El amor no tiene género VI
Es un relato que deje de escribir porque no he tenido tiempo, pero he vuelto de nuevo y pido disculpas a las personas que esperaban más de la historia, pero subiré más seguido :-)
-A la mañana siguiente-
C: ¿Por qué tenemos que irnos muy temprano? –Soñolienta-
A: Porque nos vamos a demorar 3 horas en llegar, hija
D: Señorita Catherina, ya es hora que sepa de sus responsabilidades
C: Lo sé –Disgustada-
Simone la vio y le mostró una gran sonrisa esto gesto la tranquilizó y le devolvió la sonrisa
Las horas se hicieron más largas ya que hubo problemas en la carretera, y unos de los caballos se había golpeado una pata, el Rey y su consejero bajaron de la carroza para saber que se podía hacer para arreglar ese asunto.
A: Hija, quédate adentro con Simone, por favor no salgas
C: Está bien padre
S: Y bien, ¿Estas lista para la reunión, mi doncella?
C: Muy lista –Le sonríe-
S: Me alegro por eso –Le guiña el ojo- Aunque… Estoy algo preocupada
C: No te pasará nada, ya verás –Le agarra las mano y la mira-
A: ¿Catherina?
-Las dos se asustaron y quitaron las manos rápido-
C: ¿Si padre?
A: Ya no vamos a ir al castillo de la Reina, El general Riftby sospecha de una embosca y es mejor dejar esto para después –Subiendo a la carroza-
C: ¿Y qué esperamos para marcharnos de inmediato? –Seria-
A: Están curando al caballo, ya envié al mensajero para que le avisara a la Reina
C: Me parece extraño todo esto, ¿Quién querría hacernos daño?
A: Mucha gente, aunque no lo creas los demás me envidian, soy como la mano derecha de la Reina... He tenido el privilegio de eso, y me quieren muerto pero no pasará, si algo me sucede ella lo sabría de inmediato y sabe perfectamente quienes serían, por eso tienes que cuidarte y aunque no me guste que andes con espadas, dagas y demás, dejo que lo hagas para que te defiendas
C: -Le sonríe- Gracias padre, pero también cuidaré de ti
D: Señor, el caballo está listo
A: Perfecto, en marcha
No se habló más, todo estaba en silencio excepto por el sonido de los cascos de los caballos, uno que otro pájaro cantando y solo eso. Por parte de Catherina y Simone a veces se veían discretamente y se son sonreían pero no se decían ni una palabra.
Al llegar, se les fue ordenado a las sirvientas desempacar el equipaje del Rey y de Catherina, estas agarraron las maletas y se marcharon de inmediato.
C: Hasta por fin podemos estar a solas –Con una voz pícara-
S: -La besó- Ya quería hacer esto de nuevo
-Tocan la puerta-
C: ¿Diga?
-Una de las sirvientas-: Señorita Catherina, su padre me manda a decirle que vaya a su cuarto
C: Voy enseguida, Gracias Rosalin
R: A sus servicios Señorita
-Se retira-
S: ¿Qué habrá pasado?
C: No creo que sea algo grave, ahora vuelvo –Le da un beso de pico-
-Toca la puerta-
C: Padre
A: Pasa hija
C: -Pasando- Deseabas verme
A: Hija, hay algo que quiero hablar contigo –Serio-
No no no, a Catherina no le gustó escuchar esas palabras, cuando su padre decía eso no era para nada bueno, solo quedó anonadada y sentía como le latía el corazón.
C: Dígame
A: Es sobre lo que vi hoy Catherina
¿Qué vio?, no puede ser… tal vez se dio cuenta como nos mirábamos Simone y yo
C: ¿Qué cosa, padre?
A: Veras, no sé qué está pasando pero antes de decirte lo que pienso tienes que aclararme dos cosas importantes –Se quedó pensando-
¿Qué creen que el Rey le pregunte a Catherina?
:P eso lo sabrán después... Sé que esta muy corto el relato para el próximo cap será más largo.