El asesinato de Uxía-Introducción

La truculenta historia que hay detrás del asesinato de la joven Uxía

Eran las 12:24 de la mañana de un frio 23 de enero, cuando la familia Lemos recibía la tan temida llamada de la guardia civil. Habían hallado el cuerpo sin vida de su desaparecida hija Uxía , a varios kilómetros de distancia de la vivienda familiar en una pequeña gruta perdida en el bosque.

La autopsia confirmaría poco después que había mantenido relaciones sexuales horas antes del deceso, y que con toda certeza, ese fuese el asesino. La guardia civil detuvo directamente a su novio Héctor, quien paso a disposición judicial para su posterior interrogatorio.

Al bueno de Héctor se le había caído el mundo encima, estaba enamorado de Uxía y acababa de perderla para siempre, y no solo eso, era el principal sospechoso de su asesinato, y aun le quedaban algunas sorpresas de su amada por descubrir.

-Interrogatorio-

-Bueno, bueno chavalote, te vamos a emplumar vivo. Que pasó, no te dejó follar y se te fue la mano?

-y… y… yo s… s… soy i… ino… ino…cente lo juro!

-Con esos cuentos a otro, a nosotros no nos engañas chaval. Tras realizar la autopsia se ha hallado semen  en su vagina y recto.

-Pero yo…

-Ni peros ni peras, estamos esperando a las pruebas de ADN, y en cuanto lleguen y confirmen que te pertenece, te vamos a empapelar. Más te vale colaborar con nosotros…

-Pero si yo no…

-Porque un jovencito de 23 años, con tus antecedentes, te lo vas a pasar genial entre rejas, y si te lo preguntas, pues si, a los violadores y asesinos de mujeres  son a los que más les follan el culo en la cárcel.

-Yo nunca he…

-Nunca qué? Canta ya hostia.

-Yo nunca he probado la… la… sodomía, me… me parece anti… antinatural.

-Valla valla, parece que el caso está tomando otro rumbo, así que has descubierto que te era infiel, y como era tuya has decidido acabar con ella no?

-No señor, acabo de descubrir que me era infiel.

El pobre Héctor estaba muerto en vida, la luz de sus ojos asesinada, era el principal sospechoso, y él sabía que Uxía no podía serle infiel, que la habían violado, y quien la había violado sería su asesino. Lamentablemente para él, aún le quedaba enfrentarse a la realidad y aceptar lo que no quería aceptar, que era un cornudo y no se había dado de cuenta, o tal vez si pero no lo supo ver.

Continuara…