El arreglo de la tele de una vecina madura
Un problema en la tele de una vecina madura gordita acaba en un momento de pasión desenfrenado
Yo tengo 31 años, son un hombre bastante normalito físicamente tirando a gordito, vivo solo en un piso y siempre me han atraído las mujeres mayores, las maduras y si especialmente son tetonas mucho más.
Mi historia comienza una tarde en la que me encontraba en casa y llaman a la puerta, voy a abrir y veo por la mirilla a mi vecina Sandra, una mujer de unos 55 años, gorda y con unas tetas grandes, impresionantes, que siempre me han atraído.
Sandra: hola Carlos ¿qué tal?
Yo: Hola Sandra, bien, y ¿qué tal tu?
Sandra: bien, verás, venía a pedirte un favor, me he comprado una tele nueva y yo no entiendo de estos aparatos tan modernos, y no consigue que funcione, ¿podrías venir conmigo y ayudarme a configurarla?
Yo: claro, vamos
Nos dirigimos a su piso, yo iba vestido con un pantalón corto y una camiseta y Sandra llevaba un vestido para estar en casa, un vestido que mostraba mucho de sus piernas y que le marcaba mucho el pecho mostrando un buen escote. Entramos a su piso y vamos al salón.
Yo: ¡vaya tele más bonita! Tiene que tener de todo
Sandra: toma el mando, ¿quieres tomar algo? Un zumo, una cerveza, lo que quieras
Yo: no te preocupes, no hace falta
Sandra: bueno, yo te traigo una cerveza y ya haces lo que quieras, ya que me arreglas la tele que menos que ponerte algo.
Se va a la cocina y viene con dos cervezas cuando al venir a dejarme la mía cerca, tropieza con la caja de la tele y me la tira encima, me pone perdido, totalmente empapado.
Sandra: ¡perdona! ¡lo siento! Me he tropezado, espera que voy a por una toalla
Yo: no te preocupes, no pasa nada
Y viene con una toalla, se sienta a mi lado y me la pasa por la camiseta quedando con su escote en mi punto de vista, no puedo evitar mirarlo y me empieza una erección, que ella nota, estábamos muy cerca.
Sandra: ¡ya veo que tengo un invitado sorpresa!
Y se lanza a mi boca, empezamos a besarnos, primero lentamente y poco a poco vamos ganando en intensidad, nuestras lenguas bailan y nuestras respiraciones se agitan. Empezamos a quitarnos la ropa, empiezo por tocar sus tetas, se quita el vestido y el sujetador, mostrándome sus tetas gordas que le agarro y empiezo a chupar.
Yo: qué tetas tan ricas tienes
Sandra: ummm qué gusto, sigue
Tras un rato disfrutando de ese tetazas, mientras le toco el coño por encima de las bragas que las tiene mojadas, está cachonda perdida.
Sandra: vamos al dormitorio que estaremos más cómodos
Yo sigo vestido, vamos a su cuarto, se sienta ella en la cama y yo me quito la camiseta, el pantalón y los calzoncillos dejando al aire mi polla y se la acerco a la boca.
Sandra: ven aquí que tengo hambre de polla y esta tiene pinta de estar riquísima
Yo: pues toma polla
Se la mete entera en la boca, succiona de maravilla, tremenda mamada, jugando con la lengua, me la recorre entera, me chupa los huevos y sube y baja con su lengua por toda mi polla, estamos así un buen rato.
Yo: trae tu coño, quiero follarte
Sandra: sí, lo estoy deseando, quiero que me metas toda la polla.
Le quito las bragas y se presenta ante mi un coño depilado, lo toco y está muy húmedo y caliente, comienzo a introducir la polla lentamente, ella comienza a gemir con cada centímetro que le meto, voy entrando y saliendo de ese coño caliente.
Yo: ¡toma polla! ¿te gusta mi polla?
Sandra: ¡ohhh! ¡me encanta! ¡sigue sigue! ¡quiero toda tu polla!
Estoy un buen rato dándole toda mi polla viendo como sus tetas y todo su cuerpo se mueve en cada pollazo, es un gozo completo, cuando no voy a poder aguantar más le aviso.
Yo: ¡me voy a correr!
Sandra: ven aquí, quiero tu corrida en mi cara
Saco la polla, me acerco a su cara y empiezo a echar semen por sus mejillas y su boca que tiene abierta, le va entrando mi leche, y se la termina tragando.
Sandra: ¡menudo polvazo! Espectacular
Yo: ¡sí! Ha sido tremendo, menuda follada
Nos levantamos de la cama, nos vestimos, y volvemos al salón, termino de configurar su tele, y nos despedimos en la puerta.