El amigo de mi padre

De como un favor puede convertirse en algo diferente

(Hola a todos. Aunque no debería contar esto, voy a alterar los nombres que aparecerán a continuación, para guardar la intimidad de sus protagonistas, la situación es real, pero su nombre no lo es, así como el nombre de la ciudad en la que me paso.)

Lo que relataré a continuación es a petición de uno de sus protagonistas y dedicado a la zorra de su exmujer allí donde este :)

Todo sucedió hace un par de meses, después de haber hecho las prácticas para las que me contrataron llevaba bastante tiempo sin hacer nada y con el asunto de la pandemia, pues no sabía muy bien qué hacer con vida, si que es cierto que había conseguido alejarme de casa de mis padres, pero aún con todo seguía algo perdida, me salió un curso en Valencia.

Tenía muy buena pinta, el problema era que duraba dos semanas y no tenía donde quedarme. Así que mi padre se puso en contacto con un antiguo compañero suyo del cual ya me había hablado mucho, ya que se hicieron muy amigos, le pidió que me buscase algo y este se ofreció a que me quedase en su casa.

Mi padre me había contado que Antonio, que así se llama el amigo, era una persona muy educada y tranquila y que, desde que se divorció de su mujer, lo estaba pasando bastante mal y no había vuelto a estar con más mujeres, pues había desarrollado una especie de trauma que le impedía tener una erección cuando estaba con una mujer (eso último nunca me lo creí del todo).

Yo le conocía de verle alguna vez con mi padre, que fue a mi casa, pero nada más, casi ni me acordaba de como era.

Total, que allí me presenté y fue a buscarme a la estación. Estaba igual que yo le recordaba, claro que algo mayor, pero bastante bien cuidado. No quiero decir de gimnasio ni nada de eso, pero con bastante buen tipo. Todo el buen tipo que se puede tener a los 60 años. Rápidamente me reconoció:

-¡Teresa! Estoy aquí. Madre mía, ya estás hecha una mujer, me acuerdo cuando iba a ver tu padre y eras así de alta, hizo un gesto a un metro del suelo.

El resto de la conversación no la escribo porque ya os la imaginareis, hablando de mi padre, de cómo van las cosas a todo el mundo etc., etc., etc. Y así llegamos a su casa, muy normalita. Me la enseña y sorpresa, solo hay un dormitorio. Antonio lo justifico que con lo que ganaba y el dinero que pasaba a su ex no podia aspirar a más y que cuando mi padre llamo no iba a permitir que estuviese dos semanas sola en Valencia.

Yo dije que dormiría en el sofá, pero me dijo que de eso nada, que iban a ser dos semanas y que eso era fatal. Me dijo que no tenía de qué preocuparme, que no pasaría nada, ya que desde que se divorció de su mujer no había tocado a otra y de eso hacían 6 años (¡!), Me explico el problema que tenía y que estaba lleno a un psiquiatra y ademas era la hija de su amigo, que me veía como una hija y que has haría nada.

La verdad es que ya desde que le vi me pareció muy atractivo y eso unido a quehacia un calor insoportable, que era un tipo encantador y que me encantan las pollas maduras.... así con todas las letras, pues os podéis imaginar la calentura que yo llevaba.

Así que nos pusimos a hablar del tema del sexo, yo le preguntaba que cómo podía aguantar sin sexo y él lo explicaba. Entonces le pregunté que si se masturbaba y todo colorado me dijo que sí después de insistirle mucho. Pero que con una mujer delante era imposible tener una ereccion

-Pero, dije yo, ¿cuando te masturbas no piensas en mujeres? -Sí, claro que pienso en mujeres -¡Joder!, pues eso es una tortura -Bah, no es para tanto

Y así se fue desarrollando la noche hasta que llegó la hora de irse a dormir. Así que, con mi calentura, fui al baño a asearme y a ponerme la ropa para dormir.

Me puse un tanga blanco, no de esos de hilo, algo de tela tenía por detrás, y una camiseta de tirantes blanca muy ceñida y muy pequeña, sin sujetador, así que se me marcan totalmente los pezones.

Cuando entré en la habitación, Antonio estaba en calzoncillos y camiseta de manga corta. Trató de disimular su sorpresa (y su erección, pues tenía su mano dentro del calzokcillo) y se metió en la cama. Yo pensé:

  • se estaba masturbando pensando en mí!!!

Esto hizo que incrementarse aún más mi calentura y me pusiese muy pero que muy perra, pues nada más gusta más que se les pinga así de dura conmigo.

Yo me metí con él como si fuera la cosa más normal del mundo y me tumbé de lado, dándole mi culito. Él hizo lo mismo y yo quedé decepcionada, pero no estaba dispuesta a abandonar. Yo quería ser la primera mujer (según el) con la que se la iba a poner dura otra vez.

Esperé el momento y, cuando se puso de frente a mí, empecé a echarme hacia atrás disimuladamente. Al poco tenía su polla pegada contra mi culo. Él se dio cuenta, pero se hizo el loco, así que yo, cada vez más caliente, pegué todo mi cuerpo al suyo. Empecé a notar su polla en mi culo, como crecía, como se endurecía.

Antonio me susurró al oído:

  • Teresa porfavor, esto no está bien, tu padre es como un hermano para mi.

Mi respuesta fue pasar la mano para atrás y palparle la polla.

La tenía ya durísima, 6 años sin follar son muchos y, además, tener una chica joven y muy puta, así de cachonda en la cama. Total, que me costó hacerle ceder, pero cuando metí la mano en sus calzoncillos y toqué su polla directamente, pasó una de sus enormes manos y la posó en mi vientre, comenzó a subir poco a poco y la metió por debajo de mi camiseta.

Me agarró un pecho y me dijo: tienes las tetas como dos rocas Teresa. Eso me hizo ponerme húmeda y empecé a notar cómo mi coño reaccionaba. Empezó a estrujar mis tetas con las dos manos, la otra ya la había pasado por debajo de mi cuello y yo frotaba mi culo contra su polla cada vez más tiesa. Entonces se me cortó la respiración cuando noté como una de sus manos bajaba como un rayo hacia mi lubricado coño y empezaba a frotarlo. Joder para entonces estaba tan perra que solo acertaba a jadear y a dejarme hacer.

Yo jadeaba como una perra en celo y no pude evitar empezar a decirle:

  • quiero que me folles, quiero tu polla dentro de mí, quiero que me partas en dos cerdo, eres un guarro. Vamos follame cerdo de mierda, meteme tú oolla.

Me rompió las bragas de un tirón y lo mismo con los tirantes de la camiseta, que se quedó hecha un rollo en mi tripa. Me tenía abrazada y por el tamaño de sus brazos yo me sentía completamente rodeada, me tocaba por todas partes y ya sentía que me corría.

Entonces me dijo:

  • no corras, putita, esto no ha hecho más que empezar.

Lo que hizo que me corriera al instante.

Al notarlo añadió:

-esta noche vas a ser mi puta.

Yo no paraba de jadear. Había conseguido que se le pusiese así de dura y que solo quisiese mi coñito.

Entonces se levantó de la cama, me agarró la cabeza y la acercó a su polla. Me dijo:

  • quiero ver como me chupas la polla como tú sabes.

Entonces miré su polla de cerca, he de decir que no era bastante normal, ni larga ni gruesa, ni todo lo contrario, eso sí tenía un capullo precioso y brillante, que decía "chupame". Lo agarré y empecé a frotarlo, le miraba a los ojos y me relamía. Al verme, me dijo:

-vaya cara de zorra tienes, seguro que tu padre se habrá hecho mil pajas pensando en ti. Seguro que pagaría por poder ver como me chupas la polla.

Al decir eso, lejos de parecerme raro o excesivo, no aguanté más y me la metí de golpe, solo quería su polla en mi boca. - Vamos, puta, seguro que te cabe un trozo más, me dijo.

La metí un poco más, pero noté como daba en mi campanilla y me dio una arcada. Lo empuje y solo acerté a decir (bastante enfadada por lo poco que me gusta que me den arcadas):

-cabron para!!!! Voy a vomitar joder

El se quedó mirandome, con su mano me cogió suavemente me puso de pie, me dio y beso muy.... Cálido y casi paternal en la mejilla y acto seguido me agarró del pelo me puso de rodillas y me dijo:

-Las niñas tienen que aprender modales y si no te los ha enseñado tu padre lo haré yo.

Metió uno de sus en mi coñito, mientras aún me sujetaba del pelo, eso hizo que estuviese apunto de correrme y me dijo:

-te vas a comer mi polla y como protestes vas a sufrir las consecuencias.

Me hizo lamerle la polla un buen rato. Me tumbo en la cama boca arriba, agarró mis piernas y me metió la polla, me la metía , empujaba tan fuerte, que aún no siendo una polla grande me partía en dos mientras gruñía con cada empujón y yo gritaba de dolor y placer.

Entonces me dio la vuelta y me puso de rodillas tumbada en la cama dándole mi culito. Pensé que quería penetrarme analmente, pero volvió a meterme la polla por el coño. Me incorporó un poquito, lo justo para meter sus manos por debajo y estrujarme fuerte las tetas.

Me hacía daño, pero yo le pedía más, que me metiera la polla más profundo y él como un salvaje me la metía con todas sus fuerzas. Poco a poco fue subiendo sus manos hasta ponerlas en mi boca y yo, inocentemente, le chupé los dedos. Me hacia chupárselos como si fueran una polla. Cuando los tuvo bien húmedos empezó a acariciar mi ano. Yo le dije que no, que eso no quería, pero me susurró que no me asustase, que no pasaba nada y yo me deje hacer.

Empezó a frotarme el ano, para luego meterme un dedo, luego dos& mientras me follaba. Yo creía que me moría allí mismo del gusto. Pero mi placer acabaría pronto, cuando me insertó de una estocada toda su polla en mi culo, mientras me sujetaba por los hombros. Yo lo que noté fue rotura y calor, mucho calor. Pensé que me había desgarrado el culo y del dolor me eché a llorar como una niña. Entonces Antonio se echó hacia delante y, sin parar de follarme, me dijo: - Vamos, sé una chica buena, sé que te gusta y como te resistas va a ser peor

Al decirme esto me apretó del cuello tan fuerte que casi podía respirar, yo creía que no podía más, hice de tripas corazón y empecé a masturbarme para poder llevarlo mejor mientras las lágrimas corrían por mis mejillas. Me habían dado por el culo antes y pilas más grandes, pero con lo fuerte que empujaba me hacía mucho daño y además sin ningún lubricante... Dolía mucho

Entonces me dijo, quita puta, me retiró la mano y me metió tres dedos de golpe. Yo no pude aguantar más y me corri, fue tan intenso que deje la sábana empapada, parecía que me había mirado joder, jamás había tenido un squirt, no podía moverme del dolor y el placer.

Cuando se dio cuenta, volvió a ponerse de pie y me dijo, ahora me toca a mí. Me di la vuelta y ya sabía lo que tenía que hacer, pero le pedí que me avisara cuando se fuera a correr, pues quería que lo hiciese en mis tetas. Me dijo que si y volví a saborear esa polla que me sabía a delicia. La frotaba contra mi cara, pasaba los labios por la punta, la lamía de arriba abajo y la metía en mi boquita de puta, cuando me volvió a agarrar la cabeza y me insertó la polla hasta la garganta, pensé que para follarme la boca otra vez, cuando salí de mi error y noté un torrente de semen que me llenaba la boca y se me escapaba por la comisura de los labios.

Al notarlo, intenté sacármela, pero me sujetó fuerte y tuve que tragarlo para no ahogarme. Me dijo:

  • Ahora que has tenido semen en la boca, no te importará chuparme la polla y dejarla bien limpia.

Joder estaba tan cachonda que hubiese hecho cualquier cosa que me hubiese pedido. La vi ahí, erecta todavía, brillante con un fuerte olor a semen y no pude evitar chuparla como si fuera una puta, mientras yo tocaba mi coñito.

De repente, el me la saco de la boca me agarró de la mano y me llevo a la ducha. Nos duchamos juntos y nos metimos a la cama.

Me di cuenta de que me quedaban por delante dos semanas muy interesantes, pero como podréis ver estaba completamente equivocada...