El ángel que eres tu (1)
Como hablar de una fantasía en la realidad.
Aqui les dejo una nueva historia, ficticia, pero como alguien una vez dijo: "
añoro el dia en que la ficcion supere la realidad", ojala les guste, saludos a todos desde chile :D
E
l á ngel q ue e res t ú
Como hablar de una fantasía en la realidad. Era una noche fría, tan fría que congelaba el alma, la noche en que Álvaro y Sofía por fin se casarían, llevaban 3 años juntos y se preguntaran quien soy yo, y aquí es donde la fantasía se hace parte de la realidad yo soy Antonia un ángel, de alas y pureza encargada de la protección y el cuidado de Álvaro. Pero esa noche me equivocaría…
Luisa (mamá de Álvaro): hijo apúrate es ella quien tiene que hacerse esperar no tú.
Álvaro: ya voy ma... Solo busco algo de poca importancia.
A: en realidad buscaba sus zapatos yo ya estaba aburrida sentada en la cama tratando de entrar a su cabeza y decirle que los zapatos estaban en el baño… hombre, el siempre tan distraído pero tan sincero como solo un ángel puede serlo
Álvaro: donde… ¿Donde los deje? ¡Ayúdame dios! – tomándose la cabeza –.
A: en el baño – le susurre al oído, haciendo una conexión con su inconsciente –.
Álvaro: ¡Mamá! Fíjate si mis zapatos están en el baño.
Luisa: aquí están hijo… apúrate y baja.
Álvaro: voy mamá – bajando las escaleras –.
A: hubo problemas con Rodrigo… su anterior ángel, digamos que no era el indicado, seria la 1era vez que vería a Sofía, de blanco y jurándole amor eterno a este gran hombre, Álvaro era el hombre perfecto, atento, tierno pero la importante es que era sincero, y la amaba con una locura obvia que se merece esa persona correcta que solo encuentras una vez en la vida.
Por fin había empezado la ceremonia, la música daba a conocer la entrada de la novia. Una hermosa jovencita que con sus ojos color miel verdosa podía conquistar y volver pecador a cualquiera… incluyéndome, lo siento Dios no por fallarte sino por serme infiel a mi mismo… En toda la ceremonia trate de concentrarme de no verla, pero era imposible, dejar de mirarla. Caminaba a su alrededor tratado de embriagarme con su perfume… Salimos de la iglesia, se subieron al auto decorado clásicamente como “recién de casados”… Se iban besando, tomados de la mano mientras el conducía, pasaron dos semáforos bien pero no se percataron que el camión del costado izquierdo iba distraído a tal punto que se salto una luz roja impactando el auto de Álvaro y Sofía… ¿creen que un ángel solo tiene que tomar decisiones con el corazón? La mayoría de las veces es así pero jamás olvidándose de tu verdadera misión y la mía era cuidar de Álvaro, mantenerlo a salvo… pero esa noche sin preguntar sin darme una pista mi corazón eligió por si solo haciéndome esclavo de el, sin pensarlo dos veces me abalance sobre Sofía poniéndola bajo mi protección usando mi cuerpo como una especie de escudo que la mantuvo a salvo mientras que Álvaro… el no resistió haciéndome mas culpable que el propio camionero, de pronto una luz cubrió todo mi cuerpo y me elevo a los cielos…
Voz: ¿Entiendes por que estas aquí?
Antonia: la verdad es que no.
V: Explícame que es lo que acaba de suceder.
A: no tengo una explicación, fue algo totalmente involuntario.
V: ¿Cómo involuntario?
A: no lo pensé, no lo dude mucho menos, ¿Cómo esta Álvaro?
V: él en este preciso momento esta avanzando hacia aquí, bajo tu responsabilidad.
A: ¡¿Qué?! ¿Murió?
V: si, el está muerto por que algo en ti prefirió salvarla a ella y no a él.
A: lo siento, lo siento… si el tiempo se pudiera volver atrás.
V: no existirían los errores y ahora tú tienes que enmendar el tuyo.
A: ¿y cómo hare eso?
V: por ti su esposo acaba de morir, el hombre que la hacia feliz y el amor de su vida, tienes que encontrar no a alguien que lo reemplace por que una persona es irreemplazable sino que alguien capaz de hacerla feliz.
A: pero yo… – me interrumpió esa luz enceguecedora –.
Cuando por fin logre ver, a mí alrededor habían personas llorando doctores, policías, lograba entender un poco lo que sucedía y donde estaba cuando veo a Sofía cubierta de sangre y en una camilla con un paramédico reviviéndola… me acerque y mi mano izquierda fue a parar a su corazón mientras que la otra cubría su frente el paramédico logro revivirla al instante en que mis manos por primera vez tocaban la esencia de su piel, vi como sus signos vitales se estabilizaron y poco a poco fue recobrando la conciencia veía un desfile de gente visitándola… cada una con diferente aura, su madre era especial una mujer muy lejos de lo normal, había quedado viuda hace poco mas de 3 años y vivía junto con Sofía y Sara en una gran residencia como herencia del Señor Enrique Bastías mas todas las empresas Bastías de publicidad a cargo ahora de Sofía… antes la compañía paso a manos de Álvaro provocando la envidia de muchos que pensaban estar sobre él, hoy mas que nunca en el hospital se hicieron sentir esas malas intenciones… esos malos pensamientos y deseos por una sed de poder que para mi es poco lógica… entra su madre a la habitación como cada día a las 12:30… ya Sofía estaba despierta luego de 3 días en le hospital sin dejar de llorar por la perdida de la cual yo me sentía tan culpable, se me partía el alma al verla así y no lo entendía, aun no entendía el por que… dos días mas y su alta seria esa misma tarde, ella solo tenia en la cabeza ir a la tumba de Álvaro a despedirse, su mamá paso por ella primero se dirigieron a la casa… y en el camino hablaron un poco de todo lo que había sucedido.
Fabiola (mamá de Sofía): te repondrás, vas a ver como la vida te va a compensar.
Sofía: que vida mamá.. si estoy muerta, sin el estoy muerta.
F: no digas eso, eres mi hija… escucharte decir eso me parte el alma.
S: eso que tu llamas alma se fue con Álvaro… ya no tengo nada… ¡NADA! – rompiendo en llanto –.
F: hija… mi amor por favor mírame, mírame – estacionándose –.
S: ¿Qué mamá?
F: Te necesito… te necesito viva, aquí conmigo, no me abandones que yo jamás lo hare.
S: mamá… Álvaro era mi vida.
F: lo sé, cuando se murió tu padre pensé que no lo soportaría hasta que te vi entrar en la puerta a ti y a tu hermana a cobijarse en mi abrazo y entendí que tenia que seguir que a mi alrededor habían mas personas que me necesitaban, ustedes me dieron fuerzas aferrate a la vida, aferrate a todo lo que te queda por que aun te necesito, aun te necesitamos hija.
Sofía solo la miraba queriendo compenetrarse con esas palabras, pero no podía, el no tenerlo la mataba lento pero sin pausa, y yo, yo no hacia mas que mirarla la tenia que proteger, pero como hacerlo de ella misma como darle vida a algo que ya no quiere vivir, ¿cómo hacer feliz a alguien que ya no quiere sonreír como buscarle un amor si su corazón se cerro a la idea de amar?… no entendía que hacia o mis acciones hacia ella pero en un momento mire mi mano y la tenia sobre la de ella sin pensarlo y como si estuviera cometiendo el peor error de mi vida la saque, cuestionándome el ¿Por qué? y el ¿Cómo? De todo lo que estaba haciendo con respecto a ella, ¿qué hago con lo que siento?, ¿con lo que me haces sentir? esto se apodera de mi y parece que con cada vez que te tengo cerca, que siento tu piel, tu esencia producen una electricidad incontrolable. Si supieras, si supieran tal vez me quitarían el privilegio de estar en tu vida incondicionalmente, no te quiero ni te amo por que nunca lo he sentido, tal vez por eso, por que nunca lo he sentido. Tal vez por eso, por que no conozco el significado real sino que todo me lo han enseñado, tal vez por eso me atrevo a decir que no te amo, pero si esto es amor, no me agrada sentirlo, siento temor de fallar otra vez, pero al verte no me importa. Pierdo la fe, y mis instintos florecen haciéndote la dueña de mí.
La mamá de ella se quedo unos días cuidándola, consolándola, yo presenciaba todo, sus lagrimas, la manera en que la pena la ahogaba, Como suplicaba en las noches que el volviera, y yo, yo solo podía sentirme culpable. Fui el ángel de su novio y falle, ¿fallaría de nuevo?, me lo cuestiono cada vez que dejo de verla, solo unos pocos minutos, a veces cuando lloraba se quedaba viendo a mi fijamente como si me viera, como si su pena y mi culpa le dieran el poder de verme, me congelaba el que se quedara mirando donde yo estaba, pero parecía calmarse, ¿mi presencia la consolaba?, no lo creo, no puede verme, aunque, por que mira hacia donde estoy?.. ¿Me ve o no?.. ¿Cómo saberlo? .ay mujer que me estás haciendo.
Una noche como tantas otras ella se encontraba llorando y yo mirándola desde los pies de su cama, cuando comenzó a mirarme, pero no secaba sus lagrimas, miraba mis ojos, me seguía con la mirada mientras yo recorría la habitación.
Sofía: ¿Quién eres? – mirándome fijamente-.
Antonia: ¿me ves? – mirándola sorprendida-.
S: si, ¿estoy loca verdad? –suspirando-.
A: no, en realidad todo lo contrario.
S: ¿Quién eres? – Dijo creyendo un poco más en su cordura –.
A: quien te cuida y vela por ti.
S: ¿Un ángel? – sonriéndome –.
A: Tu ángel – bajando la mirada y solo murmurándolo –.
S: ¿Eres un fantasma verdad? – dijo pareciendo no escuchar mi respuesta -.
A: no, soy tu ángel.
S: ¿y por qué te veo? – acercándose cada vez a donde yo me encontraba –.
A: ni yo lo sé, ahora duerme…yo me iré.
S: ¿dónde?, no, no me dejes, cuando te veo dejo de llorar me siento segura, quédate por favor.
A: me quedare aquí mirándote – sentándome en el sillón de siempre –.
S: no, sería raro que te pidiera que me abrazaras?
A: no, tranquila…me iré en cuanto te duermas.
S: no, no dormiré si se que te irás cuando lo haga.
A: ya, me quedare contigo, descansa pequeña.
S: abrázame fuerte, por favor.
La acurruque en mis brazos, no podía creerlo ella me veía y la tenía entre mis brazos, acariciaba su pelo, su rostro, no entiendo como, pero me dio el poder de tocarla de sentir su calor, era conciente de lo que sentía y también de lo malo que era sentirlo, cuando pensaba en esto una luz apareció, cuando pude ver donde estaba, parecía una parte mala del cielo…una sala de juicio.
Continuara...
Saludos...Atte: Chana.