El apagón (2)

No encuento las llaves y llamo en la puerta de mi vecino.

Cálmate, me dije a mi misma, veamos, hace un año que vives en esta casa y no conoces a nadie, bien. Todos los vecinos son estudiantes, claro por eso cogiste un piso cerca del instituto donde trabajas. Lo mejor sería llamar a la puerta justo de al lado, así tal vez por el balcón pudiera entrar a mi casa. Me cerré el albornoz, me peine pero. ya no sólo olía a jazmín, ahora olía también a sexo.

Llame a al puerta, y oí de lejos los ladridos de un perro, parecía pequeño, ojala fuera así.

Se abrió la puerta, y entonces vi al dueño y a su perro, un chico como de 18 años, bajito, melena y con granos, también vi al perro, pequeño y con cara de pocos amigos:

Me miro de arriba abajo, con cara de sorpresa:

Hola, perdona que te moleste, mira he perdido las llaves y tal vez desde tu casa pueda pasar a la mía, soy la vecina de al lado.

Ya lo sé.

Bueno entonces que...

Pasa, pero lo veo un poco crudo..........

El perro no dejaba de olerme y de intentar agarrarse a mi pierna desde que había entrado, me lamía, ya me estaba poniendo nerviosa.

Le has gustado.

Que bien, dije yo.

Llegamos al balcón, vi mi terraza, solo era sacar el cuerpo con tres pisos abajo, pasar una pierna y luego la otra, me anime a mi misma

Venga lo hago.

Como quieras, ya me encargo de llamar a la ambulancia, jajajaj

Gracioso.

Me subí a la baranda, el aire levanto mi albornoz casi por mis hombros, mientras mi vecino miraba boquiabierto todo mi coñito, ahora venía lo mejor, abrí las piernas, note el frío de la noche acariciándome y vi a mi vecino tocándose, y pasando de sí me caía o no, cuando casi ya estaba, una de mis chanclas resbalo, me agarre fuerte pero el cinturón cayo al vacío de la calle, el susto me hizo retroceder y en dos segundos estuve otra vez con mi vecino, en su terraza, cerrándome la ropa solamente con mis manos. Quedaba una hora para mi gran cita, un hombre estupendo, rico guapo y yo allí con un granoso de 18 años, me puse a llorar.

Venga, no llores mujer, pasa adentro.

Me deje llevar, notaba su mano en mi espalda. Me senté en el sofá, y el perrito se subió encima de mí, era un yorkshire monisimo, pero no paraba de intentar meterse entre mis piernas.

Es tu olor, le esta excitando como a mí.

Se me acerco, note su aliento dulce en mi boca, y su lengua acariciando mis labios, y luego subiendo por mi cara engujando mis lagrimas. Su mano se introdujo por mi escote, despacio, tímidamente, recline la cabeza para atrás y me deje hacer, solté los brazos y mi albornoz se abrió del todo. Sus dedos pellizcaron mis pezones ya muy duros, y su lengua se introdujo en mi boca, entonces note algo húmedo y rápido en mi clítoris, algo que me estaba dando mucho gusto, mire y vi al perro engolosado con mi coño.

Déjate hacer y abre las piernas, me susurro mi vecino.

Y eso hice, entonces él me puso a cuatro patas, y perro lamía todo mi coñito, y él empezó a lamerme mi agujero, despacito, y luego a meterme el dedo, lentamente, humedeciéndolo antes, tuve mi primer orgasmo gracias al perro antes de sentir la punta de su polla en mi culo, y el chucho no dejaba de lamer, su lengua pequeñita, sus bigotes me estaban haciendo disfrutar de lo lindo.entonces note la verga, dura y húmeda dentro de mi, empujaba despacio, mis pezones rozaban el cuero del sofá,

Tan concentrada estaba que no oí el timbre de la puerta, solo note como mis dos fuentes de placer me abandonaban:

Metete en mi cuarto por favor, voy a abrir.

Me señaló una habitación al fondo, entré en ella, y me vi rodeada de posters de grupos heavys y calzoncillos sucios, quedaba menos de media hora para mi cita que ya daba por perdida, cuando de pronto escuche una voces del salón que me eran conocidas.........

Continuará.........