El autobus

Cuantas fantasías acuden a nuestra cabeza cada vez que vamos en un autobús, cuanto de excitante tiene un desconocido?...

El AUTOBUS.

Siempre me cruzaba con él en el autobús. Nos mirábamos, y yo me daba cuenta de que él me deseaba tanto, como yo a él. Una vez que iba los dos de pié, aprovechó el tumulto para pasar sus manos por mis senos. Pensé en darle un guantazo, pero no podía, aquello, me excitó muchísimo, y eso, que apenas había rozado mis tetas.

Me acerqué a él de espaldas, había mucha gente, era verano y hacía calor, puse mi culo justo encima de su paquete. Noté que él se sobresaltaba, pero debió de gustarle tanto como a mí, porque empezó a ponérsele dura. Yo notaba como aquello iba creciendo, cada vez más gorda y dura, quería tocársela, pero con toda la gente...

Cuando más cachonda estaba subió al autobús un tío igualito al que estaba conmigo: eran gemelos!!. Cuando nos vio, se fue directo a nosotros, se fijó en mis pechos, en mis pezones duros y erectos, y mientras me los acariciaba, por encima de la camisa transparente, muy pegadito a mí, me susurraba al oído: no sabes cuantas veces me he masturbado pensando en esto. Yo, ahhhh!, me iba poner a gemir de gusto, cuando él me metió la lengua en la boca y nos empezamos a besar como desesperados.

Él de atrás me metió su mano por debajo de mi minifalda, y la llevo hasta mi jugoso coñito, movió los dedos de una manera... ahhh!, que no te puedo ni explicar. Sólo de recordarlo ya estoy empapada otra vez, y con mis dedos en el mismo sitio, ahhh!, como disfruto.

Cuando me quise dar cuenta el de delante me había metido también la mano en las bragas, y.. humm!, tenía un dedo grande metido en mi culito virgen, y otro moviéndose en mi clítoris, humm!, no sabes como me excitaba todo aquello.

La gente nos empezaba a mirar, así que nos bajamos, y en una calle solitaria empezamos a pasarlo, realmente bien. Yo me moría de ganas de tocar aquellas pollas enormes que había estado sintiendo, y mientras uno se sentó para que se la chupara, el otro, agarrándome las tetas, estrujándomelas entre sus manos, me la metió por detrás en mi coñito desesperado, y yo grité: ahhhh!, porque pense que me iba a reventar. Estaba disfrutando como nunca, casi tanto como ahora al contarte esto, humm!, me encanta tocarme.

Cuándo al que se la chupaba se corrió en mi cara, pensé que él ya habría terminado, pero a los dos minutos ya la tenía dura otra vez, su hermano me la sacó de mi coñito mojado, y el otro, me sentó encima de él, metiéndomela por el culo, y yo, que nunca había probado eso, ahhhh!, Dios!, me corrí nada más sentirla dentro de mí, pero seguimos follando...

El que me había estado follando antes me agachó la cabeza, mientras su hermano seguía dándome por detrás, y se la chupé también a él, ahhhh!, no sabes que pollas tenían aquellos hermanos.

Me corrí otra vez mientras uno me follaba y se la chupaba al otro... y ahora... ahhhh!, estoy a punto de correrme otra vez, ahora, ahora, así, venga, dale fuerte quiero que me folles tú también, ahhhh!, Ahhhhh!, siiiiiiiiiiii!.

He disfrutado mucho contigo, querrás llamarme otra vez para contarte el día que me enrollé con una amiga?...ese día si que me corrí agusto. Llámame otra vez, siempre estoy aquí para ti.