El Amor de Mi Profesora (2)
Continúo aprendiendo con mi bella maestra sobre el arte del sexo, ésta vez me tocó probar su hermoso culo, ya saben que es historia real.
Continuando con la historia de amor real entre mi profesora y yo, en este relato describiré lo mejor que aprendí con ella en el campo sexual.
Había transcurrido casi un mes desde que mi bella maestra y yo empezamos nuestra relación y también desde la primera vez que hicimos el amor. Los días pasaban normales en mi escuela, ella me trataba como a cualquier alumno dentro del aula, por lo que nadie nunca sospechó de que ella tenga algún favoritismo por mí, yo siempre buscaba una excusa para salir de mi casa, iba a la de ella y hacíamos el amor como locos, pero siempre lo mismo, ella me lo chupaba, yo le hacía lo mismo a ella, luego ella se ponía en 4 pues sabía que me encantaba cogérmela en esa pose mientras le agarraba sus nalgas y dejaba que me corra sobre su cuerpo, siempre era igual, claro que por ese tiempo ella me obligó a usar condón, aunque fue mientras ella se colocaba la "T de cobre", que ya la mayoría sabrá es un método anticonceptivo que consiste en un pequeño dispositivo en forma de T que se introduce en la vagina, y entonces ya no es necesario que el hombre use preservativo y no hay peligro de embarazo. Bueno como les decía yo quería poseer todo el cuerpo y pues me faltaba su culo, nunca le había pedido que me dejara metérsela por atrás, asi que ya era el momento de decírselo.
Estaba en la clase de Lenguaje y Literatura, pero mi cabeza estaba volando en la imaginación, y me imaginaba a ella en 4, alzando su hermoso y rechoncho culo hasta que vea su huequito posterior, me imaginaba introduciendo un dedo y luego 2 conforme se iba dilatando y luego acercando la punta de mi pene empiezo a penetrarla despacio, disfrutando el glorioso momento, para luego empezar a lanzar fuertes embestidas para finalmente derramar la cálida esencia de mi juventud en ese hermoso agujero posterior. Pero a todo eso me preguntaba si ella iba a aceptar, tenía dudas pues en uno de nuestros encuentros sexuales ella estaba montándome y yo le acariciaba las nalgas, hasta que traté de introducir un dedo por atrás, ella reaccionó y me sacó la mano de allí, yo me hice el que no paso nada y ella se hizo la desentendida y siguió moviéndose encima de mí. Pues bien pensaba en esa reacción, pero todo se resuelve hablando asi que decidí proponérselo ese mismo día.
Nadie en la escuela sabía, ni siquiera se imaginaban lo que estaba pasando entre la profesora y yo, y ninguno de los 2 hablaría de eso nos lo habíamos prometido, pero yo tenía (y hasta ahora los tengo) 2 amigos de confianza, con los que estudié desde la primaria y les conté lo que estaba pasando, claro lo hice porque sabía muy bien que ellos, aunque los torturen, jamás dirían nada de eso.
Ellos son Karla y Steve, tenían 14 años igual que yo, y siempre nos contábamos todo, por lo que yo sabía que ambos seguían siendo vírgenes y claro, ellos sabían que yo ya había tenido mi primera vez con mi vecina Lucía. Los 2 eran (y son) mis mejores amigos, Steve era muy tímido desde niño, por lo que nunca concretaba nada con una mujer, y mis compañeros de aula lo molestaban aludiendo que era gay o algo asi, yo comprendía a Steve y como yo era uno de los más aguerridos de mi aula desde pequeño, sacaba cara por él y lo defendía de los injustos insultos, aunque típico en la edad escolar, desde luego que Steve se hizo mi gran amigo. Por otro lado Karla era la "patita fea" del aula, ya que era la única en toda la escuela que usaba lentes, y pues los que usaba no eran muy estéticos, ya que la hacían verse como una "nerd", y claro también la defendí de los insultos y marginaciones (aunque no lo crean, hay marginación incluso en la primaria) y esto hizo que ella se apegue a mí y se hiciera mi gran amiga.
Con el paso de los años, en la secundaria para ser exactos todo cambió para ellos, Steve por ejemplo, era bastante alto y adquirió una gran consistencia física, pues tanto él como yo empezamos a la misma edad a practicar básquet y natación, y por este motivo despertaba las miradas de admiración y a veces hasta de deseo del sexo opuesto, también era guapo y el ser asediado por las chicas hizo crecer su autoestima y perdió la timidez. Por otro lado más me sorprendió el cambio de mi amiguita, a los 13 años ella dio un desarrollo inimaginable, fue el primer día de clases en la secundaria, cuando ella llegó, no la había visto desde que empezaron las vacaciones pues ella viajó, casi no la reconozco, había crecido, llevaba una falda sobre la rodilla y pude observar una parte de sus contorneadas piernas, había adelgazado, se asomaban las copas de los senos, había dejado crecer su hermoso pelo color negro, ahora le daba poco más abajo del hombro (en primaria lo tenía más corto) y había cambiado el modelo de sus lentes por otros más simpáticos y acordes con su carita, pero me enfoqué en eso que me gusta tanto de las mujeres: el culo, lo tenía paradito, y eso que recién estaba desarrollándose, pero es bien sabido que las mujeres se desarrollan más rápido que los hombres, y pues ella estaba preciosa, recuerdo que todos voltearon a mirarla y no podían creer el cambio radical en ella, entonces los que se burlaban de ella, ahora estaban atrás de ella, enamorándola, pero ella era la que ahora los ignoraba, era consciente de su belleza y erguía el rostro orgullosa de eso, para ella sus únicos amigos éramos Steve y yo.
Claro a pesar de que estaba preciosa nunca traté de sobrepasarme con ella, siempre la traté con mucho respeto y cariño, hasta que me acostumbré a su hermosura y me parecía normal, no la miraba con deseo pues no quería arruinar nuestra amistad, pero el tiempo se encargaría de que yo sea el primero en su intimidad, aunque es otra historia. Después de este preámbulo (típico en mis historias para que sean más explicativas) vuelvo a la historia de mi maestra, bien, estábamos Steve, Karla y yo en pleno recreo y los llamé con la intención de contarles lo que pasaba entre nuestra maestra y yo:
-Oigan chicos, les quiero decir algo que será uno de nuestros muchos secretos.
-Steve: ¿qué has hecho ahora?
-Karla: Habla Marlon.
-No me van a creer, asi que prepárense: estoy con la profesora Iris.
-S: ¿Cómo que estás? no te entiendo.
-Escúchenme bien, la profesora y yo somos pareja, incluso hemos tenido sexo.
-S y K: ¿queeeeeeeeeeeee?!!!
-K: No te vamos a creer eso, osea es imposible.
-Pues es la verdad, ella y yo somos una pareja ¿cuándo les he mentido?
-K: Nunca, pero
-S: Es imposible que eso pase entre ustedes.
-Pues creanme, a ustedes jamás les miento y eso lo saben.
-K: Es cierto, pero ¿cómo sucedió?
-Vengan, les cuento todo.
Les conté a mis amigos todo lo que yo relaté en mi segunda historia, la de mi maestra, llegó la hora de salida, esperé a que todos los alumnos salieran del colegio, mi profesora me esperaba en el salón en el que le había tocado dar clase, entré, le di una cartita en donde le decía lo mucho que la quería y que teníamos que hablar de algo importante, luego de eso le di un beso en la boca y le toqué una nalga por encima de su falda, luego salí rápidamente del colegio. Ese día tenía que comprar mi almuerzo en un restaurante puesto que mi madre había viajado a una provincia lejana por motivos del negocio que ella tenía, ella me dejaba solo en casa desde que tenía 11 años, pues me tenía confianza ya que yo sabía manejar muy bien todo en la casa, además sabía que también me iba a la casa de mi abuela por lo que estaba seguro; asi que ese día estaba solo en mi casa, entonces llamé a mi linda maestra, le dije que venga a mi casa pues estaba solo e íbamos a tener la casa para los 2 solos hasta el día siguiente.
Una hora después ella estaba tocando el timbre de mi casa, hice que pase y la recibí con un beso, la llevé a la sala y puse un video porno en el VHS ella me miró con cierto deseo, me comenzó tocar primero desde el pecho hasta llegar a sobarme la verga sobre mi short, estábamos cómodamente sentados sobre el mueble grande de mi sala, con sus caricias hizo que mi verga se pare con deseos de entrar en ella, entonces intentó bajarme el short, y yo le dije que se espere, porque quería que viera algo del video. No pasó mucho para que ella viera lo que yo quería, en la cinta estaba la pareja de actores, él estaba encima de ella penetrándola por la vagina, cuando de pronto saca su vaporoso miembro hace que ella se coloque en 4, y en términos vulgares le dice que se la va a meter por atrás, y claro la actriz lo aceptó con una sonrisa de complicidad y placer, y en seguida empezó a introducirle, lentamente, su verga por el ano de ella. Noté que mi linda maestra se quedaba expectante de este acto, pero no ví ningún temor en su mirada, sólo curiosidad, entonces me animé a decirle lo que deseaba:
-Quisiera hacerle eso
-¿Quieres metérmela por atrás?
-Si, su culo es lo más hermoso de su cuerpo, y quiero tenerlo.
-Pero me da miedo, dicen que es muy doloroso.
-¿Osea que nunca se lo han hecho por atrás?
-Sólo tuve una pareja sexual, y no, nunca dejé que me lo haga por allí.
-Pues entonces yo seré el primero, ¿me deja?
-Tengo miedo, Marlon, me puedes lastimar.
-Tendré mucho cuidado, ¿Qué dice?
- Bueno, está bien, pero ten cuidado.
Luego de eso subimos a mi habitación, nos echamos en la cama y empezamos a besarnos apasionadamente, sentía su lengua recorriendo mi boca, estábamos deseosos de entregarnos, mis manos recorrían su cuerpo, mi verga se paró como nunca antes y lo sobaba en su vientre, de repente ella me propuso que le haga el amor, pero con la mayoría de su ropa puesta, yo supuse que era una de sus fantasías asi que decidí complacerla, empecé acariciándole sus senos, y me las ingenié para sacarle el sostén por sobre su blusa, lo logré y sentí sus preciosas tetas sobre la suave tela de la blusa; ella estaba bastante excitada, gemía con desespero mientras que yo le apretaba, sobaba y peñiscaba los pesones y todo el entorno de sus senos, luego bajé mi mano derecha y alcancé sus piernas, las separé buscando tocar su sexo, mi mano desesperada alcanzó la seda de su calzón y la masturbé sobre su prenda con mis dedos medio e índice, sentí a su clítoris extenderse, era delicioso ella estaba a punto de estallar de placer, lo sabía por sus gemidos, agarró mi cabeza y la aplastó contra sus senos, luego le alcé su falda hasta la cintura y sobé mi pene sobre su calzón como simulando una penetración.
Aunque parezca incómodo o raro el tocar o sobar el miembro sobre la ropa de tu pareja, en realidad es lo contrario, sentir el cuerpo de tu pareja sobre su ropa es muy excitante, pues es como si exploraras su cuerpo, entonces actúa la imaginación y los sentidos hacen que uno se excite. Luego de estar encima de ella me levanté y ella comprendió que debía ponerse en 4, la posición que más me gusta y así lo hizo, con su falda levantada hasta su cintura me mostró su hermoso culo, claro aún con su ropa interior puesta, pero era excitante ver como el calzón (de color rojo) se le metía en toda la raya de su culo, eso me dio una idea, empecé a acariciarle sus rechonchas nalgas, las estrujé y apreté con ganas, como si las estuviera amasando, ella alzó más su trasero y luego practiqué la idea que tuve: cogí la parte superior de su calzón y lo jalé hacia arriba para que el hilo que estaba metido en su culo se sobara con las paredes y el hueco de su ano; esto la encendió, contorneaba su culo de un lado a otro y noté como la prenda se empapaba con los jugos provenientes de su cálida vagina, estábamos impacientes entonces saqué mi verga que "saltó" como un resorte, estaba rígida y dura, ella bajó y estiró su mano para alcanzar mi verga, la cogió y la acarició: "está bien dura, qué rico amor" dijo ella. Luego apunté la cabeza de mi pene hacia su concha, hice a un lado su calzón y la introduje de un solo empujón, ella lanzó un pequeño grito de placer, no me fue difícil metérsela pues estaba bastante mojada. Empecé un movimiento rápido de atrás hacia delante y por ratos me movía en círculos, ella estaba en 4 y yo metiéndosela frenéticamente mientras le agarraba las nalgas y las usaba como asas para lanzarme con más fuerza en cada embestida, ella me pedía que se la siga metiendo, que no pare, hasta que no pudo más y entre gritos y gemidos y palabras algo incoherentes tuvo un abundante orgasmo que inundó mis testículos.
Descansamos un momento, yo me eché detrás de ella, estábamos de costado, nos besábamos con pasión entonces cogí mi pene y empecé a sobarlo entre su culo, ella entendió lo que se venía, me dijo: "hagámoslo de una vez", entonces agarré sus caderas y la coloqué en 4 nuevamente, luego le bajé el calzón hasta las rodillas, le pedí que apoye su cabeza sobre la cama para que pueda alzar todo lo que pudiera su lindo culo, así lo hizo, sus nalgas se extendieron y pude observar muy bien la entrada de su ano, sus nalgas eran suaves como el terciopelo y al estar agachada parecía un corazón enorme, "qué belleza de culo" pensaba yo, no esperé más, me acerqué el orificio de su ano y lo lamí, pasé mi lengua en ese agujero, era la primera vez que hacía algo así, a ella le gustó, me pedía que siga, mi lengua recorría toda la forma de ese agujerito aún virgen, pero no por mucho tiempo, mientras lo hacía le introducía 2 dedos a su vagina. Luego de unos minutos de estar así, introducí mi dedo índice en su ano, suavemente, ella soltó un quejido de dolor, le pregunté si quería que siga, ella dijo que sí, entonces introduje todo mi dedo, hasta que su ano se dilató, empecé a meter y a sacar mi dedo de su culo para que se vaya haciendo una idea de lo que iba a sentir.
Cuando noté que ya estaba lista para ser penetrada apunté la punta de mi verga hacia el orificio de su ano y lo metí, primero el glande, cuando ella lo sintió cerró los ojos mientras se mordía el labio inferior; poco a poco iba introduciendo mi verga (que es mas gruesa que larga), ella sólo soltaba quejidos pequeños y tenía una expresión de un dolor placentero en su rostro, pero yo estaba en el cielo, sentir la calidez de ese nueva vía de placer era exquisito, se lo metía con suavidad, como queriendo que ese momento nunca acabe.
Luego de un rato mi pene estaba hundido completamente, mis bolas y mis vellos púbicos acosaban los cachetes de sus nalgas, entonces le pregunté si se encontraba bien, ella me dijo que sí y que siga, que el dolor ya se había ido y había dado paso al placer. A ella le gustaba mi consideración ( a qué mujer no le gusta) cuando le preguntaba si se sentía bien; luego empecé mis movimientos, suaves pero profundos, de atrás hacia delante, al principio un poco difícil pues era un hueco virgen, pero en cuestión de minutos mi verga empezó a entrar y salir con mucha facilidad, me paré un poco, me incliné hacia delante sobre su espalda y me agarré de sus tetas y empecé a moverme más rápido, ella gemía con gusto y yo jadeaba en su cuello, ambos lo estábamos disfrutando, eso era lo importante para nosotros, el sexo es de pareja y ambos deben disfrutarlo, no debe haber ningún tipo de egoísmos, pero para lograr eso debe haber comunicación, y yo comprendí eso a la tierna edad de 14 años, y mírenme estaba haciéndolo con una mujer de 24 muy hermosa ¡y encima era mi maestra! Seguí metiéndole mi verga, ambos sudábamos debido al desgaste corporal, noté que ella tuvo su orgasmo entonces me tocaba a mí (por supuesto, es importante que la mujer tenga su orgasmo primero) agilicé mis movimientos, en un momento mi pene se salió de su culo debido a la rapidez con la que lo hacía, apunté de nuevo hacia su orificio y se lo metí de una sola estacada, ella gritaba excitada, yo sentía que ya estaba por correrme, cogí sus nalgas con ambas manos lancé dos embestidas más y saqué mi pene para derramar mi leche en sus nalgas y espalda, luego quedamos tendidos uno frente al otro suspirando agotados. Luego de eso ella tuvo que lavar su blusa que estaba manchada con mi leche (uno de los inconvenientes de hacerlo con ropa) pero no fue problema pues tenía una secadora de ropa. Mi relación con mi profesora duró un año y medio, no fue sólo sexo, había algo de amor entre nosotros, a partir de ese día gozamos mucho del sexo, vaginal, oral y anal, lamentablemente ella tuvo que regresar a su ciudad y no volvimos a vernos, pero fue la mujer con la aprendí mucho sobre el arte del sexo y me serviría para aplicarlo con las que venían, esto significa más relatos, todos reales.
Dedico esta historia a mi más asidua lectora, mi novia Isabel de México.
A mis lectores (as) les recuerdo que pueden escribirme sus sugerencias y críticas a mi correo, el en MSN: orochi_15@hotmail.com y en yahoo: orochi_18_85@yahoo.com.mx y también pueden agregarme si desean mi amistad, espero que el relato haya sido de su agrado y espero que lo comenten, y esperen los demás relatos, que, como siempre afirmo, son 100% reales, hasta la próxima.