El amor de tres amigos
Un viaje a Brasil hace que tres amigos virgenes descubren sus verdaderas inclinaciones sexuales.
Esta historia es una fantasía que espero les guste.
Me llamo Javier tengo 15 años, vivo en la Argentina, me puedo considerar un chico normal en cuanto aspecto físico 1,75 de estatura, 60 Kg, ojos grises y pelo semi largo de color castaño claro. Me considero un deportista empedernido multidisciplinario (bicicleta, natación, rugby, atletismo), y eso me a ayudado a tener un cuerpo no muy musculoso, pero si bien marcado con el abdomen en su lugar. Hasta ese momento me consideraba heterosexual, pero sentía cierta atracción para con los chicos, así como también curiosidad por ver los penes de mis compañeros de clases los cuales compartíamos las duchas en el colegio; esa extraña fijación la consideraba como normal ya que la mayoría de los chicos tratamos de comparar nuestros penes para poder "catalogarlos". Ese proceso lo iniciamos con mis dos amigo inseparables Edgardo (16 años) y Nelson (14 años) que eran dos adonis sacados de un sueño erótico griego. Los dos eran rubios, atléticos y como decimos acá bastante "facheros", y contábamos con buenos pedazos de carnes -yo 17 X 5 cm. , Edgardo 16 x 5 y el "pequeño" Nelson 18 x 6-. De los tres, se podría decir que éramos los chicos mas codiciados por las chicas del colegio, por supuesto éramos vírgenes.
Éramos muy unidos al punto que a los tres nos gustaba la misma chica en el colegio y fantaseamos con hacer una orgía con ella y no pajeamos juntos a lo loco.
Mi padre es un acaudalado empresario de mi ciudad, viaja mucho por el país y por el resto de América del Sur y en una ocasión me invito a una paradisíaca ciudad del nordeste brasileño donde daría una conferencia y me dijo que podía llevar a dos amigos para no estar solo, por supuesto que no lo pensé dos veces e invite a Edgardo y Nelson.
Llegamos a esa hermosa playa un pueblo cercano a la ciudad de Belem, los primero que hicimos al llegar al hotel fue, deshacernos de nuestras ropas, calzarnos las sungas típicas de esos lares y salir a mostrar nuestros atléticos cuerpos por las playas, al ver los cuerpos de mis amigos y ciertos toqueteos entre mis amigos que mostraban su bultos bien conformados provocaron en mi una gran excitación, que me sorprendió.
Luego comenzamos a caminar por la playas y en un lugar bastante alejado de ese pueblo no pusimos a tomar sol, la playa estaba desierta salvo por la presencia de una hermosa chica mulata bastante voluptuosa (grandes senos y culo en forma de corazón invertido... era perfecta) que suponíamos tenia 20 años y que nos miraba insistentemente.
Pasaron diez minutos y la chica seguía en mismo lugar mirándonos sin descaro.
Yo: chicos, esa garota me tiene loco, nos esta mirando hace bastante tiempo
Nelson: boludo, ya me di cuenta!!!
Edgardo: se me ocurre una idea!!
En dos segundos Edgardo se quito la sunga y se recostó en la arena
Yo: pero que haces animal!!! Nos pueden llevar en cana (detenidos por la policía)
Sorprendido y con una leve excitación generada por el entorno, note que Nelson respondía a la semi-erección que mostraba Edgar de la misma forma y observe una mirada extraña y un gesto bastante erótico en los dos.
Yo: Bueno, ya que estamos en el baile, pongámonos en pelotas.
Ni lerdo, ni perezosos Nelson y yo nos quitamos las sungas mostrando nuestros penes bien parados.
Ante esa acción la chica se nos acerco muy lentamente, y en un castellano bastante bien pronunciado nos dijo: "¡¡Hola, chicos lindos!!
¡¡Veo que son bastante desinhibidos, deben ser argentinos!!" nos dijo
Sin mediar mas palabras se me acercó y me dio un beso en los labios.
Primero me sorprendí y luego respondí con mi lengua al jugueteo de la suya, inmediatamente Nelson y Edgardo se acercaron a ella y empezaron a besar los senos de ella, que muy rápidamente fueron liberados de su diminuto corpiño.
La temperatura de los cuatro subió a mil, mas cuando note que Edgardo y Nelson se pajeaban frenéticamente y que entre sus manos se veían algunas gotas de lubricantes.
Nuestras erecciones eran optimas, acostamos a la chica en la arena y besamos su hermoso cuerpo muy suavemente, que temblaba ante cualquier roce con nosotros.
En ese momento note que una mano tocaba mi nalga, por la excitación que significaba rozar mis labios por la vulva de esa chica, tenia los ojos cerrados sin darme cuenta de quien era la mano que intentaba llegar a mi ano, cuando abrí los ojos vi que la mano era de Nelson y que Edgardo le chupaba sus 18 cm. desesperadamente, mientras que la chica chupaba el pene de Edgardo.
Yo no daba mas y con torpeza trate de introducir mi pene en la concha de mi amada brasileña, ella me ayudo a meter mi erecto pene en su agujerito y con las dos manos en mi cadera me movía muy lentamente adentro y afuera. La sensación era maravillosa, bombear muy lentamente dentro de esa mujer me puso como loca, pero mi excitación estallo cuando Nelson abrió mi culo y empezó a chupar mis bolas y la vulva de la chica, para luego llegar a mi ano, el cual lubrico muy bien e introdujo un dedo en él, por el otro lado Edgardo alternaba besos apasionados con la chica y conmigo.
En ese momento entre jadeos explote y una descarga de semen lleno el interior de la chica mientras que la paja que le daba Edgardo a Nelson tuvo el mismo resultado.
La leche volaba por todos lados, estábamos los cuatro sabrosamente sudados, pero nuestra calentura no bajaba, inmediatamente Nelson empezó a coger a la chica.
En ese momento no lo pense pero mis dos amigos se movían muy bien para ser vírgenes.
Mientras Nelson penetraba como loca a la chica, Edgardo separaba las nalgas de Nelson lamía su ano que se notaba estaba bastante dilatado (¿?). Segundos después empezó a penetrar a Nelson que jadeaba en forma descontrolada con la chica, mientras que yo un poco cansado, pero con una gran excitación miraba ese espectáculo.
Luego Edgardo giro la cabeza hacia mí, me acerco a el y me beso en los labios y me dijo "haceme tuyo, Javi".
Con torpeza empecé a penetrar a mi amigo que aullaba de excitación, ese "tren" del placer nos hacia jadear fuertemente a todos, con un increíble sincronismo cada uno penetraba al otro, y lograba en el penetrado una placer inmenso.
Después de cinco minutos de cabalgata terminamos todos al mismo tiempo en un orgasmo explosivo, la leche inundo todos los penetrados y los jadeos no terminaban.
Todos nos quedamos tendidos en la arena, unos minutos pero la calentura seguía.
Yo estaba recostada de espalda con el pene bien parado y bañado en leche, la chica se puso sobre mí y empezamos a practicar un 69, yo saboreaba su clítoris y ella mi pene, mis testículos y después mi pene, que estaba bastante lubricado.
Después ella se incorporo sobre mi cara para que yo siguiera con lo mío, y levanto mis piernas para que mi agujero quedara a merced de mis amantes amigos, Nelson tomo la iniciativa, muy lentamente fue metiendo su erguida pija en mi culito.
El dolor era muy fuerte primero y luego dio paso a una sensación placentera que jamás viví, bombeo unos minutos, me la saco y dio paso a que Edgar hiciera los mismo, sus envestidas eran violentas pero me daban un placer que hizo que acabara en varios chorros que cayeron en mi abdomen y que llegaron hasta los pechos de la chica. Edgardo salió dentro de mí y se incorporo para acabar en mi cuerpo y en el cuerpo de la chica que con fuertes espasmos se dejaba caer para atrás.
Mientras tanto Nelson empezó nuevamente a penetrarme con fuerza y en unos segundos su cuerpo comenzó a temblar, y yo instintivamente contraje mi ano, eso provoco que la explosión de semen llenara todo mi interior y produjera en mí, una sensación muy placentera.
Finalmente terminamos todos fundidos, abrazándonos y besándonos.
Los cuatros quedamos tendidos en la arena por unos minutos, bañados en sudor y semen, cansados pero felices nos metimos al mar para lavar nuestros cuerpos de los jugos del placer.
Desnudos nos sentamos en la arena hubo un silencio, que se vio cortado por la voz de la chica que dijo, "me llamo Preta y tengo 21 años"
Los tres amigos nos miramos y sonreímos ante esa voz hermosa, nos presentamos y luego estuvimos charlando hasta que comenzó a oscurecer. A Preta le dimos la dirección del hotel para que fuera a visitarnos.
Esa noche mi padre nos aviso que nos dejaba el cuarto para los tres, para que pudiéramos estar más tranquilos ya que él tomaba otro para estar con mi madre.
Esa noche hablamos de todo lo que paso, y nos dimos cuenta que era tal nuestra unión se debía a la mutua atracción física que sentíamos entre nosotros, algo despertó en nosotros, y nos convencimos que estábamos enamorados.
Esa noche juntamos las camas y dormimos los tres juntos completamente desnudos y abrazados.
Al otro día mientras desayunamos, en balcón del hotel vimos llegar a Preta, nuestras caras brillaban de lujuria y quizás felicidad pensando en las nuevas experiencias que se avecinaban.
Ese viaje duro diez días y fueron los más placenteros que viví hasta aquel entonces, nuestras orgías fueron gloriosas. La ultima noche y a modo de despedida hicimos los mismo que esa primera noche pero esta vez nos acompañaba Preta, dormimos desnudos y todos abrazados.
Cuando llegamos a nuestra ciudad el amor entre los tres amigos se hizo muy fuerte y las experiencias sexuales se multiplicaron. La historia para Uds. termina acá pero nuestro trío de amor perdurara por siempre.