El amigo del hijo de Silvia

Cómo pasamos de planificar una cita furtiva con mi amante, a conseguir que ella tenga sexo desenfrenado con el amigo de su hijo….

Sabado 11 de diciembre del 2021. Venimos de un puente largo el fin de semana pasado y yo, Jose y Silvia, mi amante nos ponemos en contacto durante la mañana.

Como como algunos ya sabéis, soy un chico de 40 años, 1.80 de altura, moreno, con el pelo castaño oscuro, con alguna cana, y un cuerpo cuidado.

Silvia, es una de mis amigas secretas. Ella es toda una mujer, de 51 años, 1.70 aproximado de estatura y un cuerpo grande y con curvas. Una mujer, que cuando la tienes delante impone de verdad. A parte de sus grandes pechos, su melena rubia, sus ojos marrones y sus labios habitualmente de color rojo intenso, hacen que sea ese tipo de mujeres, que sin destacar por encima de las otras, te gires a mirarla y la desees….

Tanto ella como yo estamos casados y llevamos bastante tiempo charlando, fantaseando y calentándonos por teléfono, pero sin aun haber coincidido físicamente cara a cara.

Como comentaba en la introducción, ese sábado 11 de diciembre, contactamos para darnos los buenos días. Coincidía que yo tenía el fin de semana libre y ella, podía hablar, pues su marido estaba de compras y su hijo estaba en el salón con uno de sus amigos.

Ella me explicó que posiblemente, por la noche su marido iría al cine con su hijo a ver una película de deporte, que a ella, como era de esperar no le importaba para nada e intentaría saltarse.

Al conocer de la opción de tener 2 horas para nosotros solos, empezamos con nuestras fantasías de adolecentes… Imaginas si quedamos directamente en la habitación de ese hotel? Sabes cómo me estas poniendo? Quieres ver una foto de mi miembro mientras pienso en esta noche? Te regalo una de mis pechos para que acabes con la faena?......

Fue tanto la subida de temperatura, que yo acabé masturbándome muy lentamente en la cama mientras hablaba con ella, y ella, procedía a hacer lo mismo encerrándose en su habitación mientras escuchaba los gritos de los dos chavales de 18 años jugando al FIFA.

Yo estaba a punto de llegar al orgasmo, cuando Silvia me dijo que acababa de llegar su marido, por lo que tenía que parar de acompañarme en esa masturbación conjunta que teníamos a medias. Después de mi orgasmo, seguimos hablando un rato mas…

J - Silvia, has imaginado alguna vez hacértelo con el amigo de tu hijo?

S - Ostras pues la verdad que no, pero los dos juegan al futbol y tienen buenos cuerpos, la verdad…

J – Imagina lo que le podrías enseñar a un chaval tan joven…

S – Calla, calla, no me hagas imaginar…

La conversación murió en medio de esa conversación, por llegar la hora de la comida, cada uno en su casa…

Después de la comida, y de un ratito de la reglamentaria siesta del sábado, Silvia me mandó un mensaje de buenas tardes.

Malas noticias, había cambio de planes y su marido y su hijo se apuntaban a la sesión de tarde del cine. Además, ella se tenía que quedar en casa a esperar que los padres de Dani (el amigo de su hijo) lo vinieran a buscar.

Eso abrió mi mente perversa, como acostumbra a ser habitual, y me hizo dar cuenta de que Silvia se quedaría a solas con Dani, justo como estábamos fantaseando por la mañana. Silvia, al contrario que yo, solo deseaba que vinieran pronto sus padres para intentar un encuentro fugaz, aunque solo fuera en el asiento de detrás del coche de uno de los dos.

Cuando su marido y su hijo se fueron, empezamos a hablar mientras Dani seguía delante la consola enganchado al FIFA… Al estar los dos solos, Silvia se quedó en el salón. Dani estaba en el sofá, delante el televisor, mientras que Silvia en la butaca que estaba situada entre el sofá y la pantalla. De esta manera, Dani no podía ver lo que hacía Silvia con el móvil, pero sí que se podían ver de frente sin nada en medio de los dos.

A sabiendas de la situación de cada uno, propuse a Silvia acabar con lo que habíamos empezado esa mañana.

J – Silvia, que llevas de ropa?

S – Chandal, por?

J – Por qué no te vas a cambiar con la escusa de que luego saldrás de compras y te pones una falda y un buen escote?

S – Y eso?

J – Hazme caso, y no te pongas nada debajo la falda… Confía en mi… Si vienen pronto a buscar a Dani, quiero que estés a punto.

Silvia me creyó y se dejó llevar por mi propuesta, completamente aliena a mis planes.

S – Ya estoy!!

J – Perfecto, que hace Dani?

S – Jugar sin apartar la vista de la tele

J – Ni si quiera se ha girado a ver la ropa que llevabas?

S – Si, quizás un poco, pero ha vuelto a mirar la tele.

Ese quizás un poco, me hizo dar cuenta de que el chaval se había fijado en la mujer que tenía delante. Los chavales de esa edad son bastante inocentes y no tienen ese punto de malicia que tenemos los que ya hemos vivido mucho.

Aproveché el momento de la conversación con Silvia para sacarme 3 o 4 fotos desnudo en mi cama y después de esta parte se las mandé…

J – Silvia, imaginas si me tuvieras en tu cama?

S – Cállate, que aun me tienes caliente de esa mañana… he comido chorreando por tu culpa

J – Y por qué no te tocas?

S – Está Dani delante!!

J – Por eso lo digo, no dices que no te mira, no se dará cuenta.

S – Claro que se va a dar cuenta perturbado!

J – Si, perturbadísimo, pero te pone la idea, lo sé, y tu también lo sabes. Así que ya puedes empezar…

Silvia, fuera de sí por la conversación de la mañana y las ganas que tenía de que hoy pudiera ser el día en que quedásemos a solas los dos, no tardó mucho en perder la vergüenza y empezar a masturbarse pasando su mano por dentro de su falda y bajando por su pubis hacia su clítoris.

En breve me informó que Dani estaba jugando muy mal, y que no paraba de encajar goles, pues sus miradas cada vez eran más descaradas hacia ella.

J – Silvia, ahora que Dani ya ha perdido el interés por la play, pon el movil donde yo pueda ver lo que te atreves a hacer con él y disfrútalo pensando en cómo lo disfrutaré yo mientras lo vea…

S – A tus ordenes salido!

Con esta frase, se acabó la conversación y empezó mi sesión privada de porno en vivo.

Silvia dejo el móvil en la mesilla del comedor, justo delante de ella, a la altura de sus caderas, para que pudiera ver su sexo sin ropa interior. Se volvió a sentar a la butaca y siguió con su suave masturbación del clítoris, esta vez, con las piernas más abiertas, para que Dani y yo pudiéramos ver su sexo. Después de unos preliminares sobre su clítoris, paró para desabrocharse el botón de la falda y poder entrar un poco más la mano. Su mano ya pasaba entera entre la cremallera de la falda y su pubis, y lo que antes era un dedo entretenido sobre su clítoris, ahora eran dos dedos entrando y saliendo de su vagina.

La otra mano, empezó a acariciarse uno de sus grandes pechos hasta el punto de sacárselo de su escote y dejarlo entero delante de nosotros. Su pezón estaba duro, más aun cuando ella lo pellizcaba mordiéndose el labio inferior con cara de vicio.

S – Dani, a que hora van a venir a buscarte?

D – No sé señora Silvia, pero ojala no vengan

S – Y eso, Dani? No tienes ganas de irte a casa?

D – Pues ahora mismo tengo ganas de todo menos de irme de aquí, la verdad, señora Silvia.

S – Puedes parar la play si quieres, y mirarme sin disimular, no me importa.

Después de invitar a Dani a mirarla, Silvia se abrió de piernas del todo, dejando su falda arrugada alrededor de su cintura. Sacó su mano de dentro la cremallera y la pasó directamente por fuera de ella, masturbándose mucho mas libre que antes, y mostrando un espectáculo muy nítido y sexual ante nuestros ojos.

Dani, vestía un chándal de algodón, algo apretado, y su miembro empezó a crecer a velocidad de vértigo hasta alcanzar lo que parecían unos 23 o 24 cm por lo que ocupaba dentro de ese pantalón a punto de estallar.

Silvia se quitó la camiseta escotada y el sujetador, quedándose vestida solo por la falda que ya hacía rato que era más un cinturón que la falda que llevaba cuando empezó el juego.

S – Dani, te gusta lo que ves? Creo que tienes algo entre las piernas a punto de estallar…

D – Si, señora Silvia, me gusta mucho

S – Y no vas a venir a ayudarme un poco? Eres virgen Dani?

D – No, ya lo he hecho alguna vez, pero nunca he tenido una mujer ten impresionante haciendo esas cosas delante mío como está haciendo usted.

S – Pues si quieres, desnúdate y enséñame eso que tienes entre las piernas y acércate un poco para que lo vea bien.

El chaval, tardó nada en desnudarse. Al bajarse los pantalones y calzoncillos a la vez por las prisas, su miembro se salió de golpe, haciendo el movimiento típico de un muelle al doblarlo. Realmente era un miembro grande, que hizo que a Silvia se le salieran los ojos de las órbitas.

S – Ven Dani, acércate mas.

Dijo Silvia estirando uno de sus brazos para agarrarlo por el miembro y acercárselo a ella. Cuando tuvo al chaval justo delante de ella, se acerco el miembro a la boca y levantó la mirada hacia él mientras con la mano empezaba a masturbarle suavemente.

S – Dani, de lo que pase hoy aquí, no vamos a decir nada, de acuerdo?

D – Por supuesto señora Silvia

No tuvo ni tiempo a acabar el nombre de Silvia que Silvia ya se había metido su miembro en la boca y empezaba a jugar con su lengua entre la piel de su glande. Silvia alternaba el juego con la punta de su lengua en el glande, con la mamada propiamente dicha, metiéndose todo lo que le entraba de ese miembro en la boca, añadiéndole la masturbación suave y constante con la mano, sabiendo que el chaval no aguantaría ni un minuto.

D – Señora Silvia, me voy a correr….

Silvia no le hizo ni caso, y siguió, con su juego, ahora, metiéndose todo el miembro dentro, hasta no poder respirar, e incluso provocándose a ella misma alguna arcada. Empezó a chupar mas y mas rápido, forzando el orgasmo de Dani dentro de su boca, saboreándolo y comiéndoselo todo para no dejar rastro de lo que había pasado.

Después del orgasmo de Dani, Silvia lo invitó a sentarse un rato frente a ella, relajándose, para ella seguir con el espectáculo masturbatorio inicial. Ahora, ella se metia hasta 4 dedos dentro la vagina, sin dejar de mirar fijamente a los ojos a Dani, sin esconder sus suspiros de placer ni sus caras de vicio hacia él.

S – Quieres venirme a ayudar con los pechos Dani? Veo que los miras mucho…

Dani, sin decir nada, se acercó a sus pechos y los agarró, uno con cada mano, y empezó a lamerlos enteros, de arriba abajo, centrándose sobre todo en los pezones.

S – Sabes que nos gusta a algunas mujeres, Dani? Una buena comida de pezones, con algún que otro mordisco…

Dani aceptó el consejo, y empezó a alternar los lametazos y besos a los pezones de Silvia con algún que otro mordisco, apretando cada vez mas hasta que la hacía chillar de placer y/o dolor. Mientras, Silvia, con su mano libre, sorprendió a Dani agarrándolo por los testículos y masajeándolos, dejando escapar un dedo hasta la entrada de su ano, que presionó hasta que el dedo se abrió paso dentro de él…

S – Ahora, ya estás a punto

Dijo Silvia con un dedo completamente dentro del ano de Dani.

D – A pun…..

Silvia lo cortó a media frase, levantándose de golpe de la butaca y ordenándole que se sentara él. Dani se sentó, y Silvia, se sentó encima, y de espaldas a él, agarrando fuerte el miembro y acompañándolo dentro de su vagina. Ella dejó caer su espalda hacia delante, hacia la mesilla desde donde yo lo estaba viendo todo. Con los pies en el suelo y las manos en las rodillas de Dani aprovechaba para coger impulso sin dejar de mirar el mobil y lo empezó a cabalgar muy muy duro.

S – Dani, sabes que hoy tenía ganas de follarme salvajemente una buena polla?

Dijo Silvia mirando al mobil mientras me veía a mi desnudo en la cama de mi casa masturbándome. Dani no pudo siquiera responder. Estaba excitadísimo, extasiado, calentísimo… estaba aguantándose para no llegar al segundo orgasmo antes de tiempo.

S – No aguantes chaval, córrete, córrete sin complejos, estás aquí para disfrutar no para aguantar!!

Después de eso, Silvia llegó al orgasmo al mismo tiempo que Dani le hacía caso y se dejaba ir inundándola por dentro. Silvia no paró aun sabiendo que él ya había eyaculado. Estaba muy caliente y quería aprovechar al 100% esa virilidad juvenil para llegar al final y a poder ser repetir el orgasmo sin parar…

De repente sonó el móvil de Dani que estaba tumbado en la mesilla al lado del de Silvia. Silvia apartó un momento la vista de mí para ver quién era.

S – Es tu padreeehh…

Jadeó Silvia encadenando el primer orgasmo con el segundo y con algún que otro grito de placer. Dani volvía a tener el miembro bien erecto dentro de ella y al notar que ella se volvía a correr, ayudaba empujando desde el sillón tan fuerte y dentro como podía para conseguir que ella encadenara el segundo con el tercero. Esta vez, mientras Dani le masajeaba el clítoris para que fuera un poco más intenso todavía.

Finalmente, Silvia se dio por satisfecha, se levantó de encima de Dani, que se quedó agotado a la butaca, cogió su móvil y lo puso en altavoz. Se sentó en el sofá de delante dónde antes estaba Dani jugando a la play, y empezó a hablarme.

S – Qué tal, Jose, te ha gustado lo que has visto? Dani, te presento a Jose, un amigo que me ha incitado a hacer esto esta tarde contigo.

J – Me ha encantado, no sé si a Dani le habrá gustado nuestro juego. Que dices Dani?

S – Creo que Dani es muy tímido, no dice nada…

J – Dani, te apetecería repetir?

D – Ufff… por supuesto señor Jose.

J – A ella segurísimo que también, verdad Silvia?

S – Por supuesto!

FIN!

Recordar a los lectores, lo importante que es para mí recibir sus comentarios ya sean en la web o por mail, para poder mejorar. Se aceptan nuevas ideas o peticiones para los siguientes relatos.