, algún que otro travestí; un hombre de la otra mesa miraba con deseo a mi novio, eso no me sorprendía, por alguna razón le gusta a los homosexuales, pero si me disgustaba, acaso no se daba cuenta que YO era su novia?
Era mi deber hacérselo notar, me acerqué más a mi novio, estábamos sentados en un sofá, así que estaba yo al lado de el, puse mi mano en su rodilla, lo que provocó que el me miraba; le sonreí.
Empezamos a besarnos, primero fue lento y dulce, después me encargué de que fuera un beso de lo más apasionado, para darle celos a el de la otra mesa; mi mano subía por la pierna de mi novio hasta llegar a su entrepierna, podía tocar su pene apoyado en su pierna, no muy duro todavía, pero no del todo flácido.
Eso no era suficiente, lo seguí besando esta vez con más pasión, nuestras lenguas y bocas no paraban de moverse, la mano de mi novio estaba ya entre mis piernas, pero no en mi entrepierna, con su otra mano tocaba uno de mis pechos; decidí hacer lo mismo, y metí una de mis manos por debajo de su camisa, pellizqué su pezón sabia que eso le encantaba; pero todavía no era lo suficiente caliente como para hacer que los de la mesa de en frente sintieran deseos de masturbarse pensando en nosotros( mientras sienten celos de mi, claro); con mi mano libre froté sobre el pantalón el muy perfecto pene de mi novio, en un intento de masturbación lo frotaba, sentí como cada vez se ponía mas duro dentro del pantalón y el cuerpo de mi novio se ponía mas caliente.
Pero paró de besarme, y sacó mi mano de su entrepierna.
- no hagas eso- me dijo
-porqué no?- Pregunte yo
porque después no se me va a bajar, y todo el mundo se va a dar cuenta-
entonces vallamos a los baños- propuse
Tád se me quedó mirando con una cara entre extrañada e incrédula.
-si, en los baños nadie va a vernos ni molestarnos, y podemos hacer que después de lo que sea, vuelva a su estado normal- agregué.
Claro, que el baño de AmeriKa no era el terreno desierto que pensé, osea, es obvio que los baños de mujeres están siempre llenos de chicas mirándose al espejo y arreglándose el maquillaje, y ese día descubrí que el de hombres también; y obviamente también habían otras parejas , que como nosotros pensaron que el baño estaba vació.
MI novio y yo entramos a las pequeñas cabinas donde están los inodoros (retretes), eran mas pequeñas de lo que parecían, empezamos a besarnos ahí adentro, algo apretados lo cual fue muy sexy; seguí tocando a mi novio por encima del pantalón, el tocaba mi trasero; sentía su pene endurecerse entre mis manos; no pude contenerme: -te la chuparía ahora mismo- le dije, el sonrió y hacelo- me dijo.
Ahora con su aprobación, podía proseguir sin problemas, introduje mi mano en su pantalón, en su ropa interior, por fin tenia acceso completo a ese precioso y sensual pedazo de carne, lo sentí palpitar en mis manos, eso me puso a mil.
Me arrodillé ante Tádzio, mi cara quedo a la altura de ese perfecto y rosado pene, no perdí tiempo, lo metí casi del todo en mi boca, estaba en el baño de un boliche ese no era el momento para ser tierna y dar besitos!
Con mi boca lo masturbaba como lo haría con mi mano, moviendo su suave piel adelante y atrás, adelante y atrás; cada vez lo sentía mas caliente, mas grande mas palpitante, dentro del mi boca. Escuché los gemidos de mi novio, eso me incentivó aún más, subí la velocidad, y aumenté bastante la capacidad de mi garganta, hice mas presión con mis labios alrededor de su pene, Y por fin mi boca se llenó de su maravillosa, exquisita y espesa leche, la contuve en mi boca hasta que mi novio se subió los pantalones y abrochó el cinturón, luego la escupí en el inodoro, abracé a mi novio, y no dudé en besarlo, nos besamos sin mucha pasión unos 5 minutos.
Salimos de la cabina del baño sonriendo, tomados de la mano, nos topamos con el hombre que miraba a mi novio, traía de la mano a otro jovencito, nos sonrió maliciosamente, y entró a otra cabina de baño.