El amor, casi un trabajo 3

- Lo único que necesito es que me vos me digas lo que queres – respondió

No podía entender qué era lo que me estaba sucediendo. Me sentía completamente atraída por Victoria y no era el morbo de pensar en ella como una mujer lo que me tenía hipnotizada. Era Victoria en su conjunto, era cómo me sentía a su lado, segura, cómoda, tranquila… no me importaba trabajar 10 horas diarias si estaba a su lado, no me importaba que me llamara fuera del horario de trabajo para hablar de trabajo! Me gustaba que lo hiciera, ver destellar su nombre en la pantalla de mi celular me reconfortaba porque me encantaba saber que contaba conmigo.

Durante su viaje sucedió lo que ya me había anticipado: me bombardeo a llamadas telefónicas. Durante la teleconferencia me presentó como su colaboradora y sin anticipármelo anunció que yo sería quien llevaría la cuenta de los nuevos clientes, quienes de ahora en más deberían tratar exclusivamente conmigo. Disimulé mi desconcierto y procedí a exponer lo que hasta hace unos segundos atrás pensaba que iba a exponer Victoria. Todo salió a la perfección y cualquiera diría que lo habíamos ensayado! Por algunos minutos la odié por ponerme en aquella situación sin aviso.

  • Estuviste genial! –dijo su voz al teléfono
  • Te quería matar! Cómo no me avisaste antes que tenía que tomar el mando de la presentación del dossier! –respondí indignada
  • No puedo creer que estes enojada por eso! Se supone que deberías estar feliz, festejando que tenés tu primer cuenta! Te anuncio que Varem Group te acaba de poner alitas para que empieces a volar y me querés matar??!
  • Claro que estoy feliz! Pero no era la manera! Me lo tendrías que haber anticipado al menos antes de iniciar la teleconferencia!
  • Era la única manera de asegurar el éxito de tu debut - objetó- si te lo hubiera anticipado habrías ensayado tu presentación y hubieses dejado de ser vos misma. Y esto requería de tu espontaneidad, necesitaba a la Valeria que yo conozco. Además, si te lo hubiera dicho antes de empezar te hubiesen devorados los nervios
  • Me devoraron los nervios! –respondí- vos crees que no se dieron cuenta que temblaba como una hoja!
  • Yo al menos no lo noté, para mí estuviste fantástica
  • Vos vez lo que querés ver –agregué todavía enfadada
  • Si –respondió de inmediato- y ahora lo que quiero ver es a mi compañera feliz, puede ser?
  • Estoy muy feliz –dije suavizando mi tono
  • Entonces relájate y salí a festejar con Mauro que te sobran los motivos!
  • No creo que pueda, hoy es el día que juega al futbol con sus amigos
  • Llamá a tus amigas, no se… aprovechá a distenderte que mañana no madrugás… te mereces un descanso… trabajaste muy duro estos días
  • Sí, creo que te voy a hacer caso. Cuando volves?
  • Esta misma noche, tengo un vuelo en un par de horas – me respondió
  • Debes estar agotada, porque no haces noche en el hotel y viajas mañana por la mañana? –le sugerí
  • Te preocupa que esta anciano cuerpo no resista? –preguntó riendo
  • Y ya estas grande! Vos te confías porque tu mente todavía esta lúcida, pero recordá que los años no pasan en vano! –respondí en broma
  • Perra! Ya vas a llegar a los 40 y vas a odiar a las borregas de 24! – exclamó
  • Jaja! Me estoy vengando por lo que me hiciste hoy!
  • Yo no te hice nada! Además, recordá que jamás te haría nada que vos no quieras –agregó.

En ese momento el tono de su voz cambió. La conversación se tornaba ahora un poco más intimista.

  • El problema está en saber qué es lo que quiero – me apuré a decir sugestivamente
  • Eso no creo que sea un problema para mí – agregó confiada
  • Ah! Así que para vos eso no es problema? –pregunté
  • Lo único que necesito es que me vos me digas lo que queres – respondió

Me quedé en silencio, por un instante mis pensamientos estaban hechos un nudo. Tenía que decirle que lo que quería era a ella y que si no fuera porque estábamos a casi 2000 km de distancia una de la otra, le partiría la boca de un beso? No parecía muy razonable tirarme a la pileta en esta situación. Qué pasaría si estuviera malinterpretando la conversación y ella no me está seduciendo como yo creía que lo está haciendo? Con qué cara la miraría al día siguiente?...

  • Hola!... estás ahí?... Hola… Apolo llamando a Houston??
  • Si, si, acá estoy! Lo que pasa es que me distraje con..-no alcancé a terminar mi excusa cuando ella me interrumpió
  • Estás todavía en la oficina?
  • Si todavía estoy acá –respondí mirando la hora y lo tarde que se había hecho
  • Por dios! Huí de ahí rápido! Es una orden, no te entretengo más que es tardísimo! Además, a mí también me apura el tiempo -exclamó
  • Si, mejor te dejo arreglar tus cosas. Mañana nos vemos.
  • Mañana no, tenes tu día libre. Nos vemos el lunes, ok?
  • Ok. Gracias por el día –le respondí un poco decepcionada porque en realidad tenía muchas ganas de verla y la espera hasta el lunes iba a ser una eternidad.
  • Por nada amiga, te mando un beso
  • Otro para vos – y corté

Me decidí a llamar a mi mejor amiga y me fui a su casa dónde organizamos una cena sencilla con el resto de las chicas para festejar mi nuevo logro laboral. Mauro me llamó en ese momento y le conté lo que me había pasado en la empresa. Se puso contento y me propuso que lo acompañara el día siguiente a la costa, ya que él tenía que viajar por trabajo y ya que estábamos podíamos aprovechar quedarnos todo el fin de semana. Cuando corté les conté a mis amigas y ellas no paraban de decirme que yo era una mujer realmente con suerte. Que Mauro era un divino y encima era guapísimo. Yo no conseguía realmente sentirme tan afortunada como decían:

  • No sé muy bien qué es lo que me está pasando… con Mauro todo está muy bien pero creo que no estoy enamorada realmente de él… - dije un poco apenada

Se desencadenó un debate sobre lo que significa estar enamorada, quién de nosotras lo había estado alguna vez, etc., etc. hasta que una mis amigas me preguntó:

  • Te diste cuenta sola que no estabas enamorada o es que apareció alguien más en tu vida?

Su pregunta me incomodó y de inmediato negué que hubiera alguien más.

  • No parece-repuso mi amiga- que no estás enamorada de Mauro se nota, pero también se nota que estas enamorada de alguien… hablas del amor no como algo que te gustaría que te pase sino como algo que te está pasando

Me puse roja de vergüenza! Tanto se me notaba? No sabía qué explicación dar y para colmos todas se dieron cuenta y comenzaron a bromear y a pedir que les cuente.

  • Ok, ok – dije dándome por vencida- hay una persona que me está poniendo el mundo de cabeza
  • Quién es? Alguien del trabajo? –preguntaron todas superintrigadas
  • Si, es alguien del trabajo pero no va a pasar nunca nada! –respondí
  • Por qué? Está casado? Es gay? – dijo una de las chicas riéndose

Sentí que me estaba metiendo en un lío. No podía decirle que no se trataba de un hombre.

  • No sé nada de su vida –respondí – lo único que sé es que no creo que se fije en mí
  • Qué pesimista nena! Ni que fueras un bicho! Además nos conocemos bastante querida! –acotó una de mis amigas – Tipo que te gustó, tipo que no tuviste problemas en conquistar!
  • Esto es distinto –contesté- lo único que nos une es el trabajo y aparte no he tenido éxito las veces que me insinué
  • Es gay! Lo sabía – agregó una de las chicas

Todas rieron y especularon seriamente que fuera gay. Entre mí pensaba que sería fantástico que fuera gay! El debate continuo y las opiniones se dividieron. Algunas me alentaban a seguir intentando y otras sugerían que olvidara la cuestión y que apostara a mi relación con Mauro. Por mi parte lo único que quería era irme este fin de semana con Mauro y que se produjera un milagro, me enamorara perdidamente de él, y sacar de mi cabeza este delirio.

En casa me fui a la cama pensando que lo que estaba viviendo era una tortura. Me hubiese gustado poder decirles a mis amigas la verdad entera y no a medias como lo hice. Decirles que Victoria me quita el sueño, que me encanta, que se me ilumina la cara cada vez que la veo, que me parece la mujer más hermosa. Decirle a Mauro que un fin de semana juntos no me parece el mejor programa, que lo que él me da no me basta, que odio esa actitud machista de separar sus amigos por un lado y su novia por el otro, y que las pocas veces que junta sus dos mundos me exhiba como un trofeo. Estaba decidido, con Mauro la cosa debía terminar. Me dormí recordado la conversación telefónica con Victoria.

Me levanté temprano, había decidido cortar con Mauro, pero no me parecía adecuado decírselo cinco minutos antes de que me pasara a buscar. Opté por inventar una excusa para no viajar con él y esperar a su regreso para hablarlo. Le dije que no me sentía bien, que algo que había comido me había caído mal. Me quedé en casa, dando vueltas como león enjaulado. Atiné a tomar mi celular para llamar a Victoria un par de veces. Deseché la idea de inmediato. Me parecía demasiado evidente y fuera de lugar. Se me ocurrió llamar a Paola para pedirle unos informes para el lunes.

  • Victoria está ahí? –pregunté disimuladamente
  • Estuvo pero se fue a una reunión con la gente del banco
  • Vuelve?
  • Creo que no porque me dijo que quería irse al campo lo más temprano posible
  • Al campo? –pregunté intrigada
  • Si, nunca te habló de la casa de campo? – dijo Paola- en realidad está construyendo, pero parece que falta poco y está ansiosa por terminarla, ama esa casa! Igualmente conociendo a Victoria, en una rato anda de nuevo por acá y termina yéndose a cualquier hora… querés que le diga algo si la veo?
  • No, no le digas nada –dije apurada- yo la llamo. Gracias

Jamás me había hablado de esa casa y sentí celos que Paola y al parecer todo el mundo supiera menos yo. Volví a pensar que en realidad no sabía nada de su vida privada. Impulsivamente tomé el celular y la llamé.

  • Hola… pasó algo? – contestó preocupada
  • No, no pasó nada… yo solamente… - alcance a decir y de inmediato me interrumpió
  • Entonces aguárdame que estoy en una reunión, te llamo apenas termine. Ok?

Me sentí una idiota. Como no pensé?! Paola me había dicho que estaba en una reunión! Me arrepentí de haber llamado. No soportaba más estar encerrada en casa. Me puse ropa deportiva y salí a correr al parque. Pasada una hora llamó Victoria:

  • Hola –contesté
  • Hola, estas bien? Te noto agitada –preguntó
  • Estaba corriendo, estoy bien
  • Que mujer sana! –exclamó- admiro la gente que tiene voluntad para correr!
  • En realidad me sentía un poco encerrada en casa y decidí salir por un poco de aire
  • Te estás volviendo una adicta al trabajo! Un día sin trabajar y no sabes qué hacer?
  • Algo así –le contesté sonriendo
  • Me habías llamado por algo en particular?
  • Por nada, en realidad es como vos decís, me estoy volviendo adicta y llamé para ver como andaba todo
  • Todo está perfecto, Varem Group puede funcionar sin nosotras! No hay peligro, no van a quebrar, quedate tranquila –me dijo en broma
  • Vos tampoco vas a ir a la oficina hoy? –pregunté aprovechando el "sin nosotras" y haciéndome la desentendida
  • Estuve temprano pero ahora pienso marcharme al campo
  • Vos también andas necesitando un poco de aire?
  • La verdad es que siempre necesito aire por eso estoy a mil intentando terminar de construir la casa de campo, mañana temprano van a instalar la calefacción central, así salimos hoy y hacemos noche – comentó

Me sorprendió que usara el plural. "Salimos", quien iba con ella? Me mataba no saber nada, odiaba la idea de alguna pareja que acompañara sus horas fuera del trabajo. Seguramente serían sus mejores horas, en cambio a mi me tocaban las horas de stress, de cálculos infinitos, de reuniones agotadoras. No sabía cómo disimular mi desengaño.

  • Entonces no te molesto más…te dejo seguir tu plan - se me ocurrió decir
  • Y vos que planes tenés para este fin de semana? –me preguntó tranquila
  • Nada importante, en realidad?... tampoco nada sin importancia –dije bromeando
  • No querés venir conmigo al campo?-preguntó-

Se me aflojaron las piernas. No esperaba esa invitación.

  • La verdad es que me encantaría –respondí
  • Podes venir con tu novio si queres –agregó
  • Mauro está de viaje-dije sin preocuparme
  • Vaya! Estoy dudando que ese chico exista!-dijo sorprendida- si no está con sus amigos está viajando!
  • La verdad que yo también dudo que exista –agregué
  • Mmmm, parece que toque un tema espinoso
  • Un poco, las cosas no van muy bien que digamos
  • Entonces, con mayor razón tenes que aceptar mi invitación, prepara un poco de ropa cómoda que en una hora te paso a buscar
  • Genial! –le dije- te paso mi dirección?
  • Ya la sé-me dijo
  • Cómo la sabes? Pregunté intrigada
  • Ah! Yo lo sé todo!- respondió graciosa
  • Te espero entonces sabelotodo!

Me apuré para estar lista a la hora acordada. Llamé a mi padre a su trabajo para avisarle que no estaría el fin de semana. Me sentí muy ansiosa y casi feliz. La verdad, es que por momentos recordaba que no iba ella sola y me comencé a preparar para lo peor. Seguramente estará con marido, novio o lo que sea, así que Valeria no te hagas ilusiones que es solo una invitación de amiga, me decía a mí misma. Después comencé a creer que había sido una pésima idea aceptar su invitación. Iba a ser muy duro tener que verla con alguien. De pronto escuché el timbre. Tomé mi bolso y salí apurada.

Era el mismo auto negro de vidrios polarizados que la había pasado a buscar aquella noche que charlamos fuera de la oficina. Victoria estaba hermosa, vestía sport, llevaba su cabello recogido y exhibía una sonrisa divina. Me dio un beso en la mejilla y tomo mi bolso, la puerta del lado del conductor se abrió en ese momento y bajó un hombre muy apuesto, alto, con cabello entrecano y ojos azules.