El amigo de mi padre me dominó.
Unas aburridas vacaciones se tornan muy placenteras.
El Amigo de mi padre me dominó en mi cuarto.
Estaba vacacionando con mis padres, a mis 18 años, y con un amigo de mi padre, Francisco. Francisco no paraba de echarme miradas, las cuales yo ignoraba, este tío era demasiado viejo para mi edad, tendría unos 40, y si bien era atractivo, no se me ocurría verlo como nada mas que un amigo de mi padre.
La casa era amplia, de tres pisos, algo silenciosa y fría, pero cumplía bien sus fines. Mi cuarto estaba aislado de los demás, en el 3er piso, de esa forma yo podía escuchar música y ver TV hasta avanzadas horas de la noche.
Una noche estaba viendo en la televisión una película media porno, y destapada, comencé a tocarme suavemente, por dentro de mi tanga, con los ojos cerrados. El volumen estaba fuerte, pero de pronto deje de oír la película, y ahí lo vi., a Francisco, mirándome fijamente.
"Vaya vaya vaya que tenemos aquí"
Yo me quedé congelada, sin reacción, completamente avergonzada, hasta que empecé a sonrojarme y a quitar la mano de mi conejito. Entonces Francisco se sentó en frente mío y me dijo: "Que diría tu padre si le contara como te masturbas en su propia casa". Puede sonar ridículo, pero mi padre y madre son muy católicos, y censuran totalmente el tema de la masturbación. Me quede sin palabras, me sentía una nenita tonta. Francisco continúo. "Sigue por donde ibas, pero quiero que lo hagas enfrente mío, quiero ver como te humillas y te calientas tocándote delante de mi." Yo balbucee que no, pero se me acercó muy amenazadoramente, poniendo sus celestes y duros ojos frente a los míos y diciéndome que no quería repetir sus órdenes.
Así que comencé a tocarme, muy muy avergonzada, por encima de la tela de la tanga, sentada sobre mi cama y con las piernas abiertas hacia él. A pesar de mi vergüenza, noté como se iba apoderando de mí una extraña sensación, comencé a mojarme en su presencia. El pudo notarlo y me dijo que me sacara la tanga. Me quede quiera, entonces vino hacia mi y me pegó una suave cachetada, y me la arrancó el, oliéndola. "Sigue". Seguí así, entreabrí mis labios mayores, rodeé mi clítoris con un dedo, mientras deslizaba otro por toda mi vulva. Cada vez mi excitación era más fuerte. "Ahora te vendaré los ojos". Me vendo los ojos con un pañuelo y me ato las manos a la cabecera de mi cama. Lentamente comenzó a tocarme él, me sobresalto al principio, pero luego fue muy placentero. "Pero que mojada estas, desde hace tiempo tenia ganas de estar así contigo, eres una putita". Luego comenzó a chuparme las tetas por debajo de mi camisón, yo no podía articular palabra, cada vez estaba más cachonda. De pronto sentí algo introduciéndose en mí, no era su polla ni sus dedos, y de pronto lo comprendí: ¡Un vibrador! "No, Francisco no por favor, yo nunca:.." "Cállate puta". Puso mis piernas sobre sus hombros, de modo que quede a su entera vista, y sentí sus labios empezando a comer mi conejito. Primero me chupo el clítoris, me lo mordió, me hacia doler pero me causaba mucho placer, y luego retiro el vibrador de mi vagina y empezó a follarme con la lengua. Se detuvo, y sentí como empezaba a deslizar sus dedos desde mi agujero, completamente mojado, a mi ano, virgen. Empecé a llorar y a balbucear, con lo que me gane una nueva bofetada en la mejilla. "Cállate". Sentí como me metía un dedo en el ano y lo dilataba poco a poco, sentía mucho dolor y miedo, pero luego empezó a masturbarme con la otra mano en mi vagina y me fui dejando llevar.
"Ahora date vuelta" Me desato el pañuelo de las manos, me puso en cuatro patas, me sentía tan humillada que no podía hablar, pero chorreaba de la excitación. Con lo que sentí fue su polla, comenzó a dilatar más aun mi ano, al tiempo que con su mano jugaba con mi conejito. Consiguió meter primero su glande y luego su tallo, y empezó a follarme por ahí, yo sentía mucho dolor, pero también me excitaba mucho ya que en ese momento me metió el vibrador en la vagina y lo hacia salir y entrar furiosamente.
Mientras me decía que era una puta y que estaba disfrutando mucho fallándome por mis dos agujeros.
Antes de correrse, saco su polla de mi ano y comenzó a follarme por adelante, cada embestida me hacia ponerme mas y mas a mil, hasta que acabe con el mejor orgasmo de mi vida. En ese momento Francisco dejo de follarme, saco su polla de dentro de mi, y de una embestida me la puso en la boca, llegándome hasta la garganta, y con su mano me follaba la boca, hasta que eyaculó y me obligo a tragarme su semen.
Cuando termino, comenzó a chuparme mi conejito de nuevo, y cuando me excite, retiro su lengua y me dijo "Mañana volveré, hasta entonces, tienes prohibido acabar."