El amor de una madre (1)

Un hijo es sorprendido por su madre y su vida cambia desde ese momento

Comenzaré describiendo a los miembros de mi familia, somos tres, mi madre Paula que tiene 51 años, es viuda desde los 30 años, es una mujer gorda, con un gran culo y un pecho con una 100 de sujetador, y desde que enviudó no ha tenido pareja. Mi hermano Santi que tiene 26 años y tiene una panadería, y por último yo, Pedro, tengo 21 años, estudiante en la universidad, soy tímido y gordito, paso mucho tiempo en casa.

Desde hace un año me vengo fijando en mi madre como mujer, me fijo en su culo y en sus tetas, me quedo embobado mirándola cuando se viste con ropa ligera en casa o se le marca su cuerpo en la ropa, me hipnotizaban sus tetas y mi imaginación volaba imaginándome con ella cuando me masturbaba.

Mi historia comienza una mañana cuando estando en clase recibo un mensaje en el móvil de mi madre, que iba a estar fuera con una amiga y me dejaba la comida en la nevera solo para calentar. Al llegar a casa estaba solo, me puse la comida y al terminar me voy a mi cuarto y me pongo en el ordenador a ver porno de mujeres maduras tetonas, yo sentado en mi silla, tocándome la polla, cuando de pronto se abre la puerta y es mi madre, me había pillado en plena paja.

Mamá: uyy perdona

No la había escuchado entrar en casa, se marcha en dirección al salón, me subo los pantalones y no sabía muy bien que hacer, me había pillado, me espero un rato y voy al salón para hablar con ella.

Yo: mamá perdona, no te he escuchado llegar

Mamá: no pasa nada, no te preocupes, es normal lo que estabas haciendo, con tu edad es normal que te masturbes, no pasa nada, todos los hacemos en algún momento, pero ya aprovecho para que hablemos.

Yo: dime mamá

Mamá: no pasa nada porque te masturbes, ya sabía que lo hacías, pero tienes que saber que yo te puedo ayudar, nos podemos ayudar entre los dos, podemos pasarlo bien juntos, porque he visto tus miradas de vez en cuando.

Yo: bueno mamá, eres una mujer muy atractiva, tienes un cuerpo muy bonito

Mamá: me halagas hijo, pero quiero que sepas que no todo es porno y tienes que aprender en la vida real y yo te puedo enseñar. ¿Quieres?

Yo: claro mamá, me gustaría mucho

No me lo podía creer, estaba hablando de sexo con mi madre y estaba dispuesta a tenerlo conmigo, era un sueño hecho realidad, algo que no me podía creer.

Mamá: vamos a empezar ahora, bájate los pantalones y siéntate a mi lado.

Con un poco de corte me los bajo y me siento junto a ella, la polla la tengo morcillona solo de pensar en lo que podría suceder.

Mamá: ahora te voy a masturbar yo, espero que te guste

Yo: seguro que me gusta mamá

Entonces me agarra la polla con una mano y empieza a masturbarme suavemente, mi polla empieza a crecer, se pone durísima en pocos segundos, la excitación es muy grande, mi madre me está haciendo una paja, no puedo aguantar demasiado y me corro sobre su mano que no para hasta sacarme la última gota de semen.

Mamá: bueno cariño, esto ha estado muy bien, menuda corrida, pero seguiremos con más cosas, nuevas lecciones, voy a lavarme las manos y merendamos

Yo: sí mamá, gracias

Mamá: no tienes que dármelas, esto lo vamos a disfrutar los dos.

Entonces se levanta dirección al baño, yo me levanto del sofá y me subo los pantalones, no lo podría creer, me acababa de hacer una paja mi madre y esto iba a seguir.