El Ángel del Deseo 02 - La Mudanza

FInalmente Shinji consigue que Rei se vaya a vivir con él Misato y Asuka a una nueva casa que la capitana consiguió con esfuerzo.

Convencer a Misato de que tenían que encontrar una casa más grande para que Shinji, Asuka, Rei y ella misma pudieran vivir juntos fue menos complicado de lo que parecía.

Al parecer la mujer ya había estado pensando en esa posibilidad porque así NERV tendría que subirle el sueldo al convertirse en tutora de los tres pilotos y les tendrían que buscar una buena casa para ellos cuatro y Pen-Pen.

En tan sólo una semana el departamento financiero de NERV les había comunicado que ya habían comprado su nuevo hogar en una carta certificada en la que también venían unas llaves dentro del sobre.

La casa en cuestión estaba en las afueras de la ciudad pero tenían una parada del tren urbano apenas a diez minutos andando por lo que el desplazamiento no iba a ser ningún problema.

Muy emocionada Misato reunió a sus tres niños en el antiguo departamento el cual estaba lleno de cajas de cartón para la mudanza y los subió a su auto deportivo.

Ella conducía alegremente llevando un vestido rojo brillante sin mangas, gafas de sol y guantes sin dedos de conducir.

Detrás los tres elegidos iban sentados, extrañamente Asuka se las había arreglado para sentarse en medio de Rei y Shinji, estos dos se miraban en silencio encogiéndose de hombros mientras la pelirroja estaba cruzada de brazos mirando al frente muy seria.

-¡Ya hemos llegado!

Por un camino de tierra bien trazado Misato dio un volantazo que levantó una polvareda e hizo que los chicos que llevaba de pasajeros casi se cayeran unos encima de otros.

-¡Este es nuestro nuevo hogar!

La mujer salió del coche y alzando las gafas miró la casa.

Era muy grande, de dos pisos además del tejado donde había un gran desván. La casa estaba construida de madera pero mucha de la fachada eran cristaleras lo que le daba un toque entre rústico y moderno. Tenía tres jardines, uno en la entrada, pequeño por el que discurría un sendero de piedras planas hasta la puerta principal. El segundo en el lado este, era el más amplio y ocupaba de largo lo mismo que el lado de la casa limitado por un muro con enredadera había un pequeño lago típico japonés y unos bancos de madera roja largos para sentarse. El último se situaba en el ala oeste y aunque era la mitad de grande que su hermano gemelo era mucho más decorado con una fuentecita en el centro que producía un suave sonido relajante y estaba rodeado de árboles de cerezo que cuando florecían dejaban caer un manto blanco de pétalos. Era a primera vista una mansión más que una casa.

-¿Eh? ¡Es enorme!

Dijo Shinji mirando hacia arriba hacia el triangular tejado temblándole los ojos con una sensación de vértigo bastante grande mientras Rei se situaba a su lado tomándole del brazo.

-¡Es preciosa!

Asuka estaba encantada y corriendo se adelantó a entrar a la casa antes que los demás que la siguieron más tranquilos.

Misato lideró la visita guiada por la casa que era aún más grande de lo que parecía por fuera. Aunque eran sólo cuatro para habitarla tenía seis habitaciones, dos en el piso de abajo y cuatro en el de arriba, todas eran amplias y bien iluminadas. Tenía tres cuartos de baño de los cuales dos tenían bañera y uno jacuzzi, una gran cocina amueblada, dos salones grandes, despensa, almacén, gimnasio y balcón casi presidencial.

-Han estado generosos los de NERV.

Shinji silbaba de admiración mirando la casa estando en el salón principal en el cual se podía ver a través de las cristaleras el jardín de los cerezos. Rei caminaba mirando cada rincón y Asuka correteaba gritando cada vez que veía algo que le gustaba. Misato permanecía callada con una sonrisa en los labios al lado de Shinji.

-Sí, parece que al fin se dieron cuenta de que nos merecíamos algo mejor.

-¿Tuviste muchos problemas para convencerles?

Misato miró de reojo al chico ante la pregunta que le hizo y luego perdió su mirada entre los árboles frutales mientras parecía recordar algo.

¿Misato?

Shinji pestañeó confundido al ver como se ensimismaba su tutora.


Hacía dos días Misato y su amiga la doctora Ritsuko Akagi que era la responsable científica de NERV disfrutaban de un descanso en sus ajetreadas agendas dentro de la organización. Estaban en la cafetería de la base, solas en una de las mesas, el resto del personal no las molestaba sentándose cerca de ellas.

-¿Vivir tú con los tres pilotos? No sé, no me pareces la típica mujer lo suficientemente responsable como para cuidar de tres adolescentes en plena edad del pavo.

Este comentario que podría sonar a ataque malintencionado en realidad había sido dicho sin ninguna intención de molestar, simplemente era la forma racional que tenía la científica de expresar sus opiniones.

Misato puso mala cara en parte por lo que le había dicho su vieja amiga y en parte por haber probado el amargo café, ella degustaba mejor la amargura de una buena cerveza.

-No será tan difícil Rit, tan sólo necesito una casa para que no haya problemas de espacio.

-¿Y de dónde piensas sacar el dinero? Porque con tu sueldo es imposible que pagues ni siquiera la entrada de una casa pequeña y yo no te lo voy a prestar.

-No tenía pensado pedírtelo tontita, se lo voy a pedir al comandante.

La mujer de pelo más largo se cruzó de brazos y le echó la lengua a la rubia ofendida por haberle negado dinero sin habérselo pedido.

-¿Estás de broma? No vas a conseguir ni un yen de más de ese hombre, tiene los presupuestos medidos al mínimo.

-Espero que al hacerme yo cargo de todos los pilotos tenga a bien concederme ese pequeño capricho.

-Te deseo suerte, tengo que irme ya o si no Maya me volverá loca con sus llamadas perdidas.

Ritsuko se levantó mientras miraba su teléfono móvil, Misato también hizo lo mismo dejando más de media taza de café en la mesa.

-Espero verte para la fiesta de inauguración de mi nuevo hogar.

La capitana guió un ojo a su amiga y esta le devolvió el gesto con una suave sonrisa meneando la cabeza en clara señal de pensar que la alegra tutora de los pilotos no conseguiría su objetivo de convencer al Comandante Ikari para que les proporcionarse una casa.

Tras despedirse y armada de valor Misato tomó uno de los numerosos ascensores que había repartidos por toda la base para dirigirse al despacho de Gendo. Subió quince plantas en un tiempo record y sin apenas sacudidas y accedió a la puerta de la oficina personal del máximo cargo en Nerv. Suspiró y tocó levemente con los nudillos. Nadie respondió.

Llamó otra vez, en esta ocasión con más fuerza y esperó un minuto, también sin respuesta.

-Vaya que rabia, no está...

Maldijo entre dientes, estaba decidida a pedir ese favor pero al no encontrarse en su despacho fue como si le cayera un cubo de agua fría encima para sus ánimos.

Deshizo el camino andado y volvió hacia su despacho para pasar el rato rellenando algunos impresos aburridos que tenía atrasados cuando un golpe de suerte hizo que viera al Comandante Gendo Ikari caminando por uno de los corredores mirando unos papeles que tenía en la mano.

-¡Comandante espere! ¡Necesito hablar con usted!

Haciendo mucho ruido por los tacones que llevaba puestos Misato consiguió darle caza y ponerse a su altura caminando junto a él.

-¿Qué es lo que quiere Katsuragi? No tengo mucho tiempo.

Dijo este sin dejar de caminar dando grandes zancadas ni apartar su mirada de los informes que llevaba, aunque no miraba por donde caminaba el astuto Comandante evitaba todos los obstáculos con una habilidad casi sobrenatural. Misato decidió que si quería algo tenía que ir directa al grano.

-Como sabrá he asumido la tutoría de Rei además de la de Shinji y Asuka, para mí no es ningún problema, estoy encantada, pero mi apartamento es demasiado pequeño y eso si que resulta un problema ya que se haría difícil la convivencia por eso he pensado que NERV podría proporcionarnos una casa más grande.

Gendo se detuvo y giró los talones para mirar a la mujer mientras bajaba el brazo donde llevaba los folios. Hizo una pequeña pausa dramática y respiró profundamente.

-Nadie le pidió que hiciera eso aunque por mi está bien, pero NERV no le va a costear una nueva vivienda aunque viva con nuestros tres pilotos, si no puede darles alojamiento cada uno irá a vivir en cédulas individuales, y no hay nada más que hablar.

Pero aunque el hombre se metió en un ascensor la mujer no se dio por vencida y se coló dentro con él, este hizo como que la ignoraba mientras el elevador bajaba con la música del hilo música. Misato miró de reojo las manos de Gendo que desde el incidente del EVA-00 cuando tuvo que abrir el Entry-plug por la vía de emergencia y se quemó las manos.

-¿Aún le duran las quemaduras?

Se atrevió a preguntar, el hombre la miró de reojo y arqueó las cejas molesto por la insolencia de la capitana que le estaba hablando de algo tan personal, nadie jamás en el Geofront se había atrevido a eso.

-No es para nada asunto suyo.

Dijo él con voz muy seria y volviendo a mirar al frente mientras cerraba y abría sus puños, un gesto que su hijo había heredado. Mientras lo hacía la mujer se iba desabotonando la blusa violeta que llevaba bajo la cazadora roja y metida por dentro de una falda negra ajustada sin llevar medias.

-Vaya, era sólo que puede que yo tenga un remedio, si frota sus manos aquí a lo mejor se le pasa...

A Gendo le pareció curioso el tono de voz usado por la capitana entre atrevido y pícaro y se giró para verla. Misato se había desabotonado todos los botones de su blusa excepto el último y mantenía con sus manos la prende de ropa abierta. Bajo ella no llevaba sujetador y podían verse sus grandes pechos firmes con pezón y aureolas grandes y rosados, una cicatriz bajo su seno derecho que le llegaba muy abajo y un colgante con una cruz griega en medio de los dos pechos, Misato guiñó su ojo derecho con picardía.

Gendo no era tonto y sabía que esa exhibición era fruto de un intento de la mujer de conseguir algo de él, pero también reconocía en su interior que aquellos dos senos perfectos eran profundamente excitantes. El hombre torció el labio en una mueca que asemejaba una sonrisa.

-Bueno, supongo que por intentarlo no pasará nada, lo importante es la salud.

Lentamente se quitó los guantes blancos que llevaba y los guardó en los bolsillos de su americana abierta. El dorso de sus manos estaba normal pero sus palmas tenían aún feas cicatrices color marrón producidas por el metal incandescente del Entry-plug. Con cuidado las colocó, cada una sobre una de las tetas desnudas de la mujer capitán, esta se estremeció un poco al sentir los dedos del hombre sobre su delicada piel. Suavemente comenzó a masajear los carnosos pechos de la capitana pasando sus dedos pulgares por los pezones que se empezaban a erectar por la estimulación recibida, con movimientos rítmicos subía y bajaba los senos de ella para verlos botar con deleite.

-Y dígame, ¿no se siente ya mejor?

Preguntó Misato sonriendo muy simpática con sus mejillas coloradas por tener a su inmediato superior manoseándole los pechos en un ascensor que seguía bajando.

-La verdad es que no pero si no tiene inconveniente me gustaría probar otra cosa.

El Comandante Ikari alzó la mano derecha e hizo un gesto con su dedo índice moviéndolo en círculos para indicar a la mujer que se girase. Esta obedeció y enseguida le dio la espalda apoyando sus manos en la pared del ascensor. El hombre tomó la ajustada falda del uniforme de la capitana y con esfuerzo la subió hasta recogerlas en su cintura y se fijó en su culo. Llevaba unas bragas de lencería violeta oscuro que aunque eran normales se veían pequeñas y apretadas en su gran culo redondo. Gendo tiró de ellas hasta que se ajustaron a su entrepierna como un tanga dejando más a la vista de su trasero muy firme. Ella apretaba sus labios para no gemir por la sensación del roce de la tela en su coño.

-Mmmmm.

Misato cerró los ojos cuando el Comandante la abrazó por detrás frotando la erección bajo sus pantalones en el culo de la Capitana y pasando su mano derecha por delante para con dedos frotarle sus labios vaginales, los labios de la boca del hombre se dirigieron al cuello de la mujer para probar su sabor.

Ella actuó y dio al botón de parada de emergencia para que el elevador no llegara a su destino y alguien pudiera sorprenderlos, sería una situación incómoda para ambos.

Gendo Ikari llevó su mano libre hasta sus pantalones y bajó la cremallera sacando su pene endurecido, frotando con su cabeza húmeda y caliente la piel de los glúteos grandes y hermosos de la mujer de pelo largo y azul oscuro.

-¿Dónde quiere meterla mi Comandante?

Susurró ella excitada sintiendo la verga que parecía gruesa aunque no la veía y separó sus piernas ligeramente para que el hombre se sirviera a voluntad de su cuerpo excitante y apetecible.

-Entraré por los dos, pero primero por su coñito Capitana Katsuragi...

Y haciendo firme su aviso guió con su mano izquierda el largo de su pene hacia la entrepierna de la mujer, con la mano que acariciaba su sexo retiró las bragas hasta atraparlas en su ingle izquierda y el glande hinchando abrió los labios exteriores para penetrarla hasta la mitad de golpe.

-¡Ahhhh!

Ella gimió excitada, sonrojada, con los ojos cerradas y con la frente perlada en sudor al sentir la polla de Gendo que era gruesa, larga y rugosa invadiendo su intimidad que estaba ligeramente mojada por los tocamientos anteriores. Para acallarla el hombre hizo que girara su cabeza y la besó en la boca, no quería que los ruidos alertasen a nadie que pudiera pasar cerca. Misato devolvió el beso moviendo su lengua juguetona y sintiendo como la barba del Comandante le hacía cosquillas.

Una vez dentro de la mujer Gendo comenzó a mover sus caderas para follársela a gusto, subió sus manos por el vientre de ella hasta agarrarse de sus tetas pegando su cuerpo a su espalda.

Desde hacía tiempo le apetecía tener sexo con ella, era amiga desde hacía tiempo de su amante Ritsuko y siempre que las veía juntas la idea de un trío con ellas dos se hacía muy apetecible en su mente, no era lo que estaba pasando pero tampoco se iba a quejar.

Misato recorría la boca del hombre que la estaba penetrando con su lengua, intercambiando salivas mientras las continuas embestidas del Comandante hacían que salpicase fluidos sexuales haciendo que su polla llegase más profunda y que estos goteasen por la parte interior de los muslos. Ella disfrutaba tanto como él del sexo aunque nunca había pensado en hacerlo con Gendo.

-Será mejor que me salga o eyacularé demasiado pronto.

Anunció Ikari tras minutos de penetraciones salvajes en el encharcado coño de la Capitana, su pene aún duro brillaba de sus líquidos femeninos que goteaban babosos en el suelo del ascensor. Ella jadeaba y se inclinó más intentando recuperar el aliento después del intenso beso que la dejó sin aire. El hombre comenzó a disfrutar del culo redondo y firme en pompa de Misato moviendo sus manos en círculos en cada una de sus nalgas.

-No sé si el calor y humedad de su piel será la mejor receta contra las heridas de quemadura pero me gusta.

La mujer sonrió suspirando y dejándose tocar su culo que desde su adolescencia era fuente de admiración de muchos de los hombres que había conocido, unos se quedaron con las ganas pero otros consiguieron disfrutarlo plenamente.

Aprovechando la posición inclinada que la mujer responsable de las tácticas de los Evangelion había tomado Gendo separó sus generosos glúteos observando el delicado ano rosa que estaba ante él. Con el dedo índice de su mano derecha frotó los aún mojados labios vaginales de ella y mojó el ano metiendo con facilidad el dedo y girándolo dentro.

-Vaya, parece que tiene bastante experiencia por aquí, supongo que no me costará penetrarla.

-Mmmm si Comandante, hágalo sin miedo a hacerme daño...

Misato suspiraba al sentir el dedo largo en su culo y puso su trasero más en pompa todavía para provocarle, estaba tan excitada que quería cuanto antes probar su dura y gorda polla en su ano. Con las manos en la pared empujaba su cuerpo hacia atrás.

-Me alegra ori eso Katsuragi.

Teniendo permiso completo de la mujer Gendo la tomó por las caderas y sin tocarlo dirigió su miembro viril hasta la entrada de su ano, aún con su autorización decidió que debía ser cauto y la penetró con cuidado, la lubricación de los líquidos vaginales hacían fácil el meterlo centímetro a centímetro pero con cautela hasta que las caderas del hombre tocaron las nalgas redondas y calientes de Misato al penetrarla por completo sorprendido de la profundidad de su culo.

Todo su pene era apretado por las paredes anales muy calientes de su subordinada, el de pié detrás de ella completamente vestido. Misato inclinada ofreciéndose sumisamente medio desnuda.

-Vaya, es un culo magnífico, estoy orgulloso de usted.

El Comandante movía hábilmente sus caderas para sodomizar a la tutora de su hijo y de los demás pilotos mientras con su mano derecha acariciaba su nalga del mismo lado excitándose más por aquel tocamiento.

-Mmmm gracias...

Ella se relamía con los ojos cerrados mientras su cuerpo se movía al ritmo que imponía su superior, sus grandes pechos con los pezones apuntando al suelo se balanceaban suavemente mientras el sudor recorría el canalillo para caer finalmente al suelo en forma de gotas.

-He estado pensando que su petición es altamente razonable ya que tres chicos de catorce años pueden llegar a ser una carga así que daré orden al departamento financiero de que le adquiera una casa lo más amplia y cómoda posible, ¿está satisfecha?

-Oh, mucho Comandante Ikari, pero ya que está usted tan generoso ¿me permitiría hacer otra petición?

-¿De qué se trata?

-De una buena corrida dentro de mi culo.

Gendo sonrió perversamente ante la agradable petición de Misato a la que estaba dispuesto poner toda su atención y complacerla sin ningún tipo de objeciones. Sentía mucho calor y se relamía sus labios secados por el ambiente cerrado del ascensor. Sus embestidas eran cada vez más frenética y en silencio seguía follando a Misato sólo oyéndose los jadeos de ambos para respirar y el ruido de las temblorosas nalgas de la mujer al ser golpeadas.

La Capitana estaba satisfecha consigo misma por haber logrado convencer al duro y frío hombre responsable máximo de NERV de haberle concedido su capricho además de una forma que a ella le estaba agrandando, tanto que sintió que su orgasmo estaba cerca.

-Mmmm aquí viene.

Con esas palabras casi susurradas el Comandante Ikari anunció que se iba a correr, se aferró con ganas a las anchas caderas de Misato y metió por completo su polla hasta el fondo de su ano para con chorros rápidos, fuertes y abundantes eyacular todo su esperma inyectándoselo a la Capitana.

-¡Ahhhhhh!

Al mismo tiempo y sintiendo la corrida ella no pudo reprimir un grito de puro placer al sentir un fuerte orgasmo recorrer su cuerpo haciéndola temblar de piernas hasta que cayó arrodillada al suelo quitando de dentro suya el pene ya semi-erecto del hombre dejando su culo goteando esperma.

-Espero que entienda que me disgustaría si cuenta algo de esto señorita Katsuragi.

Dijo él sin mirar a la mujer mientras guardaba su miembro y subía la cremallera de los pantalones. Misato se colocaba las bragas, bajaba la falda y cerraba su blusa intentando quedar lo más decente posible.

-Claro señor, seré una tumba, yo tampoco quiero que nadie se entere de que lo he hecho con usted.

Terminó de cerrar el último botón de la blusa y miró a su superior que la miraba con cara de pocos amigos arqueando una ceja por el comentario que acababa de hacer.

-Eh... No me malinterprete, no me refería a que me arrepienta jejejeje.

Misato movió sus manos para negar lo que hubiera podido entender su superior al tiempo que sonreía nerviosa y una gran gota de sudor caía por su cabeza. Gendo resopló y abrió la puerta del ascensor marchándose. La mujer suspiró aliviada después de la tensión con la que había terminado todo aunque sonrió satisfecha de su gran logro.


Durante la mayor parte del día Misato, Asuka, Shinji y Rei se lo pasaron yendo de casa en casa para la mudanza, pasando por el apartamento de Misato, luego el de Rei y luego al nuevo que compartían todos llevando los enseres personales de cada uno.

La mayoría de las cajas de cartón llevaban el nombre de Asuka escrito en ellas, la pelirroja fue la que más problemas dio, en cambio Ayanami fue la que menos trastos poseía así que fue fácil organizar las cosas para ella.

Cada uno eligió la habitación que más le gustaba entre las seis posibles, Asuka y Misato escogieron dos del piso de abajo y Shinji y Rei del de arriba, para Pen-Pen Misato trasladó su nevera hogar para que no le perturbase el cambio de domicilio.

El transcurso del día fue agotador y todos los nuevos inquilinos se fueron para cama temprano, en plena madrugada Asuka se levantó para ir a la cocina y tomar un vaso de agua, iba descalza con unos shorts blancos y camiseta de asas azul turquesa. Bebió un poco y cuando regresaba a su habitación pasó delante de las escaleras que llevaba al piso superior y se quedó mirándolas, se preguntaba si Shinji y Rei habrían acordado compartir habitación así que sin hacer ruido y de puntillas comenzó a subir con la mano izquierda en el pasamanos.

Al llegar al pasillo principal del segundo piso se quedó quieta y agudizó su oído, pensó haber escuchado algo que venía del cuarto de la chica y siguiendo con el sigilo se acercó acercando la oreja izquierda a la puerta. Definitivamente había un ligero ruido así que muy intrigada abrió un poco la puerta y asomó la mirada a la habitación que estaba a oscuras.

Shinji estaba tumbado en la cama, sentada sobre sus caderas Rei, los dos unidos por sus sexos. La luz lunar que entraba por las ventanas daba a sus cuerpos desnudos una palidez metálica.

Asuka se tapó la boca con una mano para no soltar un quejido mientras sus mejillas se ponían muy coloradas. Rei saltaba ligeramente sobre Shinji apoyando sus manos en el pecho de este, sus senos lucían bastante grandes en el espacio que dejaban sus brazos y sus pequeños gemidos de gatita era lo que la alemana estaba oyendo por el pasillo.

La percepción del tiempo se le escapó a la espía que fue cautivada por los suaves y dulces movimientos de ambos jóvenes mientras hacían el amor, por eso le sorprendió cuando Rei giró la cabeza y la vio.

Sus ojos relucían como rubís en llamas en aquella oscura noche. El corazón de Asuka latió desbocado al sentirse descubierta y la vergüenza empezaba a caer sobre ella, ¿qué les iba a decir? Seguramente la chica de pelo azul gritaría enojada por la aparición de la pelirroja pero no fue así. Rei permaneció callada mirando a Asuka sin ser posible que no se hubiera percatado de su presencia. Asuka retiró su mano de su boca y la miró a los ojos con los suyos azules, ambas muy sonrojadas de diferente tipo de excitación.

La piloto del EVA-01 echó sus brazos hacia atrás apoyándose en su colchón inclinando su cuerpo y estirándolo, comenzó a cabalgar a Shinji con más fuerza que permanecía acostado boca arriba solo concentrado en su placer. Los senos de la chica botaron muy libres en esa nueva postura mientras miraba a la alemana que sentía un cosquilleo en su entrepierna y frotaba entre ellas sus largas piernas de modelo.

Los minutos pasaron y los saltos de Ayanami eran cada vez más salvajes, su cama rechinaba y sus jadeos eran cada vez más altos mientras su cuerpo relucía de sudor y no apartaba la vista de la intrusa Asuka que era tentada con llevar alguna de sus manos a su coño que pedía a gritos ser tocado.

Tras un rato Shinji se unió a los gemidos y alzó las caderas dejándolas así un rato temblando, Rei dio un largo suspiro y se dejó caer sobre el cuerpo del muchacho al haber tenido orgasmos simultáneos.

Asuka cerró la puerta con cuidado y luego sin preocuparse se fue corriendo a su habitación y se encerró toda la noche.

Rei quedó con su cara apoyada en el pecho de su amante sintiendo su corazón latir por el esfuerzo pero con sus ojos rojos intensos aún pegados a la puerta.