El amor a través del tiempo: capitulo 1

Aunque les faltaba un postre para terminar su comida, otro vendedor hizo su aparición esta vez vendía porciones de piza, fruta picada con chile en polvo, volovanes de pollo, raspados y helados. Alberto sacando un billete de su bolsa les propuso comprarles una chuchería, ellos no dejaron pasar la...

EL AMOR A TRAVÉS DEL TIEMPO: CAPITULO 1

Adrián Montoya Herrera un chico de 18 años de edad, su descripción física; alto, moreno, cabello castaño, ojos marrones, complexión normal y una mirada misteriosa. Siempre solía estar rodeado de buenos amigos quienes lo estimaban, no solo por su seguridad consigo mismo y su compromiso con los compañeros. Era un chico bastante carismático con todas las personas que lo rodeaban, sus padres se sentían orgullosos de él y los vecinos les hacían comentarios positivos. Que buen muchacho educaron! Cuál es su secreto? Muchas felicidades por su hijo! Comentarios así solían decírselos muy seguido para animarlos con su labor de padres.

Ellos vivían en un fraccionamiento a las afueras de la ciudad con familias de clase media, entre ellos se encontraban abogados, doctores, maestros, vendedores, administradores e ingenieros. La infancia de adrián siempre estuvo llena de buenos momentos pues disfrutaba con sus amigos, vecinos de su zona con gustos similares y actividades en común. Cerca de allí tenían un parque con juegos para niños como resbaladillas, sube y baja, columpios, barras colgantes y varios comercios cercanos para comprar dulces. Comenzaba un nuevo año de estudios con sus compañeros, un viaje a la playa le pareció un premio justo por su mérito y el momento perfecto para celebrar su cumpleaños.

Su destino se encontraba a 2 horas de distancia, si querían aprovechar su fin de semana al máximo y disfrutar de las diferentes actividades al aire libre. La familia es estuvo preparando durante la semana, Adrián se despidió de sus amigos con la promesa de contarles todo y traerles un recuerdo de su aventura en el mar. El viernes a las 6:00 am se levantaron temprano, Cristina la madre despertó primero para revisar lo detalles y asegurarse de llevar las cosas necesarias de su viaje.

Cristina: buenos días hijo! Ya es hora de levantarse

Adrián: buenos días mama! Solo dame 5 minutos más para dormir

Cristina: por eso te dije que te acostaras temprano ayer

Adrián: pero es que mama te estaba buenísima la película

Cristina: ahora levántate o te dejare en la casa solo

Adrián: en un momento más me bañare para arreglarme

Mientras se levantaba recordó la noche con su madre cada rato presionándolo a dormirse, hijo duérmete mañana no vas a querer levantarte y nosotros no podemos retrasarnos porque tenemos reservaciones. Llegar tarde solo pondría en peligro nuestros planes, imagínate cuantas personas conocerás de la playa y la diversión que tendrás con la arena. Es que no entiendes madre no puedo perderme la oportunidad de verla, mis amigos fueron los primeros en verla y yo no tuve la ocasión de asistir con ellos. Aunque valió mucho la pena haberla visto estando en casa, ahora sufriría las consecuencias en carne propia y debió admitir que ella tenía la razón desde el principio.

Tomo la ropa de su closet preparada previamente con anticipación, corrió en dirección hacia el baño para ducharse y se arregló lo más pronto posible. En el comedor sus padres estaban tranquilamente desayunando, ellos lo invitaron a hacerle compañía y preguntarle si tenía su equipaje preparado.

Padre: buenos días hijo! Ya tienes listo todo para el viaje

Adrián: buenos días papa!

Madre: si olvidas algo no regresaremos por nada

Padre: debes subir la maleta con las demás

Adrián: solo termino de comer

Madre: date prisa partiremos a las 9:30 am

Adrián: algo temprano para el viaje

Madre: te equivocas con ello si queremos llegar a tiempo por el tráfico

Después de terminar su rico desayuno para recargar energías, recogió sus trastes para colocarlos con los sucios y regreso por su maleta lista. La abrió verificando sus pertenencias dentro de ella, tenía varias mudas de ropa, sus trajes de baño, varios boxers, algunas camisas ligeras y un bolsa con productos de cuidado personal. Subió su equipaje junto en el auto con el de sus padres, ellos solo checaban la seguridad de la casa por su ausencia y pronto se le unieron para comenzar su travesía. Salieron del fraccionamiento en su coche con muchas ideas en mente, se colocó sus audífonos en los oídos y encendió el reproductor de música.

Tenía un gran repertorio de canciones para escuchar de Enrique Iglesias, One Direction, Linkin Park, Sonus, Layl, Reik, Rio Roma, Taylor Swift, Pablo Alboran y Il Volo. Sus padres conversaban de los servicios que ofrecía el hotel, aunque tenían algunas diferencias de planes y trataba de llegar a un acuerdo mutuo que beneficiaria ambas partes.

Madre: quiero salir a la playa antes de la tarde

Padre: me gustaría visitar los negocios locales

Madre: dejémoslo para mañana temprano

Padre: mira el clima está un poco soleado

Madre: yo quiero jugar un rato en el agua

Padre: si le preguntabas a nuestro hijo primero

Madre: con una condición no le digas las opciones

Padre: entonces tienes un trato

Adrián estaba tan aburrido del viaje que se había quedado dormido, sus audífonos seguían reproduciendo la canción de por amarte de Enrique Iglesias y debían esperar hasta llegar a su destino. Llegaron con escasos minutos de ventaja al hotel, entraron a la recepción todos juntos y tuvieron que despertar a su hijo para unírseles. Bajaron su equipaje del auto para estacionarlo cerca del hotel, le pusieron la alarma para evitar una sorpresa y empezar sus bien merecidas vacaciones.

Madre: buenas tardes señorita!

Señorita: buenas tardes!

Madre: venimos por las reservaciones

Señorita: a nombre de quién están?

Padre: Alberto Montoya

Señorita: déjeme revisar en la computadora para checar sus habitaciones

Se dispuso a introducir la información requerida por el programa, se inició el reconocimiento de los datos y arrojo el número de los cuartos. Hizo una doble reservación para ellos, dos habitaciones separadas en hotel y están estaban separadas por un pasillo. Les dio las llaves de sus recamaras para entrar, dieron las gracias por la información recibida y procedieron a marcharse para instalarse.

Señorita: sus cuartos están en el 3 piso 53 y 54

Padre: nos puede indicar dónde está el ascensor

Señorita: solo tienen que seguir derecho hasta la siguiente puerta

Padre: muchas gracias por su ayuda

Señorita: si tienen alguna duda sobre los servicios del hotel les dio estos folletos con algunas de las atracciones del hotel

Madre: es muy amable con nosotros

Señorita: enserio si les ofrece algo con gusto pregunten

Se retiraron hacia sus cuartos en el hotel por el ascenso, toda la familia junta camino dejando sus maletas en la recepción y dispusieron a empezar a disfrutar de sus vacaciones en la playa. Mariana la madre de Adrián se dispuso a poner en acción su acuerdo, le pregunto a su hijo sobre que deseaba hacer primero y cambiarse sus atuendos por unos más apropiados.

Mariana: dónde quieres ir primero hijo?

Adrián: me encantaría pasear en la playa

Mariana: lo escuchaste Alberto

Alberto: está bien vamos para halla

Adrián: me encantaría nadar un poco en el mar

Alberto: entonces deberías llevar tu traje de baño

Adrián: eso estaba pensando lo llevare debajo de mi ropa

Alberto: entonces dense prisa en 15 minutos nos vamos

Poco tiempo después aparecieron los botones con el equipaje, tocaron a la puerta para entregar las maletas y Alberto les dio las gracias con una propina por sus servicios. Adrián se empezó a quitar todo la ropa dejando su cuerpo adolescente desnudo, su silueta se marcaba por la luz solar de la ventana y mostrando sus músculos en formación. Abrió la maleta buscando entre su ropa el traje de baño, saco un bóxer ajustado para ponerse debajo de su short y se lo puso acomodando su pene semierecto del lado izquierdo. Tomo una playera sin mangas verde, un poco de protector solar para protegerse de los rayos solares y unas sandalias en los pies para andar.

Además se colocó su cadena de plata en el cuello, esta contenía dos fotos en miniatura de sus padres y su posesión más preciada en la vida. Salió al pasillo para tocar la puerta de la habitación de sus padres, ellos estaban listos con sus ropas ligeras y solo tomaron su dinero por si veían algo bueno. Toda la familia se fue hasta la playa pasando por la alberca del hotel, las tiendas de recuerdos, una sala de juegos y los baños del hotel. El calor había aumentado de fuerza con paso de las horas, apenas pusieron los pies en la arena sintieron el calor y aspiraron la suave brisa del mar. Varias palmeras en la orilla de la playa con cocos, algunos vendedores de helados en carritos y raspados de varios sabores.

Además puestos de comida a base mariscos y pescados por ejemplo brochetas de calamar con pulpo, camarones empanizados, arroz a la jardinera y bebidas alcohólicas bien frías. Dijeron rentar una mesa con una carpa para descansar un poco, Adrián tenía muchas ganas de nadar en el agua y les pidió permiso a sus padres para hacerlo.

Adrián: mama, papa me dejan ir a nadar un rato

Mariana: solo no te alejes mucho de la orilla

Adrián: te prometo que no hare por favor

Alberto: no quiero tener que ir por ti

Adrián: volveré en una hora

Alberto: no rompas tu promesa

Adrián: gracias no lo hare

Se fue corriendo a toda velocidad en la arena descalzo, el lugar estaba bastante concurrido por los habitantes de la zona y los turistas de las ciudades vecinas. Familias completas con niños pequeños jugando a hacer castillos, otros nadando cerca de sus padres en el agua y varios volando cometas en el aire. Chavas de 20 años en bikinis entallados, jugando volibol en canchas improvisadas y chicos con cuerpos esculpidos en bóxer marcando sus paquetes. El agua mojando cada uno de sus músculos, haciendo ver cada parte de su anatomía y deleitarse con semejantes bellezas su vista. Uno hombre de unos 45 años se percató de su mirada, se acercó hacia el para saludarlo con un apretón de manos e iniciar una conversación.

Hombre: no has cambiado en nada desde la última vez que te vi

Adrián: disculpe lo conozco

Hombre: posiblemente lo hayas olvidado

Adrián: me temo que me está confundiendo

Hombre: déjame presentarme

Adrián: está bien quién es usted?

Hombre: mi nombre es Ángel Rodríguez Prado y tú debes ser Adrián

Adrián: como lo adivinaste?

Hombre: tú me lo dijiste pero he dicho demasiado

Adrián: no tengo la menor idea

Hombre: yo soy tu amigo no debes temer de mi

Adrián: es demasiado mayor para serlo

Hombre: no te esfuerces lo recordaras a su debido tiempo

Adrián: si me disculpas me retiro mis padres me esperan

Hombre: descuida nos veremos en otro momento antes de irte mira este collar

Adrián: no me es familiar siento adiós

Se alejó cuidadosamente del agua totalmente confundido, ese hombre mayor resulto saber más de lo que dijo y haciendo memoria en sus recuerdos no logro hallarlo. El miedo se empezó apoderar de su corazón, las dudas se hacían presentes en su mente nublando su juicio y posiblemente se había ganado un enemigo. Aunque su rostro denotaba mucha experiencia adquirida, tal vez confiarse demasiado de él sería un error y lo mejor sería mantenerlo a raya por ahora. Alberto se sorprendió de verlo regresar tan pronto, tenía un acuerdo pero imaginaba será como todas las veces anteriores y excederá el tiempo prometido como siempre lo hace.

Alberto: porque volviste antes hijo

Adrián: me dio hambre

Alberto: seguro que no te paso algo

Adrián: no como crees papa el agua esta deliciosa

Mariana: es cierto paso mucho tiempo desde el desayuno

Alberto: yo creí que era el único

Adrián: pues no lo eres

Alberto: consigamos algo de comida cerca de aquí

Mariana: así evitamos dejar tan lindo paisaje

Alberto: uno de nosotros deberá ir por ella

Mariana: yo no quiero ir mi vida vez tu solo

Alberto: si la próxima vas tu

Se fue en dirección de los negocios cercanos de comida, parecía irónico varios restaurantes tan cerca uno de otro y Alberto vio uno de nombre “La Choza Náutica”. Decía ofrecer platillos de primera a un precio accesible garantizando la satisfacción total del cliente, llamo mucho su atención con sus promesas y decidió echarle un vistazo al establecimiento. Apenas puso un pie dentro del local aromas ricas inundaron su olfato, algunos se le hicieron conocidos de su infancia y removieron recuerdos cuando solía vivir con sus padres. Él también trabajaba mucho para darles lo mejor, ahora estaba repitiendo la historia con su propia familia y quizá debería cambiar algunas cosas de su vida.

El lugar tenía decoraciones con conchitas de mar, estrellas marinas, corales, un acuario con peces de colores, el techo cubierto de hojas de palmeras, los lados del restaurante descubiertos y varias mesas distribuidas estratégicamente. Tres pantallas planas en las esquinas de lugar, manteles sencillos, servilleteros hechos de madera, las mesas de metal con cristal y una ligera brisa. Se dijo así mismo debo darme prisa con la comida, seguramente mariana tendrá mucha hambre y solo estoy admirando los detalles de este establecimiento. Camino hasta la caja para hablar con el chico tras el mostrador, lo saludo amablemente pidiendo el menú y se dispuso a elegir los platillos.

Chico: buenas tardes!

Alberto: buenas tardes!

Chico: que se le ofrece?

Alberto: me puede dar el menú del restaurante

Chico: si gusta se puede sentar en una mesa enseguida lo atendemos

Alberto: preferiría comida para llevar

Chico: está bien tome asiento

Alberto: eso hare muchas gracias

Solo camino unos pasos hacia delante para estar cómodo, mientras decidía entre gran variedad de platillos con pescados y mariscos, además de bebidas alcohólicas preparadas a base de frutas. Había sopas con crema mezcladas con hierbas aromáticas, combinaciones de diferentes pescados, algunos a la plancha, horneados, marinados, capeados o empanizados, ensaladas frías con mariscos o caldos calientes con verduras. Langosta preparada con mantequilla, arroz, cebolla, ajo o guarniciones de papa, también se podían sustituir por sopas frescas con harina y huevo. Después de tanto revisar el menú término eligiendo los cinco platillos que más llamaron su atención, selecciono al azar algo refrescante para beber e hizo una señal para pedir sus alimentos.

Alberto: mesero estoy listo para ordenar

Chico: cuales son los nombres de sus elecciones

Alberto: quiero unos camarones empanizados con salsa mil islas y aderezos variados, ensalada de atún con mayonesa, ceviche de mariscos, arroz a la tumbada, filetes de tiburón, mejillones a la marinera y 3 cocteles sin alcohol. Si no fuera mucha molestia me pondría todo para llevar, espero no se tarde mucho porque mi familia me está esperando y debo regresar con ellos tan rápido como sea posible.

Chico: volveré en máximo 20 minutos

Alberto: está bien aquí estaré

Chico: póngase cómodo mientras si gusta el bar esta de lado

Alberto: tomare un par de bebidas

Mariana se quedó en la playa con Adrián disfrutando del ambiente, la suave brisa del mar soplando un ligero aire frio y el contraste con los rayos del quemando su piel. Un vendedor de recuerdos venia en si dirección con un carrito lleno, se acercó a ellos para ofrecerles sus productos y gran variedad de pequeños detallitos. Les había hecho la promesa a sus amigos de llevarles un regalo, traía llaveros de caracoles, joyeros decorados piedritas conchitas, collares, pulseras, prendedores y playeras. Revisando todas las cosas cuidadosamente eligió algunas pulseras, tres bolígrafos con polvo de coral, dos portarretratos y un collar que vio antes con Ángel.

Vendedor: mire traigo muchas bonitas cosas

Adrián: no son caras

Vendedor: le hare una oferta si compra varias cosas

Adrián: me parece bien porque me llevare todo lo que pueda

Mariana: solo no exageres no quiero terminar cargando

Adrián: prometo no comprar demasiado

Mariana: eso que elegiste está bien pero no más recuerdos

Adrián: solo estos

Su madre uso sus técnicas de convencimiento para conseguir un descuento, contaba con mucha experiencia si deseaba algo nadie se lo quitaría y el vendedor no quiso dejar escapar la oportunidad de una venta. Algunas personas que pasaban les llamo la atención sus productos, solo que pocos se animaron a hacerle el gasto con ellos y finalmente se tuvo que retirar del lugar para dejarlos solos. Alberto se encontraba saliendo del restaurante “La Choza Náutica”, traía cargando varias bolsas en ambas manos haciendo malabares y tratando de no tirar nada de los alimentos. Adrián no dejaba de ver fijamente el collar pensando en Ángel, un sujeto misterioso con un pasado desconocido y muchas preguntas para resolver con su ayuda.

Cuando llego a la mesa donde se encontraba su familia sentada, Mariana corrió hacia el para ayudarlo con las cosas y preguntarle la razón de su demora con la comida. Todos juntos se dispusieron a disfrutar de una rica comida marina, Alberto les relato donde comprar los platillos y dado lo delicioso que estaba con la mezcla perfecta entre sabor y especias. Mariana le encantaron los camarones uno tras otro desaparecían entre sus dedos, Adrián se apartó con el ceviche de camarón y varios mariscos. Tomaba una galleta salada para usarla como cuchara, los cocteles de frutas con una mezcla de jugos naturales y hielos bien fríos pero hubieran preferido un leve toque de alcohol.

Aunque les faltaba un postre para terminar su comida, otro vendedor hizo su aparición esta vez vendía porciones de piza, fruta picada con chile en polvo, volovanes de pollo, raspados y helados. Alberto sacando un billete de su bolsa les propuso comprarles una chuchería, ellos no dejaron pasar la oportunidad de probar algo típico de la zona y la maravillosa vista ante no se comparaba con nada. Posteriormente de relajaron en sus sillas en completo silencio, hicieron un rato para pasear en 2 horas por la playa juntos y tal vez conseguir un recuerdo para ellos. Excepto su hijo no terminarían cargando muchas cosas por su culpa, continuaron esperando la hora acordada y tomados de las manos se fueron caminando antes del atardecer.

Pocos turistas continuaban viendo tan maravilloso espectáculo, nadie se preocupaba de moverse tan rápido y cada minuto parecía transcurrir como reloj de arena. Algunos restaurantes encendían antorchas en las entradas, las luces del alumbrado público cerca de la playa y el ambiente de diversión se tornaba misterioso, mágico, etc. En uno de los restaurantes se encontraba Ángel cenando con un chico, Adrián le pareció algo raro pues le pareció que estaba solo y ahora estaba compartiendo la comida con quien fácilmente podría ser su hijo. Solo se acumulaban más preguntas en su cabeza, apenas era su primer día de estancia lejos de la ciudad y su aventura en la playa ocultaba más información que lo cambiaria todo.

La vida está llena de experiencias impactantes para hacernos madurar, varias de ellas no cambian mucho no solo nuestras actitudes, formas de ver la vida, emociones, sentimientos y ponen a prueba nuestra fuerza de voluntad para seguir adelante. Alberto tenia los días contados a partir de este momento con su familia, mientras que Adrián tendría un viaje que lo ayudaría a descubrirse y sorprenderse de cuantas cosas nos pueden pasar en nuestra existencia sobre este planeta. Después de terminar su paseo familiar se regresaron al hotel, subieron por el ascensor hasta sus habitaciones y se dispusieron a descansar de un largo día de diversión.

Ángel quien se percató de la presencia en el restaurante, pensaba si tan solo supieras todo lo que hicimos juntos y volverte a ver me recordó viejos sentimientos hacia tu persona. Sabes desde tu partida mi sentido del tiempo se distorsiono mucho, conocí a una maravillosa mujer para amar con todo mi corazón y he pasado los últimos tratando de encontrarte. Mi bella esposa con la cual viví 3 décadas de felicidad murió, una horrible enfermedad me la arrebato de las manos y tuve que hacerme cargo de nuestro hijo. Aun no es el momento de contarte las cosas como son, tú debes unir las piezas del rompecabezas y yo hare el papel del espectador solo viéndote trabajar en ello.