El Amor se Concreta y las Grietas. Se Acercan (10)
Cuando el Amor se Concreta y Vienen las Grietas. Conociendo el primer amor (10)
-...y tu que tienes?-Dijo Alex terminando de contarme sus problemas.
-Que estoy un poco molesto, -Me rasqué la cabeza pensando.-confundido, estresado, nervioso, pareciera que estoy pasando una tormenta de emociones... la entrega de calificaciones es en unas horas, no sé como voy a salir si bien o mal, algunos problemas por ahí, y Diego, joder, llevamos ya 2 meses de estar juntos y nada, nada de novios!
-Es en serio? Pensé que ya eran pero no decían nada por pena... que decirte, 2 meses, quieres que hable con el?
-No, será estresarlo nada más, pero es que es mucho tiempo sin nada "oficial", sonará mal pero ni hemos follado, solo es hablar al micrófono, besos y ya.
-Va, pero para que quieres que te pregunte eso de novios??
-Pues digamos que sería como poner candado a las cadenas de la jaula del perro, como una mujer ponerse sostén, como cerrar la llave del agua, no sé... tu entiendes, se haría oficial, y no sería como solo amigos con derechos.
-Ya ya, eso es algo que no puedes cambiar, es su decisión aunque te duela... y no le puedes decir nada.-Hizo gesto de mala cara.- Al menos estas de verdad enamorado de el.
Habían pasado dos meses DESDE aquella vez que comimos pizza y jugamos, desde entonces nada nuevo. Siempre lo mismo, besos, caricias, mamadas y ya.
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-De seguro esta harto de esto y de mi, que tal si quiere dejarme! Mierda...-Dije mientras me limpiaba una lagrima que me salía de ojo, no quería llorar enfrente de Daniel.
-Si quieres llorar, llora, no te voy a criticar, y no, no creo que Andres sea tan tonto como para dejarte. Y si en verdad estuvieras harto, se lo dirías y no anduvieras como ahora. Solo ve, dile y ya!
-No sé, no sé, no sé!! Hay algo dentro de mi que no quiere decírselo por miedo...
-Invítalo a una cena, comen, se van a un lugar tranquilo, y le dices en medio de besos y caricias que si quiere serlo. Le va a gustar, lo conozco. A ver, préstame tu celular.
-Para que?
-Para enviarle un mensaje, me quede sin saldo.-Le dí mi celular.
Todos estamos nerviosos por Diego, que estaba indeciso y nervioso por decirle a Andres que salieran.
Así que para adelantar las cosas, le envié un mensaje a Andres.
"Andres, que tal si te paso a buscar a tu casa, para cenar algo en un restaurante?"
-Toma, ya esta hecho.-Le devolví su celular.
-Que has hecho?-Miró tratando de entender lo que acababa de hacer- Por que lo has hecho??! No oyes que no estoy listo??!
-Ay ya! Si no lo hacia, nunca lo ibas a hacer tu.
-Pero adonde lo llevo?? No he reservado nada! No se que decirle en el momento...
-Verás que te saldrá como si nada, la reservación... no te preocupes, mi hermano lo puede arreglar.
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-Hey.... oye... estas listo??-Me dijo Diego a través del celular notablemente nervioso.
-Si...
Pronto llegamos al lugar, entramos, nos sentamos en un lugar alejado de las demás mesas y tranquilo, era de noche, entonces había unas velas. Estuvimos un buen rato platicando, todo era como si fuera nuestra primera cita, los dos nerviosos sin nada que decir, pero con los minutos calentamos motores y estábamos hablando de todo. Terminamos de cenar y salimos. Nos subimos al carro y se dirigió al malecón y caminamos un rato.
-Te ha... gustado...?-Decía Diego con pena.
-Si... no me lo esperaba... yo... he quedado sorprendido.-Era como una película caminando a la luz de la luna... y los faros, con las olas del mar chocando contra las rocas y agarrados de la mano.
Nos detuvo, y suavemente nos empezamos a besar, el estaba nervioso.
-Mira, yo -Me decía entre besos.- he estado pensando mucho sobre esto..., y había muchas cosas que me detenían para hacerlo, pero ya no más, te hartaste, lo sé... solo te quiero decir que te quiero mucho... que te amo...
Dejó de hablar y nos dedicamos a besarnos, con sus manos abrazando mi rostro y los míos sus caderas, las cambio hasta mis caderas y me acercó más a el, dejó sus manos en su posición mientras nos besábamos hermosamente.
Minutos después noté que Diego empezaba a sudar, cuando el notó que yo había notado que estaba notando que yo notaba, ok no, me dejo de bromas; esbozó una sonrisa mientras me daba otro beso.
-Yo... sabes lo mucho que te quiero... y que hemos estado más de 3 meses "juntos" y digo juntos con conejillos por que solo salíamos como amigos, pero ahora... -Se interrumpió por minutos por darme más besos.
-Ahora que...?-Le pregunté, no me imaginaba que me preguntaría lo que hacia semanas estaba esperando.
-Quieres ser... mi no... mi nov... mi... novio...?-Dijo mientras escondía su cabeza en mi hombro derecho, solo pude ver que cerraba los ojos con fuerza, como si no quisiera oír la respuesta y tragando saliva.
-...yo... yo... joder, no sé por que estoy dudando, claro que si!
Alzó su cabeza sin mirarme, tenia pena, y sonrió. Rápido volteó y me dio un beso del 1 al 10 de cachondo, era un 6.8.
-Diego, no sabes, cuanto había esperado esto... no sé por qué, pero esa vez en el bar me enamoré perdidamente de ti, y lo sigo estando, por un momento me puse triste por que pensé que solo ibas a ser un chavo que rondaría entre mis recuerdos por siempre, y que nunca tendría la posibilidad de salir contigo... pero míranos ahora... te quiero...-Todo eso se lo dije mirándolo tierno a los ojos, al final le dí un beso de aquellos que nunca olvidas.-
De regreso, no sabía donde llegaríamos, pero en el camino veníamos agarrados de las manos, mientras me acariciaba con su pulgar.
Se bajó del coche y me abrió la puerta.
-Ven...
-En donde estamos?-Pregunté ya que nunca habíamos estado en ese lugar.
-Estamos en mi casa...-Me robó un beso.
Me guió hasta su casa, abrió la puerta y todo estaba oscuro, de repente empezó a llover, había truenos, era hermoso. Solo la luna y los relámpagos iluminaban el lugar.
Diego dio el primer paso. Nervioso y un poco temblando, Diego me agarró de la cintura, me acercó a el y me empezó a dar besos en el cuello, yo se los respondía con pequeños y suaves gemidos.
Después de un rato, nos fuimos a el sofá que tenía en la sala, era blanco, moderno, y largo, nos acostamos en este solo para que las cosas subieran de temperatura. Los minutos pasaban y pasaban y nosotros seguíamos en lo mismo. Besos suaves en el cuello, en las comisuras de los labios, en nuestro abdomen, en nuestras manos.
-Ven, vamos a un lugar más cómodo.-Dijo levantándose del sofá y agarrándome de la mano para guiarme nuevamente. Me llevo hasta su habitación, era espacioso y tenia un gran ventanal que te dejaba ver la parte trasera de la casa, a los jardines. Las gotas de lluvia resbalaban por la ventana y los relámpagos en el cielo hacían que la escena pareciera de película.- Te gusta...?.-Dijo humildemente.
-Si... es todo tan bonito.
Pronto me quitó el habla y las cambió por más besos.
Nos subimos a su cama, el se puso encima mío, entre ahora caricias me quitó mi camisa de color morada vino dejando al descubierto mi torso, ahora era mi turno, le quité el saco y después poco a poco le quité los botones de su camisa mientras nos acomodábamos en la cama.
-...te quiero...-Me dijo al oído mientras cambiamos de posición, ahora yo arriba de el.
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"Joder joder joder! Que voy a hacer, que voy hacer?! A ver, cálmate Diego, no seas estúpido, ya lo has hecho antes... ya lo has hecho. Pero no con el! Mierda, maldito Daniel." Era lo que ocurría en mi cerebro. Estaba nervioso, sé que podía, pero con el era diferente... No sabía como moverme, era como si todo se me estuviera olvidando. Por fuera pareceré un chico rudo y de corazón fuerte, pero la verdad es que no era completamente cierto, soy extrovertido, si, pero cuando viene a la relación sentimental era diferente, era más débil, o no sé, simplemente no soy el chico rudo que vez por fuera o por lo menos no tanto.
Andres fue bajando entre besos hasta mi parte baja, la más sensible vaya. Fue dando besitos entre el "canal" que se te forma cuando estás marcado, lo cual me excitaba mucho y mi cañón estaba tomando lugar, mi boca empezaba a soltar gemidos sin mi permiso, trataba de callarme pero era imposible.
La escena era tan difícil de creer con la lluvia, la luna, los relámpagos y uno que otro trueno, era fascinante el ruido de la lluvia combinado con los carros de la ciudad, nuestros gemidos y los truenos.
Andres, se quedó besando y lamiendo la linea de vellos que salía desde mi pubis hasta cerca de mi ombligo mientras desabotonaba mi pantalón y bajar la cremallera, al terminar eso, bajó y me quitó el pantalón por completo, poniéndolo en una de las esquinas de la cama. Seguido, empezó a lamer mi tronco a través de la tela de mi boxer blanco.
Me lanzaba miradas a los ojos que no podía responder por que se me cerraban gracias a los movimientos de mi cara por lo excitado que estaba.
El momento se acercaba cada vez más y yo me no sabía como responder.
Andres lenta y suavemente bajó mis boxers lo suficiente como para que mi tronco saliera por fín, lo besaba y acariciaba.
Uno de los "momentos" había llegado, Andres me empezó a hacer una mamada, para este momento, mis nervios habían bajado un poco, ahora solo disfrutaba.
-Ahhh... tío, lo haces de put... madre...-Le agarre la nuca para hacer que se moviera más rapido... y por qué no, para que se lo metiera más.
Andres, bajaba y subía su cabeza haciéndome sentir hasta ahora uno de los placeres más grande, me gustaba la forma en como cuidaba sus movimientos, suaves, limpios y aveces bruscos pero vamos, eso no importa cuando lo estás pasando a lo grande con la persona que amas. A veces me lastimaba con los dientes, pero con el tiempo, sabía que era a propósito, y la verdad se sentía rico.
-Andres, para, no quiero terminar todavía...-Le dije cariñoso.
Posó sus labios sobre los míos, dándonos un beso cambiamos de posición, ahora me tocaba a mi hacer el trabajo.
Le quité los pantalones y sus boxers, agarre su miembro y empecé a mamárselo como si no hubiera mañana, bajaba y subía rápidamente, solo podía escuchar sus gemidos y la naturaleza que rogaba por entrar por las ventanas.
Lo mío no tomó mucho tiempo, y al poco tiempo de estar abajo, agarré un condón que estaba en uno de mis buros.
Me puse el preservativo en donde tenía que ir y me puse encima de el, el puso sus piernas sobre mis hombros, me miraba con ojos apacibles.
-Te juro que no lo haré duro ni te lastimaré...-Le dije a lado de su oido como susurro.-No como Roberto.-Le dije un poco molesto y a secas.- Te quiero.-Le dije retomando mi tranquiles.
-Te amo...
En ese momento empuje la cabeza de mi "amigo" dentro de la cavidad anal de Andres, lo metí poco a poco.
-Hey para!-Me dijo después de haber introducido todo mi pene en el. Puso cara de dolor.
-Tranquilo... -Le dí un beso.
No me moví para que no le doliera, lo estaba haciendo como si fuera su primera vez, después de un minuto y algunos segundos, me empecé a mover, sacando mi mástil.
-Agh!
-Calmate... te prometí que no te iba a doler...
De nuevo se lo volví a introducir, esta vez un poco más rápido, hacía caras de dolor pero si lo hacía demasiado lento jamas iba a poder disfrutar.
Puse mis manos sobre sus hombros y mis movimientos se volvieron más bruscos y rápidos que antes. El vaivén habían empezado.
-Tranquilo, va a pasar...! Pronto sentirás el placer más grande...-Le dije a puras penas por mis movimientos, veía como con sus manos se aferraba a las sabanas de la cama.-Tranquilo!
Pasados unos minutos Andres ahora solo gemía a la vez que no separaba sus labios de los míos.
-Joddeer tio! Ahhh, ahh!
Mis movimientos eran más rápidos.
Pronto, como si alguien en nuestras mentes nos dijera al mismo tiempo, el se puso en 4, y yo atrás de el igualmente.
-Así sientes más.-Le dí un beso en uno de sus hombros.
Lo agarre de los hombros para tener con que impulsarme, lo empecé a apretar mientras mis ráfagas eran más fuertes.
-...sigue tio, no te detengas para nada...
Baje el ritmo de mis embestidas a uno suave y tranquilo pero cada vez que se la metía se la metía hasta el fondo.
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Me excitaba la forma en que lo estábamos haciendo, podía sentir sus vellos en mi trasero y sus huevos pegando a los míos cada que me introducía su verga.
Sabía que el final estaba cerca, su ritmo cambió, era más suave pero igual de intenso.
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Rápido saqué mi cañón, me quité el "gorro" y le dí un tremendo beso a Andres, el me masturbaba a mi y yo a el.
-Ahhhh!! Ahhhhhh!-Me excitaba a más no poder las caras que hacia y sus gemidos.
Pronto los dos estábamos a punto de estallar, así que "ni corto ni perezoso" le planté un beso que ahogó nuestros gritos y gemidos, mientras los dos nos corríamos sobre el otro.
-Ahhh....-Gimió el.
Acabé rendido sobre el, aplastando nuestras corridas. Me tumbé a un lado de el, nos quedamos mirando a los ojos el uno al otro con unas sonrisas de satisfacción.
-Te ha... te ha gustado?-Le pregunté.
-...me ha encantado...-Me dijo mientras pasaba su mano sobre mi espalda y dándome cariños en mi rostro, lo cual hice también en el suyo, pero antes, agarré su mano que estaba acariciando mi cara y la acerque a mi cara dándole un beso en su mano.
-Perdón por demorarme tanto... simplemente estaba trabado...
Y fue lo ultimo que dije esa noche, el sueño pronto llegó a nosotros, invadiéndonos como el aire sobre nuestros rostros en las calles.
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Gracias por seguirme leyendo, espero y les haya gustado.
Comenten sus opiniones para que pueda seguir mejorando y viendo errores.
He decidio cambiar el nombre de los relatos, como si de temporadas se tratasen, espero y no se confundan.
Gracias por sus lecturas y sus comentarios.