El amor es para tontas Vlll

- ¿Y Miranda?.- Pregunte preocupada. - Con su madre. - ¿Qué?.- Dije alterada. - Tengo que explicarles algo.

Hola :3 perdón por la demora :c ha estado lloviendo y me pongo nostálgica Jajaja y no me concentro pero aquí la continuación.

Un comentario. Leí los coma historia Y dejar nuevos enigmas. Gracias por las lecturas, en serio. Un saludo.

También he pensado en agregarle escenas de sexo pero creo que seria una buena idea mas adelante 7u7 así que ya viene lo bueno XD

KIM

  • ¿Le dijiste que tuve un accidente, cierto?.- Le pregunte a Óscar muy seriamente mientras él reía.

  • Era la única forma de que regresara.- Dijo gracioso.

  • ¿De qué hablan?.- Pregunto Regina muy desconcertada.- ¿Qué es lo que están tramando?

  • Verás, Regina. Estás aquí porque Kim quiere decirte algo.- Dijo muy serio. Regina se sonrojo y yo me puse a temblar.- Las dejaré solas un momento. Tengo que arreglar unos papeles. Kim, te dejo a cargo de la explicación.

Él se levanto de su silla y le tendió la mano a Regina

  • Un gusto volver a verte, Regina

  • Pienso lo mismo, Óscar.

  • Sé que sabrás manejarlo y por favor, no recurras a la intensidad, esto es serio. Kimberly.- Susurró en mi oído y se retiro.

Pasaron segundos eternos... Regina. Ella, ahí sentada después de muchos años, hermosa como siempre. Y yo, torpe y cretina, con un torrente de emociones a lo largo de todos mis nervios. El silencio se apoderó de nosotras un momento. Pero no era un silencio incómodo, era como el disfraz perfecto para asimilar que estábamos en un mismo sitio solas... De nuevo.

Recupere la postura y trate de ocultar mis sentimientos en desorden... Camine hacia la silla y me coloque enfrente de ella. Pero debido al constante trolleo de mi cuerpo, al querer sentarme me resbale un poco y casi caigo al piso de nalgas. Me sonroje y ella se sobresaltó

  • Kimberly... ¿Estás bien?.- Dijo intentando ayudarme.

  • Si, gracias Regina. Un gusto verte de nuevo. Como ya notaste, no estoy en un hospital. Le pedí a Óscar que te trajera a México porque hay algo muy importante que tengo que decirte.- Le dije seriamente. Ella estaba nerviosa

  • ¿Qué sucede, Kim?

  • No se como decírtelo.

  • ¿Sabes? Antes de que me lo digas quiero decirte algo... En serio creí que habías tenido un accidente. Y estuve muy preocupada.

  • ¿Por qué? ¿Crees que soy muy torpe?.- Le dije riendo

  • Considerando que pudiste haberte lesionado el trasero hace un segundo.- Dijo riendo mas tiernamente.

  • Yo no tengo la culpa de que la vida me odie.

  • Siempre has sido así de exagerada.- Comenzamos a reír. En ese instante supe que la química que habíamos tenido jamás se había ido. Ahí estaba.

  • Bueno, Kim. Dime ¿Por qué estoy aquí ?

  • Regina... La verdad tenemos una situación que necesita intervención legal. Por favor, cuando te lo diga no quiero que te desmayes.

  • ¿Intervencion legal?.- Dijo preocupada.- ¿Qué sucedió?

  • Bueno, no sé como decirtelo.

  • Por favor, solo dilo, mi marido me esta esperando abajo.

Cuando menciono a su marido me sentí pésimo. Lo había olvidado, ella estaba casada. Y yo estaba... Pues bien. Me dolió un poco lo que dijo y sinceramente pensé en desquitarme.

  • Lesione a tu padre.- Solté de golpe.

Ella se impresionó como con intención de golpearme

  • ¿Qué?.- Dijo alterada. Por dentro me estaba divirtiendo pero recordé que Óscar me dijo que tenia que actuar seriamente y comprendi que ella ya tenia su vida y yo no podía ir por ahí haciendo bromas ridículas solo porque me puse celosa.

  • Es broma, Regina. Tranquila.- Le dije intentando tranquilizrla pero ella se enfadó.

  • Eres una estúpida. - Tomó su bolso y se dirigió a la puerta

  • Espera, Regina. - Grite tras de ella.

  • No quiero saber nada más, Kimberly. Me hiciste venir por nada.

  • Escuchame, Regina.- Le dije de frente tomándola por los hombros. Nos miramos intensamente y se me atoraron las palabras. Sus ojos tenían el poder de apendejarme todavía. Estaba dispuesta a irse y significaría que mi plan seria un desastre. Así que le dije de golpe. - CREO SABER DONDE ESTA TU HIJA.

En cuanto termine, sus ojos se llenaron de lágrimas.

  • Es otra estúpida broma, cierto? Lo conseguiste, Kimberly. Ya te vengaste de mi.

  • Regina... Te juro que hablo en serio.- Ella me abrazó y trate de calmarla. Después la senté en la silla del escritorio y le explique a qué me refería...

MIRANDA

Estoy decepcionada de mi por creer que era capaz de estar bien. Ella no quiere escucharme. No dejó de culparme por haberme acercado a esa chica. La vi triste... Solo quería ayudarla. Me siento mal. Todas mis ilusiones se fueron. Y me siento patética por sumergirme demasiado en un persona. Soy una tonta. Solo quería sentirme querida. No humillada ni quedar como una mala persona que no siente nada. Estoy... Mal. Sólo había pasado una semana... Es lo mas patético que he escuchado.

Me desperté sin ganas. Pude haberme quedado en cama y esperar que Dalia subiera pero era suficiente molestia. Así que me arregle normalmente y baje. Pase por su habitación pero ella no estaba ahí dormida con las manos bajo la almohada.

Dalia estaba desayunando a solas y me acerque.

  • Bueno días, bombón. ¿Gustas algo?.- Dijo alegre

  • No, Dalí. No tengo hambre.- Dije desanimada.

  • ¿Qué sucede?

  • No sé si deba contarte

  • Vamos, Miri. Eres de la familia, puedes confiar en mi.- Me abrazó y me dio un beso en la frente.- ¿Qué sucede?

  • Bueno, es que yo...- Esta a punto de decirle cuando Josa y Fernando entraron con bolsas del supermercado y las colocaron en la meda

  • Buenos días, Miri. ¿Ya estás mejor?.- Pregunto Fer

  • Ah, ¿Estás así por ella, bombón?.- Me dijo Dalia tiernamente

  • ¿Qué? ¿Como sabes?

  • Es mi mamá, tiene que saber todo.- Dijo Josa riendo.

  • Entonces... ¿Sabe todo?

  • Y aunque no me lo dijeran lo sabría. La semana que Adi estuvo enferma me di cuenta jajajaja las vi besándose en la azotea. No me dejaron colgar la ropa.- Dijo riendo. Todos reimos y yo me sentí muy bien.

  • Lo siento mucho.- Dije apenada.

  • Aquí no discriminamos ningún tipo de amor, Miri.- Dijo Fer

  • Y nos hemos dado cuenta que Adi y tu se quieren mucho. Desde aquel día cuando empezaron a hablarse en el centro comercial.- Dijo Josa.

  • Pero ahora ella... No quiere escucharme.- Dije triste

  • Esa niña es así de intensa, igual que su madre, verás que se le va a pasar y habrá tiempo para aclarar todo.- Dijo Dalia

  • ¿Creen?.

  • Si, Adi es muy exagerada.- Dijo Fer.

  • Todo estará bien.- Dijo Dalia y me abrazó.

Por la tarde estuvimos limpiando la casa, Fernando salió y nosotras estuvimos arreglando la sala cuando tocaron la puerta, Josa fue a abrir.

  • ¿Qué haces aquí?.- Grito Josa desde la entrada.

  • ¿Quien es, amor?- Pregunto Dalia y nos acercamos a ver.

  • Perdón la molestia... ¿Está Adi?.- Dijo Frida con la mirada abajo.

  • No tienes nada que hacer aquí.- Le dijo Josa groseramente.

  • Amor, no seas grosera.- Dijo Dalia y se acerco a Frida.- ¿Para qué la buscas?

  • Quiero aclararle todo. Y pedirles disculpas. ¿Puedo hablar con Miranda también?

  • Miri... Ven.- Me indico Dalia. Me acerque apenada, podría estar enojada pero ella se veía arrepentida. - ¿Te gustaría escuchar a Frida?

  • Si...- Lo pensé pero acepte.

  • Pasa, Frida.

  • Muchas gracias, en verdad, pero preferiría hablar con ella afuera.

  • ¿Miranda?.- Dalia me pidió aprobación.

  • Esta bien.- Dije y salí. Josa se quedo seria pero Dalia la tranquilizo.

  • Me gustaría invitarte un helado, Miri. A manera de disculpa.- Dijo y yo acepte. Caminamos hacia el parque. Íbamos en silencio y compro dos helados. Finalmente, nos sentamos en una banca.

  • Miranda, la verdad, perdoname por lo que pasó ayer. Estaba ebria. No fue mi intención hacer este desastre. Sé que Adilene te hizo sufrir y la verdad me siento culpable. Ayer mi hermana le dijo a mis papás lo que pasó y ahora creen que estoy enferma o que necesito mudarme. Sé que esto no importa mucho pero antes de irme quería aclarar que no lo hice con intención de meterte en aprietos y aunque yo siento algo por Adi estoy dispuesta a alejarme porque sé que ella te quiere a ti.- Me lo dijo como si estuviera rompiéndose un poco. Tome su mano.

  • Frida, estás disculpada. Aunque la verdad me hiciste pasar un mal rato. Lamento muchísimo lo de tus papás pero espero que su decisión te sirva para crecer. Muchas gracias por tu valentía. Tu tienes mas tiempo de conocer a Adi y entiendo como te sientes pero sé que alguien mas moriría por ti.

  • Perdón, Miranda.- Dijo agachando la cabeza

  • No te disculpes, ya pasó. Yo arreglar e todo con Adi y muchas gracias por esto, Frida.- Le dije y nos paramos.- Te deseo lo mejor.- Le dije y la abrazé. Ella había tenido malos ratos también y no soyde las personas egoistas. Al separarnos nos sonreímos.

  • Te acompañó a casa - Dijo pero cuando volteamos rumbo a la entrada Adilene estaba besando a Karime.

Mis ojos se inundaron. Mi único impulso fue correr hacia la casa. Frida fue detrás de mi

ADILENE

Estaba a punto de oscurecer cuando mamá pasó por mi. Me dejo a dos calles de la casa, detrás del parque, argumentando que tenia que ir a un asunto urgente con Óscar. Camine un poco. No me sentía bien emocionalmente para enfrentar a Miranda. En la acera contraria vi que Karime iba con su mascota. La alcanze.

  • Kari... Hola.- Le dije.

  • Adi...- me abrazo.- ¿Qué pasó con lo de ayer? ¿Donde fuiste?

  • Una larga historia, Kari. Aun me siento mal.

  • Cuentame.

Le conté que me había sentido traicionada mientras cruzábamos el parque para llegar a mi casa. Ella me escuchaba atenta.

  • ¿Crees que haya sido con intención todo?.- Pregunto.

  • No sé, Kari. Tengo que aclarar todo con ambas.

  • Pues yo creo que seria buen momento para aclararlo, mira quienes están ahí.- Voltee a ver donde me señaló Karime y ahí estaba Miranda y Frida sentadas en una banca y Miranda la tomaba de la mano. Mi ira estalló. Me puse roja del coraje que cuando menos pensé tome a Karime de la cara y la besé. Quería que nos viera. Que también sintiera el ardor aquí en el pecho cuando alguien te traiciona. Creo que resultó pues solo vi como salia corriendo.

  • ¿Estás loca?.- Me empujó Karime

  • ¿Qué sucede?

  • Acabas de hacer una completa tontería. ¿No te das cuenta?

  • Ellas estaban aquí tomadas de la mano, y luego se abrazaron. Dime ¿quien fue la traidora primero?

  • Adilene estás idiota.- Karime se fue. Me sentí mal. Quizá si había metido la pata. Pero los celos me ganaban. Me mori cuando las vi. No quería a nadie cerca de Miranda. Me senti la más patética.

Llegue a casa y Dalia me condujo a la sala.

  • ¿Qué demonios le dijiste, Adilene?

  • Nada, Dali. En serio.

  • Entró llorando como si le hubieran echado gas lacrimógeno.

  • Dile la verdad, Adilene. Que te vio besandote con Karime.- Dijo Frida desde atrás.

  • Tú callate que esto ha sido tu culpa.- Grite y me abalanze contra ella pero Josa me agarró.- Sueltame, voy a golpear a esta hija de puta.

  • Eres una tonta, Adilene. Ella y yo solo estábamos hablando. Solo le estaba pidiendo disculpas.

  • No te creo, traidora.

  • Yo estaba ebria. Tu me gustas, Adilene. Ayer se lo dije y por eso la bese para vengarme de ti. Porque nunca me ibas a querer. Pero estaba ebria. Y sé que tu la quieres. Por eso vine a aclarar todo. Decirte que me iba a alejar. Pero tenías que salir con tus celos enfermizos y ahora ella tiene el corazón roto. ¿Ves? Eres una tonta.

Sus palabras me dolieron mucho. Tal vez si estaba siendo una patética. Y aparte había aclarado gran parte de mis dudas. Me tranquilize y solo me puse a llorar. Abrazé a Josa.

  • Adi... Nunca quise provocar esto. Perdón.- Dijo Frida y se fue.

  • Hasta luego, Frida.- Dijo mamá justo en la entrada y llego a la sala.

  • ¿Qué te pasa, hija?.- Me abrazó

  • Soy una tonta, mamá.

KIM

Regina escuchaba atenta mi hipótesis. Su bebé había nacido el mismo año que mi hija. Estaba llorando como nunca pero seguía atenta. Le explique como conocí a Miranda y como deduje que era su hija. Eso no era suficiente, la corte exigía una prueba de maternidad. Bajamos a la recepción y ahí estaba su marido... Y un chico como de la edad de Fernando. Me sentí mal por conocer a su familia pero mi idea de "Madura, por dios" me estaba ayudando.

Me presentó a su marido. Ruben. Y a su hijo, Andrés.

  • Mucho gusto, Kimberly. Soy Ruben Villanueva. Un placer, aunque... ¿No estabas lesionada?.- Dijo confundido.

  • Mucho gusto, Ruben.

  • Es una larga historia.- Interrumpió Regina.

Óscar y Regina se encargaron de explicarle a Ruben la situación y él también lloró. Óscar dijo que teníamos cita con el juez que llevaría el caso así que todos nos dirigimos para allá. Solo Regina y Ruben tendrían que aprobar la apertura del caso y acceder a hacer los estudios de sangre para que cuando estos estuvieran se dictaminara que pasaría con Miranda en caso de ser o no hija de ellos. Teníamos cita la próxima semana, así que todavía tendría a Regina una semana pero su marido era el problema así que me di por vencida.

  • Kimberly, muchas gracias por esto. Por darme esta oportunidad...- Dijo Ruben abrazandome al salir de la oficina del juez.- Me encantaría quedarme pero tengo mucho trabajo en Madrid, Regina estará por aquí pendiente. Te ruego me mantengas informado. Mi vuelo sale en dos horas. En serio no sé como agradecerte.- Me dijo a punto de llorar.

  • No te preocupes, Ruben. Dejamelo a mi. Pero, necesito que antes de que te vayas hagamos los análisis.- Le recordé

  • Cierto, ¿Donde está ella?

  • En mi casa. Óscar los llevara directo a la clínica. Yo iré a buscar a la chica. Los veré en media hora

  • De acuerdo. Gracias, Kimberly.

Me fui directo a la casa pero antes tenia que ir a buscar a Adilene. La deje en el parque para ahorrar tiempo y no explicar a donde me llevaba a Miranda. Llegue a casa antes que ella pero Dalia me dijo que Miranda había salido. Fui a buscarla rápidamente. Se me hacia demasiado tarde. Le pregunte a la señora de la tienda y me dijo que acababa de pasar corriendo. Regrese a casa. Me encontré a Frida en la entrada. Iba destrozada pero no pregunte solo se despidio de mí. Llegue a la sala y Adilene estaba llorando en los brazos de Josa.

  • ¿Que te pasa, hija?.- La abrazé.

  • Soy una tonta, mamá.

Dalia me hizo un gesto de corazón roto. Ah, Miranda.

  • Tranquila, mi amor. Todo estará bien. Necesito que te Calmes y cuando regrese hablaremos. Ahorita perdoname muchísimo pero tengo un aprieto.

  • Si mamá. Te espero.

  • Gracias.- Le di un beso en la frente.- ¿Donde esta Miranda?

  • En la habitación.- Dijo Dalia y subí corriendo. Toque como loca y nadie me abría.

  • Miranda! Abreme soy Kim. Te necesitó con urgencia.- Seguí tocando pero no respondía entonces rompí la puerta. ¿Cómo? Solamente la patee y luego corrí y ¡Zaz! Miranda estaba en el baño. Cuando escucharon el golpe todos subieron a ver que pasaba y Miranda salio sorprendida del baño

  • ¿Qué sucedió?.- Preguntaron todos.

  • Nada.- Tome a Miranda.- No hay tiempo, vámonos.- Bajamos corriendo. Todos me miraron extraños pero no importaba. Llevaba media hora tarde.

  • ¿Qué pasa, Kim?

  • Iremos a la clínica.

Conduje lo mas rápido que pude. Casi atropello un puesto de frutas en la esquina. Épico.

Regina y Ruben ya se habían hecho los estudios. Ruben ya había partido con Andrés al aeropuerto y Regina estaba con Óscar en la cafetería. Lleve a Miranda a la sala de consulta. Tras 20 minutos le había sacado la sangre suficiente.

  • ¿Para qué es esto, Kim?.- Me pregunto al salir

  • ¿Recuerdas cuando te dije que todo iba a cambiar?

  • Ajá.

  • Pues...- Iba a decirle pero Regina y Óscar se atravesaron.

  • Por dios, es hermosa!.- Dijo Regina llorando y la abrazó.

Miranda se quedo estupefacta pero le correspondió al abrazo.

Óscar y yo moriamos de ternura.

  • Ella aun no sabe nada, Regina.- Le dije.

  • ¿Que es lo que no sé, Kim?.- Preguntó Miranda.

Todos nos miramos.

  • Ustedes encargense. Hoy es domingo de pozole para Dalia y yo.- Dijo Óscar y se fue.

  • ¿Vamos a un café?.- Pregunte.

  • Ya es muy noche, Kim.

  • Diganme... Qué sucede?.- Dijo Miranda confundida.

  • Creo que deberíamos decírtelo mañana, Miri. Vamos a casa.

  • ¿Miri?

  • Se llama Miranda

  • Su verdadero nombre es Kimberly Jaqueline.- Me dijo al oído.

  • ¿Qué? ¿Le pusiste mi nombre?.- Grite alterada.

  • Dime que tu hija no se llama como yo.

  • ¡Mierda!

  • ¿De qué hablan?.- Grito Miri desconcertada.

  • Miri, mañana te lo diremos. Ahora hay que descansar.

  • Dicelo ya.

  • No, Regina. Te llevare a tu hotel.

  • No me iré hasta que se lo digas.- Me dijo y cruzo los brazos. Me encantaba ese gesto, cuando eramos novias siempre lo utilizaba para manipularme y que la besara. Lo iba a hacer pero... Ya no eramos novias. Solo la abrazé por la cadera, sentí lo mismo que sentía cuando la abrazaba así, y le susurré.

  • Por favor, mañana. Tenemos otros problemas en casa.

Ella trato de comprender. Me dijo que mañana nos veríamos a las 2 en un starbucks. Se despidió tiernamente de Miranda y se fue.

Miranda seguia confundida.

  • Vamos, Kim. Dime. No puedo soportar la duda. ¿Quien era esa mujer?

  • Era una vieja amiga, Miri.

  • ¿Y por que me trato así?

  • Mañana te lo explicaremos. Ahora tu tienes que explicar me por que Adilene estaba llorando.

MIRANDA

La curiosidad me mataba. Quería saber quien era esa mujer.

Kim me pregunto qué había sucedido. Confiaba en ella ahora. Tenia que contarle cuan estúpida me sentía. Así haya sido su hija, tenia que decirle lo triste que estaba. Adilene había hecho una partitura en mi corazón muy grande. Relate todo. Desde el beso de Frida, su disculpa y el beso de Adi y Karime.

  • ¿Tu la quieres?.- Pregunto de golpe.

  • Si...- Dije después de muchos segundos.

  • Aclara todo con ella.

  • No me deja. Solo me lástima. Sus actitudes me lastiman. Me confunde. Me estresa. Me rompe.

  • Miri, ella es mi hija. Sé como es. Es mi culpa, de joven yo era así. Por eso te digo que aclares todo. Puede que te vayas de mi casa pronto...- Pause

-¿Me iré?

  • Miri, mañana aclararemos todo.

Llegamos a casa, era tardisimo. Todos dormían. Miranda también se metió a dormir. Yo no podía dejar de pensar en Regina.

¿Por qué carajos nuestras hijas tenían el mismo nombre? Sé que Miranda es su hija. Y sé que ella se ira de mi vida, otra vez, en una semana y la chica que le gustaba a mi hija también se iría. Esas mujeres nada mas vinieron a hacer desorden con nosotras.

Por la mañana fui a dar clases a la facultad. Regrese a las 11 por Miranda para llevarla con Regina después. Aun no había aclarado nada con Adi.

Me acompañó en mis clases hasta que dieron las 2 y la lleve con Regina. Ahí estaba ella, más radiante, más esperanzada.

  • Las estaba esperando.- Dijo contenta.

ADILENE

No pude dormir. Toda la noche estuve dándole vueltas al asunto. Escuche cuando mamá llegó pero no tuve ganas para ir con Miranda y hablar de frente. Me quede dormida.

Cuando desperté no tuve ganas de ir a la escuela. Aprovecharía para hablar con Miranda. Fui a su habitación pero ella ya no estaba.

  • Salio con tu madre.- Dijo Dalia.

  • Tengo que aclarar todo, verdad?

  • Ella puede irse en cualquier momento. Es tu decisión.

Me quede pensando. Todo el día estuve pensando. Hable con Josa. Me hizo entrar en razón. Me dijo que Miranda me quería, que Frida tuvo la culpa, que Frida se mudaria., que era una tonta. Si, ya se que soy una tonta. En la noche estaba dispuesta a hablar de frente pero mamá llegó sola.

  • ¿Y Miranda?.- Pregunte preocupada.

  • Con su madre.

  • ¿Qué?.- Dije alterada.

  • Tengo que explicarles algo.

Mamá nos dijo que cuando ella era joven tuvo un amor. Pero que se casó... Nos dijo que era una mujer.