El amor alivia como el sol trás la lluvia
...ella me ama y lo veo en sus ojitos. Este sueño relata la historia de un amor que comenzamos a sentir...
Hola, me llamo claudia y tengo 17 años.
Déjenme decirles que no me considero lesbiana ni homosexual, ni heterosexual ni nada de eso, más bien creo que no podemos a encasillar a las personas por su sexualidad, ya que la sexualidad va ligada a los sentimientos y ellos son quienes encuentran en otra persona la pasión, la ternura Por eso cuando me preguntan si soy lesbiana, respondo que no, porque si bien estoy enamorada de una mujer, mañana el corazón puede decir otra cosa, pero en todo caso no me molesta, es por ello que puse este relato en esta sección y espero que les guste
Ella se llama pequeña ( así le digo yo) tiene carita de ángel y una sonrisa que a cualquiera de ustedes cautivaría, una mirada que entrega mucho y yo puedo leer sus ojos cuando me están mirando. Una vez la ví llorar, no saben lo triste que me puse y como corrí a abrazarla para que no se sintiera tan sola
Vamos en el mismo colegio y en el mismo curso, se me hace fácil hablarle y sentarme a mirarla desde mi asiento.
Anoche, me puse a escuchar una canción de Arjona, romántica y me tomé un pisco sour sin que nadie me vea, no se que pasó pero de pronto y mágicamente ella estaba ahí, conmigo. Hicimos el amor, o más bien el amor nos hizo a nosotras, recorrí cada espacio de su cuerpo, tomé su cintura y danzamos al compás de la música, besé sus pechos suavemente como el algodón, tomé su mentón y alcé su rostro bello hacia mí y me miró a los ojos, con la misma mirada que me seduce en el salón de mi clase, nos dimos un beso y la tendí en mi cama, desabroché su pantalón y lo tiré lejos, ella no dejaba de mirarme y de decirme que todo lo que estaba haciendo lo estaba haciendo por amor, fue en ese momento que me dijo que su piel era virgen como el amazonas y que yo la hiciera mujer, comencé a acariciar su clítoris, con tanta delicadeza como si fuera un cristal y temiera dañar, ella comenzó a sudar. Bajé mis labios a su vagina y comenzé a penetrarla con mi lengua, sus jugos dulces como la miel llenaron mi alma de deseo. Tuvo su primer orgasmo y descansamos un rato en mi cama, las dos solas y desnudas de piel y alma Me besaba, me acariciaba y yo tan solo quería que ella fuera felíz
Creo que el amor sana heridas y las más profundas heridas, porque yo, antes de conocerla a ella, creí morir por un amor que me hizo mal, y que ya olvidé porque ahora ella es el centro de mi universo, el centro de mi paz, mi amor, mis sueños, mis mágicos sueños como el que acabo de contar .
Todo fue un sueño, pero creánme, ella me ama porque lo leo en sus ojitos, y yo, yo la adoro porque ella es lo más bello de este mundo .