El Ángel del Deseo 01 - Tres es Multitu

Una tarde de calor en casa de Rei Ayanami se convertirá en una tarde de pasión.

Rei Ayanami pasaba una de las tardes más calurosas del año en su casa, el termómetro estaba por encima de los cuarenta grados centígrados con una humedad insoportable. Era casi verano y en una región como Japón que se había vuelto tropical tras el Segundo Impacto esos días de calidez húmeda eran comunes de vez en cuando por esas fechas.

Cerca de la ventana de su piso que era apenas una habitación con un pequeño baño intentaba refrescarse con la escasa brisa que podía entrar por el ventanuco. Ella vestía tan solo con la camisa de su uniforme escolar que le llegaba hasta las rodillas abierta, tapando solo sus pezones, dejando un escote que revelaba la mayor parte de su pecho adolescente y el ombligo, de cintura para abajo solo unas sencillas bragas de algodón que debido al sudor estaban muy pegadas a su culo redondo y perfecto, su piel pálida de porcelana brillaba por la transpiración y la muchacha suspiraba.

De repente escuchó el timbre de la puerta principal de su apartamento y caminó lentamente a abrirla, cerrando la camisa abotonándola en un gesto de pudor.

Detrás de la puerta estaba Shinji Ikari, sofocado también por el calor. Había acudido hasta casa de Ayanami para entregarle unos papeles del colegio que la delegada Hikari le había encargado como un favor entregarle a la chica de ojos rojos que hacía un tiempo que no se pasaba por clase.

Eso era normal en ella por que el padre del chico y comandante de NERV requería de su presencia mayor tiempo que la del resto de pilotos.

-Buenos días Ayanami. Eh... ¿hace mucho calor verdad?

Dijo el chico cuando su compañera piloto le abrió la puerta, agradeciendo la excusa del calor para justificar el sonrojo en sus mejillas debido a lo sexy de la ropa que estaba usando Rei. Las largas y blancas piernas casi desnudas y su pronunciado escote dejando ver claramente que no llevaba sujetador era una visión muy excitante.

-Sí, la verdad es que sí, ¿que deseas Ikari?

Preguntó la chica sosteniendo la puerta con su mano derecha, yendo al grano para saber que quería su visita.

-Ah sí, te traía esto de parte de Horaki.

Buscando entre en su cartera entre todos sus papeles Shinji le ofreció un montoncito de folios bien ordenados que la muchacha recogió.

-Muchas gracias Ikari, ¿quieres pasar?

Aunque el ofrecimiento era muy amable el tono serio y frío que la muchacha peli azul utilizaba hizo dudar al joven Shinji Ikari si de verdad su compañera quería que el pasase.

-Si no es mucha molestia...

Sonriendo sonrojado aceptó la invitación disculpándose de antemano y quitándose sus tenis de color blanco ingresó en el pequeño recibidor que no era más que un pasillo que daba acceso a la habitación.

La casa de Rei Ayanami era un cuarto bastante oscuro, la única luz natural entraba por la pequeña ventana que estaba al lado de la cama desecha y vieja donde dormía la chica. Al lado tenía una mesilla de noche con medicamentos encima, medicamentos que también había sobre la nevera que se encontraba al fondo, frente a la cama en lo que parecía ser el espacio para la cocina, una sencilla con tres hornillos de gas y despensa que estaba medio abierta y donde se podían ver platos, vasos, cazuelas y demás utensilios de cocina.

La habitación estaba desprovista de otros muebles de no ser por un pequeño armario justo al lado de la puerta que daba al baño que era el único cuarto que había a parte de la sala principal.

A Shinji le seguía sorprendiendo la austeridad en la que vivía Rei aunque ya había estado otras veces en su casa, como la vez en la que entró sin permiso y se la encontró recién salida de la ducha.

-¿Quieres tomar un té? Le podemos echar limó y hielo para combatir el calor.

Ofreció la chica que sin esperar respuesta del otro piloto se encaminó a la cocina para poner la tetera al fuego y cortar un limón en dos.

-Ah... Si, será... refrescante.

Shinji tragó saliva. Al darse la espalda Rei podía ver sus firmes y redondas nalgas, muy redondas, con las bragas pegadas a ellas, dejando ver buena parte de la piel de sus glúteos, era una vista muy sexy. El chico miró para otro lado pero sus ojos se iban directos al trasero de Ayanami.

-Me agrada mucho que hayas venido...

Comentó la chica mientras servía con delicadeza la dorada infusión en dos vasos sobre una bandeja y luego echaba unos cubitos de hielo que con el calor del té pronto se derritieron.

-¿Si?

Fue lo único que se le ocurrió decir al chico que no estaba acostumbrado a que le agradecieran su compañía y mucho menos esperaba oírlo de labios de su callada y enigmática compañera.

-Sí, muchas veces aquí me siento sola y a veces pienso en lo bueno que sería si me visitas.

Rei sonrió a Shinji de manera suave mientras caminaba hacia él llevando la bandeja con los aún humeantes vasos de refresco veraniego de té. El chico tomó uno de ellos mientras miraba asombrado los ojos carmesí de Ayanami.

-Ah... Pues será un placer venir a visitarte más a menudo Rei...

Su voz delataba lo nervioso que estaba al sentirse tan extrañado de que la chica le dijera esas cosas. No era habitual en ella que sonriera o que mostrase algún tipo de sentimiento y menos que lo expresase.

-Gracias, para mi será divertido prepararte té.

Sin dejar de sonreír la joven de pelo azul se llevó el vaso a los labios agarrándolo con las dos manos para tomar un trago sin dejar de mirar a Shinji.

Este hizo lo mismo pero más sonrojado sus ojos se desviaban hacia el importante escote de la piloto del EVA-00.

-¿Quieres... verlas?

Preguntó Rei al notar la mirada del joven y dejando a un lado el vaso le miraba fijamente con un leve rubor rosado en sus mejillas color marfil.

-Ah... ¿lo qué?

Shinji estaba preocupado y se preguntaba en su mente si sus miradas habrían sido muy descaradas y si Rei se habría dado cuenta de ellas. Maldijo a sus ojos echándoles la bronca como si fueran independientes a él.

Rei no le respondió y con cuidado se desabotonó la camisa dejando ver sus senos, redondos, firmes, pálidos, de buen tamaño para su cuerpo y edad con unos pequeños pezones en el centro con aureola circular y muy perfecta que los rodeaba.

Shinji abrió sus ojos como platos al ver como se exhibía ante él.

-¡Ayanami! ¿Qué haces? ¡Tápate!

El chico intentó cerrar la camisa muy avergonzado ante lo que su compañera piloto estaba haciendo, pero ella le paró sujetando sus manos con las suyas por las muñecas.

-Tranquilo Ikari... está bien si eres tú...

Rei le sonrió muy dulcemente con una expresión que se parecía a cuando el chico la rescato después del combate contra el Quinto Ángel en el cual el EVA-00 había quedado muy dañado al hacer ella de escudo humano para que Shinji tuviera tiempo de apuntar y disparar con el rifle de positrones.

-¿E... En serio?

Shinji empezaba a ser consciente de que Ayanami se le estaba declarando y le dejaba observar sus preciosos senos. Tragó saliva y los miró directamente aún sonrojado por tan bella visión. Luego la miro a los ojos, ella pestañeó coqueta.

El chico quedó hipnotizado, desde que la había conocido siempre había pensado que era muy hermosa y tenerla en frente a él enseñándole sus atributos le volvía loco. Acercó lentamente sus labios a los de la chica que no hizo nada por apartarse.

El beso con el que tanto fantasearan ambos se hizo realidad, al principio muy suave, pero fue creciendo en intensidad, los dos adolescentes abrieron los labios y sus lenguas se buscaron mutuamente empezando a bailar dentro de sus bocas.

Los dos estaban ruborizados por el íntimo contacto y con los ojos cerrados concentrándose en disfrutar el momento.

La mano derecha de Shinji ascendió por el vientre plano y terso de su amante hasta alcanzar su teta izquierda la cual abarcó con la palma de la mano abierta notando la rugosidad del pezón. Rei dejó escapar un gemido mientras besaba a su compañero que siguió jugando moviendo en círculos su mano sobre el pecho redondo y carnoso de Ayanami.

Pronto el placer fue animando al tímido chico que abandonó los labios de fresa de Rei para bajar besando por su cuello, hombros, senos y vientre, lamiendo su ombligo, saboreando el salado sudor que sabía a ella. Luego volvió a subir hasta su cara con una gran lamida que dejó un rastro de saliva desde su barriga hasta su mejilla izquierda. Ella sonrió divertida.

Shinji la tomó de las caderas y caminando hacia atrás la llevó hasta el borde de la cama, el se sentó teniéndola a ella de pié y tomó con sus dedos el borde elástico de sus bragas.

-¿Puedo?

Preguntó Shinji mirando hacia arriba, hacia la chica de ojos rojos suplicándole con la mirada que dejase descubrir su intimidad. Ella aún sonriente y con las mejillas rosas asintió levemente con la cabeza.

Él le respondió con una sonrisa aún mayor y lentamente como quien le quita el envoltorio a una dulce golosina fue bajando la blanca prenda interior hasta que esta cayó por la gravedad a sus tobillos.

Rei levantó sus pies para deshacerse de la arrugada prenda y quedar del todo desnuda de no ser por la camisa abierta que no tapaba sus tetas. Shinji se relamía para humedecer sus secos labios mientras observaba maravillado el pubis de la chica. Ella era toda pálida como la nieve, otras chicas podrían tener marca de moreno o imperfecciones, pero ella así era perfecta.

Su coño tenía escaso vello púbico que parecían finas hebras de seda del mismo color que su cabello. Shinji las acarició con delicadeza, como temiendo que las fuera a arrancar si era muy brusco. Ayanami suspiró ante el tacto de sus dedos sobre su intimidad.

-¿Te quedarás conmigo esta noche? Siempre estoy sola.

Aquella petición enterneció al muchacho japonés que con un nudo en la garganta le dijo que si moviendo la cabeza al no poder hablar. Ella sonrió aún más abiertamente enseñando los dientes y se inclinó para besar a Shinji en los labios de nuevo, beso que por supuesto el piloto del EVA-01 no rechazó.

-No traje pijama.

Dijo él sonriendo divertido, ella le devolvió la sonrisa tras el beso que habían compartido.

-No importa, puedes dormir desnudo...

Se atrevió a responderle mirándole mientras mordisqueaba su labio inferior, deseando que el chico le mostrase su cuerpo tal y como ella le había mostrado el suyo.

Él pareció leerle el pensamiento ya que empezó a desabotonarse la camisa hasta que se la quitó, debajo llevaba una camiseta azul marino con manchas negras de humedad debido al sudor, también se quitó esa camiseta dejando ver su cuerpo moreno, sin músculos marcados y brillante de sudor. Finalmente con nerviosismo y algo de apuro se quitó los pantalones y sus calzoncillos a rayas blancas y azules. Su pene salió erecto debido a la excitación. No era muy grande, ni muy ancho, parecía fino y largo, sin venas marcadas dando la impresión de ser terso al tacto. Tenía el glande despejado y sólo algo de pelo en la base del tronco dejando el resto de su pubis y sus testículos lampiños.

Rei miró con detenimiento el cuerpo de muchacho y se sonrojó más. Era la primera vez que veía a un hombre desnudo y le gustaba. Su expresión tranquilizó a Shinji que estaba algo asustado por si a ella no le gustaba desnudo. La chica apoyó sus manos sobre los hombros más anchos y fuertes de él y pasando una pierna alrededor de las de él se colocó como para sentarse en sus rodillas. Shinji la tomó de la cintura guiándola hasta que el rojo glande de él y los rosados y cerrados labios vaginales de ella hicieron contacto.

Con sumo cuidado la chica fue descendiendo apretando sus labios y mirando como sus genitales se juntaban hasta que se sentó sobre las piernas morenas y calientes de Shinji penetrándose por completo.

-¡Ahhhhh!

Al sentir por completo la verga de Shinji abriéndose paso por su coño Rei suspiró apoyando su cabeza sobre el hombro izquierdo del muchacho. Este a su vez la tomó fuertemente de la cintura y la empujaba hacia arriba para mientras él mover sus caderas y penetrarla.

-¡Mmm Rei, se siente genial, tu coño es tan apretado!

El chico disfrutaba de como las paredes vaginales de la peli azul devoraban su polla dándole un placer indescriptible en su primer sexo. Bajó sus manos por dentro de la camisa de ella para agarran con deseo cada una de sus tiernas nalgas y clavar sus dedos en su piel. Ella saltaba gimiendo y separándose un poco para que sus senos botasen libremente.

Entre jadeos ambos se miraban con amor y lujuria.

A medida que los chicos se iban sincronizando las penetraciones se iban haciendo más acompasadas dándole más placer a los dos. El pene de Shinji completamente duro de la excitación entraba en el caliente coño azul de Rei saliendo casi del todo goteando sus fluidos viscosos y transparentes. Tal era el movimiento que la camisa escolar de ella acabó cayendo al suelo dejándola ya desnuda del todo.

-¡Uf! ¡Uf!

Los dos gemían, jadeaban y sudaban mientras la luz de la luna golpeaba sus cuerpos jóvenes entrando por la ventana al igual que una fresca brisa nocturna. Las manos masculinas de Shinji acariciaban la tersa y húmeda espalda de Rei hasta llegar a sus nalgas las cuales manoseaba con delicia.

Procuraban hacer poco ruido, tan sólo se escuchaba la respiración agitada de ambos al igual que el rítmico latir de sus corazones unidos en cuerpo y alma y el ruido que hacían las piernas al chocar con la cabalgada de la muchacha.

-¡Rei no puedo aguantarme más!

Shinji Ikari cerró los ojos y se puso muy rojo mientras dejaba de subir y bajar a su amante de ojos rojos para darse placer dejándola completamente penetrada sentada encima de él. Ella no sabía muy bien a qué se refería con lo de no aguantar más y siguió saltado sobre él.

-¡Mmmmm!

El chico echó ligeramente su cuerpo hacia atrás y alzaba las caderas sobre las que se sostenía Rei, todo el esperma que sus testículos habían estando guardado salió como a presión directo al útero de la peli azul.

-¡Ahhhhhh!

Al sentir ese fluido caliente y espeso en cantidad invadiendo lo más profundo de su intimidad la chica se sintió realmente llena por dentro y excitada soltando un gemido mientras su espalda se estiraba haciendo que sus senos saltasen hacia arriba junto antes de que ella cayera encima del cuerpo de su compañero piloto que ya descansaba tumbado boca arriba en la cama.

Ambos se quedaron descansando tras el orgasmo experimentado, el primero de sus jóvenes vidas.


Una nueva mañana fue recibida por la ciudad de Tokyo-3 y los primeros rayos del sol asomaron por la ventana de la casa de Rei que había quedado abierta iluminando el rostro sereno de la muchacha. Abrió los ojos cuando sintió la luz, a su lado Shinji aún dormía plácidamente.

La pareja seguía desnuda, habían estado haciendo el amor repetidas veces hasta bien entrada la madrugada y habían quedado muy cansados. Las sábanas sobre las que durmieron estaban empapadas y manchadas de sudor, fluidos vaginales, saliva y semen.

Ayanami miró al chico con el que había pasado la noche, Shinji dormía plácidamente roncando un poquito, ella le sonrió y acarició su pelo antes de levantarse.

Sin ponerse aún nada de ropa se dirigió a la cocina que estaba empotrada en la pared enfrente de la cama y comenzó a preparar el desayuno en silencio. Poniendo a calentar agua y leche, sacando rebanadas de pan para tostarlas untando en ellas mermelada y mantequilla, tan atareada estaba que se dio un pequeño susto cuando sintió que la abrazaban por detrás acariciando su vientre mientras sentía algo duro pegarse a sus nalgas.

-Buenos días...

Susurró Shinji mientras besaba el hombro derecho y el cuello de cisne de la piloto. Esta sonrió suavemente ladeando la cabeza para dejarle hacer.

-Buenos días Shinji, tenemos que desayunar para reponer fuerzas, hoy tenemos clase.

-Yo sólo necesito una cosa para reponer fuerzas...

De forma atrevida Shinji levantó la pierna derecha de Rei y dirigió su pene con erección matinal a la entrada de la vagina de su amante, sin avisarla se lo fue metiendo lentamente, sintiendo el placentero roce de estar follándosela estando tras ella.

-Ahhh Shinji... No deberíamos... Mmmmm...

Aunque las palabras de ella intentaban negar su tono de voz era excitante, tanto que ponían al chico más caliente y seguía penetrándola suavemente notando lo mojada que estaba. Ella apoyó las manos en bordillo del mueble de la cocina mientras se inclinaba para adelante alzando su culo para dejarle vía libre a Shinji.

-Mmmmm...

El chico jadeaba en la nuca de Rei que sonrojada, con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios dejaba a su querido chico que le hiciera el amor por detrás como él quisiera. Este la tomaba de la cintura y movía muy sensualmente sus caderas penetrándola pero nunca metiendo hasta el fondo su polla ni sacándola del todo provocando con el roce que ella expulsara más y más fluidos sexuales que se derramaban por la parte interior de sus muslos hasta el suelo.

-¡Te quiero Rei!

Se declaró Shinji mientras jadeaba empujando a su chica para penetrarla más duro, teniéndola delante de él sometida a su voluntad de follarla en la hora del desayuno.

-¡Yo también a ti!

Su voz sonaba alegre, llena de vida y sentimientos como nunca antes había sonado. Ni tan siquiera cuando hablaba con su tan admirado Comandante Ikari que era el padre del chico al que amaba.

-¡La leche ya va a estar!

Volviendo a la realidad mientras practicaba el sexo de manera apasionada la chica de ojos color rubí fijó su atención en la tetera con leche que había colocado en el fuego y que estaba a punto de hervir.

-¡Tu lo has dicho... mmmmm!

Mientras la leche de la tetera hervía y se escapaba manchando la cocida con un curioso ruido parecido al de un silbido Shinji se corría haciendo que el esperma se filtrase hacia fuera del sexo de Rei mientras no paraba de penetrarla con más fuerza como queriendo inyectarle su fluido hasta el fondo.


-¡Vaya pero mira quien se ha dignado a aparecer! ¡¿Dónde te metiste ayer por la noche?!

Quien gritaba era Asuka a la puerta del instituto, con los brazos en jarra vestida con el uniforme reglamentario y con su cartera negra colgando por el asa de su muñeca izquierda. A quien gritaba era a Shinji que apareció acompañando de Rei, tenía aspecto de estar bastante cansado.

-Lo siento Asuka, debí haber avisado.

Dijo mientras se tapaba la boca con la mano para ocultar un bostezo, iba con la camisa ligeramente por fuera y su mano libre en el bolsillo, colgando su cartera verde de su hombro izquierdo pasó del lado de la pelirroja sin detenerse.

-¿Y se puede saber donde estuviste? ¡Te tocaba hacer la cena!

Por su enfado estaba claro que la chica alemana de su misma edad y con la cual compartía casa no estaba a dispuesta a dejarle marchar sin una buena reprimenda.

-Fui a casa de Rei y me quedé a cenar y dormir, eso es todo.

-¿Qué? ¿Tú y la chica modelo...?

Asuka miró extrañada a Rei que pasó a su lado mirándola de reojo, yendo detrás de Shinji con la cartera escolar asida de las dos asas frente a ella. La chica pelirroja sabía perfectamente que en casa de Rei sólo había una cama pequeña y ni tan siquiera tenía un sofá. Además al ver la ropa de Shinji arrugada, que era la misma que el día de ayer hizo que no fuera muy difícil encajar las piezas del puzle.

Shinji y Rei habían decidido antes de salir de casa de la chica no ocultar su nueva relación, pensaban que sería más difícil buscar alguna mentira y sabían que si fingían no podrían demostrarse su amor en público. Así fue como buena parte de la clase se sorprendió al verles tan cariñosos, hablándose al oído, sonriéndose e incluso dándose tiernas caricias pero nunca besándose, aún eran demasiado tímidos. Asuka les observaba con mala cara cruzada de brazos.

-¿Tú sabías algo de esto?

A la hora del almuerzo Asuka y Hikari se fueron al patio exterior a comer sentadas en el suelo apoyando las espaldas contra los muros del edificio. La chica de coletas preguntaba a su amiga sobre lo sucedido con sus otros compañeros pilotos.

-¡Yo qué voy a saber! Me ha pillado tan de sorpresa como al resto de la clase.

Asuka dio un bocado al sándwich vegetal que se había comprado en la cafetería y lo masticó con energía, casi con furia. Hikari sonrió viéndola como reaccionaba al sacarle el tema.

-No me digas que estás celosa.

-¡De eso nada! Lo que pasa es que si el idiota de Shinji pasa ahora su tiempo con Rei y se olvida de sus tareas me afecta a mí. ¡Ayer ya no cené y ahora tengo que comer este asqueroso bocadillo!

La chica de ojos azules suspiró y tiró el resto del emparedado a una papelera cercana haciendo una canasta limpia de tres puntos.

-Anda puedes tomar de mi comida...

La delegada suspiró y dejó que una agradecida Asuka picotease de su fiambrera donde traía su afamada comida casera.


Al final de las clases Shinji y Rei se reunieron a la puerta del instituto, un lugar abarrotado por la cantidad de estudiantes que salían. Asuka esperaba algo lejos mirándoles, esperando a que acabasen para regresar a casa de Misato con el chico.

-¿Vendrás a dormir a mi casa esta noche?

Preguntó esperanzada la chica de cabello azul que sentía que cada momento que compartía con Shinji era único y quería seguir teniendo ese sentimiento, y no el de soledad que habitualmente le abrazaba por las noches.

-Lo intentaré, pero tienes que saber que no siempre podré ir.

Le respondió este apenado, la chica agachó ligeramente la cabeza y asintió levemente con tristeza, el piloto se atrevió a darle un ligero beso en la frente a modo de despedida. Asuka que lo vio suspiró con desprecio.

Los dos compañeros de piso hicieron el camino de vuelta andando y en silencio, ninguno hablaba al otro. La alemana por que aún estaba enfadada por lo de la noche anterior y Shinji por que le daba vueltas a la cabeza al tema de tener que estar separado de su amada Rei Ayanami.

De repente se le ocurrió una idea no muy disparatada, Rei podía irse a vivir a casa de Misato, aunque en esos momentos no había mucho sitio libre...

-Asuka... ¿No te gustaría irte de casa de Misato?

Preguntó el Tercer Elegido mirando de reojo a su compañera pelirroja.

-¿Quieres que me vaya para que Rei pueda irse a vivir contigo?

Asuka no era tonta y sabía que en la repentina pregunta del muchacho había algo escondido. La chica se paró en seco y Shinji pudo ver en su rostro una expresión de dolor que sólo le había visto cuando la tutora de ambos había pensado en sustituirla por Rei para hacer pareja con el chico en la lucha sincronizada contra el Séptimo Ángel.

-¡No! ¡No me refería a eso! Quiero decir... Si buscásemos una casa más grande podríamos vivir todos juntos sin problemas. No me parece justo que Rei viva sola y nosotros en compañía.

El chico japonés estuvo rápido en explicarle su plan. Aunque quería que Rei viviera con ellos no deseaba que Asuka se fuera, era algo extraño ya que aunque no le trataba muy bien se había acostumbrado al carácter agrio y áspero de la pelirroja y realmente le gustaba oírla quejarse de todo, le daba vida al apartamento donde vivía.

-Mmmmm

Asuka se quedó pensativa durante un buen rato con Shinji observándola, su gesto pasó a ser duro como antes pero un poco aliviado.

-Tú lo único que quieres es llevarte a tu novia a vivir contigo, está bien, si eso quieres me mudaré yo a vivir sola. ¡No os necesito a ninguno!

La muchacha comenzó a caminar con grandes zancadas y dando un golpe de melena alzó su rostro altiva. Shinji sonrió ligeramente viéndola marcharse, sabía perfectamente que no tenía ninguna intención de hacer eso pero conociendo lo orgullosa que era sabía que el resto del camino a casa tendría que hacerlo siguiéndola y suplicándole que aceptara su plan y vivieran todos juntos.

Ahora sólo le quedaba convencer a Misato de que tenían que mudarse, tendría que confesarle su relación con Rei pero eso no le disgustaba, incluso le aliviaba.