El anito de Anita (29)
Escena del crimen
La escena no era muy benigna para nosotros… era una escena brutal para cualquier familiar…
Empezando con mis padres y mis tíos en la puerta del establo con rostro desencajado y no dando fe a lo que veían, las damas (mi tía y mi madre) con cara de sorpresa y pudor, quizás indignación… la cara de los caballeros (mi tío y mi padre) estaban rojos de ira… furiosos…
- Tu maldito traidor… vocifero mi tío...
- ¿Por qué hijo? ¿Por qué?... decía ahogadamente mi madre.
Mientras de este lado… Pamelita estaba tirada en la paja boca abajo, desfalleciente, pero con una sonrisa que dé a pocos se le iba borrando, con uno de sus senos a medio salir, con su falda levantada, las piernas abiertas, su trasero al aire con mi leche saliendo como fuente de su ano.
A mi lado estaba Anita, con la falda algo arremangada hasta su vientre, pero a todas luces se podía divisar su pubis desnudo y peludo, con la parte superior del vestido bajado y obviamente las tetas al aire (que minutos antes Pamelita estrujo), y con sus labios y mejillas llenos de mi última descarga de semen…
Claro, y quien les escribe, con la verga aun melosa de mis líquidos o la saliva de Anita que me la limpio… mi pene aún estaba medio dura, semi parada… bueno… en realidad… y como comprenderán… ya encogida por el susto… un escalofrió recorrió mi columna vertebral… sentí que me iba a cagar en ese momento…
Me quede inmóvil, intentando ver por donde huir… pero ya era tarde… tras el impacto de la sorpresa inicial… mi tío y mi viejo se acercaban raudamente… mientras Pamelita se cubría llorosa y Anita se contraía en mi brazo, aferrada a mi…. al menos eso es lealtad, pensé.
- No… por favor… no… protesto Anita suplicante.
- Anita no te metas… le grito su madre.
Estaban a escasos metros, ahora centímetros… en realidad es como dicen… todo se veía en cámara lenta… y acá se venía la sarta de golpes… aunque aun no veo el túnel y la luz de la que hablan los que tienen las experiencias antes de morir…
Si pueden me visitan al hospital, creo que estaré buen tiempo ahí, me llevan me frutas… nada de zanahorias, bueno, quizás para Anita… aunque a este punto no podría decirles si después de la paliza que me dieran, podría digerir las cosas enteras o solo en pure o papilla, como bebe…
Bueno aquí viene el primer golpe… parecía que era el de mi tío… con puño cerrado, abalanzándose como para ganarle a mi padre el derecho del primer impacto en mi rostro… solo me quedo cerrar los ojos con mueca de estreñido… y…
- Heyyy dormilon… despierta…
- A la put… madr… ¿Quién fue primero?... dije con sobresalto.
- ¿Qué te pasa?... pregunto asustada.
- ¿Cuántos años pasaron?... pregunte.
- ¿De que hablas?... pregunto confundida.
- No se… ¿cuánto tiempo estuve en coma?... dije aturdido.
- ¿Coma?... pregunto Anita sin saber como responder, si preocuparse o reírse.
Seguía tirado en la paja, con Anita a un lado con las tetas aun al aire… mire al otro lado, Pamelita seguía noqueada sonriente, como si hubiera fumado hierba…
- ¿Qué paso?...
- Te quedaste dormido… me explicó Anita
- ¿Cuánto tiempo?...
- No se… unos minutos… poco en realidad… luego te sobresaltaste… me dijo sorprendida.
- Ay mierd… ¿en serio?...
- Si ¿Por qué?...
- Caraj… que susto…
- ¿Tuviste una pesadilla?… pregunto preocupada Anita.
- Ufff… la peor de todas…
- Pobrecito… estas temblando…
Parecía cafetera descompuesta, hasta sudaba frio… tmr se me fundió todo… solo faltaba que me cague ahí… que vergüenza me dije… e intente recomponerme…
- Mejor vámonos… no vaya ser que regresen… le dije a Anita.
- Esta bien… me dijo adivinando lo que soñé.
- ¿y Pamelita?... pregunte, viendo que no reaccionaba.
- Mejor cárgala…
Termine de meter mi verga donde debía, Anita se acicalo, puso sus tetas en su lugar. Limpio a su hermana que aun parecía en shock, le acomodo los senos y la ropa interior, le puso el vestido en su lugar, la vestía como a muñeca o maniquí… la tomé en brazos y la fui llevando a la casa. Pamelita, cual bebe se acurruco en mi pecho…
- ¿Pase el examen final?... pregunto graciosamente embobada.
- Si hermanita… pasaste con honores… dijo risueña Anita.
La deje en la tina del baño, como a Anita en la mañana… mierd… ¿que tienen estas niñas que se excitan en demasía?... Anita se encargo de terminar de lavar a su hermana y ponerla presentable. Mientras yo les preparaba algo de tomar… ya me tocaba atenderlas después de todos los gustos que me dieron.
Ya después le pregunte a Anita, como fue eso de la sorpresa… me conto que tras las experiencias de Pamela (vaginal, anal y con la boca), la única que no le gusto fue la anal… las otras las disfruto de maravilla… no dando pie a que su hermana no compartiera su mismo gusto… la animo a intentar de nuevo, esta vez de manera mas controlada… se ofreció a guiarla, cual gurú anal…
Solo que Anita no sabía que desencadenaría en un trio, pensó que ella solo ayudaría a calmarla e inducirla para que la experiencia de Pamelita fuera mas placentera… luego uno cosa llevo a la otra, mi malicia llevo las manos de Pamelita a los senos de Anita, después les pedí que se besaran… y todo se descontrolo de una manera que ni imagino, pero que en el fondo reconoció que disfruto mucho.
Cuando salieron de la ducha, cambiadas, ya les había servido un te y puesto algunas galletas y otros postres para comer…
- Ay gracias… me muero de hambre… dijo Pamelita abalanzándose sobre la comida.
- Me imaginaba… dije bonachonamente.
Nos sentamos a conversar del campo y esas cosas, para salvar lo que podía ser un momento incomodo…. Si Anita no se imagino hacer un trio con su hermana… Pamelita ni en sus sueños más retorcidos, que dudaba que los tuviera… casi al final del té para tres que prepare… me anime a decirles.
- Ay primas… no se como agradecerles su hospitalidad estos días…
- Ya lo hiciste… me dijo burlona Anita, guiñándome un ojo.
Tras eso, Pamelita casi se atora… se ruborizo recordándose seguramente en 4 y vociferando como perra…
- Ay que vergüenza… dijo graciosamente cubriéndose el rostro, pero lucia risueña.
- Ay hermanita, ya no te creemos eso… bien que te gusto… dijo en dulce reproche Anita.
- Bueno… si… un poco… dijo apenada.
- ¿Un poco?... repuse burlonamente.
- Esta bien… si… me encanto… pero no se burlen… dijo graciosamente con cara de niña regañada.
- Ya… no tiene nada de malo… le dijo cariñosa Anita, acariciando su cabello.
Luego se miraron tiernamente, con amor fraternal… bueno si habían sido capaces de compartirme y bueno besarse y todo lo demás… después se abrazaron… Uyyy caraj… ¿y si se besan de nuevo?, pensé con morbo viendo esa escena, tenía potencial… podía escalar a otro encuentro… solo que en esa maldita cocina era mucho riesgo… solo que me sacaron de mi nube de improviso…
- Que lindos… míralos… dijo mi tía.
- Ven que se portan bien… repuso mi tío.
Había estado embebido en mis pensamientos pecaminosos sobre las cosas que podían hacer mis primas, que no me percate que ya habían regresado mis tíos, detrás de ellos mis viejos.
- ¿Tú qué haces aquí?... me pregunto tajante mi viejo, parecía tenérmela jurada.
- Ah… el bus… se descompuso… sale mañana… me excuse.
- Si, tío…. Llamaron de la agencia… repuso Anita.
- ¿Y tú universidad?...
- Ya conversé con Guille para que me apoye con el tramite hasta que llegue… le dije.
- Bien… bien… ya hablaremos… dijo resoplando mi viejo.
Ay mierd… no se olvidó… ya caraj… ya paso… al menos no me malogro el trio, me dije. Ya después de eso y la pesadilla, tenia suficiente por esa noche y ese viaje. Si mi viejo sabe algo, no creo que haga un escandalo o me ponga en evidencia frente a su hermano… rogaba por la discreción del viejo zorro.
Luego fuimos al comedor a cenar… esta vez si no me ofrecí a lavar los platos, tengo que sobrevivir con perfil bajo hasta mañana temprano. Después de romperle el culo a Anita y Pamelita, dudo que me busquen… menos aun ahora bajo la vigilancia de mi vieja y las sospechas de mi viejo… ya todo estaba consumado… no podía quejarme o pedir más… bueno, quizás una mamadita de despedida (de cualquiera de mis primas), pensé con malicia, pero era tentar mucho la suerte.
Me fui a dormir… aliviado de que no hubiera comentarios en doble sentido en la cena por parte de mi viejo o sospechas de mi vieja… después de todo, me iba en la mañana. Ya cualquier puteada que me dieran podría ser en la tranquilidad de mi hogar… o para eso, ya se habrían olvidado…
Me quede dormido… aceptando mi suerte en ese momento… lo que tenía que pasar… pasaría y ya…. Desperté de noche, ya me conocía esa tonalidad del cielo, aun oscuro pero momentos antes del amanecer… oi un leve ruido…
Mierd… si era cierto eso de que Pamelita vio un zorro o algún animal en el establo… bah… un zorro… pero si es un puma… put… madre… quizás entro a la casa… me puse en alerta…
- Shhh… me susurro una sombra en la puerta.
Casi me da un infarto, parecía la chica de la película “El Aro”, luego reconocí las formas de Anita entre las sombras y ese camisón que llevaba… respiré aliviado…
- ¿Qué haces aquí?... es peligroso… le susurre.
- No podía dormir… me acorde de aquella vez, en tu casa, que viniste a despedirte a mi cuarto… me dijo nostálgica.
Después de su primera visita, en que la desvirgué por todos los lados posibles, antes de irse, me atreví a escabullirme en su cuarto y hacerla mía. En ese momento pensé que esa era la última vez que la vería… tras este recorrido en los últimos años, tal vez esa era la mejor forma de despedirnos… que ella me devolviera la visita a mi cuarto, en su casa.
Se acurruco a mi lado, suavemente para no hacer ruido… nos miramos y sonreímos, no era necesario decir nada… solo nos besamos con amor… luego se alejó algo apenada.
- Quiero que me lo hagas como esa noche…
- Pero esa vez te di por atrás… le dije
- No, no… me refiero a la noche que los encontré a ti y a Pamela…
- A que te refieres…
- Quiero que lo hagas como se lo hiciste a Pamelita…
- ¿Cómo?...
- Con cariño… me dijo llorosa.
- Está bien… dije, al fin podría tener el encuentro cariñoso que deseaba con ella.
Aunque tras esa declaración, me quedo la duda, de cuánto tiempo nos habría observado Anita a Pamelita y a mi… aunque ya no era momento de pensar en esas cosas… solo sentir… por ultima vez…
Se fue despojando lentamente del camisón… yo me baje el short que llevaba, no fue necesario manoseos como solíamos hacer… solo mi verga despertó y se preparo para despedir las formas de mi primita con cariño…
Sus senos desnudos se perdían en mi pecho mientras me besaba y sus pezones iban endureciendo por la excitación. Ahora las nubes del cielo se iban despejando, dejando entrar algo de claridad aun en esa noche, algún reflejo de luna quedaba que se negaba a irse… así como nosotros nos negábamos a dejar de unir nuestros cuerpos…
- La pasamos bien… ¿verdad?... me pregunto nostálgica.
- Eres lo mejor que me pudo pasar… le confesé.
En ese momento fue cierto, tuve la fortuna de encontrar una chica dispuesta a descubrir su sexualidad y experimentar conmigo… con los mis gustos y morbo… congeniar en esos placeres… incluso que me permitiera compartirlo con su hermanita… eso a mi corta edad y experiencia fue un golpe de suerte.
Me ubique lentamente sobre Anita que me dejo actuar… a pesar del tiempo y todas las veces que lo hicimos, en todas las formas y posiciones… sentí temblar a mi prima… por ansiedad o nerviosismo de permitirnos sentir de manera diferente a los brutales o salvajes encuentros que tuvimos…
- Uhmmm… gimió ahogadamente para no hacer ruido.
Mi verga se iba hundiendo en su lubricada vagina, Anita me apresaba contra su cuerpo, besándome el pecho, el cuello, le hombro. Por momentos me abrazaba, luego sus manos iban a mi cintura y a veces terminaban en mis muslos, siguiendo mis movimientos.
- Me gusta hacerte el amor… le confesé.
- Me encanta que me lo hagas… dijo besándome y acariciándome el rostro,
Fui entrando y saliendo de su cuerpo, sin mayor oposición… sus senos henchidos en agitada respiración, me contenían de acercarme más. Por momentos se mordía los labios para no gritar. La besaba para ayudarla a ahogar gemidos entre mi lengua y garganta.
- Uhmmm… te quiero mucho primo… Uhmmm…. susurraba extasiada.
- Yo también te quiero mucho Anita… le dije besándole el cuello y enloqueció.
Tuvo que taparse la boca para que no se le escape un sonoro gemido. Su pierna se había levantado para apresar mi cintura, vaya hasta en eso se parece a Pamelita, instinto… no quería que me aleje… pase mi mano por debajo de sus nalgas… era un desperdicio no estrujarlas…
- Uhmmm…. siii… son tuyas… me dijo excitada.
Yo acariciaba su rostro y despejaba algunos cabellos, contemplando entre besos su lindo rostro, sus mejillas acaloradas y enrojecidas. Bajé un poco mi rostro y procedí a succionar uno de sus senos, Anita se retorció, arañando mi espalda…
- Ay primito… gracias por enseñarme todo esto… Uhmmm… me susurro en su lujuria.
- Gracias por dejarme hacerte todo… disfrutar de tu hermoso cuerpo…
Me cogió las caderas y comenzó a incentivarme el ritmo para que lo hiciera mas frecuente, se encontraba en las nubes a punto de llegar, solo necesitaba un pequeño aliciente… me beso con mayor pasión, casi succionando mi lengua mordiendo los labios…
- Uyyy… Uhmmm... Uhmmm… murmuro complacida en mi oído.
No fue necesario más, verla llegar de esa manera, contrayéndose y temblando de placer, por momentos nerviosa… esos segundos me hicieron llegar con ella, haciéndome tambalear sobre ella, mientras mi verga llenaba su cuerpo con mi tibia leche.
- Ufff… que rico Anita… ufff… susurre en su oído.
Me dio una mirada enamorada, sin dejar de besarme, y acariciar mi rostro, mientras yo también le devolvía algunas caricias… nos sonreíamos de aquella muestra de amor, de permitirnos esa ultima locura en una casa llena de nuestros familiares.
Así de manera quizás romántica cerramos aquel capitulo de nuestras vidas, felices de tener la oportunidad de una ultima travesura… nuevamente nos acurrucamos cariñosamente.
- Podemos estar así… solo 5 minutitos… me dijo soñolienta
- Claro… dije bostezando, estaba exhausto.
El sol comenzó a aparecer en mi ventana, lo pude ver de reojo… ¿el sol?... mierd… vi a mi lado el cuerpo de Anita descansando plácidamente en mi pecho…. Por la put… madr…
- Anita… despierta…
- ¿Qué?...
- Te quedaste dormida…
- Uyyy… mi calzón…
Mi prima se vistió presurosa, era temprano… quizás aún no se levantaban los demás… iba a salir, pero regreso, me dio un último tierno y jugoso beso a la volada. Saco el rostro por la puerta, al no divisar a nadie y salió casi de puntillas para no hacer ruido…
Escuché sus leves pasos en el pasillo… ufff… menos mal… me recosté un rato para recuperar el aliento de ese ultimo susto… hasta que…
- Buenos días tío… escuche que decía avergonzada en el pasillo Anita.
Mierd… parece que Anita había ido al baño a limpiarse o tal vez simplemente a orinar… y en su camino encontró a mi viejo, o tal vez mi viejo salía del baño… ¿Cómo saberlo?... ya lo averiguaría… también ¿cómo evitarlo?, Anita tenia que saludarlo, o tal vez era su forma de advertirme para que huyera… pero ¿a dónde?...
Me pellizqué… esto si no era un sueño… esto era fatalmente real… escuché cerrarse la puerta del baño… pero sobre todo… oí unas pisadas fuertes en el pasillo acercándose a mi habitación…
Solo podía ser el… mi viejo… el viejo zorro… ahora si no había escapatoria… era el fin… y lo fue…
Continuara…