El baile del castillo

Se aburria en un baile dentro de un castilllo y fue a coger aire ...

Cansada de los ruidos infernales de aquel baile en el castillo salí presa de agobios hasta el gran balcón que daba a la grieta rocosa en que sus cimientos estaban clavados. Mirando la profundidad oscura y fría que se abría ante mí, no pude escuchar los pasos amortiguados que te acercan a mi persona. Y levemente una pluma negra robada de cualquier adorno antiguo pasaste por mi mejilla sin verte aún. Ese cosquilleo me hizo sonreir porque sabía; quien otro iba a ser¡¡¡. Y riéndome me dí la vuelta y te dije: qué haces aquí??. Buscándote mi bella dama, que me tienes loco toda la noche desapareciendo por todos lados en este baile gótico que parecen poner tono a cada uno de tus movimientos. Ya sabes como soy, inquieta y burlesca.... aquí estoy y aquí no... Pero no lo pagues conmigo que sólo quiero estar a tu lado.. A mi lado?? para qué?? Para darte un beso.. Un simple beso necesita tanto preparo amor¿?? Si cuando se trata de besarte a ti.. Y te acercas un poco, el olor de colonia italiana tan familiar me llena los sentidos y siento el brazo fuerte y conocido que poco a poco se va haciendo con mi cintura y noto tu presencia más cerca, casi rozando. Pero eres experto y te gusta dejarte desear y sólo dejas un pequeño roce en mi cuello, quizas preparando el ataque final. Y eso es todo??? Todo vendrá detrás.... Y los brazos echo a tu cuello y esa camisa de seda negra abro dos o tres botones porque adoro mirar.... y veo tu carne palpitante, esos ojos que marrones se vuelven rojo del deseo carnal. Y te beso en la gargante intentándote morder y te dejas.... sigo más abajo, ese pecho que late ya con frenesí de corceles negros que parecen huir de la llegada del sol... pero no sigo más... Y ves que yo también se provocar.... Y te arremolinas el pelo, sabiéndote vencido, hombre-animal, que dificil querido mio es para un hombre disimular. Y sonries a medias, ofreciéndome tu boca que entreabierta deja blanquear como petalos de rosa pura a la luz de la luna, mis deseos palpitar. Y me acerco de nuevo; ya no jugamos más..... que el beso está a punto de caer y es necesario no dejarlo esperar más. Y nos acercamos despacio, mientras en la oscuridad, los hijos de la noche nos miran celosos por el celo que nos atrae a los dos; mujer - hombre, perfecta unión, eterna lucha... Y con la mirada clavada en los ojos, nos acercamos un poco más y siento sobre mi cuerpo tu cuerpo palpitante clavado a mí, me siento morir¡¡¡¡¡ y un poco más y una humedad lasciva se apodera de mi boca que abre con frenesí para recibir tu lengua que impregnada de tí se hace hueco en mis interiores pareciendo dejarme sin vivir. Y nos mordemos sin apartar los labios, lengua, saliva y suspiros que se escapan por los entrelabios que dejan salir esos vapores sexuales que nos están quemando vivos en este balcón que parece ser el fín. Y siento un calor en las entrañas y tu mano que me empuja sobre ti.... amado mio, que de terciopelo vas vestido y de seda arrugada has apartado para dejar tu pecho al descubierto y dejarme tu piel sentir. Qué arrebatos me das, que pasión desenfrenada, que mundo de placeres, que luna que se escapa avergonzada de ver como un hombre y una mujer pueden hacer palidecer la belleza de la noche en calma. Y entre embistes de tu cuerpo contra el mio, amado mio¡¡ no necesitamos más; llegamos a la cúspide del placer y sin tener roce ni gozo en esas partes destinadas a tal menester, nos elevamos del suelo y casi sin darnos cuerta sobre el abismo doblamos los cuerpos en tal trance de besar hasta morir. Y un alarido sale de tu boca, que retumba en el valle, en las montañas y que calla a los animales de la noche que no apartan sus ojos llameantes de nosotros porque nunca vieron nada igual: el rey de la creación y la mujer de su pasión han llegado a tocar el paraiso perdido precisamente por disfrutar de lo prohibido y reirse de su función elemental. Y me separo de ti, con la boca llena, pero no por completo, así que busco el postre, que mis comidas siempre son de rigor y necesito este manjar que deje dulce o amargo mi paladar. Y el alarido del hombre enloquece a los hijos de la noche y hasta el dueño del castillo se asusta por los gritos que parecen que animales dañinos están acechando ya. Y lamiendo mi boca como loba ya colmada, te miro admirada del poder de tu virilidad. Y en esos labios me hundo, me muero y me desmayo de placer y ansiedad. Hombre de mis sueños que con un simple beso me haces llegar hasta el paraíso perdido y bien perdido, que el mío en la tierra contigo está. Y como siempre tan presto me das tu pañuelo y me limpias los labios, los ojos y las manos que húmedos de tí están. y Con sonrisa en los labios me apaño mi moño que el pelo ha quedado hecho un asco ... pero que más dá??. Y cerrándote los botones de la seda que te cubre, mi caballero, mi amante y mi ladrón de placer... volvemos a la gran sala donde en bailes infernales están los dueños de la casa, invitados y gente más popular. y tu mano en la mía se posa y me dices: Bailas hermosa¡¡¡ Ya me has hecho bien bailar¡¡¡ Y en arrebatos de satín rojo danzamos como posesos por el gran salón que con velas de negro nos iluminan y te veo..... mi amado hombre y no puedo más. Al oido me acerco: es necesario y presto que nos demos el piro que estoy que no respiro con tanta ansiedad de besarte en la boca y en todo el cuerpo, bello mío... por favor vámonos ya¡¡¡ Y con guiño de complice, me coges de la mano, desaparecemos del salón y subiendo los mármoles grises que llegan hasta el primer piso, dejamos en el pasillo verguenza, gala y permiso para poder terminar una noche de besos dulces y amargos que nos hicieron llegar hasta el punto cumbre que un humano puede alcanzar vivo sin poder pasar esa eternidad que es la muerte por un beso sin dar.