El amor no tiene edad

Hola chicos, un nuevo relato, esperando que sea de su agrado. este capitulo no tiene contenido sexual, simplemente es una historia de amor

CAPITULO 1

Mi nombre es Adriana Montoya tengo 25 años y actualmente ejerzo la carrera Lic. En derecho, no es por presumir pero soy una de las mejores de la ciudad, me considero una chica independiente y estable económicamente. La gente de escasos recursos viene a mí en busca de soluciones, y los ayudo sin cobrarles un solo peso, con la condición de verlos sonreír.

Tocando la puerta

Adriana: adelante

André: Licenciada acaba de llegar una indigente buscándola

Adriana: hazla pasar (sin apartar mi vista de unos papeles)

André: pero licenciada, estamos saturados de trabajo, con casos que verdaderamente valen la pena y por los que se puede cobrar bastante dinero.

Adriana: (mirándolo) André esos casos no se van a descuidar, y haz pasar a la señora por favor. –MOLESTA-

André: como digas!

André es mi mejor amigo desde la facultad, siempre estábamos juntos, a pesar de que es un poco superficial, es muy buena persona, es por eso que entre los dos fundamos nuestro propio despacho.

(Entró la señora, calculo que tendría más o menos 75 años)

Señora: buenos días, ¿es usted Adriana Montoya?

Adriana: Así es señora, mucho gusto.. ¿Cuál es su nombre? (dándole la mano)

Señora: soy Beatriz, me dijeron que usted podría ayudarme, pero no tengo dinero para pagarle, si usted gusta puedo ayudarle en su casa soy muy buena limpiando y lavando.

Adriana: -interrumpiendo- Beatriz, tranquila… usted no se preocupe que no le voy a cobrar nada, bueno si… con una sonrisa queda saldada la cuenta.

La señora con sus ojitos cansados me miro, y sonrió de una manera muy dulce, pude notar que le faltaban algunos dientes, pero sin duda las sonrisas de esas personas necesitadas llenan mi vida de satisfacciones que el dinero simplemente no pagaba. Empezó a contarme su historia y juntas planeamos la estrategia para su demanda.

Era la hora de salir a comer, me dispuse a despedir a la señora, no sin antes darle un fuerte abrazo, de cual se percató André. La acompañe hasta la puerta y fui de nuevo a mi oficina para tomar mis cosas.

André: no sé cómo haces para abrazar a esa gente, desde el momento en el que entró percibí un olor muy desagradable. (Tapándose la nariz).

Adriana: te voy a pedir de favor que no te expreses así

André: está bien, pero no te enojes… por cierto es el cumpleaños de Mónica (nuestra mejor amiga) y quiere que vallamos a cenar esta noche, llevas mucho tiempo sola y ya es hora que consigas a alguien.

Adriana: claro que acompañare a mi amiga, pero no por las razones que piensas, en este momento no busco relaciones serias y lo sabes, así que no te entrometas.. Por si acaso tú y Mónica tienen un plan como el de la ocasión pasada, es mejor que desistan. –riendo-

André: jajaja como olvidarlo, pobre chica, seguro ya se encargó de distribuir a todo el mundo que eres una ninfómana.

Adriana: solo así pude quitármela de encima, sabes que no es cierto eso que soy ninfómana jajaja.

Salimos los dos a comer algo para regresar de nuevo al trabajo. La noche llegó y con ella crecían las ganas de salir a divertirme, defecto o virtud no sé, pero me encanta salir de fiesta. Me puse un vestido azul, olvide mencionar anteriormente que soy muy femenina y claro, Lesbiana de corazón!! Mi cabello estaba perfectamente liso, el maquillaje perfecto para la ocasión, zapatillas de tacón alto. Subí a mi coche y busque el restaurante que me habían dicho.

Al llegar me baje del coche y fui a la entrada del restaurante, era un sitio muy lujoso, me reuní con los chicos.

André: por fin llegas mujer, por cierto estas bellísima, que si no fueras lesbiana te cogía aquí mismo.

Adriana: si fuese hetero querido amigo tu no serías de mi gusto, lo siento jajaja

André: ay eres una pesada –riendo-

Mónica: amiga que bueno que llegaste –abrazándome-.

Llamó mi atención dos chicas que estaban sentadas en la mesa y nadie había tenido la educación de presentarme.

Adriana: como nadie nos ha presentado, pues lo hare por mi cuenta, mi nombre es Adriana chicas, mucho gusto. –Dándoles la mano-

Chica1: -sonriendo- hola Adriana, hemos escuchado muchas cosas de ti, mi nombre es Arlette y ella es mi hermana Kassandra.

Arlette era una chica bastante agradable, tenía nuestra misma edad y los chicos se desvivían por resaltar las cualidades que ella poseía. Pero la que más llamaba mi atención era su hermana, era una chica preciosa y un tanto misteriosa, hasta ese momento no había conocido su voz

Adriana: así que eres Ing. En gestión empresarial, muy buena carrera –tomando un sorbo de vino-

Arlette: si, me va muy bien, amo lo que hago. –Guiñándome el ojo-

Adriana: muy bien, y tu Kassandra ¿a qué te dedicas?

Arlette: -interrumpiendo- ella solo está estudiando, mejor cuéntame de tu vida, ¿tienes pareja?

Mónica: epa, amiga tranquila, no le gusta que la presionen, ve un poco más despacio con el interrogatorio.

Arlette: -apenada- cierto, disculpa..

Adriana: -mirada fulminante hacia Mónica- (seguro que está tratando de conseguirme ligue) no tengo pareja Arlette, la verdad es que no estoy buscando nada (así o más directa)

Arlette: hu lo siento mucho, no quiero incomodarte.

Adriana: jejeje no hagas tanto drama, no te preocupes, (silencio incomodo)

Arlette: voy al baño

Mónica: claro amiga –dirigiéndose a mí- no seas tan grosera.

Kassandra: -sonriendo-

Adriana: ¿se puede saber de qué te ríes? – dios se ve divina sonriendo-

Kassandra: nada, - de un momento a otro se desvaneció su sonrisa-

Mónica: vamos Kassy cuenta el chiste, para que así nos riamos todos

Kassandra: nada, es solo que nunca había visto a mi hermana tan apenada.

¿Cómo describir su voz? No exagero al decir que era parecida a la voz de un ángel, era tan suave y a la vez tan firme, solamente me quede embobada viendo cada una de sus articulaciones.

Mónica: ¿amiga? –pasando su mano por enfrente de mi rostro-

Adriana: ¿dime? –asustada-

Mónica: ¿te sientes bien?

Adriana: si perfectamente

Mónica: ¿puedes llevar a Arlette y a Kassy a su casa? Me tengo que ir, yo llevare a André (ella es médica)

Adriana: claro Moni, no te preocupes

Mónica: amiga –refiriéndose a Arlette- ¿puedes venir un segundo?

Se marcharon todos dejándonos  a Kassandra y a mí a solas en la mesa.

Adriana: -por fin a solas con ella- ¿Qué edad tienes Kassandra?

Kassandra: ¿Cuántos me calculas tú? –sonriendo-

Adriana: pues te miras de más o menos –tocándome la barbilla- 22 años

Kassandra: jajaja ¿de verdad? –riendo-

Adriana: si, ¿estoy en lo correcto o no?

Nuevamente se ve interrumpida por su hermana, quien estaba empezando a fastidiarme.

Arlette: bien Adriana, si quieres podemos ir a casa a dejar a mi hermana, e ir a beber algo ¿te parece?

Adriana: ¿y porque no la llevamos?

Arlette: porque es menor de edad, y al sitio que deseo llevarte es para grandes –riendo-

Adriana: ¿Cómo que menor de edad? –sorprendida-

Arlette: si, tiene 16 años

Adriana: -sorprendida- wow, aparentas más edad –un poco desilusionada-

Kassandra solo se limitó a sonreír y bajar la cabeza

Arlette: jejeje todos dicen eso, entonces ¿aceptas mi invitación?

Adriana: -pensando- no sé, tengo trabajo pendiente

Arlette: -tomando mi brazo- vamos te ayudara a relajarte –hablando cerca de mi oído-

Adriana: -apartándome- bien solo será un rato

Salimos de ese lugar, y Arlette no perdía oportunidad de tomarme del brazo, o simplemente estar muy cerca de mí, de camino a su casa iba hablando muchas cosas, las cuales no estaba escuchando, solo asentía cuando era necesario. Estaba desconcertada de que justamente Kassandra fuese menor de edad.

Al llegar a su casa, ambas se bajaron de coche y me invitaron a pasar a su casa, su sala de estar era enorme, y Arlette me dijo que esperase un poco, que iba a cambiarse de ropa, en la espera Kassandra me hizo compañía, platicamos de cosas triviales, he de admitir que me encantaba escucharla hablar, su vocabulario era muy extenso para la corta edad que tenía, sin duda era mucho más madura para su edad.

Arlette bajo las escaleras, y traía un vestido sumamente provocativo y corto, maquillaje un poco exagerado a mi gusto

Arlette: listo, Adri ¿vamos?

Adriana: ¿qué les parece si mejor vamos al cine? Para que así pueda ir también Kassandra –sonriendo-

Kassandra: sii –feliz-

Arlette: no me parece, ya habíamos quedado en salir, y yo me vestí para la ocasión, Kassandra ve a tu cuarto y recuerda no abrir la puerta a extraños, chau

Salió de su casa rápidamente, yo solamente me limite a seguirla y tratar de convencerla, la verdad es que quería seguir compartiendo con Kassandra, me había parecido muy agradable y una chica muy tierna. Al fin no logré nada y nos marchamos a un bar.

Pasamos la noche bebiendo un poco, ella no perdía oportunidad de coquetearme, gracias a Dios la noche paso algo rápido, la lleve a su casa esperando ver a Kassandra, pero no fue así, al despedirse me dio un beso en los labios, el cual no correspondí, y me marche a casa.

Pase la noche entera descifrando lo que había pasado con Kassandra, era una niña tan especial.. Sentía la necesidad de verla pero aunque lo intentara es menor de edad, y ante la sociedad es muy mal visto, además no creo que sea lesbiana.

Por fin logré dormir, con la esperanza de algún día volverla a ver, al día siguiente despierto muy temprano para ir a hacer un poco de ejercicio al parque y recibo una llamada de mi amiga.

Mónica: ea pillina ya me dijeron que fuiste al bar con Arlette, ¿Qué tal? Es buen prospecto ¿no?

Adriana : jajajaja que rápido te llegan los chismes, y si salimos pero, no es mi tipo..

Mónica: sabes, estoy dudando de tu lesbianismo, ninguna chica logra convencerte –tono triste-

Adriana: hey hey que no se ponga en duda mi sexualidad, me encantan las mujeres solo que no había llegado la chica correcta.

Mónica: espera, no ¿HABIA LLEGADO? ¿O sea que ya llegó? – gritando-

Adriana: jajajajaja eeeee no, -nerviosa- quiero decir que no ha llegado la chica correcta jajajaja

Mónica: cuéntame amiga

Adriana: prefiero contártelo en persona, ¿puedes esta tarde?

Mónica: claro linda, te hago espacio, solo que tienes que venir al consultorio, te tengo que dejar amiga, llego un paciente. Te veo en la tarde chau.

Adriana: vale amiga, chau

La tarde paso muy rápido entre miles de pendientes y por fin se llegó la hora de ir al consultorio de Mónica, en cuando entré me recibió con un beso muy sonoro y un fuerte abrazo.

Mónica: el tiempo es oro amiga, así que empieza…

Adriana: no sé cómo decírtelo, -apenada- me llamó mucho la atención una de las chicas que te acompaño a la cena.

Mónica: ¿Quién? ¿Arlette? ¿Sandra? ¿Andrea?

Adriana: Ninguna de ellas -tapándome la cara- (era evidente que solo quedaba Kassandra)

Mónica: bueno, entonces solo queda.. –Silencio- no!! Adriana que piensas, es una niña!! –sorprendida-

Adriana: lo seeee, es lo que me aterra –llevando mis manos a la cabeza- en mi defensa la chica no aparenta esa edad

Mónica: estas completamente loquita jejeje –riendo- estas en un gran lío amiga porque Arlette está completamente enamorada de ti, en toda la noche no paro de enviarme textos diciéndome que había sido su mejor noche, la verdad es que pensé que ustedes ya … tu sabes, habían tenido sexo. –Bajando la voz-

Adriana: jajaja para nada, si lo único que hice en toda la noche es pensar en Kassandra, en volver a verla, platicar con ella, etc

Mónica: no amiga, jeje creo que tu estas a un paso de enamorarte.

Adriana: no tampoco, o sea es una niña muy linda pero hay un paso gigante a decir que estoy enamorada. Solo espero que esto que me confunde se pase rápido.

Tardamos un par de horas hablando y mi querida amiga no hacía más que recordarme a Kassandra. En eso veo mi celular, y es una llamada entrante.

Número desconocido

Adriana: hola?

Voz: hola linda, ¿cómo estás? Soy Arlette, quería saber si estabas desocupada esta noche, y si es así invitarte a cenar a mi casa.

Adriana: esteem –quizá estará Kassy- si está bien

Arlette: perfecto, -contenta- entonces te espero aquí a las 8, ¿recuerdas cómo llegar?

Adriana: -Cómo olvidarlo- hee si lo recuerdo, nos vemos entonces, chau

Cuando colgué la llamada una gran carcajada me esperaba por parte de Mónica, dio un par de palmadas y se echó a reír exageradamente.

Mónica: bueno pillina, ¿piensas hacer un trio o qué?

Adriana: diablos!! No sé ni por qué le he dicho que sí, pero lo hice sin pensar, lo único que se me vino a la mente es poder ver a la niña –poniendo cara triste-

Mónica: solo te voy a decir una cosa, sea cual sea tu decisión espero que no salga dañada ninguna de las tres, a todas las adoro y no me gustaría verlas sufrir, así que te me aclaras y ves si te alejas o te decides por una. –seria-

Adriana: lo se amiga, gracias por escucharme, me tengo que ir –riendo- tengo una cita jajaja

Mónica: vale “linda” –en tono de burla- hablamos mañana para que me cuentes.

Posteriormente me fui a casa, quería organizar ciertas cosas antes de irme, darme una ducha fría y aclarar mis sentimientos, pensé que era una idea descabellada invitar al cine o a comer a Kassandra, pues era una niña para mi edad.

Al salir del baño y me puse una falta moderadamente corta, planche mi cabello, tomé un poco de perfume y maquillaje y ya estaba lista para salir, tenía aún tiempo para llegar, así que fui a una pastelería a comprar postre.

Al llegar a la casa, toque el timbre un par de veces y abrió la puerta la niña más bella del mundo.

Adriana: hola Kassandra –sonriendo-

Kassandra: hola Adriana, ¿Qué haces aquí? –confundida-

Adriana: tu hermana me invito a cenar jeje

Kassandra: ya veo –seria- es por eso que me pidió que me fuera a dormir con alguna amiga –hablando en voz baja, pero alcance a escucharla-

Adriana: no tienes por qué irte, puedes cenar con nosotras –que diga que si- además traje postre, espero que te guste el pay de queso. –Mostrándole la bolsa-

Kassandra: jajaja si me gusta, pero a mi hermana no le va gustar mi presencia, es mejor que me valla, pasa te quedas en tu casa, ella aún está arreglándose

Adriana: vamos, quédate –carita de súplica- yo me encargo de que tu hermana quiera, ¿va?

Kassandra: no conoces a mi hermana aún jajaja, seguro ella tiene otros planes contigo.

Adriana: jajaja no me hagas insistirte..

Kassandra: ya veremos que dice jejeje, pasa siéntate

Entramos a la casa y tomamos aciento, me ofreció algo para beber pero le dije que estaba bien, platicamos un par de cosas, me contó que estaba estudiando el primer año de bachillerato en un colegio que estaba muy cerca de mi despacho, entre otras cosas.

Arlette: estoy lista (como era de esperarse, estaba vestida muy provocativa)

Me saludo con un beso muy cerca de los labios y le dijo a su hermana:

Arlette: gracias por acompañarla, pero ya te puedes ir Kassy –sonriendo-

Adriana: la invite a cenar con nosotras, espero que no te moleste

Arlette: no, seguro ella tiene cosas que hacer, ¿no es así hermana?

Kassandra: no jejeje –mirándome- estoy libre y acepte la invitación de Adriana

Adriana: listo, entonces ¿te ayudo a preparar la comida?

Arlette: la comida ya está lista –molesta-

Adriana: bueno entonces te ayudo a preparar la mesa –levantándome-

Arlette: muy bien entonces vamos a la cocina –tratando de componer su cara-

La cena fue un poco incomoda, ya que Arlette no paraba de hacerle caras ofensivas a Kassandra, esta al parecer lo tomaba con humor porque constantemente mostraba una sonrisa. Después de la cena, los padres de ambas llamaron por teléfono, y Arlette fue a contestar. Al parecer pasaban mucho tiempo fuera de la ciudad por lo que estaban solas la mayoría de tiempo, solamente al cuidado de una nana.

Pasaban los minutos y no me atrevía si quiera a pedirle su número de teléfono a Kassy, moría de la vergüenza de tan solo pensar que me hiciera un desplante.

Adriana : oye, me podrías dar tu número de celular, y así podemos estar en contacto.. Por si algún día quieres, -nerviosa- es decir quieren ir a comer algo, o simplemente salir no se (para entonces ya estaba hablando muy rápido)

Kassandra: jajaja si está bien.

Anoto su número en mi celular, junto con sus redes sociales y su correo electrónico, ya era un poco tarde asi que le dije que era hora de irme, me levante de la mesa y solamente estaba esperando a que Arlette se desocupara.

Aproveche el momento a solas para despedirme de ella, sin quererlo, rose una de sus manos con la mía, y la sensación me produjo una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, me acerque a ella dándole un beso en la mejilla, el cual ella correspondió muy dulcemente, nos miramos por un par de segundos y en eso llegó su hermana.

Arlette: bien chicas, estoy libre por fin, Kassandra mamá y papá quieren hablar contigo.

Ella se alejó con una gran sonrisa en su rostro y con la mano haciéndome un ademan. En eso, Arlette me saca de mis pensamientos.

Arlette: estamos solas por fin jeje

Adriana: así parece –volteando a todos lados-

Arlette: quieres subir a mi habitación.. A ver una película?

Adriana: no –mirando el reloj- de hecho estaba esperándote solo para despedirme, mañana tengo mucho trabajo que hacer

Arlette: no me digas eso –carita triste- vamos quédate un rato más.. Casi no pudimos convivir tú y yo

Adriana: de verdad tengo que madrugar mañana, me encantaría, pero podemos dejarlo para otro día, es más, las invito a ti y a Kassandra al cine el fin de semana

Arlette: mejor vamos tú y yo solas –rodeando mi cuello con sus brazos-

Adriana: bueno eso ya lo veríamos en el transcurso de la semana. –tratando de zafarme, en vano-

En eso escuchamos pasos, volteo a las escaleras y es Kassandra que al momento de vernos en esas circunstancias se alejó, por una parte me preocupo el hecho de que nos viera, quizá pensaría cosas que no son, pero por otra parte pensé que eso tal vez no le importaría, al fin de cuentas era yo la que estaba interesada en ella únicamente.

A como pude, logré salir de esa casa, me fui a casa y me puse a revisar algunos casos pendientes entre ellos el de Beatriz, la anciana que había ido al despacho.

Era aproximadamente la una de la madrugada y decidí agregar entre mis contactos a Kassandra, rápidamente la busque en whatsapp y efectivamente ahí estaba, en estado online. No dude en hablarle: