El apartamento de mi prima

Cuento las experiencias vividas cuando vivía con mi prima en su apartamento. No soy escritora, pero me gusta contar mis aventuras. En mi correo, pueden dejar, consejos, sugerencias o comentarios. Gracias.

Hola me llamo Luna, vivo en casa de mi prima Alba, que me ofrece su casa cuando me sale algún trabajo en la ciudad.

Es un apartamento pequeño, sólo tiene un salón-cocina, un dormitorio grande con una terracita y dentro del dormitorio un pequeño cuarto de baño, tiene una cama doble donde dormimos las dos, excepto los días que se queda a dormir su novio Rubén, que entonces me quedo en el sofá-cama del salón.

Hace algunas semanas llegué del trabajo (tarde como siempre) y encuentro a mi prima con el novio viendo pelis en el salón, saludo y me voy a la ducha. Al cabo del rato escucho abrir el dormitorio y tras la mampara de ducha (con el vapor) me parece ver a Rubén que supongo iría a coger el tabaco al cuarto. Se queda en la puerta del baño mirándome, le doy la espalda para disimular, me pongo a alisarme el pelo, miro de reojo y veo que sigue allí, me noto excitada, empiezo a tocar con suavidad mi clítoris con un dedito para aliviar mi calentón. Cuando salí de la ducha ya no estaba, no sé cuánto tiempo permaneció mirando.

La verdad es que me puse muy cachonda sabiendo que me observaban.

Después del episodio de la ducha, llegaron unos cuantos más. No siempre coincidimos Rubén y yo, algunos días llego antes que él y hay días que él trabaja hasta tarde y no viene.

Pero al cabo de una semana, allí estaba cuando llegué del trabajo, saludo y pregunto: -que vamos a cenar? -, mi prima me dice: bajaré a la tienda a comprar algo para picar, coje las chanclas, una camiseta y se va, dejando a Rubén en el sofá viendo la tele.

Como siempre me voy a la ducha, cierro la puerta de dormitorio, porque el pequeño baño tiene una puerta corredera que se atasca, nunca la utilizamos, a Alba le da miedo a quedarse encerrada, además se concentra mucho el vapor.

Entro al baño nerviosa, con la incertidumbre de qué hacer, si se asoma el novio de mi prima, que no creo que se atreva sabiendo que Alba podría llegar en cualquier momento.

Me quedo en bragas un momento delante del lavabo expectante, pasado un rato, me meto en la ducha, me doy gel por todo el cuerpo, me giro con los ojos lleno de jabón y me parece verlo en la puerta del baño, me enjuago lentamente, recreando con el agua por todo el cuerpo, me agacho para enjuagarme los pies dejando mi trasero pegado a la mampara.

Se me acelera el corazón, un deseo entre miedo y morbo recorre mi cuerpo. Cojo la toalla, salgo de la ducha, me seco lentamente sin prestarle mucha atención, aunque observo que se bajó el pantalón y se está masturbando.

Se abalanza contra mí, me arranca la toalla y me aprisiona contra la pared aplastando mis tetas contra los azulejos, noto su pene en mi entrepierna y las cierro con fuerza impidiéndole el paso, mete la mano entre la pared y mi coño frotando con desesperación mi clítoris.

Con el ímpetu que me masturbaba, solo hiso falta un par de minutos para que hiciera estremecer todo mi cuerpo con un intenso orgasmo.

Se vistió y se fue, al momento que llegaba mi prima con la cena.

Una noche de tantas, mi prima con el novio en el sofá, él viendo fútbol y ella con los cascos del móvil, llegué del curro con un calor horrible de agosto, me doy una buena ducha, me pongo un pijamita de pantalón corto holgado con una blusa fresquita por arriba del ombligo y me tiro al sofá junto a mi primita.

El novio de mi prima, aparta la vista de la tele y se me queda mirando con ojos de lujuria.

Rubén, es alto, con buen cuerpo, andaba espatarrado en el sofá a todo lo largo sólo con un bóxer ajustado que se le marcaba un buen paquete. En el descanso del partido se levantó, fue a la habitación por el tabaco y trajo dos cervezas del frigo, ¿quieres? preguntó, vale, dije, mi prima no se encontraba bien, estaba con la regla y no quería beber. Rubén empezó a mandarme WhatsApp pervertidos, lo miré amenazante, pero insistía... qué rica estás... me gusta tus piececitos... se te marcan los pezones... y a ti el paquete, le contesté, y ¡déjalo ya… ¡Cuando fui al cuarto me hice una foto empalmado, té la paso... ¡Nooo, para ya...! Vale, ve al baño y envíame una foto de las tetas y te dejo en paz... Me has visto muchas veces en la playa en topless... Ya, pero me da morbo, porfa... Está bien, pero la borras o mi prima nos mata.

En parte yo me lo he buscado por ir liguerita de ropa, aunque alba y yo normalmente andábamos en bragas, en el apartamento hace mucho calor.

La verdad es que tonteaba mucho conmigo y medio en broma me chantajeaba desde que me vio desnuda en la ducha.

Total, le mando una foto frente al espejo del baño de las tetas un poco de perfil sin mostrar mi cara y se la wasapeo.

Me pone cara de salido y se toca el paquete, cruzo un dedo en mis labios, para que no altere a mi prima y lo miro con cara de reproche.

Al poco rato mi prima se incorpora del sofá: - me voy a tirar en la cama que me está doliendo la barriga.

Rubén: - ahora voy "cari”, - cuando acabe el fútbol.

Yo tenía que quedarme allí, porque cuando él se queda a dormir con mi prima yo duermo en el sofá del salón que se convierte en cama.

¿Te vas acostar? - me preguntó, - Es temprano dije, -un poco inquieta.

Trajo dos cervezas, - anda acompáñame, - bueno va. -

Ya más calmado me cuenta que le pongo alterado y que lleva muchos días sin enrollarse con Alba porque entre males y trabajo no habido ocasión.

Nos tomamos las cervezas cada uno tirado en un sofá, me ofreció un cigarro, mientras él seguía viendo el futbol, yo tonteaba con el móvil.

Observé que de vez en cuando se quedaba mirando la entrepierna de mi pijama intentando adivinar si llevo bragas puesta, yo morbosamente abro y cierro mis piernas ligeramente, dejándolo con la incertidumbre, si la oscuridad que ve en mí, es solo una sombra o los pelos de mi pubis.

Ya no mira la tele, me clava su mirada y lleva su mano al abultado paquete por encima del calzoncillo.

Reconozco que me encanta poner nerviosos a los chicos.

Separé lentamente las piernas para sacarle de dudas y dejarle ver que no llevo nada debajo del pijama.

Se puso de pie delante de mí, se bajó los calzoncillos y señalando su enorme pene dijo, -mira cómo me has puesto- le pedí por favor que se vistiera, se sentó junto a mí y empezó a masturbarse, -por qué no te vas al baño-, le dije.

Tú me has provocado, ahora tienes que ayudarme, contestó, agarrando mi mano y colocándola en su polla.

A regañadientes consentí masturbarle para que terminara cuanto antes y mi prima no sospechara.

  • ¡Vamos termina ya! -

Enséñame las tetas, me dijo.

  • me has visto muchas veces-

Comenzó a sobarme los pechos por debajo del pijama, cuando acelere mi mano agitando su polla.

¡Sigue, sigue! decía cada vez más excitado.

Agarró mi cabeza por detrás y acercó mi boca a su pene, me negué, pero forzándome insistió, cedí a sus deseos por no formar un escándalo, metí el glande en la boca y comencé a chuparlo.

Ya más excitado y cercano al orgasmo, empujó aún más mi cabeza y soltó un chorro de esperma caliente en mi garganta.

Recogimos el salón, preparé el sofá para dormir y Rubén se fue al dormitorio.

Muy acalorada me tiré en el sofá desnuda y acaricié mi clítoris, fantaseando que venía otra vez y me follaba.

Me quedé dormida después de un rico orgasmo.

Al día siguiente era domingo, Rubén, tenía turno de mañana, mi prima y yo estábamos libre, hacía mucho calor - ¡nos vamos a la playa! - dijo mi prima que se levantó de mejor ánimo.

Preparamos las bolsas, toallas, cremita, algún refresco, los bikinis...etc.

Llegamos a una cala muy tranquila un poco rocosa donde no había mucha gente.

Nos pusimos las dos, junto a las rocas, en un rinconcito apartado con nuestras toallas a tomar el sol en topless.

Alba saco la crema, se embadurnó todo el cuerpo, ella tiene la piel muy blanca, unos pechos grandes con la aureola del pezón oscura que destacan con su piel y un culo voluptuoso, lo contrario que yo con un cuerpo delgadito con tetas pequeñas y culo respingón. Más de una vez nos hemos acariciado las tetas mientras nos duchamos.

-Te pongo crema - me dijo. Me dio un buen masaje por la espalda y glúteos extendiendo muy bien una capa fina de crema protectora, me di la vuelta, extendió crema por mis muslos, barriga y pechos, donde se alargó al punto de rellenar sus manos de crema varias veces, - me encantan tus tetas chiquitas- dijo y se tumbó boca abajo en su toalla.

Mi prima y yo somos como hermanas, desde pequeña tenemos mucha confianza a la hora de hablar de chicos, intercambiar ropa, ducharnos juntas, incluso alguna vez nos masturbamos juntas.

Se alegró mucho cuando vine a vivir con ella para hacerle compañía, es muy asustona, no le gusta dormir sola.

Sacó unas cervezas y patatas fritas haciendo tiempo hasta que Rubén salga del trabajo y nos traiga unos bocatas.

Alba se fue a bañar, cuando vuelve me dice con un tono más bajo: detrás de las rocas hay una parejita desnuda, claro prima a esta cala vienen muchos nudistas, porque está alejada y poco concurrida.

Si, lo sé, pero ella está entretenida con su polla, - ah bueno, se lo están pasando bien, - le dije.

Mi prima se me queda mirando con sonrisa picarona, se quita la parte de abajo del bikini y me dice, Luna vamos a ponernos el culo morenito, tirándose boca abajo en la toalla en pelotas.

Vale, vale, le digo, pero cuando llegue Rubén nos vestimos.

Al poco rato se acerca un hombre de unos 50 años paseando desnudo, con una polla minúscula y se queda mirando a la pareja que estaba detrás de las rocas masturbándose, cuando pasa por delante de nosotras se detiene, mi prima estaba de espalda mostrando su voluptuoso trasero y yo sentada con las piernas encogidas fumándome un pitillo, se acerca, nos clava su mirada descaradamente, abro un poco las piernas dejando asomar mi rajita, (me da gusto que me miren).

Alba se quedó mirándome de reojo, y me dice - ¡que guarrilla eres! -, deja al hombre que se lleve una alegría. – le dije.

Cuando llegó Rubén (antes de tiempo) estamos las dos de espalda, yo medio dormida y mi prima con los cascos. Pegué un bote cuando lo oí y me tapé como pude con la toalla. ¡Anda que fresquitas estáis! nos dijo mientras Alba se ponía de pie de un salto, le comió los morros, él la besó abrazándola mientras le acariciaba una teta. Se agachó para darme un beso en el cachete apoyándose en mi brazo, rozándome un pecho.

Nos sentamos los tres, Rubén saco los bocadillos, cervezas y patatas, nos pusimos a comer, hablando relajadamente sobre la parejita, que teníamos como vecinos de playa y los nudistas que habíamos visto. Rubén también nos contó la primera vez que se puso en pelotas en una playa, con sus tíos hippies y no pudo evitar tener una erección enorme, nos reímos mucho. Terminamos de comer y nos tumbamos a descansar.

Ya al atardecer y después de unas cuantas cervecitas, nos dimos cuenta que estábamos los tres solos en la cala y Rubén dijo: -ahora es el momento de darnos un bañito en bolas-, mi prima que estaba un poco alegre por tantas cervezas dijo: ¡no hay huevos! se quitó el bikini y tiró hacia abajo de las bermudas de Raúl, dejando su enorme pene a la altura de mis ojos. Me negué rotundamente, - iros vosotros - dije, cuando empezaron los dos a tirar de mí, Rubén, me aguantó los brazos con fuerza, mientras mi prima me jaló el bikini. Me encontré desnuda e incómoda y salí corriendo, pero me alcanzaron, me cogieron de brazos y piernas y me lanzaron al agua.

Ya en el agua, más relajados estuvimos jugueteando, Rubén, subió a mi prima en hombros y la lanzó al agua, después mi prima, intentó hacer lo mismo conmigo, pero no pudo con mi peso, nos caímos muertas de risa, llamó a Rubén, para que me subiera a hombros, antes de darme cuenta lo tenía debajo alzándome, notaba mi vagina pegada a su cuello y con los saltos que pegaba, me hacía cosquillas con los pelos rapados del cogote.

Después de unos minutos, dando saltos conmigo en sus hombros, me lanzó al agua, encima de Alba, que hizo por agarrarme, dándonos un buen revolcón que acabo con un apretado abrazo cariñoso, puso cada una de sus manos en mis nalgas apretándome contra su cuerpo, frotando deliberadamente su pubis contra el mío.

Rubén se unió al abrazo, se puso detrás de mi agarrando a mi prima conmigo en medio, Alba me besó en la boca luego apartó mi cara y besó a Rubén, a mi otra vez, a Rubén y así siguió varias veces hasta que giró mi cabeza y dijo ahora vosotros, Rubén apretó sus labios contra los míos apasionadamente.

Con este calentón, noté el pene de Rubén frotándose por la rajita de mi culo, mientras alargaba su mano acariciando la vagina de mi prima.

A pesar de estar debajo del agua, el pene de Rubén comenzó a ponerse muy duro e intentaba abrirse paso entre mis piernas, que yo mantenía apretadas, pero hizo falta poco tiempo, para que su insistente empuje y mis menuditas piernas evitaran que su glande y mi vagina estuviesen en contacto.

Alba me soltó y preguntó: - ¿nos vamos? que tengo frío-, sí, contesté aliviada, pero antes de soltarme, Rubén pego un empujón y noté su polla entera dentro de mí, apreté los dientes evitando que se me escapara un gemido y la sacó rápidamente.

Salimos del agua nos secamos y nos vestimos.

Se nos hizo tarde y de camino a casa paramos a cenar en una pizzería, durante la cena, continuamos hablando de sexo y juegos morbosos.

Ya en casa, soltamos las bolsas, nos desnudamos y nos duchamos los tres juntos.

Mientras mi prima me enjabonaba, pasándome la esponja con gel, por todo el cuerpo, Rubén, enjuagaba a Alba, masajeándola con el chorro de la ducha por el culote, las tetas y deteniéndose por la entrepierna, lo que hacía que a Alba se le escapara algún gemido.

Nos tumbamos en la cama desnudos boca abajo, cansados los tres, cuando Rubén empezó acariciar con suavidad todo nuestro cuerpo, con un masajito relajante, empezando por los pies que fue subiendo hacia las piernas, glúteos y espalda.

Sus manos se iban alternando de un cuerpo a otro.

Cuando terminó, se tumbó entre nosotras con una semi erección, lo que aprovechó mi prima para agarrarlo y ponerlo más duro, después de algunos “sube-baja,”. Rubén se estremeció de placer y Alba se arrodilló en la cama, le pasó la lengua por el glande y luego introdujo la polla en su boca.

Mientras mi prima la chupaba, empecé acariciar sus huevos, ella se sentó encima de su cara, dejando su conchita abierta a la altura de la boca y me agarró la cabeza para que siguiera yo con la mamada.

La verdad que meterse ese pollón en la boca, era apetecible, no lo dudé, agarré el tronco arriba y abajo con fuerza, pase mi lengua por el capullo y comencé a introducirlo en la boca poco a poco hasta la mitad, cuando le di varias embestidas me dio la curiosidad si entraría entero en mi boca, moví la cabeza hasta notar que el capullo me chocaba la campanilla.

Observé como se elevaban sus latidos, con respiración acelerada y le temblaban los huevos, lo que aproveché para estrujarlos con fuerza mientras una y otra vez llevaba su polla hasta mi garganta, él no podía moverse ni hablar, lo que hizo inevitable que, en una de mis embestidas, me llenara toda la boca con su corrida.

Me la tragué toda, no sé si fue para no manchar las sábanas, porque mi prima no viera la corrida en mi boca o por puro placer.

Rubén se incorpora y pregunta: - ¿quién quiere agua fresquita? -, Yooo, contestamos las dos, sedientas por el esfuerzo. Él se refresca en el baño, va a la cocina a por agua y se fuma un cigarro. Alba, excitada por los lengüetazos que recibió, se me tira encima comiéndome la boca, explorando con su lengua toda mi dentadura, puso su pierna entre las mías y comenzaron a rozarse nuestros pubis, en tanto yo amasaba sus grandes pechos.

Luego arrastró la lengua por mis tetas y vientre hasta llegar a mi coñito, que ya estaba bien mojado. (Supuse su interés en verme involucrada y disfrutando). Movía con rapidez su lengua por mi botoncito a la vez que me introdujo un dedo con tanta fuerza que lo noté en el interior de mi vagina. Al entrar Rubén con el agua nos ve muy excitadas, se detiene, contempla la escena sin molestar, suelta los vasos de agua y comienza a masturbarse.

Frente a su cara, el voluminoso culo de mi prima en pompa y no desaprovechó la oportunidad para rozarlo con su pene, pasando su tronco por la raja arriba y abajo.

Cuanto más fuerte eran mis gemidos, más rápido movía mi prima los dedos dentro de mí vagina, introdujo dos, luego tres… perdí la cuenta en un estado semi- orgásmica.

Su novio, mientras tanto intentaba abrirse camino por el apretado culo de ella, que nunca ha sido perforado, temiendo que ese pollón le hiciera daño.

Con desesperación, una y otra vez empujaba su puntita contra el cerrado boquetito, hasta que logró meter la punta del pene, seguido de un grito de mí prima. Lubricó el agujero con saliva, haciendo círculos con el dedito para dilatarlo, lo que permitió un mete- saca del glande que a Alba empezó a gustarle, suspirando cada vez más fuerte.

No quiero que se acabe este momento de placer, pero los espasmos de mi cuerpo hacen prever un inminente orgasmo, que no pude evitar al oír gritar a mi prima entre dolor y placer, cuando su novio con su insistencia, en uno de sus empujes, invadió el trasero hasta el fondo con un orgasmo que rellenó todo el culo con su corrida.

En ese mismo momento a las dos nos recorrió unos tembleques por todo el cuerpo, llegando al mejor orgasmo de mi vida.

Continuará…

LUNAMER      mariajoseloren93@gmail.com