El año sabático (19)

El último día que pasaban en casa...

El último día que pasaban en casa quisieron ir de turismo a un pueblo cercano, les dejé el coche para que fueran y por la mañana me dejaron en el trabajo, salimos los tres del coche, se despidieron abrazándome y besándome en la boca las dos, se fueron saludándonos con la mano y al girarme me encontré con la jefa que estaba al lado de su coche mirándome con una sonrisilla.

YO: Buenos días.

JEFA: Buenos días, sobre todo para ti que parece que te lo pasas muy bien.

YO: Es algo puntual, han pasado unos días en casa y mañana ya se van.

JEFA: No, si a mí me parece bien que a tú edad te los pases bien, ya te llegaran los compromisos cuando menos te lo esperes.

Caminábamos entrando en la empresa, al hablarme de “compromisos” no pude evitar acordarme de Judit.

JEFA: ¿Te pasa algo?, has cambiado la cara.

Entramos en su despacho y tuve la necesidad de explicarle a alguien mi problema con Judit.

YO: Clara, puedo hablar contigo de algo personal.

Dejó el maletín a un lado y nos sentamos.

CLARA: Claro, ¿tienes algún problema Fran?

Se lo expliqué todo, el rollo con Berta, el reencuentro, el trabajo con ella, que solo me quería como amante, el inicio de la bonita amistad con Judit, como se convirtió en una relación comprometiéndonos los dos y como la cabrona de Berta consiguió romperla. Clara mi jefa me debió de ver tan afectado que también se confesó.

CLARA: Yo también estoy en una situación un poco rara Fran, podría tener una bonita familia con mi ex y mis dos hijos, por culpa mía no la tengo, dos veces Fran, dos veces dejé a mi ex marido queriéndolo mucho, ahora mantengo una buena relación con él y su pareja, veo a mis hijos felices y me conformó con esta situación.

YO: Podrías rehacer tú vida Clara, todavía eres joven y no tienes porque renunciar al amor.

CLARA: Y sabes lo peor de todo, que reconozco que él es más feliz con la chica con la que está ahora que lo hubiera sido conmigo, necesito a un tipo de hombre que no creo que exista, soy un poco rarita.

Se empezó a reír a carcajadas enganchándome la risa a mí.

CLARA: ¿Sabes?, creo que te puedo ayudar a encontrar a tú amor, mi ex es detective privado y muy bueno, de los mejores que hay, hablaré con él y te diré algo.

Al día siguiente con el permiso de Clara dejé a primera hora de la mañana a Ingrid en el aeropuerto y un poco más tarde a Irene en la estación de tren, con ellas pasé los diez días más alucinantes sexualmente hablando de mi puta vida, estaba saliendo de dejar a Irene en el tren cuando recibí un mensaje de Clara.

CLARA: “Ya que estás fuera aprovecha y pásate por la dirección que te voy a enviar, James, mi ex te está esperando para hablar de Judit”

No tardé mucho en estar delante de una puerta que ponía: “Detectives James”, llamé y me abrió una chica.

CHICA: Hola soy Laura, trabajo con James, pasa.

Me presentó al ex marido de Clara y nos sentamos los tres en unos sofás con unos cafés, les expliqué toda mi historia con pelos y señales, me pidieron los datos de Judit, por suerte, gracias a algunas gestiones que en su momento hicimos con Judit tenía guardado en el móvil el número del DNI de ella, me aseguraron que la iban a encontrar y que no me preocupara.

Dos semanas más tarde llamé a Berta para quedar con ella y comer en un reservado de un restaurante, aceptó y allí estábamos los dos sentados, uno delante del otro en una habitación para nosotros dos solos, la camarera entró y nos sirvió un aperitivo mientras escogíamos en la carta lo que íbamos a comer.

YO: Berta, me cuesta entender la fijación que tienes conmigo, hay muchos chicos por ahí con los que podrías estar poniéndole los cuernos a tú marido, en la oficina estoy seguro que más de uno iría contigo sin problemas.

Berta me miraba con superioridad.

BERTA: No te equivoques, no es una fijación, puedo estar con quien me dé la gana, lo que pasa es que a mí no me deja nadie, no sé quién te pensaste que eras para intentar dejarme a un lado como una mierda para irte con esa niñata.

YO: Pues menos mal que no es una fijación, te recuerdo que la que no quiso estar conmigo fuiste tú, me querías solo para desfogarte y seguir con tú pareja, creo que tenía derecho a buscarme la vida por mi cuenta.

Berta se iba acelerando.

BERTA: A mí me da igual lo que tú hagas, ya te lo dije, o follas conmigo o no follas con nadie.

YO: Me ha parecido muy rastrero todo lo que has hecho.

BERTA: Rastrero, ¿el qué?

Le levanté la voz.

YO: Vamos Berta no me jodas, le enviaste a Judit una puta foto nuestra en la cama de antes de conocerla que le cambiaste la fecha para joderla.

Me iba a contestar y entró la camarera para servirnos los platos callándose hasta que se fue.

BERTA: Fue muy fácil engañar a la tonta esa que tenías de novia, todo por culpa tuya, no haberte ido de la empresa, si me hubieras seguido follando no te habría pasado nada de todo esto.

YO: Venga ya cabrona, me estabas jodiendo en el trabajo para que volviera contigo y como no lo conseguiste la jodiste a ella que es inocente, ¿y todo para qué?, no has conseguido nada, no he vuelto a follar contigo ni lo haré nunca más.

Se ponía colorada de la mala hostia.

BERTA: ¿Para qué?, para joderte, para separarte de ella, hice que la ascendieran para que se fuera lejos y tú la seguías como un perro faldero, te ascendí a ti y eres tan inútil que preferiste renunciar al trabajo por ella, que gilipollas.

YO: Puede que al director general le guste saber todo lo que me has dicho.

BERTA: A ese imbécil lo tengo en el bolsillo, le enseño un poco las piernas o las tetas y hace lo que a mí me sale del coño, escucha niñato, vuelve a follarme y te conseguiré un puesto en la empresa que vas a vivir como Dios, ganarás más dinero del que te puedas imaginar.

YO: Joder tía, hablas como si la empresa fuera tuya.

BERTA: En esa empresa hago lo que me da la gana, lo entiendes, lo que me da la real gana, nadie me hace sombra y pobre de quien se meta por el medio.

Se abrió la puerta y entró James con la camarera que era Laura.

YO: ¿Lo tenéis todo?

JAMES: Todo grabado, han salido unas imágenes preciosas reconociendo que os ha estado puteando en el trabajo por su interés.

Berta se había quedado en silencio con cara de mala leche pensando. Entró en la habitación Judit, miró a Berta como para fundirla con la mirada y se acercó a mí cogiéndome por la cintura, hablándome al oído.

JUDIT: ¿Me podrás perdonar Fran?, he sido una imbécil.

Le empezaron a caer unas lágrimas que yo le sequé con un dedo rápidamente.

JAMES: Fran, vete con Judit que tendréis muchas cosas de que hablar, nosotros nos vamos a quedar con la señora para explicarle cuatro cositas.

James y Laura se quedaron con Berta para explicarle lo que podía pasar con aquella grabación y nosotros salimos del local caminando uno al lado del otro, Judit estaba muy afectada, se dio cuenta de lo malas que pueden llegar a ser las personas por el puto interés. Subimos al coche.

JUDIT: ¿Dónde vamos Fran?

YO: Vamos a mi casa, creo que tenemos muchas cosas que aclarar y allí estaremos tranquilos.

JUDIT: Vale, pero quiero pedirte algo.

YO: Pídeme lo que quieras.

JUDIT: Que vayamos despacio otra vez por favor.

YO: Iremos pasito a pasito, no tenemos prisa.

JUDIT: Gracias Fran, eres muy buen hombre.

YO: Ya sabes que por ti haría cualquier cosa.

JUDIT: Ya me lo has demostrado, si no hubiera sido por ti nunca hubiera sabido la verdad, ¿cómo puede haber gente tan mala?

YO: Hay gente para todo Judit, buena y mala, solo tenemos que preocuparnos de juntarnos con los que nos interesan.

JUDIT: Sí, pero a veces no puedes evitar que una mala se meta en tú vida como te ha pasado a ti.

YO: En eso tienes razón.

Llegamos a casa y subíamos en el ascensor.

JUDIT: Prométeme que iremos despacio por favor.

YO: Iremos como tú quieras.

Abrí la puerta del piso y entramos, Judit miraba el salón, me puse a su lado, nos miramos en silencio, le metí la mano por dentro del pantalón agarrándola del cinturón estirando de ella colocándola de cara a la pared, ella apoyó las manos para sujetarse y yo le besé el cuello subiendo la lengua hasta la oreja, Judit gimió suavemente girando la cabeza para besarnos mientras mis manos le desabrochaban el cinturón y el pantalón bajándoselo con las bragas, le metí la mano en el coño y gimió más fuerte, con la otra mano me bajaba los pantalones y la ropa interior, sacó un poco el culo y dirigí con la mano mi polla a su agujero palpando para metérsela despacio hasta el fondo, Judit no paraba de gemir sacando más el culo para que pudiera metérsela mejor, follamos rápido hasta que se corrió, la giré y apreté mi cuerpo contra el suyo aplastándola contra la pared besándola con pasión, con la pasión de haber estado más de un mes sin verla, me respondía a los besos pasándome los brazos por detrás del cuello, separamos un momento lo labios y le miré a los ojos.

YO: ¿Te parece bien así de despacio?

JUDIT (sonriendo): No, vamos más despacio, llévame a la cama mi amor.

Reímos, saqué los pies de los pantalones para poder caminar y la subí en brazos llevándola a mi cama, la estiré y le quite toda la ropa, se quedó estirada mirándome como me desnudaba, mientras lo hacía pensaba viéndola en mi cama desnuda como la quería, habiendo pasado el tiempo que pasó seguía enamorado perdido. Sí que estuve aquellos días con Irene e Ingrid, pero fue otra cosa, era sexo, por supuesto a Judit jamás se lo conté.

Me estiré encima de ella besándonos otra vez, con aquellos besos interminables que aprendimos a darnos cuando empezábamos, a ella la veía feliz, metí la cabeza en medio de sus piernas lamiéndole los muslos subiendo poco a poco.

JUDIT: ¿Ya empiezas con tus marranadas chaval?

YO: ¿Y tú, ya has contratado la banda de música y los fuegos artificiales?

Se moría de risa hasta que le metí la lengua en medio del chichi que pegó un buen gemido agarrándome la cabeza con fuerza, se lo comí hasta que estaba a punto de correrse, me incorporé aguantándome con una mano en la cama y con la otra dirigí mi polla a su agujero dándole un buen pollazo haciéndole dar un grito de placer.

YO: Toma pollazo.

JUDIT: ¿Qué dices?

YO: Nada, que disfrutes.

Seguí acelerando con las caderas follándola con fuerza, se corrió agarrándome fuerte del culo llenándole el coño a lechazos gritando los dos, nos estiramos uno al lado del otro, ella se juntó a mí poniendo la cabeza encima de mi pecho.

JUDIT: Como me ha gustado siempre estar así contigo, ¿me podrás perdonar por no creer en ti?

YO: Nunca te he culpado de nada mi vida, te quiero y sabía perfectamente de quien era la culpa.

Se apretó más a mí.

JUDIT: ¿Y ahora qué hacemos?

YO: ¿Quieres que te cuente mi plan?

Levantó la cabeza mirándome fijamente.

JUDIT: Miedo me dan tus planes, la última vez que te hice caso mira como hemos acabado.

Nos descojonamos de risa, ella me pasó una pierna por encima, puso las dos manos una encima de la otra en mi pecho y apoyó la barbilla encima mirándome.

JUDIT: Explícame tú plan mi amor.

YO: Te vienes a vivir aquí.

JUDIT: Acepto.

YO: Clara me ha dicho que te fichamos en la empresa para que dirijas un departamento.

JUDIT: Acepto.

YO: Y si te portas bien conmigo en poco tiempo te pediré matrimonio.

Se le abrieron los ojos que estaban a punto de salírsele de las orbitas.

JUDIT: ¿Qué has dicho?

YO: Nada, ¿qué he dicho?

JUDIT: Ya estás haciendo el tonto otra vez, ¿podemos hablar en serio o no?

YO: ¿Ahora te interesan las conversaciones serias conmigo?

JUDIT: Es que me ha parecido oír algo pero seguro que ha sido imaginación mía.

YO: Seguro que sí, (afloje la voz), ¿te casarías conmigo o no?

JUDIT: ¿Pero qué dices tan flojito?

YO: ¿El qué?, tú di que aceptas y ya está.

JUDIT: Yo acepto todo lo que me pidas, pero dímelo que no te oigo coño.

YO: Así ya has aceptado casarte conmigo.

JUDIT: ¡Ah no!, me lo tienes que pedir como Dios manda o no vale.

YO: ¿Cómo Dios manda?

JUDIT: Hombre claro, me preparas una buena cena, te pones guapo, te declaras de rodillas y me ofreces el anillo, si tienes suerte te diré que sí llorando como tiene que hacer una buena novia.

Le hice cosquillas haciéndole dar un respingo.

YO: Pero que bruja eres.

Por supuesto acabé haciendo todo lo que me pidió un tiempo más tarde, trabajamos los dos para Clara subiendo unas empresas que pasaron un momento bajo por como acabó la gestión su padre.

Le pedí a Clara que fuera mi madrina de boda, lloré pensando en la ilusión que le hubiera hecho a mi madre ser ella, pero se fue demasiado pronto, Clara aceptó encantada, hicimos muy buena amistad con ella y su familia, un poco extraño que en su familia se incluyera a Laura la pareja de su ex, pero parecían todos felices, a James y Laura les estaré agradecido toda la vida por lo que hicieron por mí, gracias a ellos pude acabar junto al amor de mi vida.

Ahora, Judit está embarazada de nuestro primer hijo y seguimos muriéndonos de risa cuando estamos juntos.

Con Irene e Ingrid nos seguimos escribiendo, con Margot hacía tiempo que perdimos el contacto, están emparejadas y parece que les va bien, tenemos pendiente vernos todos alguna vez, seguro que lo haremos guardando nuestro secreto para siempre.

Y esta es mi historia, ahora empezará una nueva con los hijos, de momento hay uno en camino y esperamos que venga alguno más.

FIN