El Amigo de mi amigo

Me llamo Marcos, tengo 27 años, moreno, barbita, 180 de alto 75k, definido y un rabo de 20cm.

Hace cosa de un año vino el amigo de un amigo a pasar unos días a mi ciudad, yo le acompañaba casi siempre y le enseñaba la ciudad.

Él se llama Daniel, era moreno, con el pelo corto, mas o menos como yo de alto, 25 años y buen cuerpo.

Ya al segundo día de estar aquí me confesó que era bi, yo tenía que hacer algo para acabar follándomelo.

Una tarde lluviosa decidimos quedarnos en casa, ahí empezamos a mostrarnos música de nuestros países y cosas así.

Se me ocurrió ponerle una canción de Kika Lorace en la que también aparecía el actor porno Allen King.

• Yo: ¿sabes que ese es actor porno gay?
• Daniel: Tiene toda la pinta.

Decidí aprovechar la situación y mostrarle alguna película porno suya donde generalmente es pasivo, aunque tiene un rabo delicioso.

(Aprovecho para decir que yo solo estaba con unos pantalones cortos y una camiseta y él llevaba una camiseta y unos vaqueros)

Empezamos a verla, la comentabamos, veíamos lo pasivo que era.... a mi se me empezó a poner dura la polla en lo que miraba la peli y le miraba a él de reojo, y claro, se me marcaba bastante.

Él cogió el mando y puso una peli porno que le ponía mucho, y no me extraña, tres tíos con cuerpazos follándose a pelo... pufff

No paraba de mirarme el paquete, a lo que le miré y me saqué la polla, de la presión me golpeó en los abdominales y él resopló...

• D: Vaya rabo tienes, ¿no?
• Y: Estoy deseando ver lo que llevas tu ahí abajo.
• D: Vente y míralo.

Se puso de pie, la polla se le marcaba en esos vaqueros y se hacía muy apetecible, me acerqué a él, nos pusimos cara a cara, pero antes de besarnos me agaché y puse la cara a la altura de su bragueta, mientras la abría lentamente él miraba desde arriba sonriente, le solté el botón y me encontré de frente con un paquetón tirado a la izquierda dentro de unos boxers grises Levis, le terminé de bajar el pantalón y se lo quité.

Planté mi cara en ese paquete, tenía el olor justo a sudor. Le lamía el paquete y se lo agarraba. Con una mano le cogí la goma del boxer y le saqué la polla, en el momento que salió me metí el capullo en la boca y empecé a relamerlo, tenía una polla recta, descapullada, de unos 22 cm.

Le quité los boxers y mientras le comía la polla y le sobaba los huevos, los olía y me los metía en la boca. Él se quitó la camiseta y me la quitó a mi. Me levantó, empezamos a morrearnos a saco y nos fuimos dándonos el lote a mi cama, donde me tiró, me agarró la polla y empezó a mamar. Yo le cogía la cabeza y le follaba la boca un poco.

Me levantó las piernas, me lamió los huevos, el perineo y llegó a mi culo, donde empecé a retorcerme de placer. Subía y me agarraba las piernas mientras él agarraba mis nalgas y hundía su lengua dentro de mi culo. Estaba deseando que me la metiera.

Volvió a ponerse cara a cara, esta vez tumbados y mientras me besaba me metía el capullo.

• Y: Despacio, que vaya rabo gastas.
• D: Tu aguanta.

Según dijo eso metió su polla entera y a pelo en mi culo. Se me abrieron los ojos de la impresión pero no me dolió, tenía toda su polla dentro y estaba flipando.

Me levantó las piernas y empezó a darme algo más de caña, notaba como su polla entraba y salía entera, yo solo podía retorcerme de placer.

Volvió a acercarse a mi cara y volvimos a besarnos y sobarnos todo el cuerpo.

Sacó su polla y se puso de pie al lado de la cama, yo me puse en la esquina, boca abajo, dejando las piernas fuera y el culo en pompa.

• Y: Tío, fóllame, vamos, no pares.
• D: Cabrón, te voy a dar a saco.

Cogió su polla, puso su capullo en mi culo.

• D: ¿Estás preparado?
• Y: Vamos, ¡fóllame!

Clavó su polla hasta los huevos, la dejó unos segundos dentro y luego empezó a bombear a saco. Yo bufaba con sus embestidas.

• Y: Vamos, no pares, dame rabo.
• D: Vas a flipar, cabrón.

Empezó a embestirme, con cada empujón me derretía notando como su capullo llegaba hasta el fondo y como sus huevos chocaban contra los míos. Una pasada.

Al rato paró y sacó su polla.

• D: Vamos, ahora te toca a ti.

Me decía mientras se ponía a cuatro patas en el borde de la cama.

• Y: Vaya culazo.

Le decía mientras estaba de pié delante de ese culo y me pajeaba.

Me agaché y le comí bien el culo, abriéndole las nalgas con las manos y pasando la lengua bien húmeda por el ojete.

De vez en cuando me levantaba y le pasaba la polla por el culo, notaba que estaba deseoso de mi polla.

• Y: Ven aquí que te voy a dar bien.

Le levanté y le pegué contra la pared, sujetándole fuerte. Mientras le mordía el cuello puse mi polla en la entrada a su culo y empecé a meterla a pelo poco a poco.

• D: Eso es, métela hasta el fondo.

Mi polla entró entera, le tenía atrapado entre la pared y mi cuerpo así que empecé a follarle despacio.

• D: Qué pasada de rabo, que bien follas.
• Y: Pues ya verás después.

Sin sacar la polla de su culo le obligué a ponerse a cuatro patas en el suelo mientras yo le follaba sujetándome en su espalda. Dani gemía muchísimo y eso me ponía muy cerdo, en cada embestida se la metía hasta el fondo chocando mis huevos con su culazo.

Dani estaba cachondísimo, se le notaba que le gustaba mucho.

• D: Joder macho, que polvazo estamos echando.
• Y: Yo estoy a tope cabrón, ven.

Me tumbé boca arriba en la cama y me agarré la polla.

• Y: Vamos, haz lo que quieras con ella.
• D: pufff.

No dijo más, me la agarró y me la empezó a comer, lamiendo desde las base hasta el capullo, dejándola bien húmeda. Cuando ya estaba mojada se sentó sobre ella mirando hacia mi cara, se la metió de un golpe y empezó a follarse.

Yo ya estaba a mil, no iba a aguantar mucho más ese ritmo.

• Y: Sigue Dani, ¡estoy a punto!
• D: Lléname el culo, ¡vamos

Siguió follándose cada vez con más ganas hasta que de repente se la clavó entera de un tirón, provocando que mi lefa inunde su culo a la vez que Dani soltaba chorros de leche que me llegaron a la cara y a la boca. Saboreándolo.

Teníamos espasmos simultáneos, me corrí tanto que mi leche salía de su culo.

Cuando terminamos cogí sus boxers y me limpié toda su leche con ellos. Me los quedé, aun están sin limpiar. Los huelo cada vez que me pajeo pensando en el.