El Amor de Sophy Ferrero (capitulo 4)

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Capítulo 4

………….cuando llegamos estaba cerrado, por lo que me ayudo a sentar, luego me tomo la cara entre sus manos, entonces empecé a hiperventilar, y el sonido se volvió difuso, luego ella comenzó a desaparecer otra vez, hasta que todo se volvió negro.

En mi mente pensaba en que esto no podía ser cierto, otra vez había sido un sueño, creía que me estaba enloqueciendo… pero de pronto sentí un sabor amargo en la boca y un olor a licor muy fuerte, entonces abrí los ojos y vi todo blanco.

-          ¿Dónde estoy?- pregunte confundida

-          Tranquila estas en la camilla de la enfermería, te desmayaste- me explico la enfermera

-          ¿Qué?... osea que no fue un sueño?

-          Jajaja parece que no querida…

-          ¿Qué hora es?

-          Son las 5

-          Nooo, no puede ser…. Yo  debería estar en mi casa hace 3 horas, debo irme…

-          Sofía tranquilízate, no te puedes mover todavía, te va a volver a dar mareo, además no te puedes ir, tu maestra tiene tus cosas

-          Mi…mi…mi… maestra

-          Mmm… parece que estas nerviosa todavía… recuéstate otra vez por favor

-          ¿Cuál maestra?

-          Pues Alexa Frankfurt

-          Quien?

-          Jajaja tu profesora de física

Ahhhhh…. que felicidad… Alexaaaa… así se llamaba, por fin sabia su nombre, bueno por lo menos todo esto había valido la pena… bueno en realidad no, porque simplemente se lo pude haber preguntado, pero si ni siquiera podía hablarle, ahora si le iba a preguntar el nombre.

-          Ohh, veo que ya estás bien- Reconocí su voz, solo que esta vez ya lo tenía más controlado… bueno en realidad seguí sintiendo el vacío en el estómago, pero por lo menos ya no hiperventilaba.

-          Si maestra… gracias

-          No  sophy, no te preocupes, eso hace parte de mi trabajo- Escuchar eso me desilusiono mucho, pero pensé que lo mejor era que ella me lo dijera, así yo iría perdiendo  esa fascinación, o eso pensaba yo

-          Ahh si…

-          Ya puedes caminar?

-          Si por supuesto, creo que ahora si me voy…

-          Hum, que buen chiste, como se te ocurre, no señorita, tú no te puedes ir solita

-          No se preocupe maestra, yo cojo un taxi y mañana vengo por mi ca….- frene a tiempo, pero sin embargo ella lo noto

-          Por tu ca??

-          Ammm… por mi ca…mi caaaamino…de caminata

-          Como dices??- dijo algo confundida- Creo que sigues un poco mareada

-          Seee

-          Nooo… pero no te voy a dejar  ir sola- El que ella dijera eso, me volvió a hacer sentir feliz, me estaba cansando de los cambios sentimentales tan rápido, parecía un radio dañado, que no sabe en que emisora ubicar- Yo te voy a llevar.

-          Ahh??... noo… como se le ocurre maestra… no es necesario

-          No seas bobita sophy… tienes que cuidarte… hazme caso por favor… Ehhh carambas… jajaja

Sonreí y de cierta manera estaba feliz, quería que ella me llevara, aunque se iba a  enterar de mi estado económico y seguramente deduciría quien la había llevado.  Espere sentada en la enfermería mientras ella iba por el carro, para que yo no caminara tanto, cuando ya estuvo  de vuelta, tomo mi morral y entonces comenzaron los problemas…

-          Ashhh que torpe te deje caer  todo… lo siento

-          No se preocupe maestra, es mi culpa por no cerrar el morral… permítame y le ayudo

-          Nooo… no te agaches que te puede  dar mareo otra vez- Esto último lo dijo estupefacta por el objeto que tenía entre las manos.

-          Estas son las llaves de un auto???

-          Ammm…. Si, eso parece

-          Y por qué cargas las llaves de un auto en tu morr……..- se quedó pensando y de pronto alzo la cara y me miró fijamente y se comenzó a parar suavemente con las llaves de mi carro en sus manos, me miraba un poco extrañada y al mismo tiempo miraba las llaves. En ese momento entro la enfermera:

-          Profe ya está lista la orden de salida, firme aquí por favor

Por fortuna para mi ella se distrajo, firmando la cantidad de papeles por mi culpa y se olvidó momentáneamente del tema, por lo que aproveche y empaque todo en mi morral. Subimos al auto y comenzó a conducir, el silencio era infernal, me sentía demasiado incomoda  y  me di cuenta que ella también se sentía muy incómoda cuando paro el carro y se parqueo entre unos matorrales cerca de la carretera, mi corazón se comenzó a desbocar nuevamente y simplemente opte por  no mirarla.

-          Fuiste tú… verdad Sophy?

-          Que cosa maestra

-          Ashhh… fuiste tú quien me llevo al hospital y pagaste la cuenta.

-          Es tan malo eso?

-          No me has respondido- Dijo demasiado seria

-          Si… fui yo

-          Y por qué no me dijiste en clase

-          Por qué no quiero que nadie se enteró de que estoy en mejores condiciones que algunos otros

-          Bueno yo diría que estas  en mejores condiciones que todo el mundo- dijo con un poco de rabia

-          ¿Porque le molesta eso?

-          No te preocupes….. en realidad ya no importa

-          Pues a mí si me importa y mucho- respondí muy a la defensiva

-          Dime por donde doblo a la siguiente cuadra… derecha o i izquierda

Comencé a sentirme destrozada, esto no me podía estar pasando, mi peor pesadilla era que Alexa me odiara, y era lo primero que estaba pasando, así que solo pude usar  mi última arma.

-          Gracias por traerme hasta mi casa

-          No te preocupes, hace parte de ser maestro, Ahh y tampoco te preocupes por tu carro, llamare a la escuela para que el celador lo cuide.

-          Maestra no me odie, yo no elegí nacer en este medio, y creo que lo que usted piensa es que este cupo lo podría estar ocupando una persona que en verdad lo necesita… pero es que yo lo necesito, porque tampoco soporto el otro medio en el que me tocó vivir durante tanto tiempo, y aquí lo estoy pasando muy bien, por fin me estoy adaptando a un grupo de muchachos y estoy siendo feliz por primera vez en mucho tiempo.

-          Sophy no te estreses…más bien ve y descansa y nos vemos el viernes en clase de laboratorio- Esas palabras habían salido con la única intención de no dejar ver en realidad lo que sentía, me estaban matando con su indiferencia… bueno indiferencia de cierta manera, porque me hablaba y era lógico, no podía dejar de hacerlo, pues yo seguía siendo su estudiante.

-          Buena tarde maestra y muchas gracias

-          Vale

Me baje con la desilusión más grande del mundo, con el corazón hecho pedazos en la mano, entre a mi casa, que parecía deshabitada por el silencio tan impresionante que se sentía. Era increíble el amor que sentía por esa mujer en tan solo un par de días, y aún más increíble como en ese mismo tiempo  me había destrozado de esta forma. Me dirigía a mi cuarto otra vez con la misma pesadez en mi cuerpo, cuando nuevamente casi me da un infarto

-          Así que ella es la que te tiene así, no me lo hubiera imaginado Cariño- esa frase sonó como la de un detective frustrado

-          Mike Andrews…. Por dios que haces ahí sentado como un fantasma, casi me matas de un infarto…-mi corazón se aceleró, por el susto de verlo ahí sentado mirando a través de las cortinas con ese aire despreocupado de la vida… Sin embargo parecía que nadie consideraba mi pobre corazón.

-          Esa no es la forma de recibir a tus amigos

-          Ohh por Dios- Corrí a abrazarlo  y comencé a llorar como un niño pequeño en sus  brazos, mientras el me acariciaba y me abrazaba fuertemente

-          Tranquila preciosa, todo va  a salir muy bien. Ya lo veras

-          Eso quisiera creer- dije entre sollozos de tristeza y felicidad al mismo tiempo

-          Que haces aquí Mike… no sabes cuánto me alegra verte

-          Bueno ya ves los resultados del paro y el amor de tu mama hacia mi

-          AHH??

-          Bueno ella me llamo y me dijo que te veía muy deprimida, que otra vez estabas durmiendo con ella…. Y me mando el pasaje…. Y pues yo ni corto ni perezoso, como iba a perderme la oportunidad de ver a mi hermanita del alma.

-          Oh por Dios… menos mal la vida de mama no depende de guardar un secreto

-          Jajajajajaja- reímos juntos y volvimos a abrazarnos por un largo rato

Mike subió a mi cuarto y nos acostamos sobre el suelo, mirando hacia la ventana, en donde se podía apreciar un hermoso cielo y los rayos del sol entraban por la ventana, regalándome un poco de calor y de una sensación agradable  que no quería que se acabara.

-          Entonces… me vas a contar tus choco aventuras- voltio la cara y me sonrió para darme ánimo. Yo también gire la cara hacia la de él, y quedamos a unos pocos centímetros, me puse un poco nerviosa, pero sabía que no era por él, sino porque me acordaba de la cercanía de Alexa  hoy, de su tacto, de su aroma… cerré los ojos por un segundo y me pareció verla otra vez queriendo ayudarme y desesperada por que yo estuviera bien.- Vamos sophy animo

-          Ahí Mike esto es muy duro

-          Cuéntame que paso… te termino?

-          Nehhh

-          Jajajajaja…. Eres de lo peor

-          Es que ni si quiera hemos comenzado

-          No sabía que te gustaban las mujeres- dijo con una sonrisa de picardía

-          Yo tampoco.

-          Jajajajajajajajajaj- reímos a carcajadas y comenzó a hacerme cosquillas, en ese momento pensé que de alguna u otra forma él me estaba ayudando a ser fuerte, creo que Dios estaba de mi parte, me cerraba puertas, pero me dejaba ventanas abiertas.

-          Como es eso preciosa

-          Ella es mi maestra

-          Ouch…… pero no te conocía esos dotes conquistadores- dijo entre chistoso y triste

-          Pffff… porque lo dices

-          Pues solo llevan dos días de conocerse y ya te trae en carro

-          Celoso?- su sonrisa se borró del rostro y se me acerco tanto que sentía su respiración sobre mis labios y comencé a sentir que esto iba a estar pero feo, sin embargo no me moví, pasaron aproximadamente unos 25 segundos, hasta que salimos del trance gracias a las payasadas de Mike.

-          Ahhhhh se creyó de buenas…jajajajajaja

-          Ushh eres un guache Mike

-          Jajajajajaja…. Que esperabas?

-          Ammm … nada-dije con cierto aire de ira

-          Huy si como no… ni te movías

-          Quería ver hasta dónde eres capaz de llegar… pero bueno por lo menos ya comprobé que no te equivocaste de carrera-sonreí

-          Jajaja… si la actuación es lo mío… pero no me cambies de tema, independientemente de mis celos… Jajajajajajajajajaj…. Es que me da mucha risa lo siento… solo dime porque te trajo.

Sonríe por su forma de divertirme y al mismo tiempo saque mi pequeña lengua, el me miro con ese brillo en sus ojos y le respondí con el único fin de no sentirme estudiada con esas miradas.

-          Bueno, es que me desmaye en el cole y entonces no pude manejar y ella me trajo

-          ¡Pero como así!- se sentó y entre asustado y confuso vi su cara palidecer

-          Tranquilízate- me senté yo también y puse mi helada mano sobre su rostro y sonreí con el fin de tranquilizarlo, aunque no sé si funciono, porque él seguía con su gesto expectante- estoy bien, es que ni si quiera soporto tenerla cerca… me produce muchos nervios, ansiedad y eso me da mareo, y bueno ya te imaginaras...

-          Jajajajajaja….. recuerdo que te pasaba lo mismo en las clases de actuación- me miro con esa tristeza que me decía que entendía que yo no estaba enferma, sino que estaba empezando a Amar con locura a alguien-Vaya que susto… y bueno ahora entiendo lo del carro, pero no acabo de entender por qué ella estaba contigo

-          Porque fui la última en salir, porque estuve muy tensionada y mareada.

Por un momento reino el silencio, pero no ese incomodo que sentí en el carro de la maestra hoy, sino ese silencio que puedes compartir como una simple complicidad entre dos amigos, o hermanos, o pareja, aunque en mi caso particular era con mi amigo-hermano, con el que había compartido quizás los mejores momentos de mi vida en Albuquerque.

Mi mama llego de trabajar y subió al cuarto, al ver a Mike se emocionó muchísimo, se abrazaron y comenzaron a hablar de los viejos tiempos, sentí por un momento que se me borraba la tristeza de que Alexa me odiara, comimos, vimos tele, hice mis tareas mientras Mike revisaba su correo y después fuimos a la cama. Como la confianza era demasiada entre Mike y yo, mama no le veía problema a que durmiéramos juntos.

Ya casi entrando en la madrugada, mis ojos seguían desorbitados, era gracioso estar despierto mirando hacia el techo, cuando podía levantarme y revisar mi correo o molestar en la red, pero en realidad no quería salirme de la cama, estar al lado de Mike me hacía sentir segura, como si en medio de un naufragio el fuera mi flotador y la verdad no quería soltarlo por ahora.

Di media vuelta y me encontré con dos grandes ojos color verde oscuro mirándome fijamente, mi estómago se retorció y mi corazón  arranco una carrera de pálpitos, que creo que casi me desmayo otra vez, sin embargo no grite, aunque no se por qué.

-          ¡Idiota!- susurre con ira

-          También te quiero preciosa- me lo dijo con una sonrisa esplendida que me dejo divisar su perfecta dentadura

-          Mike por Dios que haces despierto a esta hora

-          Creo que lo mismo que tuuuu- susurro casi cantándomelo

-          Ok… ok… Ushh eres un…

-          Jajajajaja- subió un poco el volumen de su voz

-          Shhhh…… vas a despertar a mama

-          Ups lo siento- volvió a susurrar con delicadeza- es que yo tampoco puedo dormir… Sophy puedo preguntar algo

-          Claro dime

-          Esto de susurrar no es lo mío… ya me dolió la garganta

-          Jajajajaja- reí silenciosamente- que me ibas a preguntar

-          Quieres que ella se fije en ti- comencé a meditar esta frase y recordé que eso era lo que yo no quería al principio, pero mi corazón lo añoraba

-          Pues en realidad no lo sé… creo que si… o bueno  no…. Lo único que quiero es que no me odie

-          Ah????..... y por qué se supone que tendría que odiarte

-          Porque tengo plata

-          Pffff…. Que estupidez- dijo con cierto desprecio

-          ¿Porque lo dices?- pregunte algo esperanzada en encontrar mis respuestas en las suyas

-          La plata ni si quiera es tuya… es de tu mama….

-          Pfffffffff…. Jajajajajajajjajaj- reí tan duro que temí que mi mama se despertara

-          Shhhh- Susurro Mike casi estallándose de la risa el también

-          Lo siento….pues si tienes razón, pero ella también la tiene, por que puedo estar estudiando en un colegio privado, y no quitándole la oportunidad a un niño, de que use ese cupo.

-          Mmm… pues no lo sé Sophy, pienso que ella no tendría por qué juzgar eso, le está dando mucha importancia a tu procedencia… es que ni si quiera te conoce como para juzgarte de esa manera….

El silencio se volvió a apoderar del lugar, dándole espacio a la charla con migo misma. De pronto sentí mucha felicidad por la respuesta de Mike “le está dando mucha importancia a tu procedencia”, eso significaba, solo una cosa y es que yo también le producía algo a ella, o de alguna manera le importaba de una manera especial. Quise dejar el pensamiento en eso, no quería seguir filosofando sobre el tema y después llegar a conclusiones tristes.

-          Bostece como si quisiera anunciarle que ya tenía mucho sueño, pero por si las dudas se lo confirme - …ahhgggg… Mike ya me dio sueño- me acerque y le di un beso en la frente, me volteé y caí profundamente dormida.

Sentí que algo me aplastaba, cada vez más, hasta que por pura reacción natural de mi cuerpo me desperté abruptamente.

-          Que haces… estás loco??- dije entre dormida, adolorida y mal geniada

-          Intento despertarte… te he llamado como dos mil veces

-          Podrías por favor bajarte de encima mío y dejarme respirar… necesito estar viva para ir al cole

-          Ah… si lo siento…. Hoy te llevo yo

-          Qué??

-          Si tu mama me dejo el carro y me pidió el favor de que te llevara, para que no fueras en taxi

-          Cómo??.. y ella como sabe que no tengo mi carro aquí

-          Haber… mmm… como te explico linda- sabía que ese tono en su voz era de burla- Mira, cuando uno abre la cochera y ve un espacio enorme que debería estar ocupado por un auto, pues uno concluye “ Ohhh Falta un auto aquí” y seguidamente concluye “Ohh… mi hija dejo su auto en otro lado”.. y creo que quizás asi fue como tu mama se dio cuenta de que necesitabas transporte y que yo necesitaba algo que hacer además de tomar del pelo.

Estalle en risa y después de unas cuantas bromas me fui a arreglar. Cuando llegamos en la camioneta de mi mama, más de uno se quedó mirándonos, para mi desgracia mi maestra Alexa, estaba entre los que nos estaba mirando y nuevamente me volvió el sentimiento de dolor y frustración, por lo que le pedí a Mike que me acompañara hasta el salón y como llovía a cantaros, el no se pudo negar.

Tenía clase de idiomas a primera hora y gracias a Dios en ella estaba Andrea, con eso podría soportar la idea de que no estaría sola con migo misma pensando todo el tiempo en mi profesora de física.

-          Andree- grite desde la entrada del salón, mientras Mike cerraba la sombrilla y le sonreía agraciado a Andrea, alzando su mano para saludar también, por lo que le di un codazo y lo obligue a marcharse.

-          Hola Sophy, te iba a llamar ayer, dijiste que te irías temprano  y bueno cuando Salí del gimnasio vi tu auto todavía estacionado, pero no te vi a ti.

Vaya tenías que recordarme todo el suceso, pensé triste.

-          Si… es que  tuve un problemilla de salud ayer, pero no te preocupes, ya todo está bien.

-          Oh que mal, pero segura que todo está en orden

-          Sí, no te preocupes, ya estoy súper bien… bueno con un poco de frio, este día esta horrible, pero bueno vamos a ponerle todo el ánimo.

-          Huy si, que invierno tan maquiavélico

-          Jajajajaja… que palabra tan chistosa

-          Bueno por lo menos tú tienes alguien que te trae bajo la sombrilla al salón

-          Ahh siiii… él es un amor

-          Es tu novio??

-          QUEEE???

-          Jajajajaja, pues que si es tu novio, hacen linda pareja

-          Nooo, jajaja es como mi hermano- dije divertida y sorprendida, era increíble que hubiéramos causado esa impresión

-          Bueno de todas formas tienes que tener cuidado, algunos chicos ya lo están comentando, y como eres más nueva que todos nosotros el chisme no demora en correr por todo el bloque y a lo mejor por todo el cole

-          Washh pues gracias por la moral Andre, pero la verdad no me sirve de mucho.

Pronto llego la profesora de idiomas, fue una clase divertida y entretenida, tanto que me olvide por esas dos horas de Alexa, sin embargo el vacío volvió a mi estómago y a mi corazón cuando sonó el timbre y Andrea debía partir para clase de gimnasia y debía quedarme yo sola con mis pensamientos infinitos otra vez.

Seguía lloviendo durísimo y como raro yo estaba muriendo de frio, tenía un espacio de 4 horas libres antes de la próxima clase, por lo que decidí ir a la cafetería, que por cierto a esta hora debería estar fantasmagóricamente sola. Me senté en una de las mesas de una esquina, con el fin de estar lejos de la puerta y del frio, pedí un capuchino y una torta, que por cierto estaba deliciosa, en realidad estaba disfrutando ese momento a solas, sin embargo después de 5 minutos lo disfrute aún más.

-          Señorita Sophy Ferrero- reconocí su hermosa voz y mi mano se detuvo con el pocillo en la mitad del camino entre la mesa y mi boca, entonces regrese el pocillo a la mesa con mucho cuidado, había comenzado a temblar, pero no podía permitir que se diera cuenta, entonces voltee despacio para apreciar su belleza una vez más.

-          Maestras como esta- trate de saludarla lo más fría posible y al parecer lo logre, porque su rostro se inundó de tristeza… me sentí mal por eso, y quise correr a abrazarla, pero decidí no cambiar mi actitud, pues era lo que me llevaría a tener una vida tranquila por lo menos en el colegio.

-          Sophy… me puedo sentar?- Ohh vaya por que tenía que decirlo con tanta dulzura, además venia cargada de cuadernos y hojas, entonces mi decisión se derrumbó, me pare y tome sus cuadernos y los organice en la mesa e hice una seña invitándola a sentarse…. Agradecí profundamente la soledad de la cafetería- Como sigues?

-          Bien profe, gracias por preguntar… y claro, muchas gracias por toda la ayuda que me brindo, en realidad no tengo la forma de agradecérselo

-          Bueno muero de frio, que tal si me invitas un café- En realidad los físicos son un poco locos, no podía creer todo el tiempo que me pase sufriendo para que hoy llegara como si nada… vaya que querer a alguien es muy complicado.

-          Sera un placer…

-          Como siempre tan cordial- alce una ceja y me puse un poco más seria- Sophy… yo quería decirte algo

Mi respiración se aceleró y mi corazón volvió a latir con la misma fuerza de ayer en la tarde. Porque esto tenía que ser tan complicado para mi… en este momento me hubiera gustado estar enamorada de Mike y no ponerle tanto misterio a este asunto.

-          Claro, dígame maestra- dije otra vez fría y apática, mientras la mesera traía su café.

-          Quiero pedirte disculpas, sé que mi reacción ayer fue un poco brusca y no debió ser así… yo no tengo por qué juzgarte de ninguna manera, ni si quiera te conozco-me pareció escuchar a Mike y mis esperanzas terminaron en el suelo otra vez- bueno… espero no lo tomes a mal, es que he pasado muy malos ratos aquí con los chicos como tu.

-          Lo imagino… no se preocupe maestra, se que tiene sus razones-entristecí un poco y ella lo noto- Solo espero que….

-          Qué??

-          Solo espero que no me odie maestra…

-          Ohh por Dios Sophy… lamento causarte ese malestar- me miro con dulzura nuevamente y me hizo sentir un poco de esa sensación de calor- claro que no te odio, no podría hacerlo con ninguno de mis estudiantes…. Yo los quiero mucho a todos.

Sonreí sin ganas, pero más tranquila porque por lo menos había logrado mi cometido de que no me odiara.

-          Me alegra que lo haga profe

-          Me alegra que te alegre

-          Jajaja… ok

-          Bueno, creo que me pondré a calificar los cuadernos del otro curso, sino esto se me va a poner muy pesado.

-          Que aplicada

-          Jajajajaja… si en realidad sí, me gusta mucho tener listo todo lo que tengo pendiente, me da la sensación de tranquilidad.

-          Si es algo muy agradable- afirme un poco más animada

-          Y como te va con la física?

-          Bueno, siempre me dio muy duro en la otra ciudad, pero creo que le estoy entendiendo mucho más a usted aquí.

-          Pues que alegría que así sea, eso me da ánimos para continuar metida en este rollo

-          Jajajajajaja- me sonrió con cara de confusión… me gustaba esa mueca… bueno en realidad que era lo que no me gustaba de ella, me parecía perfecta

-          Te burlas??

-          No como crees

-          Huyyyy- dijo esto como celebrando algo, pero me hizo sonrojar demasiado

-          Queee??- pregunte entre risueña y nerviosa

-          Me tuteaste

-          Jajaja… si… lo siento

-          No lo sientas, puedes seguirlo haciendo, me agrada que me tengan confianza.

-          Entonces no dudes que lo hare.

-          Ahii sophy- suspiro y dijo esta expresión con tanta dulzura que empecé a hiperventilar de nuevo- siento tanto lo de ayer, veo que me equivoque contigo de la manera más estúpida

-          No importa, dejémoslo atrás… pero quiero hacerle una pregunta

-          Hacerle????- se divertía con mis nervios, podía notarlo en su sonrisa de triunfo

-          Jajaja… lo lamento- ammm… quiero… hacerte una pregunta

-          Bueno antes quiero yo hacerte una a ti??

-          De acuerdo

-          Siempre eres tan decente?- me sonroje de nuevo y la mire con algo de vergüenza- jajaja no te sonrojes, es que es increíble que exista alguien así.

-          Así? como es eso??

-          Bueno, no te lo tomes a mal- ella me podía hablar y calificar al mismo tiempo, era algo impresionante, yo que a duras penas podía caminar y masticar chicle al mismo tiempo.- Es que, yo estoy acostumbrada a que la gente que goza de facilidades económicas, son egoístas, altaneros, a veces un poco indecentes y piensan que por que la vida les dio la oportunidad de estar bien, pueden aplastar a todo el mundo- esto último lo dijo con algo de rabia, aunque cuando alzo la vista para mirarme me sonrió.

-          Espero eso no me incluya.

-          Claro que Nooo, por eso decía que me equivoque contigo, eres todo lo contrario, eres decente, agradable, inteligente….linda

-          UPS…. Me voy a sonrojar

-          Jajajajaja…. Sophy…. Sé que no lo necesitas, pero me gustaría devolverte tu dinero.

-          No me hagas sentir mal… te lo suplico- dije melancólica porque ella no volviera a detestarme- hagamos de cuenta que nunca supiste quien fue ese anónimo, y que lo vas a dejar allí- mordió su labio inferior y me miro directamente a los ojos, derrumbando cualquier intento que yo tuviera por alejarla de mi- Además tu hiciste algo parecido ayer, así que estamos a mano.

-          Está bien… vamos a olvidarlo y a seguir como veníamos- me inundo de profunda felicidad oír eso- Bueno y tú me ibas a hacer una pregunta no??

-          Ahh si… pero ya la respondiste no te preocupes… solo quería saber que pensabas de mi- tutearla se me hacía un poco incómodo todavía, porque jamás lo había hecho con ninguno de mis maestros.

El silencio inundo el lugar, aunque esta vez no fue incómodo, porque yo me sentía feliz de solo verla ahí tan concentrada, calificando de esa manera tan profesional, tan seria, tan bella, ohh mi bella… hermosa…

-          Por qué me  ves así- se puso roja y sonreía confundida y es que yo sin darme cuenta apoye los codos sobre la mesa, y la había estado mirando fijamente por unos minutos.

-          Ah….mmm…- trague saliva- Solo pensaba si alguna vez podría yo adquirir tal concentración.

-          Ahh jejeje… claro eso se aprende con el tiempo, te acostumbras a trabajar en cualquier lado.

-          Qué bien...

-          Y tu novio??

Quede totalmente muda… no podía creer que ella también pensara eso… yo aquí derritiéndome por ella y me preguntaba con tanta naturalidad eso. Alzo la vista y se quedó mirándome fijamente, estuvimos así por varios segundos, ninguna de las dos articulaba palabra, veía un brillo particular en sus ojos y quería desesperadamente saber que estaba pensando.