El amigo virgen (1: el inicio)

Mi intimo amigo era virgen y mi mujer decidió tomr cartas en el asunto.

Me llamo Javier y estoy casado con Jana, una mujer que desde que nos conocimos ha culminado todos mis deseos, y no me refiero solo a los sexuales, que también, y de esto hace mucho, mas de 20 años, tenemos dos niñas preciosas.

Nos conocimos a los 25 años de los dos, nuestra experiencia sexual se podía considerar normal, ella había estado con cinco hombres, de los que tres fueron rollo de una noche, uno fue su primer novio, que la desvirgó a los 16 años y estuvieron juntos dos años, y el otro un novio que tuvo de los 20 a los 23.

Yo había tenido solo una relación duradera durante tres años, a pesar de que había estado con tres mujeres mas, la primera fue una prima que me desvirgó a los 17 años, ella tenia 25, la situación tuvo su morbo ya que nos encontrábamos en casa de nuestra abuela común de vacaciones, ella tenia novio y habían quedado que vendría a verla, pero la llamó por teléfono que no venia, se cabreó tanto que me utilizó como venganza, lo se no solo por que me lo contara ella, resulta que accidentalmente oí la conversación, ella estaba muy enfadada y le dijo que si no venia, le pondría los cuernos, que tenia en casa a su primo (yo) que estaba de muy buen ver, el, claro, le decía que no lo haría, pero si lo hizo, y lo bien que me lo pasé aquella semana, parece que a la chica le gusté y nos pegábamos dos polvos diarios. Por cierto, ahora él es mi primo y sabe perfectamente lo que pasó. Después de esto, crucé una época de sequía que se acabó cuando conocí a mi primera novia, la podría definir como una muy activa sexual, tan activa que no paraba de ponerme los cuernos, eso si, ella siempre se arrepentía y me lo contaba, y la tercera una mujer casada, para ser exactos, casada con mi jefe, hice el papel de hombre objeto durante un año, hasta que se cansó de mi y pasó este papel a otro.

Nuestra vida conyugal solo se vio amenazada por una infidelidad de Jana, la verdad es que vista desde la perspectiva del tiempo, tampoco tiene demasiada importancia, consistió en que en una fiesta con sus amigas, fueron a cenar y después a una discoteca, ella, algo cargada de alcohol, vio a un chico que le pareció bien, bailaron, se dieron el lote en un sofá y después se fueron a su piso, según me contó ella, se metieron en la cama y en el momento que sintió la polla del chico dentro del coño, se dio cuenta de lo que estaba haciendo, se la sacó de golpe, le dijo que aquello no estaba bien, se vistió y se fue. Cuando llegó a casa, me despertó para explicármelo llorando. Todo esto causó una crisis que se solucionó en unas semanas, claro que después me enteré que cuando el chico le metió la polla, ella ya se había corrido dos veces, y que el chico había descargado una vez la leche en su boca.

Volviendo al momento actual, desde pequeño tengo a un amigo que se llama Jaime, es mi mejor amigo, es genial hablar con el, es de aquellas personas que entienden de cualquier tema, te comprenden en todo, pero tiene un problema, es muy tímido, con mi mujer le costó mucho tiempo lograr tener una conversación con ella sin ponerse nervioso, imaginaros con las otras mujeres. En la época que hablábamos de mujeres, el nunca tubo ninguna experiencia sexual, claro que con los años, los temas de conversación cambian y ya no hablamos de esta o aquella chica, pero imaginábamos que sus relaciones sexuales tenían que ser escasas o nulas, ya que no sabíamos de ninguna mujer.

De vez en cuando venia a cenar a casa, o nosotros íbamos a su casa, como vivía solo, nos permitía mas libertad que nosotros con las niñas.

Todo lo que pretendo relatar empezó en una de estas cenas, Jaime había decidido cambiar los muebles de su casa y aquel día tenia que inaugurarlos, cuando nos enseñó su habitación, una cama enorme de 2 X 2 metros, ante la cual mi mujer le dijo:

Vaya cama, la de juergas que piensas montarte encima de ella

Repentinamente, Jaime bajó la cabeza y dijo:

Mi vida sexual no es precisamente maravillosa

Esta frase, y la manera de decirla, dejo a Jana muy preocupada, se le notaban en su aspecto, hasta que en mitad de la cena, dijo:

Jaime, creo que estas preocupado por tu vida sexual, si quieres, somos tus amigos, puedes hablar con nosotros

Jaime, como dije, es muy tímido, pensé que habar de esto ante una mujer le seria difícil, seguro que Jana pensó lo mismo, por lo que continuó diciendo:

Ya supongo que es difícil para ti hablar de esto, pero somos tus amigos.

Que queréis que os cuente, para mi, estar con una mujer es casi imposible, cuando estoy con alguna, me pongo tan nervioso que no se que hacer ni que decir, y si, al fin lo consigo, es peor, no consigo nada.

Que quiere decir nada, pregunté.

Pues que no funciono

No se te levanta?

Exacto, no podías decirlo mas claro.

Entonces, eres virgen?

Si.

Continuamos comiendo, pero totalmente callados, Jana pensaba, hasta que dijo:

Tu lo que necesitas es conocer a alguna mujer y con paciencia, irle cogiendo confianza y veras que todo esto te pasa

Ya, dijo Jaime, pero no es tan sencillo, ya sabéis mi timidez, y si la supero, tengo este fracaso, no creo que encuentre nunca a esta mujer.

No tienes a ninguna amiga de confianza que pueda ayudarte?

No, ninguna.

Tendría que ser alguna mujer que comprendiera tu problema y quisiera ayudarte, alguien que te entienda, con la que puedas estar sin sentirte incomodo.

Pero esta mujer no existe

Si existe, dijo Jana, puedo ser yo

Todos nos quedamos sorprendidos y callados, sorprendidos ante tanta "generosidad" por parte de mi mujer, pero que pretendía?

No tuvimos que esperar mucho, ella nos lo contó enseguida:

Tu problema es que cojas confianza a una mujer, que te sientas cómoda con ella, que te tranquilices, si nuestro amigo tiene un problema y yo puedo ayudarle, por que no hacerlo?

Y que pretendes hacer?, dije

Primero que coja confianza con una mujer, Jaime, pon música y bailemos

Jaime, muy cortado y sin saber cual seria mi reacción, me miró, yo le dije:

Haz lo que te dice, por mi no te preocupes, yo me siento en el sillón.

Me levanté de la silla y me senté cómodamente en un sillón, Jaime puso un CD de música lenta, Jana se acercó a el y agarrándolo por el cuello, se pusieron a bailar, Jaime la puso las manos en la cintura pero manteniendo una mas que prudente distancia, su cuerpo temblaba mientras que mi mujer bailaba con él como si no pasara nada.

Esto duró unos 10 minutos, Jana aprovechaba cualquier posibilidad para acercarse mas a él, al final los cuerpos se tocaban y Jana puso su cabeza sobre sus hombros, pero el no dejaba de estar nervioso, todo lo contrario.

Mi mujer le propuso que fuera a buscar una botella de cava, el regresó con ella y tres copas, Jana le dijo:

Deja una copa, estamos solo dos, tu y yo, Javier es como si no existiera en este momento.

Jana se sentó en el sofá indicándole a Jaime que le acompañara, abrió la botella y se sirvieron dos copas, ella propuso un brindis, como no podía ser de otra manera fue "por nosotros". Después de beber, Jana se acercó mucho a él, Jaime seguía nervioso y como si estuviera fuera de sitio, pero mi mujer no le daba la menor importancia, esta colocó su mano derecha sobre su pierna, al ver que no reaccionaba, cogió la mano de Jaime y la colocó sobre la suya, pero sin decir nada, Jana llevaba una falda algo corta, lo que le permitió colocar la mano que tocara directamente su piel, justo donde acababa su falda. Ambos no se decían ni palabra, Jana agarró la mano que tenia sobre su pierna y la subió un poco por dentro de la falda, hasta que de golpe tensa su cuerpo tirando la cabeza hacia atrás, se acababa de correr !

Jana comprendió enseguida lo que había pasado, lejos de que aquello supusiera un problema le dijo:

No te preocupes, Jaime, esto no se soluciona en un día, entiendo lo que te pasa y lo arreglaremos.

Estoy avergonzado, dijo él.

Para nada, contestó mi mujer, dándole un beso en la mejilla, ahora se trata de que hagamos un plan, si os parece, una vez a la semana vendremos a tu casa e iremos haciendo la terapia

A mi me parece bien, dije yo.

Estoy muy avergonzado por lo que ha pasado, no se, dijo Jaime

No te preocupes.

Así quedamos, Jana y yo nos fuimos a casa, ya en el coche a ella se le notaba especialmente caliente, al llegar a casa, ella se desnudó solo de cruzar la puerta y también me desnudó a mi pegándonos un polvo de los que hacen historia, y toda la semana fue igual, parece que el intentar seducir a nuestro amigo le ponía caliente ya que además pude comprobar que cada mañana se masturbaba antes de levantarse, cosa que alguna vez hacia, pero ahora era diario.

El día anterior al de la cita, Jana me dijo muy seria:

No se hasta que punto estas dispuesto a dejarme llegar con Jaime

Por mi no te preocupes en absoluto, tu haz lo que creas que para el es conveniente.

Y llego a donde quiera

Claro

Desde hacia tiempo estaba fantaseando mucho con ver a mi mujer en manos de otro hombre, cada vez que recordaba su aventurilla o algo de sus ex amantes, me excitaba, por lo que estaba dispuesto a alentar aquello en lo que fuera.

Al fin llegó el día, Jana se puso una minifalda de aquellas que no permiten agacharte si no quieres organizar un revuelo, una camiseta ajustadísima que enseñaba el ombligo, debajo, solo un tanga, nada de sujetador. Pensé que vestida de aquella manera, Jaime se correría solo de verla, pero no deje nada, para salir a la calle se colocó encima un abrigo que le llegaba a los pies.

Legamos a casa de Jaime, lo primero que le dije es:

Jaime, tienes que saber que todo lo que pueda pasar, cuenta con mi aprobación

Cuando Jana se sacó el abrigo quedó impresionado, y yo también al ver como se le marcaban los pezones. Había preparado la mesa para los tres, pero mi mujer tenia otra idea, cogió uno de los cubiertos y los llevó a la mesita que había delante del sillón, además, bajó la luz y colocó una velas, nadie dijo nada, yo me di por aludido y me senté en el sillón que parecía seria mi destino aquella noche. La verdad es que a Jaime ya se le veía mas distendido que la noche anterior. Ellos se sentaron uno delante del otro y empezaron a hablar de temas mas o menos intrascendentes mientras que yo tenia que ir a la cocina para servirme, causando llegaron a los postres, Jaime trajo una botella de cava y dos copas, en este momento ya no pensaba para nada conmigo, se sirvieron y brindaron, mi mujer estiró la mano hasta cogerle la suya, Jaime se dejaba hacer mientras mi mujer jugaba con sus dedos sin apartarle los ojos de encima, estaban como dos tortolitos.

Yo me levanté y puse música lenta, pensé que seria una buena idea y ellos también ya que Jana arrastró a Jaime a bailar, colgándose de nuevo a él como lo hizo el día anterior, Jaime de inicio ya estaba mas cerca de mi mujer, pero sin pegarse demasiado, esta intentaba por todos los medios que Jaime se acercara mas, cosa que poco a poco iba consiguiendo, de repente veo que mi mujer lo mira a los ojos mientras ladea la cara y acerca sus labios a los de Jaime que no se atrevía a abrir la boca, pero mi mujer es tenaz y al final lo consiguió, se estaban morreando delante mío, las manos de mi mujer exploraban toda su espalda, sacando su camisa de dentro de los pantalones y acariciando directamente la espalda, todo ello sin dejar de besarse.

Después de cinco minutos de morreo constante, de caricias a la espalda de ella, ya que el no se atrevía a hacer nada mas, se sentaron en el sofá, Jana colocó la mano sobre su pierna y Jaime hizo lo mismo, volvieron a brindar y después mi mujer acercó la boca a la de Jaime para volver a besarse. Sin dejar de hacerlo, mi mujer se colocó sentada encima de sus piernas, ella las puso una a cada lado de las de Jaime, si se adelantaba un poco le colocaba el coño encima de su polla. Jaime ya se atrevía a hacer algo mas ya que acariciaba su espalda incluso por dentro de la blusa, yo pensaba que aquello no podía durar mucho ya que si la otra vez no aguantó tocarle la pierna, pero seguían como si nada. Jana arrastró otra vez a nuestro amigo a bailar, esta vez el ya no se mantuvo a distancia mientras continuaba besándola y acariciándole la espalda, mi mujer decidió dar algún paso mas y bajo su mano para acariciarle el culo, con el correspondiente sobresalto de Jaime, pero que mi mujer acalló besándole de nuevo. A los pocos segundos, Jana dejo por unos segundos el culo de nuestro amigo para dirigirle una de sus manos a su culo, al principio lo tocaba con timidez pero acabó por hacerlo igual que lo hacia ella, con fuerza e ímpetu, además, su coño rozaba la polla, supongo que la debía notar dura, por que ella restregaba con frenesí.

Lo que yo no entendía es como no se había corrido ya.

Volvieron al sofá, Jana ya se sentó directamente sobre sus piernas, para hacerlo, levantó la falda, no dudo nada de lo que Jaime vio, ya que yo también lo vi, pudo dar un vistazo a su tanga negro, tanga que no era nada mas que un hilo.

Acercaron sus bocas sin dejar de tocarse ni un momento, Jaime acariciaba su culo hasta que muy tímidamente se atrevió a meter las manos dentro de la falda y tocar directamente el culo, cosa que Jana agradeció con un suspiro. Nuestro amigo ya no se contenía, levantaba la falda para tocarle totalmente el culo, desde mi punto podía verlo claramente, mientras tanto, mi mujer acercaba cada vez más su pubis a la polla de Jaime.

Se separaron un momento, Jana le desabrochó los botones de la camisa hasta sacársela, volviendo a agarrarlo y continuar con el morreo y magreo de su culo, entonces ella le dice algo al oído, Jaime se quedó algo cortado, me miró a mi, yo no sabia de que se trataba, pero mi mujer le dijo: "Hazlo", y lo hizo, le saco la blusa, los pechos de Jana saltaron liberados de la opresión, se volvieron a acercar, sus cuerpos se tocaban pecho a pecho, sin dejar de besarse, Jana cogió una mano que tenia en el culo y la colocó en un pecho, supongo que era el primero que tocaba en su vida, pero no lo hacia mal ya que mi mujer se apartó un poco para darle facilidades, cosa que el aprovecho para jugar con ellas y con sus pezones, que a juzgar por los gemidos de mi mujer, no lo hacia nada mal, pero también juntaba mas su coño a la polla de Jaime hasta que el contacto solo era evitado por la ropa de Jaime y el fino hilo del tanga de mi mujer, y para acentuar el contacto, Jana hacia un movimiento con la pelvis adelante y atrás, jadeando muy flojo pero constantemente.

Jana interrumpió aquella maravillosa posición, se bajó de las piernas de Jaime, se arrodilló delante de él y dijo:

Vamos a ver que guardas aquí dentro.

Mientras desabrochaba los botones de los pantalones y la cremallera. Bajó los pantalones hasta sacárselos quedando solo en calzoncillos que guardaban, por lo que se podía notar, una importante polla crecida, pero poco rato tuvimos para la imaginación ya que casi arrancó sus calzoncillos y realmente estaba bien equipado, sin duda mas que yo, Jana observo aquel aparato y no lo dudo ni un momento, después de agarrarla y moverla un momento, se la colocó dentro de la boca, aquella felación tenia que hacer disparar su leche, y ya lo creo que lo hizo, noté como el se tensaba gimiendo de placer mientras Jana no dejaba de chupar y tragarse todo lo que salía de su interior.

Descansaron un rato, no mucho, ambos abrazados, pero ella quería algo más, y se lo pidió:

Ahora tienes que darme placer a mi, dijo mientras abría las piernas y señalaba su coño

Jaime no lo rechazó, se arrodilló delante de ella, abrió sus piernas tras levantar la falda, miró unos instantes, quizás era el primer coño que veía de tan cerca, bajó y le sacó el tanga, tirándomelo a mí y acercó su cara al coño, no se como lo hacia, pero desde el momento que tuvo el primer contacto, Jana no cesó de jadear hasta correrse, en pocos minutos, y violentamente. Cuando Jaime se apartó, pude ver su cara totalmente mojada fruto de los flujos de mi mujer.

Se sentaron de nuevo en el sofá, el totalmente desnudo y ella solo con la falda que nunca acabó por quitarse, por primera vez en mucho rato se acordaron de mi, Jana me preguntó como estaba, yo le respondí sinceramente, estoy totalmente caliente. No lo dudó ni un momento, se acerco a mí, me bajó los pantalones y los calzoncillos y se tragó mi polla hasta que me corrí dentro de ella, que placer me daba.

Los tres ya mas calmados, tomamos unos sorbos de cava, yo tenia una duda que quería aclarar.

Jaime, como lo has hecho para no correrte rápidamente?

Mira, respondió, Jana me ha llamado esta tarde y me ha dicho que antes de que llegarais, que me masturbara, así estaría mas tranquilo, y eso hice.

Buena idea Jana, dije yo.

Jana se levantó, y haciendo pose sexys nos dijo:

Estoy buena aún?

Estas preciosa y divina, dijo Jaime, pero por que no te sacas la falda y disfrutamos de tu cuerpo entero?

Hazlo tu, le dijo mientras se acercaba

Y claro, lo hizo, Jana nos brindo con poses sexys que incluían el mostrar todas las partes mas ocultas de su anatomía, y Jaime ya volvía a estar empalmado. Pensé que algo había que hacer con aquel calentón, y se lo dije a Jana, ella me dijo:

Pues solo se me ocurre hacer una cosa que no le haya hecho ya

Claro, fállatelo, le dije

Quieres, cariño ?

Si, claro, además, hacedlo tranquilos, yo me iré a casa con las niñas, regresa mañana, pasa la noche con él

Perdona Javier, no te importa que me folle a tu mujer?, me preguntó Jaime

No, en absoluto, le respondí, lo único que quiero es que os lo paséis bien.

Jana se acercó a mí, me dio un beso diciéndome "te quiero muchísimo",. Cogió de la mano a Jaime y le dijo:

Esta noche estrenaremos la cama, toda la noche para ti solo.

Cerraron la puerta de la habitación tras entrar, me quede un rato a escuchar los gemidos, pero al final me fui a casa, cuando llegué, lo primero que hice fue masturbarme, y aquella noche varias veces mas.

Jana regresó al día siguiente, por la tarde ya, estaba radiante de contenta, me explico que se la había follado tres veces aquella noche y por la mañana, dos veces mas, una en la cocina, mientras preparaban el desayuno y otra hacia pocos minutos, justo antes de irse, también me dijo que durante la noche hicieron algún juego, ella lo ató a la cama y se lo folló así, o que el quiso hacerlo por el culo, cosa que no le gusta especialmente a mi mujer, pero que aceptó gustosa.

Comprenderéis que yo estaba muy excitado, Jana se desnudó, pude ver algunas marcas en su cuerpo que antes no estaban como un moratón fruto de una chupada cerca del pezón, ella, señalándolo dijo:

Hay veces que me gusta que me le hagan fuerte, ya lo sabes

Le abrí las piernas y le chupé el coño, aquel coño que unos minutos antes había estado penetrado por otra polla, le costó un poco llegar al orgasmo, estaba cansada, después me chupó la polla hasta que me corrí dentro de ella y me dijo:

Es la del segundo hombre que me trago hoy.

El asunto continuó un año, una vez al mes íbamos a su casa y siempre acaba en algo sexual, algunas veces hacemos un trío, otras, ella se queda y yo regreso solo, otras, se lo montan delante mío, cada vez es distinto, hasta que empezó a salir con una mujer, Ana, una chica preciosa, la amistad a 4 continuó, las cenas seguían, pero ya no había este tipo de sexo.