El amor de mi vida (2)

Como decía había soñado muchas veces con esta chica haciéndonos el amor y me había masturbado mucho pensando en ella.

Mucho agradezco a Todorelatos.com por haber publicado mi historia " Don niñas adolescentes" en el encabezado que debió haberse llamado " Dos niñas adolescentes" pero que por la emoción no la revisé ni la pude corregir. A eso se debió que se encuentren muchos errores de ortografía y de redacción. Nuevamente agradezco a Todorelatos.com su paciencia y consideración. Aquí envío la continuación de la primera parte. Espero no aburrir a mis lectores y si no encuentran interesante mis historia me complacerá si les proporciona algún instante de placer o al menos entretenimiento.

Como decía había soñado muchas veces con esta chica haciéndonos el amor y me había masturbado mucho pensando en ella, que ahora cuando lo hacíamos me parecía que era otro de los sueños que había tenido y me daba miedo despertar. Me llenaba de orgullo cuando me decía que era su mamacita, su niña, su amor y no encontraba la manera más digna de corresponder a tales halagos. Hicimos el amor el amor esa noche hasta quedar exhaustas, cuando nos dormimos no se que horas serían pero seguramente era de madrugada.

Desperté bien temprano aun no había amanecido y mi amante continuaba durmiendo, más tarde me fui dando dando cuenta que dormía mucho y con mucha tranquilidad. Recordaba lo que habíamos hecho en la noche anterior y todo lo que nos habíamos dicho, pensaba en algunas cosas que dije que quizá no habían sido adecuadas y recordaba las que le había oído decirme queriendo escucharlas de nuevo, pero le tenía ya mucho respeto y consideración y me daba pena despertarla.

No había caído en la cuenta todavía que estaba locamente enamorada de mi chica. Se despertó temprano también, como a las seis de la mañana y de un humor excelente aunque no mencionaba nada de la noche anterior, conversamos de otros asuntos y entre otras me dijo que cuando estaba en la primaria le habían hecho que aprendiera algunos poemas, yo le dije entusiasmada que recitara algunos que la quería oír, recitó dos poemas que sabía y aunque no eran románticos me gustaron mucho, me enseñó algunas canciones que sabía y que yo puse mucho entusiasmo en aprender para luego cantarlas juntas y hablaba y hacia ademanes de chica que le lucían muy bien debido a su gracia femenina. Se me ocurrió decirle que fuéramos al cuarto de mi hermana para ver algunas de las revistas que tenía donde salían artistas y actrices famosos, a lo que accedió mostrándose complaciente, hablando siempre y haciendo ademanes de chica, quería enseñarle las ropas que tenía mi hermana y que a mi tanto me gustaban y usaba en secreto, por primera vez le confiaría a alguien mi secreto. Le enseñe las que más me gustaban, entre ellas había una minifalda muy sexi que yo le pedí se pusiera a lo que accedió con la mayor naturalidad yo me puse unos chorcitos que hacían resaltar mis abultadas nalgas y una camiseta apretada que no disimulaban para nada mis pechos de niña, le pinte los labios de rojo entre risas y bromas, y luego me los pintó a mí

diciéndome que era la chica más adorable que había conocido, vimos las revistas y francamente ella se veía mejor que muchas de las fotos que aparecían en la revista y no pude evitar decírselo, a lo que sonrió mostrando mucha complacencia y diciéndome que yo era muy sexi y que nadie la había tratado, ni hecho el amor de la forma que yo lo hacía. Por supuesto que lo hacía como una forma de corresponder a mis halagos, nos pusimos frente al espejo de cuerpo entero donde yo pasaba observando mi cuerpo de mujer y nos abrazamos y topamos nuestros cuerpos viéndonos en el espejo, me excitó mucho ver en el espejo como mis manos acariciaban su culito precioso por encima de la falda y como me desabrocha con las suyas el diminuto short que llevaba puesto.

La noche anterior cuando hicimos el amor no pude admirar su precioso cuerpo blanco como la nieve que tanto me gustaba ni sus abultadas nalgas de mujer que los chicos del colegio tanto deseaban poseer, su verga cerrada por el prepucio ya estaba rígida como en la noche anterior, era más pequeña que la mía aunque la diferencia no era mucha y lubricaba mucho al igual que yo, nos veíamos en el espejo con nuestra palomitas topadas y acariciándonos el culito, le agarraba la verga completamente mojada de ese material viscoso y le preguntaba al oído por que estaba así, a lo que sonreía y hacía lo mismo conmigo, pasaba mi mano por mi verga mojada y le daba de chupar, lo que hacía con mucha delicadeza y complacencia. Me excitaba demasiado ver como se erizaba su piel cuando pasaba mis manos por su cuerpo que instintivamente le comencé a pasar la lengua por todo su cuerpo con más tranquilidad que la noche anterior pues ya habíamos superado los temores naturales de la primera vez.

Puse mis labios que ya había limpiado al igual que los de ella para no manchar nuestros cuerpos, en la cabeza de verga y la besaba con ternura en medio de frases incoherentes, le decía mi amor, mi vida, mi cielo, mi muñeca, todo lo bonito que ese momento se me ocurría, metí su palomita en mi boca y la chupe con mucha devoción mientras le acariciaba las nalgas introduciéndole luego un dedo en su culito lo que le hizo gemir de placer y agarrarme de los cabellos con locura. Le hice venirse en medio de espasmos que me enloquecían luego me hizo que me pusiera de pie y comenzó a chuparme las partes de mi cuerpo comenzando por mis pechos de niña, no lo hacía como pensaba que lo hacía yo, con un poco de violencia que no podía contener, sino que lo hacía con delicadez y ternura, a mi me encantaba. Luego de chuparme me pidió que se la metiera como lo había hecho la noche anterior a lo que yo gustosamente accedí dándome cuenta del bello culo que no había podido admirar en la oscuridad y que ahora me lo ofrecía para que yo dispusiera de él como mejor me pareciera. Lo chupe, lo besé, lo acaricié de todas las maneras que en ese momento podía imaginar. Francamente me sentía en la gloria y le daba las gracias por todo el amor que me daba y por lo verdaderamente feliz que me hacía.

Así fue como logre conquistar al amor de mi vida, mantuvimos una relación amorosa que no fue duradera porque yo no tuve habilidad para disimular mis sentimientos ante los demás y era sumamente celosa, no soportaba que otro de mis compañeros(as) le hablara por que me sentía morir de celos y los imaginaba haciendo las cosas que había hecho conmigo, lo que me hacía sufrir. Pero ya sería parte de otra historia que en otra ocasión contaré con mucho placer al igual que la primera vez que hice el amor cuando tenía once años. Besitos y abrazos quienes hayan tenido la paciencia de leer mi historia, bye, bye.

Si me desean escribir me dará mucho gusto mi dirección es

tynibisex@hotmail.com