El aventón
Lo que puedes esperar si das aventon a una chica guapa.
El Aventón
Sucedió un día lluvia en la noche.
Venia yo de dejar en su casa a una amiga que vive en un lugar muy alejado de mi casa y ya era muy tarde y estaba lloviendo a cantaros y hacia mucho frió.
Venia por la carretera escuchando música en mi Jeep Renegado Verde cuando vi la silueta de una mujer que me hacia señas que la llevara; ella no-tenia sombrilla ni nada para taparse algo la lluvia que caía, yo para mi Jeep algo después de donde estaba ella, para verla caminar hacia mí y para revisar que se encontrara sola.
Cuando llego al carro yo le abrí la puerta, era una chica muy bella, estaba vestida con unos jeans muy corto como cacheteros y una blusa que por la lluvia en ella se había hecho muy corta y que ahora estaba muy pegada a sus pechos, al punto que su pezón sobresalía y que por el frío se había parado. Le dije que subiera, me presente y ella hizo lo mismo, le pregunte hacia donde se dirigía, ella me contestó y me dio la dirección de su casa, comenzamos a charlar pues su casa estaba bastante lejos, dentro de la platica sonó una canción de reagge y ella dijo que era su favorita, yo le dije que le subiera el volumen, y cuando lo hacia me agarró la pierna casi me toca mi pene, lo la volví a ver y ella me sonrió, en ese momento supe que ella quería sexo.
Entablamos una conversación muy sexual y me dijo que no tenía como pagarme el favor, a lo que yo le conteste que si tenía y mucho! Ella volvió a sonreír y me dijo que si quería me pagaría en especie y yo le dije que eso me encantaría entonces se me hacerco, me beso, a la vez que me tocaba mi miembro que se comenzaba a mover dentro de mi pantalón, beso mi cuello y comenzó a bajar; metió su mano por dentro de mi camiseta, y jugo con mis pezones, eso me termino de excitar y ponerme muy duro, entonces cuando me notó así, me abrió el ciper, me lo sacó y comenzó a chupármelo, uyyyy, mmmmmm, lo hacia muy rico movía su boca muy bien en círculos, de arriba abajo, con sus labios, con su lengua, con sus dientes con su mano, era toda una experta, yo mientras tanto solo podía tocar sus pezones y sus buenas tetas. Pero no aguante más y deje que mi Jeep se fuera solo para poder bajarme del todo los pantalones y los chones, y le dije que se subiera encima mío, no lo pensó dos veces y ya estaba cabalgándome y yo conduciendo con mucho cuidado. Pero yo también quería actuar y lleve el carro tan cerca de la casa de ella y lo más rápido que pude. Al llegar a un lugar muy oscuro, acomode el carro de modo que no se viera si otro auto pasaba, lo apagué, me baje tan rápido como pude y me fui hasta el otro lado del carro abrí la puerta y la mire a los ojos como diciéndole te voy a coger y ella me miró como diciendo házmelo, me arrime tan rápido como pude y la bese con mucha gana y pasión, metí mi mano en medio de sus piernas aun mojadas de la lluvia hasta sentir su hueso pélvico contra mi mano, ella gemía y me besaba, le arranca el pantaloncillo y su tanga que escurría agua y comencé a mamarla, estaba muy fría y mojada pero con forme lo hacia se iba calentando y lo húmedo ya no era agua.
Como ya no-tenia yo nada en sima la hale a la orilla de la puerta y comencé a penetrarla muy duro y lento, a veces solo la pasaba por su vagina y ella se arrimaba para que la penetrara, pero yo no lo hacia por lo hacia de un solo y cuando menos lo esperaba, después, la baje del carro y le di vuelta puse un paño en el estribo y le dije que pusiera sus rodillas ahí y que mantuviera las piernas bien abiertas, levante sus nalgas que tenían piel de pollo por le frío y que temblaban por ser abiertas, y se la metí por su trasero de un solo tiro, ella no grito solo mordió el sillón del auto a la vez que le encajo sus uñas, y luego me tomo de mis nalgas y me hacia moverme cada vez más rápido, a la vez que ella solo se masturbaba y yo le agarraba sus tetas y la toma de los cabellos, en eso ella se corrió y me puso a mi sentado en la orilla de la puerta, subió una de sus increíbles piernas para que la sostuviera y la volviera penetrar, ella subió mas su pierna, me tomo por el cuello, luego coloco la otra pierna sobre el estribo, quería que la alzara y me la cogiera así, la sostuve de sus nalgas y comencé a tirarla para arriba y a dejarla caer de un solo sobro mi pene, y en un momento aviamos terminado ambos, pues logramos regarnos al mismo tiempo.
Cuando terminamos me dejo mudarla por completo y dejarla en la puerta de su casa y ver cuando apagaba la luz de su recamara.
Esa no fue la ultima vez que la fui a dejar a su casa, pues le había dejado mi teléfono y los demás pagos fueron tan maravillosos, pero yo recordare siempre el primer aventón que le di.
Alexander Delgado Sáenz, C.R.
Dedicado a: Verónica García. Arg.