El amor es para tontas (Final corregido)

Hola, en el mes de agosto subí el ultimo relato que se llamaba "final" revise y vvi que decepccione a muchas personas ya que no era lo que se esperaba. Decidi corregirlo y formular una compensacion por este mal entendido. Explico mas detalles. Gracias.

Holaaaaa, como va todo?

Bien, he decidido subir de nuevo el supuesto final de mi relato ya que los comentarios planteados me hicieron reflexionar :c y si, mi final fue muy forzado, incluso decepcionante pero es que estaba a punto de ingresar a la universidad y no queria que el tiempo me impidiera continuar. Tuve muchas faltas de ortografia y aalabras que no se entendia,me senti presionada un poco, pero ahora que estoy a punto de finalizar la universidad, decidi subir el final corregido y además añadir EL VERDADERO FINAL. Es una sorpresa preparada para los lectores que me apoyaron, en verdad, espero estar de nuevo por aquí y que disfruten este final corregido y el FINAL DEFINITIVO que subiré en seguida de este. Muchas gracias. Disfrutenlo.

Madrid, España. Año 2034

MIRANDA

  • ¿Y qué sucedió después de que Kim le rompió la nariz al abuelo?- Preguntó Imanol, la historia le estaba gustando demasiado.

  • Pues verás...

[Flashback año 2015

]

  • Esa hija de puta.- Refunfuñó papá mientras intentaba detener la sangre.- Solo estaba defendiendo a mi princesa de esa asquerosidad... Qué asco, dios no permite esas cosas, es un pecado, Él hizo hombre con mujer y viceversa.

Mamá y yo sólo estábamos serias, como si decir algo solo fuese a empeorar las cosas. Él maldecía sin pausas, adolorido por el golpe, en lo que mamá limpiaba su camisa con un trapo y trataba de cesar su sangre. Yo permanecí en el sillón de frente con la cabeza abajo. Me sentía avergonzada, quería hacerme pequeña, quería desaparecer. No sabía que papá era de esa clase de personas. Me decepcionó que apenas ayer me hubiese enterado de que era mi papá y hoy actuaba como sí por eso, por su ideología, religión y su autoridad de padre, yo debía ser como él quería.

  • No entiendo como una chica tan bonita como Adilene sea...- Expresó un gesto de asco.- Así... Vaya, que desperdicio. Jacky, mi amor, Dime que tú no eres así.- Preguntó, más seguro que curioso, haciéndome tambalear por mis propios pensamientos.

Quería decirle que exactamente no sabía qué era "ser así" pero en su ideología, tal vez decirle que yo sentía cosas por esa chica, era malo. Tomé unos segundos, me miraba inquieto, no sabía cómo reaccionar... Era como decirle que mis ojos eran azules aunque sé que siempre han sido cafés. Tuve que decirle que no. No quería tener más problemas.

  • Menos mal. Esas cosas están mal, hija.

  • Rubén, ya, por favor.- Suplicó mamá quien estaba notablemente harta del discurso incoherente que papá estaba dando.

  • Oh, Regina, mi amor ¿Cómo quieres que pare? Es increíble hasta donde ha llegado la ignorancia del mundo.

  • No sé, Rubén. Me incomoda que maldigas, por favor.- En ese momento, los abuelos iban llegando.

  • Buenas noches... ¡Por dios, Rubén! ¿Qué sucedió?- Gritó la abuela alarmada al notar la mancha de sangre derramada en su camisa.

  • Kim me golpeó, suegra.

  • ¿Kim? ¿Por qué?

  • Su engendro estuvo a punto de besar a mi hija.- Las mejillas me ardieron de vergüenza, el abuelo se sorprendió demasiado como si ya hubiese escuchado aquello antes, la abuela solo esquivó el comentario y procedió a ayudar a papá con la herida.

  • Tengo sueño, mamá. Subiré a dormir.- Dije y rápidamente subí a la habitación. Note que el abuelo se acercó a charlar con mamá.

Cuando llegue a la habitación, sin querer, golpeé a Andrés con la puerta cuando él intentaba salir.

  • Perdóname, Andrés. No te vi.- Dije apenada.

  • No te preocupes, Jacky.- Dijo sobándose la cara.- ¿Estás bien? Te noto algo agitada.

  • Sí, estoy bien.

  • Cuéntame, ¿qué pasó?- Pidió mientras nos sentábamos en la orilla de la cama.

  • Kim acaba de golpear a papá.

  • ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué?- Preguntó muy sorprendido.

  • Es que yo...- Enrolle un mechón de cabello en mi dedo, no sabía cómo decirle que nos cachó a Adi y a mí a punto de besarnos.- Pues... Es que.- Continúe hasta que mamá nos interrumpió abriendo la puerta de golpe

  • Jacky, amor, quiero platicar contigo.

  • De acuerdo...- Dije y la seguí dejando a Andrés con la duda. Me llevo hasta el cuarto de huéspedes y nos sentamos en unos pequeños sillones que había por ahí. Ella tomó mis manos y me acomodó el cabello dulcemente.

  • Hija... Perdón por lo que pasó, ya sabes, lo que él dijo. No sabía que era así de idiota.- Suspiró.- Mira, amor, independientemente de lo que haya pasado, yo te quiero. Y te comprendo. Y no me atrevería a juzgar ningún aspecto de tu vida, estuve años sin ti y en verdad, no soportaría que tú seas infeliz. Quiero verte moldear tu vida al modo correcto, o sea, al modo que te gusta, el que te hace ser tú...- Pausó limpiando una pequeña lágrima que se precipitó a su mejilla. - Sé cuánto la quieres. Yo también quise a...- Pausó bajando la cabeza un segundo.- bueno, ella y puedo ponerme en tu lugar.

  • Mamá, yo quiero estar con ella.- Solté sin más.

  • Lo sé, sé que se siente dejar ir a alguien...- Susurró con nostalgia.

  • ¿Por qué la dejaste ir, mamá?

  • Nunca lo entenderías, amor. En nuestra época estaba muy mal visto.

  • ¿Todos era como papá?

  • Algo así. Pero yo no, amor. Escucha, hice un trato con Kim.- Me dijo mirándome con esperanza.- No dejaremos que tú y Adi terminen así.

  • ¿Qué dices, má?

  • Kim y yo quedamos en que las ayudaremos, no te preocupes, amor. No será el final.- Sonrió. La abrace muy fuerte, tal vez solo era un amor circunstancial que se ha pospuesto, aún no daba todo por perdido.

Papá ya estaba un poco mejor.

Esa noche fue larga, no me cabía en la cabeza que al día siguiente estaría volando a otro país. Lejos de ella.

[Pausa del Flashback]

Ciudad de México, año 2034

.

ADILENE

-¿Y qué hiciste el día que ella se fue?- Me preguntó Emiliano mientras jugábamos cartas.

Le estaba contando la historia de mi gran amor.

  • Uy. Ni te imaginas, fue todo un desastre... Mira...

[Flashback]

Esa noche, después de que mamá le había roto la nariz a Rubén, estaba sentada en la azotea, de alguna manera, me sentía rota de algún costado, estaba consciente de que ella se iría al día siguiente y no hacía nada más que tratar de darme a entender que eso era irreversible. Una chica de 17 años no podía parar el tiempo y hacer que el mundo se redujera a un solo espacio, me sentía vacía, incapaz de pelear. Mis lágrimas empezaron a desfilar.

Josa y Fernando subieron a verme. No dijeron nada. Solamente se acercaron a mí y me abrazaron. No me preguntaban nada pues sabían que en esta parte de las historias de amor, lo más complicado son las respuestas. Me llevaron a mi habitación y me dijeron que durmiera... Que dormir era una pequeña anestesia.

Cerré los ojos pero todo lo que podía ver era a ella, tan cerca, muy lejos de mí.

¿Cómo carajos dormir iba a anestesiarme, sí en mis sueños sólo estaba ella?

Y lo peor era que sólo iba a estar ahí,  en mis sueños. Lloré, hasta lavar mi cara y cerrar cortinas.

Mamá me despertó a la mañana siguiente, se guardó todos los comentarios, sería inútil preguntarme a qué se debían mis ojeras. El desayuno, el transcurso a la escuela y la primera clase me la pase callada, intentando comprender por qué. Sólo por qué.

La maestra dedicaba su clase pero mi atención estaba perdida en otro lugar (en otra cara)

Una bola de papel rodó hasta mis manos.

La abrí y volteé para ver de quien era, Karime me sonrió.

"Hey, ¿por qué tan triste?"

"Ya sabes" escribí y le lancé el papel de vuelta.

"No te ves nada linda así, ¿puedes sonreír un segundo?"

" :)"

"Sin ser tan sarcástica, por favor. Lo sé todo, amor, Josa me lo dijo. Déjame decirte que estoy contigo"

"Gracias. Sabes, no me siento realmente bien"

"Lo sé, y no me gusta verte así, así que espero que sepas saltar bardas"

Fue lo último que escribió cuando la profesora me arrebato el papel y lo tiró a la basura.

¿A qué mierda se refería Karime?

La campanilla sonó. Salí sin ganas. Ni siquiera había notado que Frida llevaba días sin ir a la escuela. Me pregunte por ella y me senté en el pasto. Josa y Karime se acercaron corriendo.

  • Adi, no tenemos tiempo.- Dijo Josa y me levantó

  • ¿De qué hablas, Josa?

  • Rubén le dijo a papá que el vuelo a Madrid salía a la 1. Son las 11:45. Si salimos ahorita, llegaremos al aeropuerto a las 12:30. Tiempo suficiente.- Lo dijo tan rápido que no entendí casi nada.

  • ¿Qué dices, Josajandy?

  • Iremos al aeropuerto, no puede irse sin que te despidas.- Gritó. Me quede estupefacta.

  • Vámonos rápido.- Dijo Karime.- Tengo nuestras mochilas.

Me jalaron hacia la parte trasera de la escuela, donde estaba la conserjería, a lado del pequeño cuarto había una barda de 1 metro y medio que daba a la casa del conserje.

  • Aquí, vamos.- Dijo Josa formando un escalón con sus manos entrelazadas.- Sube tu primero, Kari.

Ella se subió y dio un brinco hacia la casa.

  • Aviéntenme las mochilas.- Gritó.

  • ¿Qué estamos haciendo?- Dije sorprendida aún.

  • ¿qué no es obvio, mujer? Tu sólo síguenos. Tengo planeado.- Dijo Josa sonriendo y me dio un beso en la mejilla.- Vamos, sube.

Salte sobre la barda mientras ella trepaba por un tubo de agua que se asomaba ligeramente por la pared. La ayudamos a cruzar. Por dentro, sentía la adrenalina recorriendo mis venas y agitando mi corazón, cruzamos la casa del conserje, quien dormía profundamente en su silla con un periódico sobre la cabeza, pasamos de puntillas sin hacer ruido, hasta cuando me tropecé con un bote de basura, la adrenalina subió al sentir que seriamos pilladas pero no, él seguía inmerso en su sueño. Abrimos la puerta y salimos.

Afuera nos esperaba Félix, el hermano de Karime, en un auto.

  • Suban.- Dijo abriéndonos la puerta.

Esto se sentía increíble.

  • ¿Cómo se les ocurrió todo esto?- Dije sin poder creerlo todavía.

  • Te vi muy mal, amor.- Dijo Josa.

  • No puedes dejar que se vaya así.- Dijo Karime.

  • ¿Ya le escribiste una carta?- Preguntó Félix.

  • ¿Carta?

  • Si, escríbele una carta, ¿ O cómo te vas a aparecer enfrente de su papá después de lo qué pasó?

  • ¿Tú también sabes?

  • Soy muy curioso.- Rió.- No estaba dispuesto a ayudar sin un buen motivo.

  • Rápido, saca una hoja.- Indicó Josa.- Escribe.

Saque mi libreta y una pluma.

  • ¿Cómo empiezo?- Pregunte nerviosamente entusiasmada

  • Dile que la esperaras, que la quieres...- Propuso Karime

  • Y que está bien buena.- Dijo Félix riendo. Ese chico me caía bien.

"Querida Miranda. Te amo."

Nah. Muy intenso. Arranque la hoja y la hice bolita.

"Miranda, voy a esperarte"

No... Muy equis. Estaba desesperada, tenía mucho que decirle  y no lograba construir bien lo qué quería escupir.

  • Vamos, tu puedes hacerlo.- Los chicos me alentaron.

"Miranda:

Sé que han pasado cosas realmente increíbles, algunas más épicas que otras y cosas muy fuertes pero quiero decirte que a pesar de todas esas circunstancias... Yo te quiero.

Te esperaré o iré por ti.

Sé que mis palabras no tienen respaldo porque solo soy una chica tonta. Pero te quiero, en serio. Y nos prometo que volveremos a vernos. Me duele lo qué está pasando pero son acontecimientos que nos harán más fuertes. No hay distancia.

Te quiero

Tu Adi"

Doblé el papel con un nudo en la garganta.

  • Bien. Dámelo.- Dijo Karime arrebatándomelo y metiéndoselo en el tirante del brassier.- Este es el plan, yo se lo daré. Su papá ni me conoce.

  • Si, está perfecto.- Dijo Josa.- ¿Dónde están los disfraces, Félix?

  • ¿Disfraces?

  • Wey, o sea, tienes que verla al menos, y no dejaremos que el tipo nos reconozca.- Argumentó Josa sacando una peluca y un sombrero de una bolsa.

  • Ten. Póntelo.- Me aventó la peluca mientras ella se ponía el sombrero que decía I love Tacos.

  • Esto es ridículo.- Dije poniéndome la peluca pero con la adrenalina en todo el cuerpo.

Llegamos al aeropuerto. Las tres bajamos corriendo mientras Félix iba a estacionarse a unas calles de ahí. Corrimos hacia la terminal.

Josa se dirigió rápidamente a una taquilla.

  • Disculpe, ¿En dónde salen los vuelos a Madrid?

  • What? Sorry. I don't speak Spanish, girl- Contestó la chica que atendía.

  • Joder. Gracias.- Corrió con otra empleada.

  • ¿Dónde salen los vuelos a Madrid?-

Preguntó

  • Sorry. I don't speak Spanish.

  • ¡Diablos!- Maldijo y fue con otro tipo.

  • Excuse me, Where are the airplans to Madrid?

  • Eh? Lo siento, no te entiendo.- Contestó riendo.

  • ¿Dónde salen los vuelos a Madrid?

  • Ah... En la terminal 2. El vuelo sale en 20 minutos.

  • Gracias.

Fuimos corriendo hacia la terminal dos. Había demasiada gente. Nos costaba trabajo identificar dónde estaban las personas con destino a Madrid, hasta que la vi.

Estaba formada para abordar, junto a sus papás.

Mi corazón latió como una luciérnaga agitada en un frasco.

  • Wey, ahí está.- Gritó Josa.- Vas Karime, llévale la carta.

  • Adi, reacciona - Me gritaron chasqueándome los dedos.

  • Sí. Ya. ¿Cómo le haremos?

  • Nosotras hay que subir al piso de comida y desde ahí vemos todo.- Dijo Josa jalándome.

  • Espérate wey, olvido algo.

  • ¿Qué? Apúrate.- Le quite el papel a Karime y escribí al final.

"Posdata: Te quiero mucho. Por favor, llámame.

5583737***

Soy tuya"

Escribí a las apuradas y volví a doblar el papel.

  • Listo, ve.- Dije y subí con Josa a la segunda planta, donde nos acomodamos cerca del barandal para ver todo.

Ella se dirigió hacia Miranda. Desde la parte de arriba observábamos todo.

ESTA PARTE SERÁ NARRADA POR LA PERSPECTIVA DE AMBAS CHICAS.

MIRANDA

El vuelo estaba a punto de salir. Estábamos formados para dar los boletos y pasar por el detector de metales. Me sentía extraña. No hacía nada más que pensar en Adi y en todo lo que nos había pasado. Como fue que, de repente, el mundo conspiró para que saliéramos de la rutina y viviéramos algo realmente sorprendente. Sentir algo que nos marcara.

  • ¿Qué piensas, amor?- Pregunto papá.

  • Nada. Estoy nerviosa.

  • No te preocupes. Estarás feliz, Madrid es una ciudad muy hermosa.

(Nada se compara con México, pensé, aquí esta ella)

Sonreí a medias.

Avanzamos un poco cuando de repente la persona que menos esperaba ver se apareció frente a mí.

  • Miranda.- Dijo Karime abrazándome emotivamente.- Supe que te ibas y quise despedirme.

La verdad me saco mucho de onda. Pero intente ser amable.

  • Hola, Karime.- Correspondí su abrazo.- Muchas gracias.

  • Que tengas un buen viaje.- Me dijo y sutilmente deslizo un papel por mis manos sin que mis papás se percataran de ello.

  • Gracias.- Me dio un beso en la mejilla y se fue. (¿Qué carajos hace Karime aquí? Pensé que estaba en la escuela)

  • ¿Quién era ella, hija?- Preguntó papá.

  • Una amiga, papá.- Respondí mientras guardaba el enigmático trozo de papel en mi bolsillo trasero.

ADILENE

" Listo. Las veo en el baño " escribió Karime en un mensaje después de que la vi alejarse de Miranda quien la veía confundida y sorprendida.

Josa y yo bajamos y nos dirigimos al baño a encontrarnos con Karime. Me sentía mal. Aunque la estaba viendo, por dentro me carcomía ese estar de quedarme sin hacer nada. Sin correr a abrazarla. Sólo volteaba a verla porque quería quedarme con un poco de ella antes de que se fuera.

Llegamos al baño

  • ¿Qué pasó, Kari?- Pregunte curiosamente alterada

  • Nada. Solo le di el papel y le deseé buen viaje. Fue rápido.

  • ¿No te preguntó por mí?- Pregunte esperando una ilusión.

  • Lo siento. Su papá estaba cerca.

  • No importa.- Ellas me abrazaron sin más que decir.

" Pasajeros del vuelo 272 con destino a Madrid favor de aborda por la puerta 1 de la terminal 2 " se escuchó por todo el aeropuerto. Era la hora.

Salimos de ahí dispuestas a irnos. Volteé todavía para asegurarme que ella, al menos en ese pequeño momento, estaba ahí. Tan cerca y a la vez lo más lejos posible. Me decepcione de todo.

Yo la quería, maldita sea.

Cada vez que nos alejábamos más yo seguía constantemente peleada con mis pensamientos. Ella estaba ahí. Ahí.

Tenía que ir a decirle que la quería. O bien, salir por la puerta y obligarme a estar con este cretino sentimiento de extrañarla en mis peores días, porque serán peores sin ella.

Todo me absorbía cada que daba un paso más lejos de ella.

Mi corazón bombeaba adrenalina pero mis pies iban en la dirección equivocada. Volteaba y ella seguía ahí. Formada esperando para irse. Si su papá no estuviese ahí, ¿Dónde estaría yo ahora? ¿En sus labios, tal vez?

Lo medite. Lo pensé tantas veces como pude. Solo se vive una vez, concluí.

Una pizca de autocontrol me mantenía caminando hacia la salida, con una gran distancia, apenas y podía diferenciar su hermoso cabello del resto. Volteé a verla otra vez, la quería. Yo quería a esa chica. Rubén se alejaba un poco de ella y yo, no lo pensé más, solamente corrí.

A la mierda la cordura.  ¡CHINGADAMADRE, pero ya estoy aqui!

MIRANDA

Estábamos por ingresar al avión. La fila se demoró debido a unos tipos que traían cosas prohibidas en los bolsillos. Genial, otra minuto más aquí y estoy sin ella . Me sentía ligeramente extraña. Tenía la sensación de que alguien me estaba viendo. Pero no le di importancia, estaba demasiado ocupada pensando en mi Adi.

Karime se había metido al baño cuando se alejó de mí, me dieron ganas inmensas de ir hasta allá y preguntarle ¿Cómo está mi Adi?

  • Papá, ¿Puedo ir al baño?- Pregunte

  • No, hija. Ya casi abordamos. Mejor espérate al avión.

  • Está bien.

¡Mierda! No pude salirme con la mía.

Extrañaba a Adi. La quería aquí. No importa si me iba, necesitaba verla por última vez.

Solo algo de ella, un poco aunque sea. La necesitaba. Suspiré. La fila seguía demorando ya que el detector de metales tuvo un ligero desvío.

  • ¡Mierda! Se están tardando mucho.- Dijo papá irritado.- Iré por un café.

Él se alejó. Yo me quede estupefacta. No me gustaba que él fuese tan egoísta, no le costaba nada dejarme haber ido al baño. Total. Me puse a observar todo lo que había alrededor.

Una pareja de viejitos despidiéndose de su familia. Un niño y su papá despidiendo a un tipo. Una pareja de novios diciéndose adiós. Fue la escena que más me conmovió y lo que más dolía, sobre todo, era que esa pareja no éramos Adi y yo. Mientras veía al tumulto de gente que andaba de andén en andén, me llamó la atención una chica de cabello rosado que corría desesperada, tropezó con una chica extranjera y le pidió perdón, agilizaba sus movimientos para no chocar con nadie y combatía la masa de gente que le servía de obstáculo. Me pareció bonito. Seguramente trataría de alcanzar a alguien que se iba.

Ella estaba cada vez más cerca. Su figura se me hacía familiar pero no podía identificarla. Mi corazón empezó a latir más fuerte y mi piel se erizó. ¿Qué mierda esta sucediendo?

La chica corría de prisa hasta que vi de quién se trataba cuando se quitó la peluca rosada que cubría su hermoso cabello

  • Oh, por dios.- Grite.

ADILENE

Aventé la peluca y corrí a abrazarla. Josa y Karime iban tras de mí.

  • Miranda...- Le dije agitada mientras la abrazaba. Ella estaba sorprendida, estupefacta.

  • Adi...- Susurró y me abrazó más fuerte.

  • No puedes irte- Suspire.- Quédate conmigo.

Ella tomo mi mano y la apretó fuerte. Me abrazo más fuerte y sentí como sus ojos estaban a punto de desbordarse en lágrimas.

Regina y Andrés estaban conmovidos por la escena. No decían nada pero estaban algo preocupados ya que Rubén regresaría en cualquier momento. Regina trató de alejarnos un poco. La fila avanzó y nos soltamos.

  • En serio, te quiero.- Le dije antes de que un empujón me tirara de bruces contra el suelo

-¡¿QUÉ HACES AQUÍ?! -Gritó Rubén, quien antes de empujarme había tirado su vaso de café.

  • Rubén, por favor.- Dijo Regina suplicante.

La gente nos observaba, los guardias de seguridad se acercaron al verme tirada en el piso.

  • ¿Qué sucede aquí, señorita?- Me dijo uno de ellos ayudando a levantarme. Josa y Karime me abrazaron.

  • ¡Esta chica, oficial, está acosando a mi hija y necesito que la saquen ya!

  • Cálmese, señor.- Suavizó el segundo guardia.

  • ¡¿Cómo quiere que me calme?!- Esa niña está haciendo cosas malas.

Mi cara ardía de coraje. Miranda estaba llorando a los brazos de Regina. No pude más, ese tipo me estaba arruinando la vida, tanto fue mi impulso que mientras conversaba con el guardia, sin medir le di una patada en la entrepierna. Él cayó al suelo retorcido de dolor.

  • ¡Hija de puta!- Gritó sobándose

  • Señorita, tendrá que acompañarme.- Dijo el otro guardia quien me condujo a las oficinas de atención.

  • Te quiero- Le grite a Miranda mientras me alejaba.

MIRANDA.

La gente estaba boquiabierta al presenciar una escena como esa.

El guardia se llevó a Adilene y Josa y Karime la seguían. Ella me gritó que me quería antes de alejarse. Yo estaba llorando sin remedio. Todo se me había juntado. Quería tantísimo a Adilene pero no quería tener problemas con papá... No quería irme, pero no podía quedarme. Estaba sobre la cuerda floja. Mi único instinto fue llorar porque sabía que todo sería irremediable.

Las personas que esperaban abordar estaban irritadas, pues debido al percance se había retrasado el vuelo. El otro guardia ayudó a papá a levantarse.

  • Lo siento, señor. Pero tiene que acompañarnos, usted también agredió a la chica.

  • No, oficial, tengo que irme.

  • Lo siento, señor.

Esa situación me puso un poco feliz, sabía que al menos podíamos quedarnos otro poquito aquí y tal vez me dejarían arreglar todo pero no... Papá pidió que nosotros tomáramos el vuelo.

Muchas gracias,

pensé sarcásticamente.

No quiero recordar nada. Solo que me había sentado en el asiento de la ventana y me puse a llorar. Mamá y Andrés sólo me veían comprensibles pues sabían que nada de lo que me dijeran en realidad iba a suavizar las cosas, todo lo que sentía.

ADILENE

  • ¿Y por eso lo agrediste?- Preguntó el oficial que atendía

  • Y desde ayer tengo más razones.- Completé. Él me miró sorprendido pero solo me dijo que le llamaría a mi mamá para que me recogiera y pagara una multa por alterar el orden.

Josa y Karime me esperaban afuera, preocupadas, mientras los guardias arreglaban el problema con Rubén.

"Vuelo con destino a Madrid, a punto de despegar

"

Escuche en el altavoz del aeropuerto, sacudiéndome todo dentro. No pude evitar llorar.

MIRANDA

El avión despegó. Había una parte de mí que estaba tan sensible, rota. Y esa parte - Sea cual sea, donde quiera que esté- se llamaba Adilene. Y se estaba quedando aqui... sin mi.

ADILENE

Pude ver por la ventana que estaba a un costado de la oficina como el avión poco a poco dejaba la pista.

Mamá llegó justo cuando sentía que iba a desmayarme.

[Fin del Flashback]

Madrid, España. 2034.

MIRANDA

  • ¿Y qué decía el papel que Adilene te dio?- Preguntó Imanol intrigado.

  • Mentiras.

  • ¿Nunca regresó por ti?

  • Inapropiadamente.

  • ¿Cómo?

[Flashback]

Habíamos llegado a Madrid por la tarde. Papá llegó en la noche debido al percance. Un tipo fue a recogernos al aeropuerto, mientras nos trasladábamos a la casa, mamá y Andrés me preguntaron cómo me sentía al respecto.

  • No lo sé.- Dije sin ganas. Ellos entendieron que era mejor dejarme un momento a solas. Vi por la ventanilla del carro como era la nueva ciudad. Muy bonita, la gente parecía agradable. Pero nada me emocionaba realmente.

Llegamos a una residencia muy elegante.

Mi nueva casa era más bonita de lo que me imaginaba. Eso me restauró un segundo de mi caos emocional.

Tenía un jardín inmenso, había una alberca pequeña. La fachada era blanca con café. Me enamoré. Debo de admitir que amaba las flores.

Entramos. La estancia era amplia y casi todos los muebles eran de cristal.

  • Déjame mostrarte tu nueva habitación.- Dijo mamá tiernamente mientras un muchacho, que trabajaba ahí, subía mi equipaje.

Mi recamara era naturalmente pacífica. Las paredes eran blancas y era la única que tenía una vista hermosa de la ciudad, pues estaba en el tercer piso. Sabía que a pesar de todo, vivir aquí no sería tan interesante. No podía sacarme de la cabeza a una chica que se encontraba en otro continente.

Cuando papá llegó comentó que decidieron quedar en paz. Él me dijo que estaba seguro que aquí encontraría un muchacho que me quisiera y tal vez le daría nietos y me casaría de blanco como él lo había hecho con mamá. Sonreí incómodamente y me dedique a instalarme, mas por afecto que por supervivencia. Tuve que empeñarme en recuperar a papá, digamos, a borrar la "mala" experiencia que tuvimos con Adi. No importaba que yo trajera encima un mal de amores, esta era mi nueva vida ahora.

Llevaba dos semanas en la nueva casa. Las personas de planta que trabajaban ahí eran muy buenas y aportaron cómodamente para que me sintiera como en casa. Mamá y papá decidieron pagar maestros particulares para que entrara a la preparatoria cuanto antes. Miguel Ángel, el muchacho que era hijo de la ama de llaves, se convirtió en mi mejor amigo y tomaba clases conmigo.

El día que volví a saber de Adi fue cuando Miguel Ángel intentó esconderse en mi closet de su mamá, entonces, hizo que toda mi ropa cayera y entre esa ropa cayó el pantalón que portaba ese día... El ultimo día que la vi.

  • ¡Mierda! La carta.- Grite en cuanto recordé el papel que Karime me había dado en el aeropuerto. Lo había olvidado por completo.

Busque en los bolsillos del pantalón y no había nada.

  • ¿Qué pasa, Jacky?- Dijo confundido al ver que buscaba inquieta el papel.

  • Aquí había un papel importante, Mick. ¿Quién lava la ropa aquí?

  • Mi mamá, corre con ella. Yo seguiré escondiéndome.

Baje directo con Doña Socorro.

  • Doña Socorro, ¿Usted lavó este pantalón hace una semana?

  • Si, hija. De hecho, olvide decirte que encontré un papel en el bolsillo.- Dijo y abrió el cajón de cosas importantes.- Aquí está.

  • Muchas gracias.- Dije emocionada y corrí a mi habitación, Miguel me miró curioso.

-¿Qué pasa, Jacky? ¿Por qué estás tan contenta?

  • No lo sé.- Contesté y me propuse leer la carta. Inevitablemente una lágrima rodó por mi mejilla.

  • ¿Qué dice?- Dijo él abrazándome.

  • Miguel... Ella prometió volver.- Le dije sumergida en lágrimas.

  • ¿Ella?- Contestó confundido. Supe que tenía que contarle todo.

Él me apoyó. Incluso me dijo que a su mejor amiga del colegio le gustaban las niñas y que en España poco a poco la sociedad se iba adaptando por lo cual no se le hacía raro. Lo abracé.

Mi papá me había comprado un celular dos días antes, así que pensé en llamarle.

  • Mándale un WhatsApp, tonta.- Dijo él.

Con muchos nervios, redacte el mensaje.

"Adi, te extraño demasiado"

A los pocos minutos ella me contestó con el mismo sentimiento. Y esa fue nuestra forma virtual de querernos.

Ciudad de México. Año 2034

.

ADILENE

  • ¿Y la abuela que te dijo después de todo el desastre?- Preguntó Emiliano.

  • Pues verás, llegó por mí a la oficina del aeropuerto. Después de unos trámites, me dijo que había firmado un acuerdo de paz con Rubén y pago la multa.

[Flashback]

Me habían dejado ir. Karime se había ido con Félix dos horas antes. Mamá iba seria, Josa y yo estábamos preocupadas pero en el fondo satisfechas. Nos esperaba una regañiza por habernos escapado de la escuela, por golpear a un hombre... Total.

Mamá decidió dejar a Josa en casa y me dijo:

  • Tenemos que hablar, cámbiate de ropa.

Subí a mi habitación, no tenía ganas pero quizás hablar con mamá suavizaría las cosas.

Óscar y Dalia hablaron con Josa mientras mamá y yo salíamos. Ella iba en silencio, como si estuviera preparando mentalmente su discurso. Yo también, había un cúmulo de desórdenes en mi pequeña cabeza.

Llegamos a una cafetería, muy lejana, donde al parecer ya conocían a mamá. Ella pidió cerveza y yo café.

  • Adi...- Empezó.- Mira, sé por lo que estás pasando. Yo ya lo viví. Me siento impotente, porque no puedo comprender todavía, aun con todos mis años, todo lo que he aprendido, el por qué la vida se empeña en llevarte la contraria. Me siento tan apagada como tu pero quiero ayudarte. Eres mi hija, sé la intensidad del mal de amores que se nos da a nosotras las Sánchez y no quiero verte caer… como yo alguna vez caí.- Pausó intentando aclarar su garganta.- Por eso quiero regalarte esta noche, ¿Quieres empedarte? Bien, lo haremos juntas. - Pidió una ronda de cervezas más. Ella había terminado la suya rápido - Si vamos a superar estas cagadas de la vida, que sea juntas.

La mire tiernamente, casi nunca había sido tan abierta con mamá. Le dije lo mucho que la quería, y me uní a su método de superación.

  • ¿Sabes cuantas borracheras pase por Regina?.- Dijo antes de darle un sorbo a su cerveza.- Más de las que se merecía.

  • ¿Crees que Miranda vuelva?- Pregunte ingenua.

  • Si se quieren la vida las unirá.- Dijo por mera experiencia y chocamos las botellas.

De verdad, recuerdo que estábamos súper ebrias cantando "Que lloro" de Sin Bandera en el karaoke de aquella cafetería que descubrí, era un bar muy polémico en las noches. Mamá y yo fuimos las adoloridas del momento. Madre e hija queriendo curar el mal de amores.

Exactamente bebimos 12 cervezas cada quien. Muy pocas para un amor que merece ser brindado.

Óscar fue por nosotras. Desde ese día la conexión con mamá se hizo más fuerte. Y fue mucho más fuerte cuando recibí aquel "Adi, te extraño demasiado" de aquel número desconocido.

MIRANDA

[Flash back]

Había pasado ya un mes.

Estaba al tanto de su vida y ella de la mía, había hecho algunos amigos que eran hijos de los amigos de mi papá, y ella sabía todo eso. Ella estaba bien, entraría a su último año de preparatoria.

No era suficiente chatear con ella todas las noches, nunca era suficiente, estaba el vacío en mi cama, en mi corazón y el tener que lidiar con todo eso. Echaba de menos sus labios pero al menos, esto era mejor que no saber nada de ella.

Sólo fue un mes. Qué ironía.

Pues tanto me acostumbre al teléfono que un día salí a caminar para despejarme un poco y hablar con ella ya que en casa era mucho riesgo, mientras hablábamos de cómo iba la vida - asquerosamente sin estar juntas - intenté cruzar la acera pero no me percate que el semáforo ya había cambiado y un auto se aproximaba a mí. Sentí un jalón que me hizo tirar el celular y caí de bruces junto con la persona que me había salvado el trasero.

Mi celular se hizo pedazos de la pantalla.

Me levante gracias a la mano de mi héroe... O heroína.

Una chica rubia, muy linda, de ojos verdes me había salvado.

  • Vale, tía. Pero ¿Estás loca?- Dijo con un acento español fino y reclamandome de mi torpeza.

  • Lo siento, no vi el semáforo.

  • Estabas perdida en el móvil, tía. Pudiste haber muerto.

  • Lo sé, en serio te agradezco que me hayas salvado.- Dije extendiéndole la mano.- Soy Mir... Jaqueline.

  • Mucho gusto, Jaqueline. Soy Loreto.- Dijo sonriendo.- Vale, creo que el móvil no salió ileso de esto.- Dijo al ver mi celular hecho pedazos en el concreto. Lo recogí tristemente, no tenía reparación. Y ello conllevaba a que no tendría más Adilene por un tiempo.

  • Mierda.- Susurré para mí misma. En seguida comenzó a llover y Loreto amablemente me ofreció su paraguas para resguardarme.

Ahí se convirtió en alguien importante para mí.

Ciudad de México. Año 2034

ADILENE

  • ¿Y ella estaba bien?- Preguntó Emiliano más intrigado que antes.

  • No lo sé. Sólo sé que estábamos hablando de cosas tristes, ya sabes, nos extrañábamos y de repente se escuchó la bocina de un auto y la llamada se cortó.- Dije un poco triste.

  • ¿Y qué hiciste después?

  • Seguí con mi vida.

[Flashback]

  • ¡Dalia!- Grite espantada.- Acaba de pasarle algo a Miranda.- Seguí gritando desesperadamente preocupada.

  • ¿Qué pasó, amor?

  • No sé, estábamos hablando y de repente se escuchó algo extraño, como una bocina de auto, tengo miedo. ¿Qué tal si la atropellaron? es muy torpe ¿recuerdas como la conocimos? ¡Dios! Me muero.- Dije desesperada.

  • Cálmate, amor, ella estará bien.- me tranquilizo.

Esperamos a que Óscar llegara para ver si podía conseguir algún tipo de contacto con la familia de Miranda.

Afortunadamente, tenía el número de la casa de Rubén.

  • Márcale, Óscar.- Le suplique.

  • Tu mamá me va a matar

  • No importa.- Lo presione. Él anotó el número en un papel y llame.

El timbre sonaba y nadie contestaba. El corazón quería dejarme de latir. ¿Y si ahorita estarían en el hospital? ¡Mierda! Quería desmayarme hasta que, a la segunda llamada, alguien alzó la bocina.

  • ¿Bueno?- Dijo la persona por la que rogaba no alzara él el teléfono.

  • Emm... Disculpe.- Dije tratando de distorsionar mi voz real.- ¿Se encuentra Miranda?

  • Si. ¿Quién la busca?.- Dijo Rubén ligeramente furioso.

  • Emm... Diana.- Dije nerviosa.

  • ¿Qué Diana? ¿Para que la buscas?- Dijo más furioso.

  • Este... Quería ver si podía pasarme la tarea por favor.- En ese momento supe que la había regado. Ella tomaba clases particulares, dios, soy una estúpida.

  • Mira, sé quién eres y quiero pedirte que no vuelvas a llamar a esta casa.- Gritó retador.- Jacqueline está bien ¿Contenta?- Dijo y colgó sin más.

Mamá se puso furiosa cuando se enteró.

Estuve mandándole miles de whatsApp a Miranda pero jamás respondió. Intente llamar nuevamente a su casa, dispuesta a enfrentarme contra Rubén pero era inútil, había cambiado el número. Y no volví a saber de ella hasta ese día...

Madrid, España. Año 2034

.

MIRANDA

  • El abuelo se puso de ogro. Demonios... ¿Y qué pasó? ¿Volviste a saber de ella?- Preguntó Imanol, cada vez más sumergido en la historia.

  • Papá me compro otro celular pero torpemente perdí la carta y no sabía cuál era su número... Aunque tenía un plan para saber de ella.

[Flashback]

Habían pasado ya tres meses desde que había dejado de tener contacto con Adi. Papá había cambiado el número de la casa por lo cual no pude conseguir el teléfono desde donde había llamado Adi aquella noche.

Se acercaba navidad. Mamá estuvo casi un mes intentando convencer a papá de que fuéramos a México a pasarla con sus papás.

Él se negaba debido a las malas experiencias, según, pero el abuelo lo convenció diciéndole que iríamos a Morelos, a celebrar. Por nada del mundo él quería regresar a la ciudad de México.

Llegamos el 22 de diciembre a Cuernavaca, Morelos.

Mama ya había renunciado a su promesa de ayudarme a ver a Adilene. Se había puesto del lado de papá en algunos aspectos. Dijo que era demasiado peligroso ir a la ciudad. Ese fue su pretexto pero yo, en realidad, solamente quería verla. En definitiva. Estuve triste, al día siguiente de llegar salí con Andrés a caminar por las bonitas calles de ese pueblo. Mi mirada estaba vacía. Estaba más cerca de ella pero tan lejos aún.

  • Jacky, ¿Estas así por ella, verdad?- Dijo él directamente cuando me vio perdida en las parejas del parque donde estábamos sentados.

  • La quiero, Andrés.- Suspire.- Solo quiero verla. Decirle que estoy bien y que cuando crezca me casare con ella. Que no hay nadie más, que quiero que siempre me ame.

  • Lo sé, Jacky. Pero así se acomodan las cosas.

  • Odio el orden.- Le dije llorando ligeramente y recargándome en su hombro. Él me abrazó. En estos meses también habíamos construido un lazo muy fuerte, casi tan fuerte como el que tenían Adi y Fernando.

  • Jacqueline, cuando me dijeron que tenía una hermana...- Empezó a decir suavemente.- Mira, soñé con ser su héroe, su protector. Veía a mis amigos con sus hermanas y...- Note un nudito en su garganta.- Yo quería ser su héroe. Quería ayudarla a abrir los frascos de mermelada, quería jugar almohadazos con ella y quería defenderla de todos los que le declaraban amor. Luego llegaste tú y prometí que te iba a cuidar y que no iba a dejar que te lastimaran. Ya sé que nos conocimos muy grandes. Pero eres mi hermanita y los hermanos se apoyan en sus locuras. Sé que es una estupidez lo que diré pero...- Lo miré inquieta, con unas lágrimas en mis mejillas, y con la admiración más grande de una hermana a su hermano mayor.- Me sé el camino a la ciudad- soltó.

Lo que me dijo fue tan sorprendente. Lo abracé emocionada.

Y lloramos un rato.

  • ¿Estás hablando en serio?- Pregunte

  • Oye... Cuando me enamore, quiero que tú también me soportes.- Dijo riendo y limpiando sus ojos.- Mañana es noche buena, podemos salir hoy a la media noche. Son como 3 o 4 horas de camino con la carretera vacía o menos. Vamos, le das sus besos, le dices lo que le tienes que decir y volvemos. Papá nos va a matar.

Preparamos bien todo para salir en la noche cuando ya todos durmieran. Nuestro primo Jorge nos prestó su auto. Era una estupidez. Una locura. Pero solo se vive una vez.

A la media noche salimos. Estaba emocionada, nerviosa, no sé. Era una mezcla de sentimientos. Los jóvenes hacemos tantas estupideces por amor, tal vez por eso es la etapa que somos más sensibles y expuestos a ser lastimados.

El camino fue rápido. Andrés era un gran conductor y en efecto, la carretera estaba un poco vacía.

Eran las 4am cuando llegue a su puerta.

Todos se imaginaran que ella salió, nos besamos y fue el momento perfecto de la historia de amor más intensa y que pudimos vencer todos los obstáculos para estar juntas... Yo lo imagine, pero solo me di cuenta de lo tonta que era.

Estuve una hora intentando que abrieran la puerta cuando una mujer que traía mascarilla y tubos en la cabeza salió adormecida y molesta.

  • Disculpe, ¿Se encuentra Adilene?

  • ¿Quién? ¿La hija de Kimberly Sánchez?- Preguntó molesta.

  • Si... Ella.

  • Lo siento, ya no viven aquí. Acaban de mudarse a Cancún y la verdad no tengo nada para contactarlos.- Dijo y cerró la puerta groseramente. Me quede atónita. Mi único impulso fue llorar, había llegado demasiado tarde. Andrés me consoló y supo que fue la estupidez más grande pues eso solo había empeorado mi estado emocional.

Emprendimos el viaje de vuelta a Morelos, y cuando pensé que nada podía ser peor, el celular de Andrés empezó a sonar.

  • Mierda, es papá.- Nos pusimos blancos y sí, nos metimos en graves problemas.

Papa se había dado cuenta de que no estábamos en nuestras habitaciones, fue en la madrugada al baño que estaba cerrado y tocó en la habitación donde me hospedaba para entrar al baño de ahí. Como no respondía optó por entrar y fue cuando vio el torpe bulto en la cama. Corrió a ver si dormía con Andrés y él tampoco estaba. Sometió a Jorge para que le dijera la verdad y así fue como todo exploto.

Él no se puso rudo conmigo, todo el peso se lo llevó Andrés.

Llegó a la conclusión de que nuestro pequeño escape fue por Adilene y hablo con mi mamá para que, cuando regresáramos a Madrid, me llevaran con un psicólogo. Papá creía que sólo era una etapa de confusión y que se me iba a quitar. Accedí a todo lo que ellos decidían para no meterme en problemas. Ya era demasiado lo que había causado y tenía poco de haberme integrado a la familia. Sentía que era una problemática. Trate de aplicarme los años siguientes.

Año 2034.

MIRANDA

-Efectivamente, Loreto se volvió mi mejor amiga. Ella y Miguel Ángel se enamoraron y Andrés estaba comprometido con una compañera de la universidad.- Le dije a Imanol.- Y cómo puedes ver, naciste cinco años después.

Ciudad de México. Año 2034.

ADILENE

  • Entonces, ¿Fuiste hasta Madrid- Emiliano alzó una ceja intrigado.

  • Algo así.

[Flash back

]

Salimos de vacaciones a Cancún en noviembre. Tal como Óscar le había prometido a Dalia. Mamá le prestó la casa a su legendaria amiga Sofía. Volvimos en enero cuando Sofía había convertido la sala de nuestra casa en una convención de orgías.

Mi vida siguió lo más normal posible. Rubén había cortado todos los contactos viables que tenía con Óscar y mamá no me dejaba acercarme a la casa de los papás de Regina.

Era mi año, había entrado a la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudiaba la licenciatura de Letras Clásicas.

Comencé a introducirme en la literatura y la poesía para hallar un refugio entre los libros, ellos, al menos, no podrían romperme el corazón sino hasta que acabaran. Para el 5to semestre había conseguido que publicaran mi novela "El amor es para tontas" que tuvo éxito en muchos países.

En ella relataba la vida de una pareja que, por circunstancias y jugadas del destino, jamás podían estar juntas. Hablaba del extraño patrón de enamorarse de la hija de quien había sido el amor de tu madre y de cómo los sentimientos desconocidos llegan en el momento menos adecuado, como hay momentos en los que tu vida sale un poco de la monotonía y te arrastra a un clímax inesperado.

Todo eso trate ahí, sin mencionar a la protagonista. Miranda.

Un día, la editorial me informó que una editorial española estaba interesada en publicar un poemario que había escrito después de acabar la novela. Tenía que viajar a Madrid por asuntos relacionados con esto y, sin embargo, mantenía intacta la esperanza de volver a verla. Claro, ya no era la adolescente ilusionada que se había enamorado repentinamente. Ahora era una mujer de 20 años que mantenía las puertas de su corazón cerradas.

En cuanto el avión salió rumbo a España, no hacía nada más que pensar en verla, encontrármela... Tal vez, esta vez ella me atropelle a mí. Sentía mi corazón encogerse y todos los nervios de punta a través de la adrenalina o tan solo la ilusión de verla.

Estuve todo el día tratando asuntos con la editorial.

  • Disculpe la tardanza.- Dijo una chica rubia que entraba a la sala de reunión de la editorial.- El tráfico estaba enfrascado.

  • Siéntese, señorita Pérez. Que no vuelva a repetirse, por favor.- Sentenció la directora.- Bien. Señorita Sánchez, ella es la autora Loreto Pérez.- Le extendí la mano y me saludo cálidamente.

  • Un gusto.- Dijo

  • La autora Sánchez será parte de nosotros.

Estuvimos acordando asuntos y después termino la reunión. Loreto se ofreció a mostrarme la ciudad pero me negué. Su celular sonó.

  • Oh, hola mi amor. Ahora mismo voy para allá. Te amo princesa.- Colgó.- Lo siento, tengo que irme. Nos veremos después

Se despidió de mí y se fue.

Solo me quedaría dos días en esa ciudad.

Salí a caminar con la esperanza de encontrarla.

Tenía hambre así que pase a una plaza cercana. Estuve buscando algo delicioso cuando encontré a Loreto sentada en una banca de la plaza esperando a alguien. Probablemente, estaba esperando a su "princesa". Intente acercarme a ella pero sentía que no era necesario así que me metí a un restaurante. Cuando salí ella ya no estaba así que procedí a seguir caminando por la plaza a ver qué le llevaba a mamá y a Fernando cuando vi lo más horrible que había visto en mi vida.

Del otro lado de la plaza estaba Loreto ¡DE LA MANO DE MIRANDA, POR DIOS! CLARO QUE ERA MIRANDA. Reconocería esa cara en cualquier lugar. Mi corazón se precipitó al vacío y mis ojos estallaron en lágrimas. Ellas se veían felices. Como era mi costumbre de cobarde, ni siquiera hice el intento de acercarme y enfrentarla, los celos me consumieron.

Caminaban sin ningún temor, con un cono de helado en las manos. Y era increíble, volver a verla precisamente ahí, más increíble era que iba de la mano con esa chica.

¿Será que su papá había aceptado su homosexualidad ya? ¿Por qué ella no me espero?

Me quebré. No me contuve y huí. No quería que ellas me vieran.

Salí corriendo y busque un bar. Necesita quitarme esa sensación de ahogo.

El bar estaba lleno de románticos sin remedio. Tanto era el mal de amores que se respiraba que me mataron cuando pusieron "leave your lover" de Sam Smith a todo volumen. Mi ebriedad era notable como mi decepción.

"Just leave your lover... Leave him for me

"

Cante hasta que mi cabeza se derramó en la mesa.

Era la 1am. Mi celular sonó.

  • ¿Bueno?- Salí del bar cayéndome de ebria y contestando.

  • ¿Estás tomada, Adilene?- Reclamó Fernando desde la otra línea.- Joder contigo.

  • La vi, Fernando.- Llore. - Con otra.- Dije y colgué torpemente. Me puse a llorar en la acera. Cuando reaccione un poco regrese al hotel y empaque. La editorial española me llamó para asegurarse de mi presencia en la reunión pero la cancelé. Les dije que no estaba interesada. No quería trabajar junto a la nueva pareja de la chica que más me ha dolido en toda mi vida. Tome el vuelo de regreso a México. Ni siquiera me aventuré en busvcar explicaciones, con lo que habia visto era evidente.

El director de mi editorial me regañó. Era una oportunidad perfecta, la editorial española tenía más influencias pero a nadie le interesaba como me sentía. Solo era la ambición de crecer para ellos.  La única forma de mantener contento al director era dar una firma de autógrafos. Accedí pues planeaba retirarme un tiempo.

Todo estaba bien. Me di cuenta que en verdad mi libro había sido influencia en muchas personas que tenía el placer de conocer. Eso me había restaurado un poco.

pero todavia habia algo en mi que estaba roto.

Cuando fue el turno de la siguiente chica me lleve una sorpresa muy grande.

  • ¿A quién se lo dedico?.- Pregunte abriendo la portada del libro.

  • A Frida Cortés.- Dijo. Esa voz me hizo verla a los ojos. Dios. Ahí estaba la chica de la cual ya no recordaba más, que me había declarado su amor.

  • ¿Tú?- Dije sorprendida.

  • Así es.- Sonrió. Me dio mucho gusto verla así que me pare a abrazarla emotivamente.

Le pedí que me esperara hasta que terminara la firma de autógrafos y le invite un café. Nos pusimos al tanto de nuestras vidas.

Me contó que había vuelto de Canadá pues sus padres finalmente habían aceptado que le gustaban las mujeres. Ella seguía enamorada de mí pero no pude corresponderle. Con el tiempo, nos hicimos más cercanas.

[Año 2034]

ADILENE

  • ¿Y por qué nunca te hiciste su novia si hacen bonita pareja?.- Preguntó Emiliano sorprendido.

  • Somos buenas amigas. Por ella, Fernando conoció a tu madre.- Le dije.

  • Me hubiera gustado que ella fuese mi tía

  • Jajaja que tonto eres, por cierto. Pasado mañana vendrá a visitarnos. Iremos a la pista de hielo ¿Vas?

  • Claro.

Año 2034.

MIRANDA

  • ¿Por qué nunca te volviste a enamorar, tía?- Preguntó Imanol intentando entender.

  • No lo sé.- Dije poniéndome a pensar en eso también.

  • Pudiste intentarlo.

  • Pues...- En ese momento, Andrés entró desesperado y nos interrumpió.

  • Jacky, joder, tenemos que salir a México mañana mismo.

  • ¿Qué ocurre?- Pregunte preocupada.

  • No le queda mucho tiempo al abuelo. Hijo, tú también vas con nosotros.- Le dijo a Imanol.

[...]

Volvería a México. ¿Cuantas posibilidades había para verla?

[…]

IMANOL

Woo! La historia de mi tía sí que me sorprendió demasiado. No sabía que ella ya se había enamorado alguna vez. Qué triste que todo haya terminado así. Mi bisabuelo se había puesto peor así que tuvimos que viajar a México. Me gustaría mucho conocer a Adilene

Llegamos a la casa de mi bisabuelo. Loreto, los abuelos, papá, mi tía Jacky y yo fuimos. Había mucha gente, al parecer, ya eran sus últimas palabras.

Él falleció.

Mi papá y mi tía lloraban. Los abuelos estaban destrozados. Todo el ambiente se puso melancólico. También me sentía mal. El funeral fue al día siguiente. Todos se veían tristes así que mi tía Jacky propuso que al día siguiente fuéramos a la pista de hielo para suavizar el ambiente ya que a ella la ponían muy nerviosas estos actos fúnebres.

EMILIANO

Ahora entiendo por qué mi tía es una solitaria empedernida. Me gustaría que fuera pareja de Frida, se ven lindas juntas.

Quisiera conocer a Miranda. Saber quién pudo robarle el corazón a mi tía, la amargada.

Frida y mi tía estaban sentadas afuera mientras yo patinaba. Me encantaba patinar en hielo.

IMANOL

La ciudad se veía hermosa. Me encantó. Había sido una buena idea ir a patinar. Me gustaba mucho.

  • Hey, Imanol.- Me dijo mi tía.- Iré con Loreto a comprar un café al Starbucks. Venimos enseguida.

  • Bueno, tía.

Ellas se alejaron  y yo seguí patinando.

Me entretuve un poco que no me di cuenta y choque con un chico.

¡Qué chico tan guapo!

EMILIANO

  • Iremos al Starbucks por un café.- Me dijeron.- Volvemos ahorita.

Ellas se alejaron y yo intentaba patinar en línea recta cuando un torpe chico chocó conmigo.

  • Oh, perdóname.- Dijo ayudándome a levantar.

  • Descuida, al menos no eres un auto Jajaja.- Le dije riendo. Wo. Era el chico más guapo que había visto y tenía una sonrisa impecable.

  • Me llamo Imanol.- Dijo, su acento español me desarmó en seguida.

  • Soy Emiliano.

  • Oye, discúlpame, en serio. ¿Vienes solo?- Dijo sonriendo. Mierda. Era muy hermoso.

  • No, vengo con mi tía. ¿Y tú?

  • También vengo con mi tía. ¿Dónde está la tuya?- Preguntó.

¡Demonios! Me había gustado mucho. Es muy lindo.

IMANOL

Emiliano se ve interesante. Quisiera estar más tiempo con él.

  • Es la que está allá, en el Starbucks.- Señaló a una mujer que estaba con otra platicando con mi tía y Loreto.

  • ¿En serio? Mi tía es la que está enfrente de ella.- Le dije. Nos miramos fijamente, extraños.

  • ¿Crees que se conozcan?

Nota: No lo modifique del todo para conservar la esencia pero al menos me gusto unpoco más que el anterior, espero les haya gustado esta nueva versión. No es el final, se complementa con la siguiente parte. Gracias.