El Ave Fenix Capitulo 5
Lucas y Alex siguen en Salinas durante las Navidades, y pasan tiempo con Nel, el hermano mayor del rubio.
El ruido de la persiana hizo que Lucas se despertase. Estaba en la misma posición de la noche anterior, empezó a abrir los ojos y lo que vio le hizo separarse de Alex bruscamente.
Allí estaba Nel abriendo la persiana, sin quitarle ojo al moreno.
— Hora de levantarse que vamos a comer. —Dijo en tono bajo mirando a Lucas.— ¿Vaya nochecita no? —Le guiño un ojo.
Nel se fue de la habitación no sin antes coger el bóxer de Lucas del suelo y tirárselo encima de la cama.
— Pegaos una ducha. — dijo antes de salir.
Lucas estaba en shock, no sabía que pensar de Nel. Al poco notó como Alex abría sus ojos y le buscaba con la mirada.
—¿Qué hora es? —dijo Alex mientras le miraba con una sonrisa de oreja a oreja.
—Hora de comer, vamos a ducharnos rápido que nos están esperando. —le dio un beso de buenos días y le ayudo a levantarse.
Se fueron al baño y aunque Alex tenía ganas de devolverle el favor a Lucas se ducharon rápido, ya lo dejarían para otro momento.
Estuvieron comiendo los 5 juntos y Nel les comentó a los chicos de ir al cine a ver la última de los Vengadores. Alex aceptó al instante y Lucas también.
Al acabar de comer se prepararon y se dirigieron en el coche de Nel a un centro comercial a las afueras de Avilés, a unos 10 km de su casa.
En el pequeño trayecto, Lucas pilló un par de veces a Nel mirarle por el retrovisor del coche, la actitud del mayor empezaba a poner nervioso a Lucas. Claro que para Alex todo esto pasaba desapercibido, estaba totalmente eufórico por la película, y no era para menos ya que se había visto decenas de veces las películas de Marvel y quería conocer el final de la historia.
Llegaron al parking y dejaron el coche, se dirigieron a la taquilla y cogieron las entradas, fueron a comprar algo de beber y de comer, Lucas al entrar al cine llevaba sus palomitas y las de Alex, más las dos botellas de Coca-Cola, casi ni se le veía la cara entre todo.
—A ver. —decía Nel mirando los números con luces del suelo.— Doce, Trece, vale es aquí chicos.
Alex se sentó en la butaca que daba con el pasillo, el moreno a su lado y Nel en la siguiente.
Tras innumerables tráilers de otras películas las luces del cine hicieron un fundido a negro.
Cuando la entrada de Marvel y la música empezó a sonar Lucas solo pudo mirar para Alex, estaba con los ojos como platos.
Nel se acercó a Lucas. —Con 21 años y es como un crío pequeño. —dijo con desdén mientras miraba al moreno.
—Por eso me gusta tanto. —Le contestó a Lucas mientras cogía unas palomitas y se las llevaba a la boca.
—Como sea tan infantil para todo. —Replicó el mayor mordaz.
Lucas volvió a mirar al frente, omitiendo el comentario de Nel.
Mientras avanzaba la película, Lucas no podía parar de pensar en el comportamiento del hermano de rubio. Hasta que al aparecer Thor el rubio soltó una carcajada. Le volvió a mirar y con el reflejo de la pantalla vio su sonrisa.
Por lo menos se está olvidando de todo pensó.
Ya a mitad del film, Alex ya se había acabado las palomitas y empezó a meter la mano en la caja de palomitas que tenía el moreno encima de sus piernas. Al parecer Nel también había terminado con las suyas, e imitó a su hermano. Alguna de las veces este último rozaba la pierna de Lucas cuando iba a coger las palomitas.
O Lucas estaba muy paranoico o Nel se estaba pasando… Eses fueron sus pensamientos durante el resto de la película. Solo dejó de pensar en eso cuando casi al final Alex agarró el muslo del moreno con fuerza y este se volvió hacia él y vio como una pequeña lágrima caía por su cara. Le paso un par de dedos con cuidado por la mejilla para quitárselas y le agarró la mano.
Cuando la película acabó algunas personas del cine aplaudieron y de no ser por la escayola Alex seria uno de ellos.
—Vaya peliculón. —dijo Alex cuando se encendieron las luces del cine.
—Pues a mí se me hizo muy pesada. —dijo Nel mientras se levantaba y recogía los envases de comida.
—A estado bien, para ser la primera que veo. —dijo Lucas mirando al rubio.
—Bien, empezando por el final. —río el rubio.— Y a ti Nel, se te hace pesado todo en esta vida. — dijo mientras se reía aún más.
Salieron del cine y fueron a ver unas cuantas tiendas del centro comercial.
—Podría aprovechar para comprarme algo ¿entramos? —dijo Lucas señalando una de las tiendas.
—Vale, vamos. —dijo Alex mientras se agarraba de la mano del moreno.
Nel les siguió y entraron a la tienda, Lucas se puso a mirar unos vaqueros claros desgastados.
—¿Como los ves? —dijo mirando al rubio.
—Mejor verlos puestos. —dijo mirando a Lucas.
El moreno le dedicó una mirada cómplice y se dirigió al probador.
Al salir la verdad es que el pantalón parecía hecho para él, le realzaba el culo y se le pegaba a las piernas estilizando todo su contorno.
—¿Qué tal? —dijo el moreno.
El rubio le dio una palmada en el culo. - Te queda perfecto. - dijo mientras giraba la cabeza cual perro, mirando el trasero de Lucas.
—Madre mía, esto parece Pretty Woman. —dijo Nel mirándolos mientras el moreno posaba para el rubio.
Pero lo cierto es que no quitaba ojo del moreno y de cómo le quedaba la prenda.
Decidió llevarse el pantalón y Alex cogió una gorra Negra con el símbolo de los Avengers en blanco. Nel llevaba unos calzoncillos de Calvin Klein y unas zapatillas de Adidas azules con detalles en blanco.
Pagaron y se dirigieron al coche. Ya sentados discutieron que querían hacer:
—¿Que os apetece hacer ahora? —dijo Nel mirando a los dos.
—Yo la verdad es que me encuentro un poco cansado. —dijo Alex mirando a ambos.
—Si mejor deberíamos irnos a casa. —dijo Lucas.
—Bueno pues nos recogemos ya. —dijo Nel sin entusiasmo alguno.
Se dirigieron a casa, y al llegar, Javier y Pilar estaban sentados en el sofá, ella apoyada sobre él viendo la televisión.
«Nunca he visto así a mis padres, que suerte tienen estos dos», pensó Lucas al verles acurrucados.
—Hola chicos. —dijo el padre girándose a ver a los chicos.— ¿Qué tal lo habéis pasado?
—Yo de maravilla, la película ha sido increíble, ¿a que sí?— dijo entusiasmado mirando a los dos chicos.
—Bueno, para no gustarme el género, me la vería otra vez. —dijo Lucas.
—Pues yo no la volvería a ver ni gratis. —dijo Nel.— Me voy a mi cuarto, avisadme cuando vayamos a cenar. —Y se fue subiendo las escaleras sin decir nada más.
—¿Nos quedamos a ver la peli con ellos? —dijo Alex con cara de ternura.
—Si claro. —dijo el moreno dirigiéndose al otro sofá.
Los chicos se colocaron en el sofá con una posición similar a la de los padres del rubio y se pusieron a ver Bohemian Rhapsody, y la pillaron casi al inicio.
Lucas era fan de Freddie Mercury desde que tenía uso de razón, seria lo único bueno que su padre le inculcó.
« Como podía ser fan de Queen si su cantante era un puto maricón como él nos llama, aunque también es racista y es el primero en celebrar los goles de Vinicius… » Pensó Lucas al recordar como su padre tenía toda la discografía.
Ahora era el moreno el que disfrutaba viendo la película y más teniendo a su rubito al lado y a sus “suegros” en el sofá de al lado como si se conociesen de toda la vida.
Cuando esta acabó se levantaron del sofá los padres y se fueron a la cocina a hacer la cena.
Lucas se incorporó y se sentó, el rubio se dejó caer sobre sus piernas. Estuvieron casi la media hora que tardaron en hacer la cena mirándose el uno al otro, Lucas que apoyaba su mano sobre la del rubio en su vientre y con la otra dejándola caer sobre la parte de arriba del pelo del moreno acariciando también su frente.
—¿Puedes subir a avisar a Nel?. —dijo Pilar mirando a Lucas.
—Si, claro. —dijo el moreno deshaciéndose del hechizo que le tenía observando al rubio.
Ayudó a incorporarse al rubio y se fue a la habitación de Nel que estaba cerrada. Golpeó la puerta 3 veces con el nudillo y al poco se escuchó el pestillo y apareció Nel en toalla.
—Esto... Nel, hora de cenar. —dijo el moreno intentando no mirar al mayor.
—Relájate hombre. —dijo Nel sonriendo al moreno.— Que ahora eres mi cuñado y me verás muchas veces así.
«Me estoy volviendo loco con este chico, cada vez me desconcierta más», pensó Lucas mientras Nel se daba la vuelta y se ponía los nuevos boxers que había adquirido.
—¿Cómo me quedan? —dijo el mayor poniendo una pose como la de los anuncios de televisión.
«La verdad es que le quedaban de maravilla, pero ni se lo voy a decir, ni quiero que piense nada raro», reflexionaba el moreno. —Bien, supongo. —dijo con voz neutra y escueta el moreno.— Te esperamos abajo.
—Ya voy hombre, que poco humor tienes por dios. —dijo Nel mientras se acababa de vestir.
Bajaron juntos hasta la cocina y se sentaron con el resto.
Hablaron de la la película que estuvieron viendo con los padres, le contó que es fan desde pequeño y que tenia todos los discos, a lo cual Javier contestó que ya tenia algo en común con su padre en tono de broma, cosa que sacó una sonrisa del moreno y de Alex.
Al acabar de cenar Lucas dijo. —Hoy voy a recoger yo las cosas que no mola que estéis vosotros haciendo todo.
—Yo, no puedo por la escayola. —contestó el rubio haciéndose el loco.
Javier miró al rubio. —Ya, a ver si cogéis copia de él.
—Venga, te ayudo yo. —Dijo Nel levantándose y acercándose con el resto de platos al fregadero.
Mientras ellos se ocupaban de recoger, el resto se fue al salón a ver algo en la televisión. Lucas ya estaba lavando las cosas cuando Nel se acercó a su lado.
—Vete dándome las cosas que así las seco. —dijo el mayor mientras rozaba la mano de Lucas para coger uno de los platos.
—Si, toma. —le dio el plato y retiró la mano.
Se pasaron fregando los platos casi un cuarto de hora, y cada vez que podía Nel se encargaba de rozar la mano del moreno.
Al acabar Lucas no le quiso dar mas importancia y se fueron junto a los demás.
Estuvieron viendo la televisión un rato, mientras el rubio no quitaba ojo del móvil.
—He quedado mañana con mis amigos para que nos vean, que ya se enteraron de todo por la televisión. —dijo el rubio a Lucas mientras se acercaba a él.
—Por mi perfecto, pero deberías preocuparte de descansar algo más. —le acarició la mejilla.
—Tranquilo que estoy bien. —el rubio le dio un beso en la mejilla.— Pero deberíamos ir a dormir ya.
Tras eso se despidieron de todos y se fueron a la habitación. El moreno ayudó al rubio a cambiarse con sumo cuidado, y se acurrucaron en la cama durante unos minutos hasta que Alex se cayó rendido, cosa que aprovechó Lucas para levantarse sin hacer apenas ruido, no podía dormir y necesitaba airearse, así que cogió una chaqueta y se fue al balcón de la habitación y se sentó en el pequeño sofá.
Sacó de la chaqueta su paquete de tabaco y se encendió un cigarro, y se puso a reflexionar todo lo ocurrido estos días atrás mientras observaba la playa.
Por su cabeza pasaba desde su padre y la forma de reaccionar que tuvo, la cual esperaba dentro de él, y la contra parte, conocer a Javier y ver como le trataba, ver como acabó su rubito por lo sucedido en Madrid, «no paraban de saltarle flashes del momento», y aún por encima ahora tenia dudas sobre Nel y no se lo iba a decir al rubio, no quería preocuparle en estos momentos.
Le dio la última calada al cigarro, cerró los ojos y apoyo su cabeza sobre el respaldo.
Pasaron mas de 20 minutos hasta que se levantó y se volvió a meter en la cama con Alex, no si antes darle un beso en la frente, pasar su mano por la cintura del rubio y agarrar una de sus manos hasta que concilió el sueño.
El despertar para Lucas después de darle tantas vueltas a la cabeza la noche anterior hubiese sido lleno de melancolía, de no ser por que lo primero que vio al despertar fueron los alegres ojos del rubio que le pasaba sus dedos entre su melena.
—Buenos días mi niño. —susurró el rubio en la oreja de Lucas.
—Hola. —dijo el moreno inmerso en la mirada de Alex.
Este intentó llevar sus labios a la boca del rubio, que según él se acercaba, se alejaba un poco más como insinuándole que tenia que levantarse para conseguir su preciada recompensa.
Era suficiente motivación como para que se despegase de la cama y atrapase el labio inferior del chico con delicadeza. El rubio le correspondió uniendo del todo sus labios, empezaron a mover sus cabezas al ritmo pausado de ese beso.
Cuando se separaron el moreno no pudo evitar saborear los restos en sus labios pasando su lengua por el contorno de estos.
Tras ese dulce despertar se levantaron de la cama y bajaron a desayunar.
En la cocina solo estaba Nel. Se saludaron, se sirvieron un café y se sentaron a conversar con el mayor.
—Hoy me apetecería hacer algo de deporte. —dijo Lucas, buscando la manera de airear su mente.
—Yo solía salir a correr por la playa. —dijo Nel.— Son casi un kilometro y medio entre extremos.
—No es mala idea. —dijo el moreno dándole un sorbo al café.
Y así fue, al acabar de desayunar, Nel le dejó algo de ropa de deporte y se dirigió a la playa, mientras los hermanos se quedaban en casa.
Las dos horas que se tiró corriendo, le hicieron descargar la tensión de la noche anterior y liberarse del entumecimiento que tenía en el cuerpo.
Al llegar a casa saludó a los chicos mientras aún tenia el corazón acelerado por el esfuerzo, estos le miraban sin emitir palabras, y la verdad tenia una razón, verle aparecer hundido en sudor que hacia que la camiseta se le ajustase mas al cuerpo y casi jadeando, era una imagen digna de estampa.
—Creo que me tengo que duchar. —dijo Lucas mostrando una sonrisa.
Los chicos solo se rieron, mientras el moreno se subió a dar una ducha que aparte de limpiar su piel del sudor hizo que se despejase del todo su mente.
Ya al bajar junto a los hermanos estos le comentaron que sus padres pasarían todo el día en casa de unos amigos y que les habían dejado la comida y la cena preparada.
Así que se dispusieron a comer casi a las 3 de la tarde ya que estuvieron esperando a Lucas.
Comieron viendo la televisión con bastante calma, y se fueron a prepararse para quedar con los amigos del rubio.
Para cuando dieron las 4 y media ya estaban en el restaurante de Dani que estaba con Marta y al poco empezaron a llegar los demás.
Primero Petra con su leal pagafantas Adam, y al cabo de un par de minutos Carla y Juan.
Estuvieron contándoles los detalles de la situación que vivieron en Madrid, aunque a Lucas le dolía recordar la violencia de la situación, pero Juan ya se encargó de recordarles que estaban muy monos antes las cámaras de televisión mientras veían el partido en el Bernabéu para rebajar un poco el agobio del moreno.
Tras tomar algo con Dani y Marta se despidieron y les dejaron con sus labores en el restaurante mientras el resto se iba al pub que tantos recuerdos les dejo a todos la primera vez que Lucas pasó por Salinas.
Se sentaron todos en los sofás y pidieron unas cañas, y tras estar otro rato charlando Lucas se fijó en Juan que le lanzaba una mirada cómplice.
—¿Te arrancas a cantar algo?. —dijo Juan, pero ya sabía la respuesta.
—Por que no… —el moreno se levantó del sofá ante la curiosa mirada de Nel.
Tardaron unos 5 minutos en montar todo en el escenario.
Sus amigos estaban colocando los sofás mirando hacia ellos, mientras arriba Lucas y Juan discutían el tema con el que iban a empezar.
—¿Que te apetece cantar hoy? —dijo Juan mientras remataba de afinar la guitarra.
—Buscando en la basura de La Fuga —dijo tras pensárselo unos segundos.
—Es de mis preferidas perfecto. —le contestó el heavy con una amplia sonrisa.
Al poco Juan empezaba a tocar el inicio de la canción y Lucas marcaba con el pie para saber cuando tenia que entrar.
Triste,
Como el perro en la autopista;
Como una tortuga con prisa;
Como una monja en un burdel.
Tras escuchar la voz de Lucas, Nel dejo entrever una pequeña sonrisa, no se esperaba eso del moreno, a su lado estaba Alex que disfrutaba de la escena viendo a su novio cantar, y Carla apoyando su cabeza en el hombro del rubio mientras se movían siguiendo el compás.
Según avanzaba la canción Nel se levantó y se acercó a la barra del bar y comenzó a hablar con el dueño del local mientras Lucas terminaba de cantar.
Vacío,
Como el corazón del rico;
Como el bolsillo del mendigo;
Como los besos de alquiler.
Confuso,
Como una noche sin abrigo;
Como las frases que ya no te escribo
Pa' que vuelvas otra vez.
Al acabar los chicos aplaudían, hasta Nel, que parecía el que más entusiasmo ponía al aplaudir mientras miraba apoyado desde la barra del bar.
Lucas bajó a darle un trago a la cerveza y al apoyar la copa, se fijo que Nel le hacía señas de que se acercase a la barra con él.
—Tienes una voz muy bonita. —dijo Nel mientras se acercaba a la oreja del moreno.— Te atreves a cantar conmigo.
—Por qué no… —dijo observando como Nel ya tenia un micrófono en la mano apoyado en la barra.— Por lo visto ya estabas planeando algo, ¿qué tienes pensado?
—¿Te conoces Non mi avete fatto niente, la canción de Italia en Eurovisión? —dijo Nel.
—De las únicas buenas que han salido estos años, me la conozco. —dijo sorprendido por el gusto musical de Nel.
—Lo sabia. —dijo mientras se reía.— pues venga vamos, ya le di al jefe la base de la canción y va a poner la letra en esa pantalla de allí por si se te olvida.
—Tranqui que me la sé.
—Vale pues empieza tú. —dijo Nel con una sonrisa de seguridad que desconcertó un poco al moreno.
Se subieron al escenario y se colocaron uno al lado del otro hasta que Nel le hizo un gesto al dueño del local.
Nel cerraba los ojos y seguía el ritmo de la música moviéndose lentamente de lado a lado, mientras Lucas comenzaba a cantar.
En el Cairo no saben qué hora es ahora.
Al Cairo non lo sanno che ore sono adesso
El sol en la Rambla hoy no es lo mismo.
Il sole sulla Rambla oggi non è lo stesso
En Francia hay un concierto, la gente se divierte.
In Francia c'è un concerto, la gente si diverte
Alguien canta en voz alta, alguien grita, "a muerte".
Qualcuno canta forte, qualcuno grida, "a morte"
En Londres siempre llueve pero hoy no duele.
A Londra piove sempre ma oggi non fa male
El cielo ni siquiera descuida un funeral.
Il cielo non fa sconti neanche a un funerale
En Niza el mar está rojo de fuego y vergüenza.
A Nizza il mare è rosso di fuochi e di vergogna
De personas sobre el asfalto y la sangre en la alcantarilla.
Di gente sull'asfalto e sangue nella fogna
Nel no paraba de mirar al Moreno con una sonrisa hasta que le tocó entrar a el.
Y a este enorme cuerpo que llamamos Tierra.
E questo corpo enorme che noi chiamiamo Terra
Herido en sus órganos desde Asia a Inglaterra.
Ferito nei suoi organi dall'Asia all'Inghilterra
Galaxias de personas dispersas en el espacio.
Galassie di persone disperse nello spazio
Pero lo más importante es el espacio de un abrazo.
Ma quello più importante è lo spazio di un abbraccio
Los ojos de Lucas se abrieron de par en par al oír la voz de Nel, que conseguía rasgar su voz para clavar ese acento italiano que tantas veces intentó practicar sin resultados, le miraba alucinado.
«Pedazo voz tiene el cabrón» Pensó el moreno mientras intercambiaba miradas con Nel que parecía disfrutar de la impresión que le acababa de causar a Lucas.
Lucas salió de su pequeño trance a notar que ya le tocaba entrar a el. Y sus dos voces juntas casaban a la perfección, siguieron cantando mientras su compenetración en el escenario hacía que la gente que estaba en el bar se girase para observar esa actuación sin quitar ojo.
Cuando acabaron agotados por el esfuerzo de cantar con tanto afán se quedaron mirándose un par de segundos, la verdad parecía que Nel se lo fuese a comer de un momento a otro.
Se bajaron junto a sus amigos antes las felicitaciones de estos y alguna que otra persona que estaba en el pub en esos instantes.
Pasaron un rato mas hablando con los amigos hasta que Alex dijo que ya estaba empezando a sentirse algo cansado y necesitaba descansar.
Se despidieron de sus amigos y se fueron a casa, eran las ocho y media de la tarde y al entrar en el garaje se dieron cuenta que el coche de los padres aún no estaba.
—Pues bueno, aún solos en casa. —dijo Nel poniendo la mano por encima del pelo de los chicos.
—¿Qué hacemos? —dijo Alex.
—Unos Fifas ¿os hace? —dijo Nel.— Seguro que os doy una paliza a cualquier de los dos.
—Que flipado eres. —contestó el rubio.— Lucas te va a reventar.
—Emm, bueno a ver. —dijo el moreno llevándose una mano a la cabeza.
Se subieron a la habitación del rubio donde estaba la consola y este se quitó los zapatos y se sentó contra el cabecero y se arropó en la cama mientras que los otros dos se sentaron en el borde de la cama y empezaron a jugar al FIFA .
Echaron unos cuantos partidos, la verdad es que estaban muy igualados, Alex celebraba los goles de Lucas. Iban 3-3 y estaban acabando el último partido cuando Lucas que jugaba con el Real Madrid marcó un golazo con Isco desde fuera del área y ganó el partido, pero no se escuchó nada, el moreno se volteó a mirar al rubio que estaba totalmente dormido.
Le tapó con un poco más.
—Iremos a cenar, así le dejamos descansar. —dijo en voz baja Nel.
Aunque la idea de estar solo con Nel no le agradaba especialmente, pero la verdad es que tenía hambre . —Venga vamos.
Bajaron hasta la cocina y el mayor puso a calentar una pizza que había en la nevera.
Se pusieron a cenar y Lucas no estaba muy hablador, pero Nel intentaba darle conversación.
—¿Os puedo preguntar como os conocisteis? —dijo Nel al acabar de darle un bocado a la pizza.
—En Halloween del año pasado, él había cortado con su novia y se cogió una buena borrachera, y por un motivo u otro acabo durmiendo en mi casa. —le explicó.
—Yo aún me acuerdo alguna vez que iba a recoger a Alex al instituto de verte por allí, siempre has sido muy mono, más de una vez lo comentábamos entre nosotros. —Dijo mientras le volvía a dar otro mordisco a la pizza.
—Córtate un poquito ¿no? —dijo Lucas parándole los pies.
—Yo solo digo la verdad. —no le quitaba ojo.— además no sería la primera vez que alguien que está con mi hermano cambia de idea.
—Mira enserio…Paso —Se levantó de la mesa y cuando estaba pasando por el salón para subir las escaleras la mano de Nel tiró hacia él y lo pego contra su cuerpo.
—Hay cosas que con mi hermano no vas a disfrutar tanto. —dijo acercando la mano de Lucas a su paquete.
El moreno se quedó bloqueado, y con razón, que venga el hermano de tu novio y te ponga la mano en su paquete totalmente duro, y no solo eso, además se le notaba un bulto descomunal. Y no era que Alex la tuviese pequeña, simplemente era normal, pero lo de su hermano no era de este planeta.
Seguía totalmente paralizado.
—¿Ves cómo te gusta? —dijo mientras le empezaba a besar.
Tardó solo un par de segundos en reaccionar, pero ya era tarde.
—Sois unos hijos de puta. —dijo Alex desde las escaleras a pocos metros de ellos.
Cuando se giró para mirarle podía ver el odio en sus ojos, y con razón, si Lucas le hacía eso a Alex, le partiría el alma.
Acto seguido el rubio bajo las escaleras, pasó por delante de ellos y solo se le quedó una cosa grabada, la sonrisa de su hermano. Nunca quiso creer las cosas que le decían sus amigos, su hermano fue su referente durante muchos años, pero algo dentro de él le decía que siempre ha sido así.
Lucas era otro tema, nunca se esperaría eso de la persona por la que estuvo tanto esperando y ha llegado a amar en tan poco tiempo.
El rubio atravesó el corto camino que había entre la escena que le acababa de quebrar su existencia y lo que pensaba que era su liberación en esos momentos.
Lo último que escuchó Lucas tras la salida de casa del rubio fue un sonoro portazo.
Sabía exactamente lo que estaba pasando por la cabeza del rubio en estos momentos y no iba a ir a buscarle aún, primero quería zanjar un asunto.
Se giró y sin pensárselo le atizo un puñetazo en la cara al bastardo que acababa de provocar esa situación.
Nel cayó al suelo apoyado sobre su rodilla con una mano apoyada en el suelo. No le dio tiempo a reaccionar cuando el moreno se abalanzó sobre él.
Lucas tenía apoyado todo su peso en el cuerpo del mayor evitando que se levantase, con una mano sujetaba su cuello con rabia y la otra se alzaba para volver a bajar y darle otro golpe en la cara.
—Como le pase algo a Alex, estas muerto. —Volvió a alzar el puño mientras Nel intentaba poner las manos protegiendose del inmediato derechazo.
Pero se detuvo a escasos centímetros de su cara. Él no era así, no era como aquellos hijos de puta del metro.
Se separó de él y subió a la habitación de Alex, cogió una chaqueta y al bajar volvió a pasar por delante del susodicho al que ni miró hasta que estaba en el límite de la salida.
Lucas solo pensaba en cómo explicarle eso a su chico, le diría la verdad, pero ¿Qué haría si Alex no le creía?
Mientras tanto Alex estaba sentado en la arena llorando, contemplando la inmensidad del mar, contemplando la opción de dejarse engullir por él.
Lucas no sabía que decirle, lo tenía delante, en el sitio donde sabría que iba a estar. Lo conocíatanto como a si mismo. Por eso se dirigió a la pequeña cueva que le enseño la primera vez que estuvieron allí.
Se fue acercando poco a poco al rubio y se sentó a su lado no sin antes ponerle la chaqueta por encima.
—Sabes que yo no te haría eso nunca… —dijo mirándole.
No obtuvo respuesta.
—Tu hermano me besó. —
El silencio seguía inundando el ambiente.
— Alex mírame por favor. —
El rubio solo intentó levantarse hasta que la mano del moreno sujetó la suya.
Al mirar hacia la mano vio los nudillos enrojecidos del moreno y se quedó en el sitio.
—No pude evitarlo, lleva estos días intentando provocarme y al ver tu cara no me pude controlar. —le agarró la mano más fuerte.— Por algún motivo quiere hacerte daño.
Esas palabras se metieron en la cabeza del rubio. Apretó la mano de Lucas.
No hizo falta nada más, el moreno ayudó a levantarse al Alex.
Alex recibió un abrazo de Lucas el cual correspondió con poco entusiasmo.
El camino a casa fue tenso, el rubio no dijo nada, pero seguía llorando.
Al llegar a casa atravesó el salón sin levantar la cabeza del suelo y se subió a la habitación.
Ni siquiera se dio cuenta de la presencia de su padre. Lucas en cambio se quedó mirando para él y este le hizo señas de que se sentase en el sofá.
—Déjalo que recapacite, y cuéntame lo que ha pasado. —dijo mirándole a los ojos. — Y no me mientas como Nel.
Lucas no sabía por dónde empezar, como le iba a decir al padre de su novio que su otro hijo le estaba tirando los trastos y hasta se atrevió a besarle…
El padre suspiró. — ¿Porque has golpeado a Nel? —
—Me besó y Alex estaba delante. —Javier se quitó las gafas y se pasó los dedos por los ojos. - Era como si quisiera…
—¿Hacerle daño? —dijo acabando la frase del moreno.
—Emm si, ¿cómo sabía lo que quería decir? —dijo con cara de sorpresa.
—Te he visto mirar las fotos que tenemos allí, ella era Lucía. —volvió a suspirar.— La madre de Alex y Nel. Y me dirás porque te digo esto…
Lucas estaba a la espera, no sabía por qué le decía esto, ni porque estaba reaccionando de esta manera.
—Murió a las pocas horas de nacer Alex. —Los ojos del padre se encontraban opacados por la tristeza al recordar aquello.— Se que Nel culpa a Alex de lo sucedido, pero nunca pensé que se atrevería a actuar de esta manera. Pero no quiero que tampoco le juzgues a él, lo pasó muy mal. Yo entré en una depresión y el convivía todos los días conmigo en ese estado, el día que me intenté… Que me intenté suicidar, él estaba en casa, fue quien llamó a urgencias.
Lucas le miraba fijamente. —Alex nunca me contó nada.
—Ni lo va a hacer, por eso te lo cuento yo. —dijo levantándose del sillón.— Ahora vete a descansar tu también. —Se acercó y le dio un fuerte abrazo.
—Gracias por ser así Javier y por contarme todo. —dijo el moreno mientras se abrazaban.— Gracias.
Se despidieron y Lucas encaró las escaleras para ir a la habitación del rubio.
Abrió la puerta con cuidado para no despertarle, pero aún estaba despierto con lágrimas en sus ojos.
Se tumbó al lado de él y le agarro todo lo fuerte que podía sin hacerle daño.
—Acabo de hablar con tu padre y me ha contado todo, lo de tu madre, y lo que pasasteis de pequeños… —dijo susurrando al rubio.
No encontró contestación simplemente el rubio cogió la mano de Lucas y la acercó a su boca.
El moreno podía sentir la respiración agitada de Alex, también las lágrimas que hacían que se humedeciesen sus manos.
Se quedaron así un buen tiempo hasta que el cuerpo del rubio no pudo sopórtalo mas y se hundió en un sueño empapado de lágrimas.