El amor no tiene género

Simone, una chica de 23 años, el cual comenzó a ser una prostituta... Lady Catherina Woodgate, una joven de 22 años hija de gran Duque Ayrton Woodgate.

Era una noche como cualquiera en las calles oscuras y frías de Londres, bueno, para todos era lo mismo, las personas de clase baja trabajaban largas horas solo para traer a casa pedazos de panes con pescado o quizás y con suerte, algo de frutas o vegetales, mientras estos pasaban sus días duros los de clase alta reían, y comían de todo lo que se pudiera, ¿Acaso les importaba ellos los plebeyos?, la respuesta es obvia.

En esta misma tiniebla, se encontraba Simone, una chica de 23 años, el cual comenzó a ser una prostituta (Como los nobles le decían para no llamarla “perra”, “zorra” “ramera” u otras palabras ofensivas porque se escuchaba poco ético), a una temprana edad. ¿Por qué?, su padre había muerto en una guerra la cual era innecesaria y su madre, enfermó dos años después de cáncer para este entonces Simone tenía 12, y en  su cumpleaños número 13 comenzó con su labor sólo para poder comprarles los medicamentos y cuidados especiales que requería su madre, pero a los 6 meses la Señora Gibbs falleció, dejando a la pobre niña sola, ella continuaba con su “trabajo” hasta los días de hoy.

Por otro lado en el castillo de la Reina, se encontraba Lady Catherina Woodgate , una joven de 22 años hija de gran Duque Ayrton Woodgate,  se imaginaba su vida siendo mejor plebeya, ¿Qué le hacía importante?, que si su padre moría él la dejaría como la Duquesa  ya que su madre la asesinaron y ella es la única heredera a pesar de ser mujer.

C: Padre, ¿Ya podemos irnos? –Tono aburrido-

A: No hija, aún no, mira que la Reina me dará unas tierras el cual me he ganado y tengo que firmar.

C: ¿Por qué tengo asistir a estás clases de reuniones?, son aburridas.

A: Catherina -Voz seria- ya hemos hablado de esto, recuerda que no estoy para hacer muchas cosas y si me pasa algo no sabrás hacer nada, es por ello que debes venir conmigo a cada una de las actividades, son importantes.

C: Si te pasara algo, Douglas (Consejo de Ayrton) se encargaría de todo

A: ¿Y si quisieras tomar una decisión sola?

C: Para eso está el…

A: Así no funcionan las cosas y tú lo sabes –Enojado-

C: ¿Sabes?, si mi madre estuviera viva no tuviera que acompañarte a estas tontas reuniones, y estaría muy feliz haciendo algo en el castillo y no aquí viendo como me comen con la mirada los cerdos –Señala- de por ahí que se dicen ser “Caballeros”.

A: -Sonríe- Esos cerdos que dices son hijos de gente muy importante, solo quieren cortejarte, ¿No quieres?

C: ¡Pues no! No me interesa ninguno, son –Piensa para ver que defecto les encuentran- son… feos y apestan a sudor –Cara de asco-

A: -ríe- Ay vamos hija, no es para tanto, se bañan y listo.

C: ¿Bañarse?, me gustaría alguien que siempre huela bien ¿No crees?

A: -Ríe- Entonces, debes conseguir a un príncipe….

C: Todos aquí son feos

-Interrumpe Douglas-

D: Señor, a llegado la joven que solicitó… de mensajera…

C: -Arqueando una ceja- ¿Qué joven, padre?

A: Haber… Hija, yo debo de contarte todo ¿Verdad?

C: –Asintió con la cabeza-

A: A quien solicité es a una dama de compañía

C: -Sorprendida- Padre, eres un cochino! Igual que todos

A: No, hija no es para tener relaciones con ella, es que… esa jovencita se acuesta con gente muy importante de la nobleza y me trae información a cambio de un buen dinero.

C: Y se puede saber ¿Quién es esa rambulera?

…: La “Ramera” de quien habla Lady, soy yo