El azar y el sexo 1/2
Una follada a cara o cruz.
Estábamos a principios de mayo, llevaba en el nuevo destino casi un mes; al principio mi relación con los compañeros y compañeras era bastante frio, como era lógico desconfiaban de mi, era un empleado enviado desde la central; pero poco a poco se iban confiando, así fue como Juan Luis, Juanlu, de 30 años como yo, se me acerco.
- “¿Tienes algo que hacer este viernes por la noche?” me pregunto
- “Poca cosa, había pensado salir a dar una vuelta, ¿Por?”
- “Este viernes, un familiar de mi mujer, que es pintor, inaugura una exposición” dijo sonriendo.
- “¿Y?” simplemente pregunte
- “Y nada, la entrada es gratuita y quieren que haya gente” dijo marcando una mueca con su boca
- “¿Y?” nuevamente pregunte
- “Vale, la hermana mayor de mi mujer también vendrá, para no ir solo con ellas he pensado que tu podrías ser su pareja” dando un bufido.
- “Ósea, que voy de acompañante, que inconveniente tiene es coja, fea, tonta...” pregunte y sin dejarme seguir.
- “Para, para, ni es coja ni es fea ni mucho menos tonta, no tiene defecto físico, bueno si que es demasiado exuberante, y es guapísima, y muy lista es arquitecta” contesto.
- “¿Dónde esta la trampa?” le pregunte guiñando un ojo.
- “No hay trampa...”
- “Seguro...”
- “... bueno vale te cuento, desde hace un tiempo, exactamente hace un año, desde que separo del marido esta depre y nos chafa todas las salidas, pero te aseguro que esta buenísima, incluso mucho mas que mi mujer, ¿Que me dices?”
- “Bueno, como no tengo nada mejor que hacer veremos esos cuadros”
- “Gracias no te arrepentirás”
Pensé, me estoy arrepintiendo ya.
Durante el resto de la semana me estuvo bombardeando con información de su mujer y su hermana, su mujer Karina tenia 26 años, era abogada trabajaba en un bufete bastante importante, llevaban casados 2 años desde que acabo la carrera; su hermana, Nieves, tenia 30 años, estudio arquitectura como el, aunque ella acabo la carrera y trabajaba como asociada a un gabinete de consultoría, se caso muy joven con 20 años y tenia 2 hijos de 8 y 6 años, según Juanlu, desde que nació su segundo hijo las cosas no iban bien en el matrimonio, que desencadeno en la separación hacia un año. Su mujer y el se habían conocido gracias a Nieves, que los presento.
El viernes, habíamos quedado en casa de Juanlu, llegue en coche y aparque, fui a su casa, me abrió Juanlu.
- “Pasa, mi mujer se está terminando de vestir, su hermana esta con ella, te sirvo una copa”
- “No gracias es pronto, en que coche vamos a ir, he dejado el mío cerca”
- “Creo que será mejor ir en el mío” dijo Juanlu.
En ese momento salieron las mujeres, eran dos bellezas rubias, con dos cuerpazos para quitar el hipo, cualquiera podría decir que eran gemelas, aunque yo sabía que no, según me había explicado Juanlu, lo difícil era saber quién era quien, cuando Juanlu hizo las presentaciones, descubrí las diferencias, Nieves llevaba el pelo más largo y era quizás más claro si era posible, y lo que se podía intuir debajo de los vestidos, Nieves tenia pechos más grandes y sus caderas más rotundas, posiblemente debido a su maternidad.
Y en lo referente al vestido Karina vestía mas provocativa, vestido rojo, ajustadísimo, corto por encima de las rodillas con tirantes dejando los hombros al descubierto, claramente sin sujetador, escote muy pronunciado, por encima se ponía una chaquetilla corta roja con pedrería sujetando los pechos por abajo e izándolos dando sensación de mayor volumen; mientras que Nieves llevaba un vestido negro con escote redondo permitiendo ver solo el inicio del canalillo, con media manga y ajustado hasta la cintura, de la cintura para bajo una falda con vuelo, adornado con un cinturón blanco, y por encima se ponía una chaqueta blanca con filos y bordados negros.
Tras los respectivos besos comprobé que Karina estaba más, diríamos, alegre y dicharachera, mientras que Nieves daba la sensación de tristeza y más callada respondiendo con monosílabos.
Nos fuimos a la exposición, Juanlu conducía y ellas iban detrás, por consiguiente yo iba de copiloto. Llegamos, entregamos las invitaciones y entramos, la exposición era muy grande, con varias salas con varios estilos, con catering en todas ellas, resulto ser de un primo del padre de Karina y Nieves, en una sala había cuadros de varias mujeres diríamos ligeras de ropa, mejor dicho muy ligeras, vamos desnudas, me pare ante un cuadro que había dos jóvenes que se ocultaban las caras con unos pañuelos, mientras que Nieves nos empujo para que nos fuéramos.
- “Te gusta” dijo Karina.
- “No está mal, juega bien con el claro-oscuro” dije, no es que fuera un experto en pintura, pero sabía algo y sobretodo parrafadas que gustaban a las mujeres.
- “No me refiero al cuadro, que te puedo asegurar que no refleja la realidad, sino a las modelos...” dijo Karina.
No termino de hablar cuando Nieves nos interrumpió.
- “Venga vamos, no te quedes parada” dijo Nieves.
Karina se acerco a mí.
- “Somos mi hermana y yo, cuando teníamos 18 y 22 años” dijo Karina muy bajito.
Mire a Nieves y a ella.
- “Tienes razón no hace justicia a la realidad” dije.
Karina cogió algo de color.
- “Que peligroso, eres un buen adulador” replico Karina.
El resto de la velada fue pasear, Karina que se había pegado a mí y me presentaba al personal incluido al artista. En voz baja me confesó que tanto ella como su hermana habían perdido la virginidad con aquel individuo, el artista.
Con las tonterías terminamos tarde, pero decidimos salir a dar una vuelta y tomar unas copas. A la una de la noche volvíamos a casa de Juanlu, yo me iba a marchar, pero me dijeron de tomar la última copa en casa, y fui con ellos.
Mientras Juanlu preparaba los combinados, ellas se cambiaron, cuando salieron nuevamente se puso de manifiesto el carácter de cada una en el vestuario, Nieves tenia puesto un pijama de dos piezas azul oscuro, y Karina llevaba puesto un camisón rosa trasparente, debajo también en rosa un sujetador y unas braguitas de encaje.
- “Karina, por favor...” dijo Juanlu al verla.
- “No problem hay confi... ¿No?” dijo sonriendo Karina.
- “Pero no quiero que se muera de un infarto” dijo Juanlu siguiendo el buen rollo.
- “El infarto le dará por otra cosa pero de ver tías buenorras como yo seguro que no” le contesto Karina, alzándose el pecho con las dos manos.
- “Modesto baja que alguien te llama” dije yo siguiendo la coña.
Todos, incluso Nieves, sonreímos. Nos pusimos a hablar de diversas cosas y curiosamente fue Nieves la que dijo de jugar a las cartas, Juanlu saco las cartas y fichas.
- “A que vamos a jugar, a mi no me gusta apostar” dije inocentemente.
- “Jugamos a póker, con fichas” dijo Juanlu
Todos estuvimos de acuerdo. Nos pusimos a jugar todos ganamos alguna vez.
- “Porque no lo hacemos más interesante ..., sin jugar dinero, como si fuera un Strip-poker, pero con fichas y el que pierda tiene que hacer un striptease” dijo Karina
Yo era el único que no estaba convencido, pero Juanlu fue el primero en apuntarse, junto con Nieves que poco a poco parecía irse destapando anímicamente .
El primero que comenzó a perder fue Juanlu, y cuanto mas perdía mas bebía, Nieves también perdía pero menos, y Karina y yo los que ganábamos. Juanlu dijo encontrarse mal y se fue a dormir. Pensé que dejaríamos de jugar pero las dos hermanas decidieron seguir. Pronto Nieves se vio en situación comprometida, pero antes de perderlo todo se marcho.
- “Esto es el final se acabo” le dije a Karina
- “¿Por qué?, ahora es cuando se pone interesante la cosa, un mano a mano entre tu y yo” dijo frotándose las manos.
Me imagine que como su hermana cuando la cosa se pusiera mal dejaríamos de jugar. Seguimos jugando, cada vez Karina perdía mas rápido y con jugadas tontas, le propuse dejarlo en varias ocasiones pero ella dijo de seguir, y llego una jugada, en la que yo tenia tres cincos, y dos figuras”
- “He ligado, así que me juego el resto” dijo Karina.
- “Sabes que si pierdes tendrás que desnudarte haciendo un striptease y si yo pierdo solo será una pequeña parte” le dije
- “Sera el inicio de la remontada” dijo ella sonriendo.
Pedí dos cartas deje las dos figuras, ella dijo estar servida.
- “No tengo nada mas que apostar, pero me juego yo misma contra tu resto” dijo cuando yo aun no había mirado mis cartas.
- “Como dices” dije asombrado.
- “Si gano seré la ganadora absoluta ...”
- “Y se acaba la partida y me marcho, O.K.” dije.
- “Y si ganas no solo me desnudare sino que...” dijo haciendo gestos claros con las manos.
- “Estas loca...” dije.
- “Yo siempre cumplo y me gusta ganar siempre” dijo Karina.
Mire las dos cartas que me había servido, era un cinco y un diez, tenia póker, ella las levanto.
- “Te pille, full de ases y sietes, levanta...” dijo emocionada.
- “Eres demasiado buena, me has ganado...” mentí, estire la mano y se la estreche “... la próxima vez será distinto” me puse la chaqueta y me fui.
Por el camino no dejaba de pensar si Karina hubiese llegado hasta el final. Ya en la cama no dejaba de pensar en las dos hermanas, y me dormí pensando en ellas.
Me desperté el sábado ya tarde, sobre las doce, y fue cuando sonó el teléfono, era Juanlu.
- “Anoche te la dieron bien, te gano Karina, se me olvido decirte que tanto ella como su hermana son jugadoras por afición, lo cierto es que le has caído bien a las dos y han pensado si esta noche podríamos ir a cenar los cuatro”
- “Vale, ¿Donde seria?” pregunte.
- “Restaurante La Cantera , ¿Lo conoces?” me pregunto Juanlu.
- “Esta cerca de casa, aunque no he ido nunca” dije.
- “... vamos allí, porque Nieves vive cerca y así la dejo en su casa” replico Juanlu.
- “A que hora, como ayer a las ocho, pero en mi casa” propuse.
- “Mejor nos vemos a las nueve en el restaurante” dijo Juanlu, nos despedimos hasta la noche.
Antes de las nueve estaba yo en el restaurante, entre y confirme que estaba hecha la reserva, poco después llegaron ellos, nuevamente me sorprendieron, Karina vestía un conjunto rosa dos piezas chaqueta y falda corta con vuelo, mientras que Nieves, llevaba falda larga, pero desde los muslos era totalmente trasparente dejando ver sus contorneadas piernas, y la chaqueta del día anterior. Entramos al restaurante, la primera en quitarse la chaqueta fue Karina, muchos hombres se quedaron bizcos, llevaba una blusa blanca de seda trasparente que permitía ver su sujetador, y después le toco el turno a Nieves, la visión era para quedarse ciego, llevaba una especie de top negro, parecía un cinturón ancho de tela desde la falda hasta justo debajo de los pechos, de ese cinturón por la parte de delante salían dos tiras anchas de tela, cogiendo la forma de los pechos, haciendo de sujetador, como dos tirantes que iban abrochados a la nuca, sin mangas, marcando los pezones, iba realmente provocadora. Me quede embobado.
- “Si me sigues mirando así o bien me desnudas o bien se te salen los ojos” dijo sorprendentemente Nieves.
Todos reímos.
- “Estas impresionante” fue lo único que se me ocurrió decirle.
- “¿Y yo como estoy?” dijo como enfadada Karina.
- “Con el permiso de tu marido, estas para comerte” dije sonriendo, (para mi me dije como segundo plato porque el primero seria tu hermana).
Estuvimos hablando, Nieves estaba mas alegre y entraba en la conversación, las hermanas contaron cosas de su infancia que nos hacían reír al igual que Juanlu, por mi parte les conté algunas vivencias graciosas sobretodo de mi época estudiantil, lo cierto que acabamos de cenar cerca de media noche, Juanlu y Karina propusieron ir a bailar. Nieves dijo estar cansada y que quería volver a su casa, y por mi parte no quería ser un aguanta velas del matrimonio, me excusé diciendo que también estaba cansado. Fuimos a los coches, estaban aparcados uno al lado del otro, al despedirnos no se como surgió pero Nieves dijo donde vivía.
- “No me digas que vives en la urbanización La Cuchara ” dije.
- “Si, en el 38 ¿Por?” dijo Nieves.
- “Yo vivo en la zona de Las Cuevas, la calle 2 de mayo, nº 20, voy a pasar por allí, si quieres te acerco y dejamos a los dos tortolitos se vayan de fiesta” dije.
- “Si os parece bien, así no os corto la marcha que lleváis” dijo Nieves mirando a su hermana y a su cuñado.
Me despedí de Juanlu y al despedirme de Karina esta me dijo en voz baja.
- “Tramposo, me la tienes que pagar” dejándome algo confuso.
Pasaron sus cosas a mi coche y nos fuimos, llegue a la urbanización y Nieves me indico como llegar, una vez frente a su casa aparque sacamos sus cosas y las lleve dentro, ella se quito la chaqueta y se quedo delante mío, con la puerta abierta, iba a marcharme.
- “¿Tienes una moneda?” me pregunto.
- “Si...” dije algo sorprendido, metí la mano en el bolsillo y se la ofrecí.
- “¿Cara o cruz?” pregunto.
- “Cara” dije instintivamente.
Nieves tiro la moneda al aire la recogió con la mano y al abrirla sobre la palma estaba la moneda era cara.
- “Acertaste, tienes premio... te quedas esta noche” dijo cerrando la puerta tras de mi.
- “Y ya esta” dije.
- “Quieres una invitación formal o...” dijo sonriendo.
Ante mi asombro se desbrocho el top por la nuca dejando al aire sus pechos.
- “... con esto te vale” dijo.
Mire a los pezones, primero a uno y después al otro para terminar mirándola.
- “Me vale” dije.
Cogí un pecho con una mano y acerque mi boca a su pezón, primero lo bese después lo chupe, para terminar mordisqueándolo. Ella soltó un gemido.
- “No sabes como estoy, vamos a la habitación” dijo sensualmente.
Me condujo a la habitación, en ella se abrazo a mi y nos besamos. Se separo de mí para quitarse el top y la falda, mientras yo también me desnudaba.
Ambos nos quedamos desnudos uno frente al otro, ella miro a mi polla se agacho y comenzó a jugar con ella primero con las manos y después con la lengua hasta introducírsela en la boca, se puso mas tiesa.
Ella se separo de mí y se dejo caer en la cama.
- “Ven hazme gozar” dijo pasándose la lengua por sus labios.
Me eche sobre ella, le chupe y mordisquee sus pezones, mientras mi mano buscaba su entrepierna, acariciando el interior de sus muslos, para introducir mi dedo índice en su rajita, acariciarle su clítoris. Gemía y gritaba, pidiéndome que se la metiera, las piernas las abría y cerraba marcándome el ritmo.
Me puse entre sus piernas con una mano seguía acariciando sus pechos, pellizcando y estrujando sus pezones, mientras con la otra mano con el dedo pulgar seguía acariciando su clítoris y con el dedo corazón lo introducía en su vagina, no solo gemía sino que resoplaba y bufaba, de pronto cogí sus piernas por los muslos y lentamente introduje mi polla en su vagina, un grito seguido de gemidos, dieron paso a su primer orgasmo, pero yo seguí y a ese orgasmo siguió poco después otro, un descanso y cambio de posición, ella arriba yo abajo, para seguir, yo aun no había llegado y ella quería mas y mas, otro orgasmo y seguimos yo estaba a punto de llegar y se lo dije por si quería que la sacase, pero eso la excito mas, aumento el ritmo para alcanzar un cuarto orgasmo al sentir mi leche en el interior de su vagina, quedando ella tumbada sobre mi un rato. Y cuando me quise separar.
- “Quédate un poco mas quiero seguir sintiéndote dentro de mi” dijo.
Pasaron los minutos, cuando por fin nos separamos.
- “Quédate esta noche, por favor” me dijo casi suplicando.
- “Lo que tu quieras” me quedo algo cursi.
- “Sabes estaba nerviosa, hace casi dos años que no estoy con un hombre, mejor dicho que no me acuesto con un hombre” me confeso.
- “Con lo buena que estas como es posible” le dije.
- “La dichosa moneda” dijo sonriendo.
- “Quieres decir que si no hubiese acertado no estaría aquí contigo” dije sorprendido.
- “Puede, aunque contigo tal vez hubiese hecho trampas, como tu hiciste con mi hermana en el póker” dijo.
- “Quieres decir que ella sabe que...” dije asombrado.
- “Pues claro me lo conto, después de irte le pico la curiosidad y levanto tus cartas y vio el póker que habría ganado a su full”
- “Claro debí barajar las cartas fue un fallo” comprendí lo que me dijo Karina al despedirme.
Nieves se me abrazo y nos quedamos dormidos.