El Ángel del Deseo 05 - Depresión

Tras quedar Asuka en coma y no tener una respuesta clara de por qué sucedió Misato se deprime culpándose de lo sucedido.

El doctor Jin Shimuzu era una eminencia a lo que se refería en ciencia neurológica, afincado en la actualidad en la ciudad de Tokyo-3 había cursado estudios en América y Europa y en la actualidad había sido contratado como jefe de sección en el hospital de NERV.

Ante él tenía uno de los casos más difíciles de su carrera de más de veinte años. Su paciente era una de las pilotos de los Evangelion llamada Sohryu Asuka Langley, una persona realmente importante para la organización.

Era un caso raro ya que la muchacha había sido hospitalizada tras un combate, se recuperó y cayó en coma, para el hombre el diagnostico estaba claro, daño cerebral, pero las pruebas no mostraban nada parecido.

El doctor probó con varios análisis más pero no había causa aparentemente científica para que aquella joven pelirroja estuviera en un sueño tan profundo.

-Y bien doctor Shimuzu, ¿qué podemos hacer?

Dentro de la habitación tan sólo se encontraban los dos adultos que vestían batas blancas, Ritsuko era la otra, el hombre negaba su cabeza canosa torciendo el labio dubitativo mientras miraba a la chica comatosa tumbada en su cama y tapada a través de los cristales de sus anteojos como si le preguntara mentalmente el motivo de su estado.

-No lo sé, esto no tiene lógica aparente, ninguna de las pruebas ha dado algún dato que podamos utilizar, esta chica está perfectamente sana, no tiene sentido...

El hombre que sobrepasaba la cuarentena se frotó las sienes cansado de estar tantas horas seguidas pendiente de su paciente, NERV era un buen cliente pero exigía mucho de él.

-Necesitamos que Asuka despierte, habrá algo que se pueda hacer.

Ritsuko también sentía la presión que llegaba directamente del comandante Gendo Ikari que no iba a permitir quedarse sin la piloto que marcaba mejores datos de sincronización. La mujer no podía permitirse ir a su superior con una respuesta como esa.

-Lo siento, pero lo único que podemos hacer ahora mismo es esperar a que se despierte de repente, tal como cayó en coma sin esperarlo.

Ante tan dura afirmación la mujer teñida de rubia suspiró y frunció sus cejas, el médico simplemente se encogió de hombros viendo como la doctora Akagi abandonaba la habitación sin decir una palabra de despedida. Habiendo dejado la puerta abierta pudo ver como hablaba con otra mujer que esperaba fuera, tenía el pelo azul oscuro y largo y vestía una cazadora roja con rango militar. Aquella mujer estaba cruzada de brazos pero en cuanto la científica comenzó a hablarle bajó la cabeza tapándose la cara con una mano muy deprimida.


Mientras que los médicos se esforzaban en averiguar la extraña dolencia que padecía Asuka los demás pilotos eran sometidos a pruebas de sincronización y de harmonía. Les habían presentado por sorpresa a uno nuevo, muy oportuno en esos momentos en los que la alemana había sido dada de baja.

Kaworu Nagisa era un chico de la misma edad de ellos, de piel pálida, cabello plateado y ojos rojos, tenía una actitud muy despreocupada y casi divertida, no parecía nada impresionado por la delicada tarea para la que había sido seleccionado.

A Shinji no le gustó desde el primer momento al verlo como un sustituto de su compañera, además aquella sonrisa que siempre llevaba en sus labios le parecía de muy mal gusto tras el tremendo golpe emocional que acababa de sufrir.

Rei por otra parte simplemente sintió indiferencia, había tardado en acostumbrarse a sus dos compañeros como para que ahora viniese otro.

Tras salir de las cabinas de simulación la peli azul se dirigió a los vestuarios y se quitó el plugsuit apretado de color blanco que era el que ella usaba, lo tiró en la cesta de ropa para lavar y se metió en las duchas bajo un chorro de agua caliente.

Las pruebas solían durar varios horas y al estar tanto tiempo en un lugar cerrado con ropa tan ajustada a su cuerpo hacía que su piel acabase sucia de sudor, el tacto del agua de la ducha después de eso la aliviada y relajaba. Con sus manos se frotaba brazos y piernas con suavidad retirando toda la suciedad que se llevaba el agua por el vertedero después de recorrer su buen cuerpo de piel pálida.

Su concentración fue rota cuando escuchó unos pasos que hacían sonar el agua encharcada en la zona de duchas. Rei miró a su izquierda y vio al chico nuevo, sonriente y totalmente desnudo andando hacia ella, sus tonos de piel eran muy parecidos.

-Nagisa, el que los vestuarios sean mixtos no te permite entrar a la zona de ducha de chicas.

Dijo ella tranquilamente si alertarse ni hacer intento por tapar su desnudez pese a que el recién llegado estudió su cuerpo detenidamente mirándolo con ojos divertidos y asintiendo como si estuviera complacido con lo que veía.

-Perdona mi atrevimiento pero quería hablar contigo a solas.

-Cualquier lugar es mejor que este.

-Podría ser, pero pienso que aquí estamos en un estado más natural...

Su voz sonaba burlona y un tanto aguda, al contrario que había pasado con Asuka a Rei no le atraía para anda su presencia ni la lograba cautivar, ella cerró el grifo de la ducha mirándole seria con agua goteando en todo su cuerpo.

-Dime lo que tengas que decirme y márchate.

-No sé a qué viene tanta prisa, tan sólo quería que nos conociéramos más a fondo...

Ella no dijo nada mientras el albino se acercó al punto de que los sonrosados pezones de la muchacha casi tocaban la piel del cuerpo del chico, él nunca perdió la sonrisa y siempre mantenía sus ojos en los de ella tomándola suavemente de la cintura.

-¿Quieres experimentar la sensación de unirte en cuerpo y alma?

El joven susurró sobre los labios de la chica de ojos rojos mientras la apretaba más contra si haciendo que sus pechos se aplastasen ligeramente contra sus músculos pectorales y su pene flácido frotarse sus suaves muslos. Esta siguió seria sin ruborizarse devolviéndole la mirada sin revelar ningún sentimiento.

-No.

Tras la sencilla y negativa respuesta la chica se alejó de Kaworu saliendo de las duchas para vestirse rápidamente y salir de los vestuarios. Él se quedó callado, desnudo en la ducha mientras miraba con curiosidad a la muchacha que tanto se parecía a él pensando en que no sería fácil conquistarla para sus objetivos.

-Ah, por fin sales Rei, ¿eh? ¿no te has secado el pelo?

Shinji ya había terminado de ducharse y vestirse y estaba esperando afuera de los vestuarios por Rei cuando la vio aparecer aún con el pelo mojado, cosa extraña en la chica de ojos rojos.

-No, he preferido que se me seque al natural, vámonos Shinji.

La joven empezó a caminar sin esperar por su compañero que rápidamente la siguió. Parecía que tenía mucha prisa aunque optó por no preguntarle el motivo de tanta celeridad y preguntarle por un tema que le interesaba más.

-¿Qué te parece el chico nuevo?

Un silencio se formó entre los dos jóvenes tan sólo roto por el ruido de sus zapatos al caminar sobre el metálico suelo de los pasillos de la base hasta que la chica respondió.

-No me parece interesante.

Sin decir nada más sobre Kaworu Nagisa ambos abandonaron el Geofront rumbo a su casa nueva.


Misato estaba sola en su amplia habitación de su nuevo hogar, sentada en su escritorio personal tecleaba en su ordenador portátil y hacía anotaciones en un pequeño cuaderno con un lápiz. Estaba terminando algo de trabajo que tenía atrasado de días anteriores, normalmente cuando se llevaba las tareas a casa solía acompañar su velada de varias cervezas para sobrellevarla de la mejor manera posible pero esta tarde no estaba de humor para beber y prefería centrarse en sus anotaciones para que el tiempo pasase más deprisa. La mujer pasó sus manos por su cabeza apoyando los codos sobre la mesa y suspiró largamente.

-Misato, ¿quieres que te haga la cena?

La puerta de su habitación se abrió lentamente dejando pasar una poca de luz del pasillo cuando Shinji entró para interesarse por su tutora. Desde que llegara a casa se había encerrado en su cuarto sin decir nada y ni siquiera había salido para cenar cuando hacía ya una hora él y Rei lo habían hecho, así que preocupado se fue a preguntarle.

-No, gracias Shinji, pero por favor pasa.

Dijo ello girando la silla de oficina sobre la que estaba sentada para quedar frente a él. El chico estaba por marcharse cuando escuchó la negativa de Misato pero oyendo su petición de que se quedara pasó a dentro de la habitación cerrando la puerta tras de sí.

-¿Cómo te encuentras Shinji?

-Bueno... supongo que bien, aunque no puedo dejar de pensar en Asuka.

-Si, a mi me pasa lo mismo.

Entre los dos se formó un incómodo silencio de más de diez segundos, ninguno se atrevía a mirar al otro a la cara mientras permanecían callados como reflexionando.

-No puedo evitar pensar que yo tengo algo de responsabilidad, tenía que haber insistido en que le hicieran más pruebas a Asuka, pero en cuanto despertó se le veía tan bien...

La mujer agachó su cabeza negando mientras entrelazaba las manos de sus dedos inclinándose hacia adelante abatida, su voz sonaba rota y parecía que se aguantaba las ganas de llorar.

-¡Misato, no digas eso! Ya oíste lo que dijo el médico, nadie podría haberse esperado lo que sucedió.

El chico intentó tranquilizarla, aunque poco acostumbrado a las situaciones emotivas no sabía muy bien que más hacer. Tragó saliva estando incómodo viendo a la mujer derrumbarse y nervioso abría y cerraba las manos pegadas a su cuerpo.

Su tutora estuvo un rato suspirando y finalmente se levantó de la silla, llevaba puesta una camiseta amarilla de asas y unos shorts sacados de unos vaqueros cortados muy cortos, los favoritos de Shinji ya que marcaban su perfecto trasero. Ella se acercó al chico y le tomó de los hombros mirando directamente a sus ojos.

-Necesito pedirte un gran favor Shinji.

-Lo que quieras Misato.

-Quédate conmigo esta noche, aquí, no quiero pasarla sola.

La mujer abrazó con ternura al chico acariciando su espalda sobre su camisa escolar blanca, el un tanto aturdido también apoyó sus manos en la espalda de la mujer. Pensaba en Rei, si le estaría esperando en su habitación, pero no habían hablado de pasar la noche juntos así que suponía que no.

-Está bien Misato...

Respondió en apenas un susurro sonrojado por la cercanía del cuerpo de la mujer que olía débilmente a perfume de lavanda, sintió como ella apretaba más fuertemente sus cuerpos y ladeaba la cabeza sobre la mejilla izquierda del joven.

Misato tomó delicadamente las manos de Shinji y mirándolo con una pequeña sonrisa se sentó en el borde de su cama quedando el joven de pié y más alto que ella. Él la miraba sonrojado y con el corazón latiéndole a más de cien pulsaciones por minuto, tirando de sus manos Misato le obligó a inclinarse y le besó en los labios.

El beso con la mujer era muy diferente a los besos que había tenido con Rei, ellos eran jóvenes e inexpertos mientras que Misato era adulta y había tenido muchas experiencias amorosas. Aquellos suaves besos sobre los labios del chico le sabían muy bien, los labios de Misato era tiernos y sabía cómo usarlos. Tras un rato de besos de exploración la mujer se decidió a meter su lengua en la boca de Shinji que para nada la rechazó, si no que cerró los ojos y muy sonrojado movió la suya para que ambas se frotasen en un beso con el que el piloto siempre había fantaseado.

Misato era para él como una hermana mayor pero sabiendo que no tenían vínculos familiares no se culpaba de que la viera como la hermosa mujer adulta que era, admirando sus curvas, sus pechos y sus redondas nalgas a parte de claro estaba su hermosísimo y dulce rosto. Ese beso era una locura para él que apenas se podía creer que se lo estuviera dando y por iniciativa de ella

-Mmmmm...

Como por acto reflejo una de las manos del chico se posó encima del redondo seno izquierdo de Misato, la acción producto de sus más alocadas fantasías no pareció molestarla, más bien todo lo contrario.

Devolviéndole el beso a Shinji con más pasión la mujer rodeó con sus brazos el cuello del chico mientras la mano de este se movía en círculos comprobando el buen tamaño y la ternura de su teta. El contacto con el piloto provocó en la capitana que sus pezones se erectasen notándose bajo la camiseta, para devolverle el favor Misato acarició sobre sus pantalones el paquete del chico.

-Ah... Misato... no sé si deberíamos...

Al sentir la caricia de la delicada mano femenina sobre su bulto de la entrepierna Shinji se separó de manera brusca terminando el beso y las caricias como asustado por cómo iban encaminándose las cosas.

-¿Por qué? ¿No te gusto?

Preguntó la capitana de Nerv con un tono de voz como si estuviera dolida por el rechazo de su tutelado mientras le acariciaba lentamente las dos piernas sentada en el borde de la cama. El chico tragó saliva algo culpable. Claro que la mujer le gustaba pero era extraño estar intimando de esa manera con ella, después de todo Rei también vivía en la casa y la situación de Asuka...

-Sí, sí me gustas, pero con todo lo que ha pasado con Asuka...

-Ya entiendo... no puedes ni verme por qué piensas que es culpa mía ¿verdad? Si hubiera planificado una estrategia mejor Asuka no tendría que haber defendido a Rei de esa manera suicida.

-¡No Misato! ¡No es eso!

Misato había bajado la cabeza para cubrirse su triste rostro con su flequillo, la culpabilidad le estaba carcomiendo por dentro y pensaba que la compañía de su piloto favorito haría que el dolor se mitigase. El muchacho rápidamente se sentó a su lado para que no pensase que le estaba echando la responsabilidad a los hombros.

-Shinji...

La mujer abrazó de nuevo al piloto del EVA-01estrechándolo contra sí misma, él aceptó al sentir lo dolida que estaba. Ambos clavaron su mirada en los ojos del otro y comprendiendo sus necesidades se dieron otro beso, esta vez de máxima pasión abriendo sus bocas y haciendo chocar sus húmedas lenguas.

-¡Mmmmm!

Sin querer perder tiempo ni que el chico se echase para atrás después del beso se quitó la camiseta casi con desesperación dejando al descubierto sus dos grandes tetas de pezón rosado. El muchacho las miraba sonrojado, excitado y jadeante y se lanzó sobre ellas poseído por una pasión ardiente que siempre había sentido por Misato.

-¡Ah Shinji!

Misato se dejó tumbar sobre la cama mientras el chico se ponía encima de ella agarrando con cada una de sus manos los pechos de la mujer por la base, puso su rostro en medio de ellos, lamiendo, chupando, succionando y mordisqueándolos incluidos los pezones tan duritos y ásperos que tanto le gustaban. Con su lengua recorrió el torso suave de la capitana haciendo que pronto reluciera por la saliva, pasando por la cicatriz que tenía desde el Segundo Impacto, su vientre y su ombligo.

Atreviéndose mucho para su timidez el chico se bajó de la cama arrodillándose y desabrochó los shorts de la mujer de pelo azul oscuro y tirando de ellos junto a sus bragas la desnudó del todo alzando ella las piernas para ayudar a su tarea. Ya sin ninguna ropa que le detuviese Shinji se puso entre las piernas de la mujer cargándolas encima de sus hombros y miró relamiéndose el dulce coño de Misato con vello del mismo color que su cabello. Sin poder reprimirse Shinji pegó sus labios a los vaginales de ella lamiéndolos para penetrarlos en un beso lascivo de sexo oral.

-¡Oh Shinji!

La capitana de NERV estaba encantada con su chico y lo bien que sabía tratarla, se estiró acostada sobre la cama con los ojos cerrados y las mejillas coloradas, notando cada movimiento de su lengua entrando y saliendo de su vagina.

Ella se ponía cachonda y acariciaba sus senos calientes mientras destilaba fluidos sexuales que el chico recogía para tragarlos.

La nariz de Shinji acariciaba con delicadeza el clítoris de su amante mientras le hacía sexo oral haciéndola excitar más, podía oír sus suaves gemidos y el calor que había entre sus piernas, todas las sensaciones hacían que su pene estuviera duro como una piedra queriendo salir de sus pantalones.

-¡No lo aguanto! ¡Necesito que me folles!

Le gritó Misato al joven demasiado caliente como para contener sus instintos, la habilidosa lengua del muchacho le había excitado hasta el punto de haber soltado un montón de líquidos y ahora la penetración de la corta lengua no la satisfacía.

Como impulsado por un resorte el piloto se puso en pié para complacer a la mujer que estaba rendida a él. Se desabotonó la camisa con prisa tirándola al suelo y sin quitarse el cinturón bajó sus pantalones y slips saliendo su pene erecto balanceándose con su glande despejado presidiéndolo, firme como el mástil de una bandera.

Sin perder nada de tiempo Shinji se metió entre las piernas bien formadas de Misato y dirigió su erección hacia el coño de la capitana ensartándolo de un golpe hasta que sus caderas chocaron, sintiendo como su verga abría paso en su conducto vaginal frotando las lubricadas paredes.

-¡Si, si, si!

Jadeaba el chico con los ojos cerrados tomándola de las caderas, cada vez que embestía contra el sexo de Misato para penetrarla era una satisfacción personal después de tantos sueños eróticos que había tenido con ella.

-¡Ahhhh!

Misato también gemía insistentemente, sus grandes tetas se balanceaban al ritmo que imponía el joven que la estaba follando, el primero después de Gendo, y aún así el primero por el que sentía algo después de Kaji.

La luz de los candiles que había en el jardín de afuera bastaban para iluminar los cuerpos de ambos. La suave piel lisa de Misato y el moreno cuerpo del chico con incipientes músculos pectorales y abdominales recorridos por el sudor que bajaba hasta una pequeña mata de vello en la base de su pene.

Después de un rato siguiendo la follada Shinji sintió la necesidad de estar más unido a la tutora así que se inclinó sobre ella para besarla en la boca. Ella le recibió con una sonrisa y los ojos acuosos abriendo sus labios para que metiera su lengua en su boca y comenzar así un beso a todas luces obsceno sin nada de romanticismo sólo motivado por el placer de sentir la cálida lengua del otro y beber su saliva.

El cuerpo sudoroso del muchacho se movía de atrás a adelante mientras hacía el amor a Misato que pasaba sus manos por la espalda brillante y resbaladiza de él, sus grandes pechos estaban ligeramente aplastados contra los pectorales aún en desarrollo del adolescente y de su entrepierna subía un calor que incendiaba todo su cuerpo.

-¡¡¡Misato!!!

Aquel grito desgarrador y suplicante rompió el beso lascivo que ambos mantenían, el chico se congestionó apretando los ojos y sin darle tiempo a salirse del cálido coño de su tutora se vino en oleadas intensas de esperma dentro. Ella sonrió muy excitada abrazando el cuerpo del joven contra el suyo, notando como temblaba al eyacular. Misato estaba agotada y jadeaba sobre unas sábanas empapadas.

Tras un rato de descanso Shinji se sentó en el borde de la cama y empezó a ponerse la ropa, Misato lo vio estando acostada de lado y se extrañó.

-¿A dónde vas?

-¿Eh? Quiero dejarte dormir tranquila.

-No Shinji, quiero que te quedes conmigo toda la noche.

-Está bien.

El piloto sonrió viendo la cara de pena que había puesto la mujer, parecía un cachorrillo abandonado que necesitaba cariño así que se quitó de nuevo la ropa y se acostó al lado de la mujer dejándose abrazar, tan agotados estaban tras el sexo que pronto se quedaron dormidos.

La luz del nuevo día se coló por los cristales de la ventana de la habitación de Misato en piso de abajo, la claridad y el piar de los pájaros despertaron a Shinji que yacía sobre el colchón, desnudo con la mujer durmiendo plácidamente sobre su pecho. Con cuidado el chico se levantó y se puso la ropa que había dejado tirada en el suelo, abrió lentamente la puerta para salir sin hacer ruido.

-¡Ahhhh!

Shinji ahogó un grito sonrojándose asustado ya que cuando salió de la habitación de Misato se topó de bruces con una seria Rei Ayanami.

-Rei, me has dado un buen susto...

-¿Has pasado la noche con Misato?

-Eh si... pero Rei, verás ella se sentía mal por lo de Asuka y no quería estar sola, yo te juro que...

El muchacho estaba muy avergonzado y daba explicaciones moviendo las manos con nerviosismo e intentando evitar los ojos rojos de la chica, pero esta le tomó de una mano tranquilizadoramente.

-Sí, yo también sentí que ella estaba mal, no tienes que disculparte por haberla hecho sentir mejor Shinji. Lo mejor será que vayamos al instituto.

Shinji se quedó muy sorprendido por la compresión de su compañera y miró como ella le sonreía, el asintió con la cabeza devolviéndole la sonrisa bastante ruborizado.

-Sí, tienes razón Rei.


Cuando Shinji y Rei aparecieron por la puerta de la clase de 2-A la delegada Hikari Horaki se levantó enseguida mirando hacia el chico, esperando que este le trajera buenas noticias sobre su amiga Asuka, pero su rostro era serio y negó profundamente con la cabeza ante la mirada inquisitiva de la chica de coletas.

-¿Aún no se sabe que le pasa a Asuka?

-No, lo siento Hikari, aún sigue igual.

-Vaya... Shinji, quería pedirte un favor si no es mucha molestia.

-Claro, lo que quieras.

-¿Podrías tú y Ayanami acompañarme para visitar a Asuka? Supongo que no me dejarían entrar si voy sola.

-Si, por supuesto, iremos después de clase, ¿verdad Rei?

La joven peli azul asintió y los tres muchachos quedaron en encontrarse a la salida del instituto. EL día siguió monótono en clase como siempre y el maestro conociendo la situación dejó que tanto Shinji como Hikari estuvieran más distraídos de lo normal ya que su cabeza estaba en otras preocupaciones que en recordar una fecha o resolver una fórmula matemática.

Cuando finalizaron las clases los tres se reunieron en la puerta del edificio principal tan y como habían acordado ejerciendo los pilotos como guía de la chica de coletas que caminaba muy discreta detrás de ellos.

La base de NERV a Hikari le pareció muy grande y laberíntica, se asombraba de que sus dos compañeros de clase pudieran guiarse tan bien por ella, tomando ascensores, subiendo por escaleras mecánicas y girando en los pasillos de numerosas esquinas. La delegada de clase simplemente se limitaba a seguir atentamente a los dos pilotos mirando pasar a mucha gente vestida de uniforme que no parecía extrañarse de su presencia.

-Bueno, ya hemos llegado.

Dijo el chico deteniéndose delante de la habitación de Asuka en el complejo hospitalario de Nerv, con cuidado abrió la puerta dejando pasar a las chicas delante.

-Pobre Asuka...

Dijo Hikari mientras corría al lado de la alemana que yacía en su cama de lado, tapada por las sábanas y profundamente dormida, sólo se escuchaba su débil respiración y el pitido de la máquina que controlaba sus constantes vitales.

Rei también se acercó a ver como estaba, desde que la había visitado por primera vez tras haberla protegido y después de darle el beso no había vuelto a acercarse a ella, era duro ver a la normalmente activa alemana tendida en una camilla sin moverse.

-Yo tampoco me acostumbro a verla así, es como si le faltase su alma.

Shinji se había unido a las chicas y era como si le hubiera leído el pensamiento en esos momentos a Rei, la chica meditó las palabras de su compañero mientras asentía y recordó algo.

Justo cuando se había conocido la noticia del coma de Asuka el comandante Gendo le pidió que se subiera a la cabina del EVA-02 para hacer una prueba de sincronización por si era viable que el Evangelion color rojo fuera pilotado por ella. De esta prueba Shinji no sabía nada ya que se hizo en secreto y durante ella algo extraño sucedió.

Estando dentro de la cabina de piloto y empezando a hacer la prueba de harmónicos sintió un fuerte dolor de cabeza y una presión y tuvo la sensación de que era el EVA que la estaba rechazando al no ser la chica pelirroja. Un gran malestar se introdujo en su cuerpo y se sentía empujada al punto que se tuvo que cancelar la prueba de encendido.

-¡Tengo una idea!

El entusiasmo con el que Rei dijo esas palabras mientras golpeaba su palma izquierda con su puño derecho sorprendieron a los otros dos muchachos que estaban en la habitación.

-¿Ah que te refieres Ayanami?

Preguntó con curiosidad Hikari que la miraba pestañeando sin creerse ver a la fría chica de ojos rojos expresando una emoción, en este caso alegría.

-Creo que sé como despertar a Asuka, pero tenéis que ayudarme...