El amigo virgen (2: la torna)
La mujer de mi amigo me devolvió el favor de habér dejado que mi mujer desvirgara a su novio.
Una noche de las que fuimos a cenar, ellos ya llevaban mas de medio año saliendo juntos, Ana estaba especialmente preciosa, llevaba un vestido tipo tubo, de una pieza sin titas y muy corto, cuando la vi. le dije:
Estás preciosa con este vestido.
Te gusta?, me encanta, me siento muy sexy
Es que lo estás.
Después de los postres y alguna que otra bebida subida de alcohol, Ana nos dice:
Se lo que hicisteis por Jaime, y me encanta que hayáis sido tan buenos amigos para hacer esto
La verdad es que me lo pasé muy bien, dijo Jana
Pero esto no lo hace cualquiera, y hemos decidido agradecéroslo
Y como?, pregunté yo
Había pensado en invitarte a pasar un fin de semana en el apartamento que tengo en la costa, tu y yo solos, si Jana quiere, claro, allí seré tuya todo lo que quieras desde el viernes al domingo por la tarde, que os parece?
Perfecto, dijo Jana, la verdad es que estoy encantada de que mi marido disfrute tanto como yo disfruté con Jaime.
A mi también me parece perfecto, respondí yo.
Así que quieres disfrutar de mi mujer todo un fin de semana?, dijo Jaime, no te defraudará, es muy bonita y en la cama una fiera como tu mujer.
Te crees que no me he fijado que es hermosa, solo de verla hoy, con este vestido, ya se me ha puesto dura.
Pues sin él está mucho mejor.
Por que no nos lo enseñas, dijo Jana, como un avance de lo que podrá ser suyo el fin de semana.
Ana se levantó, me hizo una señal para que la desnudara, lo entendí enseguida, le cogí el vestido desde abajo y en pocos segundos vimos a Ana solo con un pequeño tanga, hay que decir que tiene unas tetas preciosas, más grandes que las de Jana, además, el coño se veía totalmente depilado. Me dispuse a bajarle el tanga, ella me ayudó, le saqué una pierna, después la otra, estaba ante mi totalmente desnuda y yo con su tanga en la mano y tal como había hecho Jaime la primera vez, se lo tiré. No me daba cuenta de lo que los otros hacían, me giré y vi. que Jana estaba también desnuda, las puse de lado, me senté junto a Jaime y le dije:
Están preciosas las dos, creo que nos lo podemos pasar muy bien juntos
Eso espero.
Quedamos para el día, Jana y Ana se encargaron de prepararlo todo, tanto que un par de días antes, ellas dos se fueron al apartamento a prepararlo todo, mi mujer me compró ropa interior, creo que ella estaba tan ilusionada como yo ya que constantemente me lo recordaba y la noche anterior se le notaba especialmente excitada, pero no quiso follar argumentando que tenia que "guardarme" para Ana.
A las 3 de la tarde del Viernes, Ana vino a casa a buscarme, Jana le dijo que esperaba que nos lo pasáramos muy bien y que me follara mucho, ella le dijo que si de algo no tenia que sufrir era de que no viniera satisfecho sexualmente.
Subí a su coche, ella estaba impresionante con su minifalda y una blusa blanca que dejaba trasparentar el sujetador, también blanco. Yo estaba algo cortado pero muy caliente, por el camino tuvimos una conversación muy agradable que poco a poco iba tratando de temas sexuales, me explicó que tenia mucha experiencia con hombres, e incluso había estado con un par de mujeres, cosa que me agradó, también colocó su mano en mi pierna mientras conducía, invitándome a que hiciera lo mismo, ella abrió sus piernas y me dijo:
A ver si adivinas con el tacto que braguitas llevo
Yo subí la mano y me encontré su coñito sin ninguna ropa, claramente me di cuenta de que no llevaba, el coño estaba muy mojado, rápidamente me sacó la mano diciendo:
Espera un rato, no sea que me corra conduciendo y tengamos una desgracia, estoy tan excitada por lo que vamos a hacer que no me costaría nada.
Me alegro, espero que estos días sean inolvidables
Lo serán, te lo aseguro, desde el primer día me gustaste, y cuando Jaime me contó lo de Jana, supe que seria mi oportunidad.
A las 5 llegamos al apartamento, estaba situado frente al mar, en un 10 piso, desde el balcón se veía la playa llena de gente a pesar de la hora, ya que el tiempo acompañaba, Ana me enseñó todo, su habitación, la nuestra, como dijo ella, tenia una cama muy grande y anexo un aseo con una bañera tipo yacutzy donde por lo menos cabían 4 personas. Me dijo:
Que podemos hacer ahora?
Que me propones?, dije yo
Podemos hacer varias cosas, ir a la playa, a pasear por el pueblo o follar como locos
Lo último, le dije
Estoy de acuerdo
Me acerque a ella, mientras nos basábamos ya acariciaba todo su cuerpo, nos tiramos sin separarnos sobre la cama desnudándonos mutuamente, por fin pude tocar aquellas tetas que tan bonitas se veían, estaban muy duras y los pezones rosados y puntiagudos, su coño rasurado dejaba ver la humedad fruto de la excitación, mi lengua no tardó en apoderarse de él hasta arrancarle su primer orgasmo en pocos segundos, realmente estaba excitada y lo necesitaba. Casi sin parar, agarró mi polla y me hizo correr también en poco rato, quedó impresionada por la cantidad de leche que solté.
Ya más tranquilos, preparamos la bañera y nos pusimos dentro para relajarnos, pero poco nos relajamos ya que acabamos follando en el borde, la primera vez que mi polla entraba en aquel coño y lo disfruté igual que ella.
Mas tranquilos decidimos ir a conocer el pueblo, Ana se puso un vestido tirado blanco de una sola pieza sin nada debajo, a contraluz se le veía todas las formas, nos paseamos abrazados, como dos viejos amantes, me encantaba que me viesen con ella, además, muchos hombres la miraban con cara de deseo al darse cuenta de que no llevaba nada mas que el vestido.
Volvimos al apartamento, llamamos a Jaime, Jana le explicó con todo lujo de detalles lo que habíamos hecho, después llamé a mi mujer, también se lo explique todo, Ana quiso saludarla y tuvo que contestar a todas sus preguntas, al final colgó, Ana me dijo:
Tu mujer casi me ha colgado, se ha ido a masturbar
Te lo ha dicho ella?
Si, estaba muy caliente por lo que le has explicado, me ha pedido una cosa
Que cosa?
Que la próxima vez que follemos, mientras me penetras, le llame por teléfono
Esta morbosa Jana !
Es morbosa, me encanta
A mi también.
Me dejó escoger que se ponía para ir a cenar, escogí una blusa negra que solo tapaba por delante los pechos, eran dos tiras verticales que dejaban ver entremedio hasta el ombligo, y por detrás lo dejaba ver todo y una falda muy muy corta blanca con un tanga también.
Ella escogió el restaurante y acertó, era un local de estos para parejas muy romántico, nos sentamos de lado y no dejamos de tocarnos en uno al otro, varias veces llegué a s coño y ella a mi polla por encima los pantalones. Después de cenar nos fuimos a una discoteca, a mi, bailar no es de las cosas que mas me gustan, pero Ana le encanta, alternaba el pegarnos un lote en el sofá que estaba sentado con mover el esqueleto en la pista, y como es normal, un montón de moscones se acercaban a ella y uno a uno iba rechazando, a todos excepto uno con el que acercaron mas de lo que seria decente sus cuerpos, pero no pasó nada mas.
Estábamos sentados pegándonos el lote, por cierto, de vez en cuando, el vestido se apartaba y uno o el otro pecho quedaba fuera, ella colocaba bien su vestido pero no le daba demasiada importancia, vino un hombre que la saludó dándose un beso en cada mejilla, me lo presentó como un antiguo novio con el que salieron tres años. Después ella me contó que era un chico excelente y que fueron muy felices este tiempo, además, que en la cama era maravilloso pero el quería casarse y ella no, por esto lo dejaron.
Muy calientes los dos por los múltiples achuchones que nos dimos, decidimos hacia las 4 regresar al apartamento, cuando entramos en el ascensor ella se sacó la blusa y la falda y me besaba apasionadamente, cuando el ascensor llegó al piso, sin vestirse, cruzamos los metros del vestíbulo hasta el apartamento, abrió la puerta y solo de cerrarla ya estaba desnudándome, llegamos como pudimos a la cama, yo quería sexo fuerte y ella también, la hice girar y poner de rodillas al suelo con su cuerpo apoyado a la cama, aparté su tanga y de golpe la penetré, mientras bombeaba, ella gemía pero veo que coge el teléfono y marca el número de mi mujer sin dejar de gemir, cuando descuelga le dice: - Tu marido me está follando, dijo entre gemidos, y colgó
Sabia que en aquellas circunstancias, los dos no correríamos rápido, decidí cambiar de agujero, saque la polla del coño y le penetré por el culo, descubrí que le encantaba, nos corrimos los dos a la vez, le llené su culo de leche. Pero aquello no podia quedar así, nos estiramos en la cama y poco a poco nos volvimos a excitar, esta vez follamos mas tranquilos, un polvo que duró un par de horas y donde no quedó ninguna practica del kamasutra por hacer, incluido una cubana, que por las dimensiones de los pechos de Jana, no podía hacer con ella.
Al día siguiente, hacia la 1 nos departamos, le propuse ir a la playa, ella quería también, pero no a una cualquiera, a una nudista, yo nunca había estado y claro, estaba de acuerdo.
Cogimos el coche, cuando llegamos vi que había mucha gente, cuerpos desnudos tomando el sol sin ningún tapujo, Ana se desnudó enseguida, a mi me costó mas ya que tenia un empalme total, ella, que lo vio enseguida, me dijo que nos fuéramos al agua a ver si me pasaba, pero ni así por lo que decidió hacer algo tajante, me hizo una paja dentro del agua, estaba seguro que mucha gente era consciente de lo que hacíamos pero fue efectivo, ya podía salir del agua, nos estiramos en las toallas y nos comportábamos como amantes ya que ella no dejaba de versarme, agarrarme, etc. Le puse crema protectora por todo el cuerpo, con especial interés a su depilado conejito y sus pechos, ella hizo lo mismos conmigo, cuado llegó a la polla la untó a conciencia.
Para comer fuimos a un chiringuito desnudos los dos, comer en una mesa desnudo al aire libre es algo que se debe probar ya que da un morbo especial.
Regresamos al apartamento, cuando subíamos entramos me di cuenta de que el portero tenia unos monitores donde se veía el interior de los ascensores, le dije a Ana que seguro la noche anterior nos vio y me dijo:
Ya lo sé, me encanta que me vea, soy algo exhibicionista.
Con esta frase entendí la cantidad de ropa transparente y muy corta que tenia en el armario.
Nos duchamos juntos mientras no separábamos nuestras bocas, y claro, aquello tiene que acabar con un buen polvo, como el que acabó, esta vez quise correrme entre sus pechos mientras me había una cubana, y ella, claro, aceptó.
Llamamos a nuestras parejas, pero esta vez ella llamó a los dos a la vez, una llamada a tres, les explico todo, absolutamente todo lo que hicimos, tan gráficamente que me puse caliente hasta yo y antes de colgar ya la estaba penetrando, cosa que evidentemente explicó, era como un polvo narrado en directo que acabó con un orgasmo simultaneo transmitido por teléfono.
Nos vestimos y fuimos a pasear cogidos de la mano o agarrados por la cintura, su vestimenta era casi tan escandalosa como la del día anterior, una falda muy corta y una blusa blanca que transparentaba sus pezones.
Pasamos por delante de una tienda que hacían tatuajes no permanentes, ella dijo tener una idea y entró, había un hombre de unos 40 años lleno de tatuajes por todo el cuerpo, cuando le explicó lo que quería, hasta yo quede perplejo, quería tatuarse una J (De Javier o Jaime, dijo ella) en el pubis, la parte depilada, el dependiente no puso ninguna objeción, nos hizo pasar a una habitación, Ana se desnudó completamente, cosa no necesaria, se estiró en una camilla diciéndome que escogiera el tipo de letra, allí estaba ella con las piernas abiertas, enseñando toda su intimidad a aquel hombre que se notaba que los pantalones reventarían, la escogí, el hombre sudó mucho para hacerlo, supongo que la vista se le iba a otras partes pero al final lo consiguió.
Volvimos al apartamento, me dejó escoger la ropa que se pondría para ir a cenar, yo busque una blusa transparente, pensé que no querría, pero no fue así, se la puso sin nada debajo, escogí la falda mas corta que tenia, esta llegaba a taparle el culo si se mantenía totalmente vertical, si no, se le veía el culo o el coño, y como ropa interior, nada de nada, primero protestó, pero al final cedió solo con la condición de que para entrar y salir del restaurante, se pondría algo encima para no causar un escándalo.
Cogimos el coche y nos dirigimos a un restaurante, la cara que puso el camarero al sacarse la prenda que llevaba encima os la podéis imaginar, la blusa era casi totalmente transparente formada por una malla y los pezones se colaban por los agujeros, no dijo nada, pero no le sacaba los ojos de encima.
Cenamos como el día anterior, un grupo de hombres estaban sentados justo delante de donde se sentaba Ana, pero en un nivel algo mas bajo, nos dimos cuenta de que no dejaban de mirarle y ella les recreo la vista abriendo de vez en cuando las piernas y enseñándoles su coño rasurado.
Después de la cena, me llevó a otra discoteca, se repitió mas o menos lo del día anterior, combinaba revolcones conmigo en el sofá con mover el esqueleto en la pista, pero esta vez, en cada movimiento enseñaba su mas escondida anatomía, sin hablar de sus pechos que estaban claramente expuestos. Un empleado del local le propuso bailar en un podium cosa que aceptó inmediatamente, además, los focos estaban colocados de abajo hacia arriba, ya os imagináis la visión que toda la discoteca tenia, ella, conocedora del hecho, raramente cerraba las piernas, al final acabó, entre gritos de todos, bailando completamente desnuda arrojándome la ropa desde lo alto del podium, no sabéis lo difícil que fue recogerla.
Cuando bajó, un empleado le acompañó a una zona privada, yo le di la ropa y en pocos minutos regresó ya vestida y me dijo:
El tío aquel quería follarme.
Y tu que le has dicho?
Que no, nunca pondría los cuernos a Jaime
Y lo que estamos haciendo nosotros?
Yo no le pongo los cuernos, hago esto por que los 4 sabemos lo que hacemos.
Volvió a la pista, esta vez aumentaron los moscones, con un par si que estuvo bastante pegados a el, incluso uno le metió mano sin que ella se quejara.
Hacia las 3 me dijo que quería enseñarme otro local, nos fuimos, cogimos el coche y en 10 minutos nos plantamos en un bar totalmente cerrado, cuando entré me di cuenta de que se trataba, era un bar. de lesbianas, casi todo eran mujeres y solo dejaban entrar hombres si iban con pareja femenina, el local tenia una barra enorme donde las mujeres hablaban entre ellas, varias mesas con unos sillones de dos plazas, para poder estar mas juntas, una pista de baile y una puerta en la que entraban y salían muchas mujeres, Ana me contó que aquello era el cuarto oscuro, parece ser que dentro no había nada de luz, entrabas y podías meter mano, o dejártela meter sin saber a quien tocabas, también había varias habitaciones mas, eran reservados donde podías ir con mas intimidad.
Saludó a las camareras como si se conocieran de mucho tiempo, me contó que frecuentaba mucho aquel lugar por el ambiente, que le gustaba de vez en cuando estar con mujeres.
Nos sentamos en una de las mesas, delante nuestro, varias parejas femeninas besándose e incluso magreándose, me dijo que allí todo estaba permitido. Después de los primeros sorbos de las bebidas, Ana me pidió permiso para salir a bailar, y claro, le dije que ningún problema. Solo de salir a la pista, varias mujeres se acercaron a ella rozando sus cuerpos mientras se movían y haciendo poses muy sensuales. Regresó a la mesa y estuvimos un rato, entre morreo y morreo, explicándome que desde hacia 10 años le gustaba ir de vez en cuando a aquel bar ya que se sentía muy libre. Veo que una pareja de dos chicas se acercan a nosotros, cuando Ana las vio, se levantó muy contenta mientras las tres se abrazaban, ellas se sentaron con nosotros, me explicó que una de ellas es la primera mujer con la que había tenido relaciones intimas y la otra su novia, se llamaban Marta i María, las dos eran preciosas, altas, delgadas pero bien proporcionadas, pensé que era una pena para el genero masculino aquella perdida. Vestían unas faldas no muy cortas pero si anchas y una blusa.
Después de un rato hablando un poco de todo, especialmente de viejos tiempos, una de ellas propone ir al cuarto oscuro donde yo no tenia entrada, claro, les dije que por mi ningún problema y se fueron. Estaba mirando lo que sucedía a mi alrededor cuando veo que la mesa de al lado había un hombre solo, de lejos el también me vio, me levantó la copa como brindando a distancia y me dice:
Tu mujer también te ha dejado solo?
Si, se ha ido con unas amigas al cuarto oscuro
La mía también, me dijo, le encanta venir aquí, una vez al mes venimos, cuando podemos dejar los hijos, es que ella es bisexual, supongo como la tuya
Si, claro respondí
Pasó casi una hora, llegó primero Marta, me dijo que al entrar se le perdió la pareja y que no sabia nada de ella, me contó que había estado con tres o cuatro mujeres, que no tenia ni idea de quien eran pero que se lo había pasado fenómeno, al poco llegaron Ana y Maria, esta última con algo en la mano que nos enseñó, eran sus braguitas, riendo nos comentó que las había recuperado después de buscar mucho ya que alguien se las sacó y no las encontraba.
Seguimos sentados tomando algo, el hombre al que había saludado antes le llegó su esposa, por cierto, con el peinado muy revuelto, Ana me explicó que le encantaba este ambiente, se podía desmadrar sin problema, que había estado varias veces con Jaime pero que prefería ir sola para que no se aburriera sentado en una silla, les dije que me encantaría entra en el cuarto oscuro, pero no era posible, también les dije que nunca había visto el amor entre mujeres en directo, y esto hizo que todas se miraran entre ellas como queriendo decir algo, la mas lanzada era Maria que me propuso lo siguiente:
Quieres verlo?
Claro, dije
Te importa Ana que nos lo llevemos un ratito?
No, para nada, que lo paséis bien
Y tu que harás?, de dije
No te preocupes, me espabilaré
María se fue a la barra, no se que le decía a la camarera pero le dio una llave, regresó y nos dijo:
Vamos a un reservado
Los cuatro, yo detrás de ellas nos fuimos a una de las puertas, al entrar vi como era aquello, se trataba de una habitación con una cama muy grande y un par de sillones, tenía una puerta que daba a un pequeño aseo con ducha, me dijeron que me sentara, y obediente, lo hice.
Ellas se subieron a la cama, de rodillas una cara a la otra se besaron mientras María metía mano a Marta, esta era mas pasiva, se dejaba hacer, Maria le sacó la blusa, que pechos tan bonitos y firmes tenias Marta!, cuando le sacó la falda vi su desnudez por primera vez, tenia el coño muy poblado, de no depilárselo en absoluto, este detalle hoy en día me parece incluso erótico, Maria se desnudó ella, tenia unos pechos mas pequeños pero no por ello peores y llevaba el coño depilado totalmente, ver a dos mujeres abrazadas desnudas y besándose colmó mi excitación por lo que decidí liberar mi polla bajándome los pantalones, cuando se dieron cuenta, Marta comentó a Maria:
Mira que polla tiene este
Estamos aquí para que disfrutemos todos, déjale hacer.
Hicieron de todo, especialmente 69s, a pesar de que la mayoría de las cosas las hacia María y Marta le correspondía, algunas de las visiones se marcaron para siempre en mi mente, como cuando Marta se colocó con las piernas abiertas fuera de la cama, justo delante mío, y muy despacio, como para que me quedara bien grabado, Marta acercó la boca al coño.
Después de muchos gemidos y orgasmos, dieron por acabada la relación, yo seguía moviendo mi polla pero haciendo lo posible para no correrme, me encantaba disfrutar de aquella visión excitado como estaba, ellas, al ver que seguía tan empalmado me preguntaron si me había corrido, al decirles que no, Maria me propuso ser ellas las que me ayudarían a hacerlo, y claro, no me negaría. Me desnudaron completamente, Maria me dijo:
Será la primera vez que toco una polla, nunca he tenido nada de esto en las manos, soy lesbiana total, pero a veces he tenido este deseo
Yo no, dijo Marta, he follado con algún tío, pero prefiero a las mujeres
Maria, muy inexperta. Me cogió la polla y empezó a subir y bajar, me preguntó que me apetecía y le dije que se la pusiera en la boca, ella, en principio dudó, pero Marta le animó, y se la tragó toda mientras Marta me comía los huevos, que placer me daban aquellas mujeres, yo, primero tímidamente, pero al ver que no se oponían, acariciaba los pechos de ambas, ya no podía aguantar mucho mas, se lo dije, María separó un momento la boca diciéndome:
Me tragaré tu leche, quiero saber que gusto tiene
Volvió a tragarse mi polla, Marta seguía besándome mis huevos mientras compartía caricias entre mi cuerpo y el de Maria y me corrí el fin en la boca de Maria, esta no dejó escapar ni una gota, pero Marta quería compartir el manjar, así que acercó su boca a la de Maria y se repartieron mi leche.
Nos duchamos, bueno, ellas me ducharon a mi y yo a ellas, fue el trato, repasé cada pliegue de su anatomía, incluso hice gozar algo a Maria, ya que me recree con su coño y acabó por correrse, da mucho morbo haber sido el primer hombre que hace correr a una lesbiana
Nos vestimos y salimos al encuentro de Ana, no estaba, pero nos enteramos enseguida de que hacia, ya que vino el hombre que antes había saludado y nos dijo que Ana estaba con su mujer en un reservado.
Mientras esperábamos, me contaron que hacia 10 años que vivían juntas, Maria no tenia ninguna experiencia con hombres, Marta si, que vivían la vida muy intensamente y muy sexualmente, iban a aquel local cada dos semanas.
Regresó Ana y la vecina, ambas muy abrazadas, se despidieron con un beso en la boca, acabamos despidiéndonos todos y nos fuimos al apartamento, al entra, el portero ya se puso caliente y Ana no le defraudó ya que en el ascensor volvió a desnudarse, pero también sacó mi polla y me la chupó colocándose de manera que la cámara no perdiera detalles.
Ya dentro del apartamento, me hizo explicarle todo lo que me habían hecho sus amigas, se sorprendió que Maria me la chupara y se tragara mi leche, y claro, acabamos follando.
Me desperté por la mañana con Ana encima mío, me estaba follando dormido y no me resistí, mi polla desapareció dentro de su coño, de todas formas, poca cosa podía hacer ya que me había atado a la cama sin que me diera cuenta de nada, cuando me tubo completamente escurrido ella lo había hecho un par de veces.
Aquel día teníamos que regresar, pero por la noche, podíamos aprovechar el día, y nos fuimos a la playa nudista, esta vez me desnudé sin problemas, comimos en el chiringuito y de regreso al apartamento hicimos las maletas, quedamos con Jana y Jaime que iríamos a su casa, ellos prepararían la cena, cuando llegamos estaban impacientes para que les explicáramos lo que habíamos hecho, cosa que hicimos con todo lujo de detalles, acabamos todos calientes, muy calientes y lo solucionamos montando una orgía a 4 donde vi como mi mujer disfrutaba por primera vez del sexo entre mujeres, ya que Ana y Jana hicieron un 69 que nos dejó impresionados, para al final acabar follando yo con Ana y Jaime con Jana.
Ana y Jaime se casaron, han tenido un hijo pero la vida sigue, pero no igual que antes, hacemos muchas fiestas, incluso hemos hecho mas intercambios de fin de semana, Jana se va de vacaciones con Jaime y yo con Ana, pero también hay una combinación distinta, Ana con Jana, dejándonos a Jaime y a mi solos en la ciudad.
Pero nuestra libertad sexual no acaba aquí, en este tiempo, Jana se ha follado a cualquier hombre que le ha gustado, y yo también, los 4 hemos acordado que el jueves es el día de la libertad sexual, consiste en que este día podemos salir solos y hacer sexualmente lo que queremos, lo mas normal es que Jana y Ana salgan de juerga igual que hacemos Jaime y yo, pero al regresar nos lo explicamos todo. Algunas veces hemos coincidido en algún local, pero hacemos como si no nos conociéramos, recuerdo una vez que estando en un bar con Jaime, nos sentamos y justo delante teníamos a una pareja muy junta y metiéndose mano, cuando se separaron un poco lo vimos claro, era Ana, esta vez si nos saludamos, pero como amigos, y si estaba Ana tenia que estar Jana, pero no, Ana nos dijo que se había ido con un chico a su piso.