El Amante de mi Madre
Me parecía imposible que mi madre pudiera tener un amante, no solo lo comprobé, sino me converti en su camote principal.
EL AMANTE MI MADRE
Por Georgina del Carmen
Tengo 22 años de edad, vivo con mis padres siendo hijo único, mis padres son relativamente jóvenes ya que se casaron como consecuencia de haberme concebido cuando aun eran novios y contaban ambos con 18 años, así que por convencionalismos sociales contrajeron matrimonio, de tal suerte que actualmente ambos tienen 40 años, somos una familia de clase media alta, mi padre es ejecutivo de una compañía en el ámbito nacional dedicada a la producción y venta de electrodomésticos, mi madre trabaja en un despacho de diseño gráfico como diseñadora de estilo.
He de comentar que mi madre es muy guapa y tiene un cuerpo muy cuidado y ejercitado ya que asiste al gimnasio dos veces por semana y hace variados ejercicios diariamente por lo que tiene un cuerpo que muchas jovencitas desearían tener, en pocas palabras está lo que comúnmente llamamos "buenota".
Hace casi un año estando en mi recamara quise hacer una llamada telefónica y al descolgar el auricular me di cuenta que estaban usando el teléfono por otra de las extensiones con que cuenta la casa, escuché una voz masculina e inmediatamente quise colgar pero me llamó mucho la atención el fragmento que había alcanzado a oír "...Te espero mañana amor, te pones el coordinado rojo que te regalé", una voz femenina, que inequívocamente era la de mi madre, le contestó "Lo que tu me pidas amorcito, estoy para complacerte" se despidieron lanzándose besos y arrumacos cachondos por el teléfono, lo que casualmente había escuchado me desconcertó por completo ya que la voz masculina no era la de mi padre que inclusive no estaba en la ciudad debido a un viaje relativo a trabajo, durante varias horas me quedé pensando en lo sucedido y quise averiguar quien era el que había hablado con mi madre con tanta familiaridad y tan amoroso.
Recurrí al identificador de llamadas y localizada la misma, oprimí el botón de remarcar, una voz femenina me contestó "Despacho del licenciado Villareal", colgué sin decir nada, el licenciado Villareal era el jefe del despacho donde trabajaba mi madre, no daba crédito que mi madre se hubiera convertido en amante de su jefe, un sinnúmero de pensamientos de toda clase se agolpaban en mi mente sin llegar a ninguna conclusión clara.
Aun sin creer lo que había sucedido, al día siguiente por la mañana mientras mi madre se bañaba para ir al trabajo entré a su recamara y pude constatar que entre la ropa que usaría ese día y que estaba sobre la cama, se encontraba un coordinado de lencería muy sensual, era en color rojo y constaba de brassiere de media copa lleno de encajes en lo correspondiente a los senos y transparente en el resto, unas pantaletas pequeñitas tipo tanga con encajes trasparentes por el frente y totalmente trasparentes por atrás, complementaba el coordinado un liguero del mismo material y color, así como unas medias negras rematadas en la parte superior con un grueso encaje elástico que bien pudiera usarlas sin liguero, prenda ésta que acostumbra usar comúnmente mi Madre. No había duda era el coordinado rojo a que se refería el amante de mi madre en el fragmento de conversación que había escuchado el día anterior.
Lo que acababa de comprobar me decepcionaba un tanto de mi madre, pero aun así me resistía a creerlo y opté por no hacer un juicio de algo, que aunque la acusaba, no estaba totalmente seguro, en pocas palabras preferí hacerme "güey", pero era inevitable al ver a mi madre ir o regresar del trabajo pensar que iba a coger o venia bien cogida.
Pasaron algunas semanas y todo iba "normalmente". A mi padre lo comisionaron de su trabajo a trasladarse al estado de Sonora para planear y poner en marcha una planta de producción y distribución de los productos que fabricaban, por lo que se tuvo que ir "provisionalmente" a radicar ese Estado. En principio venia todos los fines de semana y algún tiempo después venia cada quince días y actualmente solo cada día primero del mes a dejar dinero y ver como "marchaban las cosas" por casa, aunque hablaba por teléfono diariamente.
Sucedió que hace algunos meses se organizó entre un grupo de amigos un viaje a un poblado del estado de Oaxaca para visitar unas ruinas arqueológicas y nos pasaríamos el fin de semana por aquel lugar, le avisé a mi madre quien estuvo mas que de acuerdo y ese viernes por la tarde hice mi maleta y me despedí de ella con las concebidas recomendaciones y consejos, al llegar al lugar donde nos reuniríamos para iniciar el viaje, recibimos la mala noticia de que por un huracán que en esos días azotaba la zona que pretendíamos visitar no había acceso al lugar por lo que el viaje no se podía realizar, decepcionados nos quedamos a platicar por largo rato y a consumir unas botellas de licor que los compañeros llevaban para el viaje, ya entrada la noche decidimos retirarnos a nuestros respectivos hogares.
Sería cerca de las once de la noche cuando llegué a la puerta de mi casa y recordé que no traía las llaves ya que estaba planeado llegar de día, al ver la hora que era consideré que mi madre ya estaría dormida por lo que me decidí a saltar la barda, como muchas veces lo había hecho en el pasado, para luego entrar por la cocina cuya puerta tiene un truco que permite abrirla por fuera y así entrar hasta mi recamara, así lo hice solo que, ya estando dentro, cuando rodeaba la casa por la parte trasera para dirigirme a la cocina, a través del jardincito, pasé por el ventanal que da a la sala, la luz estaba encendida y un sujeto estaba sentado en el sofá principal, llevaba corbata pero no tenia puesto el saco, su presencia me inquietó mucho y esperé en silencio para ver de que se trataba la situación.
Aun no reconocía al hombre que estaba sentado en la sala de la casa cuando apareció mi madre llevando en las manos un par de copas seguramente con licor, me quedé altamente sorprendido, estaba semivestida, solo en ropa interior, portaba un coordinado en color blanco lleno de encajes transparentes que constaba de un brassiere ¼ de copa que no cubría sus hermosos senos, solo los levantaba por la base de los mismos, unas pantaletitas consistentes en un pequeño triángulo del mismo material del brassiere y por los costados deja ver gran parte de su abundante vellosidad pubica, por la parte trasera la tanga era devorada por sus exquisitas y redondeadas nalgas, remataba la excitante vestimenta un liguero confeccionado en el mismo material del brassiere y las pantaletas que sostenía un par de medias negras con una raya vertical por atrás de sus muslos y piernas y calzaba una zandalias destalonadas de plástico trasparente como el cristal, la verdad se veía estupenda, no cabe duda de que mi madre aun esta hecha, como coloquialmente se dice, un "culisimo".
Al llegar mi madre a donde estaba el sujeto, que ahora recordaba y era nada menos que el licenciado Villareal, mi sospecha se volvía realidad, mi madre era amante de su jefe del trabajo, le entregó una de las copas y sin mas tramite se sentó en sus piernas pasando el brazo libre por los hombros del tipo y él posó su mano en los muslos de mi madre, acariciándolos reiteradamente, algo que no pude escuchar se dijeron y brindaron chocando las copas y bebiendo del contenido de las mismas, dejaron las copas sobre la mesa de centro y el licenciado le pasó una de las manos por la cintura y la otra entre las piernas de mi madre mientras le besaba apasionado uno de sus formidables senos chupándole el pezón que con el tipo de brassiere que portaba los pezones le quedaban totalmente al descubierto, el rostro de mi madre reflejaba el intenso placer que estaba experimentando.
Momentos después, ya sentada a su lado, mi madre le empezó a bajar el cierre de la bragueta metiéndole la mano para sacarle la verga en total erección, vaya que era una verga de muy buen tamaño, mi madre se la chaqueteaba mientras Villareal de seguía chupando sus excelentes chiches.
Ella se puso en pie de espaldas al licenciado y el frente hacia donde yo estaba colocado y Villareal sin levantarse, haciéndole a un lado la tanga, con ambas manos separó las estupendas nalgas de mi progenitora y hundió su cara entre ellas para besarle el culo, mi madre se fue inclinando poco a poco hasta empinarse totalmente apoyándose en la mesa de centro, ella se veía que lo estaba disfrutando mucho y su boca se movía diciéndole algo a su amante, solo entrecerraba los ojos y su rostro era de infinito placer, así duraron varios minutos hasta que mi madre se incorporó e hincándose reinició el frotamiento del pene de su querido.
Mi madre se pasó del lado contrario a la mesa de centro y empezó a mover lascivamente su incitante cuerpo bailando con erotismo desmedido para complacencia de su querido. Luego de un buen tiempo de baile obsceno se soltó el brassiere dejándolo caer en el piso mostrando sus firmes senos que erguidos mostraban los buenos logros del ejercicio constante, seguía bailando con voluptuosidad mientras muy lentamente se iba bajando las diminutas pantaletas como si fuera una experimentada bailarina de strip-tease, hasta que se despojó de ellas por completo lanzándolas al pene de su amante quien ya desnudo las tomó y olfateándolas profundamente en repetidas ocasiones las llevó a su pene y con ellas se lo frotaba, mientras mi madre continuaba con el erótico espectáculo exhibiéndole al licenciado sus partes mas intimas con todo descaro y lujuria.
Mi madre se ponía de espaldas a él y se abría las nalgas mostrándole su hermoso culo y su vulva, por el frente subía una de sus piernas sobre la mesa de centro separando sus labios vaginales para exhibirle su clítoris mientras el licenciado seguía frotándole la verga con las pantaletas de mi progenitora. Villareal se levantó del sillón y se colocó tras de mi madre hincándose para besar y lamerle sus adorables nalgas y por momentos incrustaba su rostro entre ellas besuqueándole el culito y la vulva, momentos después fue mi madre quien se hincó frente a su amante sentándose en sus talones dándole una soberbia mamada, la verga de su querido entraba en su boca a mas de la mitad de su extensión.
El momento culminante llegó, mi madre se empinó apoyándose en la mesilla de centro y su amante puso su miembro en la vagina de ella, estaban colocados de perfil a mí y pude ver como poco a poco la verga del licenciado iba penetrando entre los labios vaginales de ella hasta tragarla toda, la cara de mi madre gesticulaba llena de placer al sentir la totalidad del camote de él en sus entrañas, la verga de su querido empezó a entrar y salir de la raja de ella aumentando paulatinamente la velocidad del movimiento ante la complacencia de ella que movía su exquisita cadera en forma circular gozando al máximo la cogida que le estaban dando.
Sin desensartarla el sujeto la llevó hasta el sofá y la puso de "perrita" y continuó cogiéndosela, rompieron la pose para que Villareal se sentara en el sillón y mi madre se sentó sobre él colocando ella misma la verga de su querido en la entrada de su candente raja y se fue sentando en ella hasta que solo lo güevos se le veían, una vez hecho mi madre se remolineaba en todos sentidos gozando el gran falo en su vagina, las gesticulaciones que me madre hacia evidenciaba la lujuria que sentía y sus labios se movían sin que yo alcanzara a escuchar lo que decía, pero seguramente le pedía que le diera mas verga o que no dejara de cogérsela o algo cachondamente parecido.
Hicieron una pausa en sus movimientos, pero solo para que mi madre se levantara un poco sacándose la vergota de su amante de la vagina y colocarla justo en su diminuto culito e irse sentando en él lentamente, la verga de Villareal se iba perdiendo entre las nalgas de mi mami llenando su culo con aquel trozo de dura carne que se notaba en su rostro le causaba gran placer, instantes después solo quedaban fuera del culo de mi madre los testículos de su querido y ella movía su cadera circularmente tal vez deseando le entrara mas verga en su apetecible "chiquito", para luego empezar a darse sentones en la verga de Villareal cada vez con mayor velocidad y en cada embate salía casi la totalidad del falo de su cogedor para entrar nuevamente de un solo golpe, por momentos mi mami bajaba considerablemente la velocidad de las acometidas disfrutando como entraba cada centímetro de la verga de Villareal en su magnifico culito mientras ella misma se masajeaba sus lindas tetas sin dejar se mover sus ricas nalgotas en sentido circular y en su rostros perduraba el reflejo de la satisfacción que experimentaba.
Mi madre se recostó sobre el cuerpo de su picador y levantó las piernas sujetandolas por las corbas, la visión que me regalaba era excelente, desde sus lindas piernas forradas casi en su totalidad con las medias negras y la raya que en ellas estaba bordada, así como los broches del liguero, mas abajo su excitante vellosidad y entre ella los labios de su "babeante" vagina de color de rosa sobresalían de la negrura de su vello pubico y más abajo su hermoso culito rodeado de finos vellitos devorando la vergota de su cogedor quien no cesaba de meter y sacar su tolete del "pedorrito" de mi progenitora.
Minutos después mi madre cerró por completo las piernas sosteniéndolas levantadas, se veía super excitante, por momentos Villareal sacaba por completo la verga del culo de mi mamá y le quedaba completamente abierto al grosor de la pija de su querido, era impresionante y lascivo ver la colita de mi madre como un gran boquete que bien se le podrían ver los intestinos, no pude resistir mas y me vine en seco mojando por completo mi ropa con la leche que de mi pito brotó, sin embargo la verga no se me bajaba, era la excitación mas grande que hubiera tenido en toda mi vida.
La culeada a mi madre continuó, le desabrochó los sujetadores del liguero y le quitó las medias y el propio liguero dejando a mi madre totalmente encuerada solo sobre las sensuales zapatillas de plástico transparente, se veía divina mi querida madrecita. ahora ambos de pie, su camote se colocó detrás de ella que tenia las piernas cerradas, metiéndole la verga entre las nalgas penetrando nuevamente su hermoso culito, mientras ella frotaba sus sabrosas chiches y su picador le friccionaba la panocha y seguramente el clítoris, sin que él dejara de meter y sacar su pene del hoyito de mi madre. En tanto yo estaba al borde de la incineración de la cachondez que invadía mi cuerpo, me saqué la verga masturbandome inconteniblemente.
Por fin llegó el éxtasis a los amantes, mi madre velozmente giró al tiempo que se hincaba frente a su amante y se metía la verga de él en la boca chupándosela, en un momento dado la sacó y abrió la boca lo mas que pudo, el falo de Villareal empezó a eyacular lanzando su esperma dentro de la boca de mi madre hasta descargar todo su semen, mi madre lo tragó saboreándolo para luego chupar la pija de su amante sorbiendo hasta la última gota de leche que aún estaba en los conductos internos de su verga, hecho lo cual mi progenitora se puso en pie fundiéndose en un beso en la boca con su amante para luego apurar el contenido de las copas de licor.
Mi madre encueradita, luego de unos besos de despedida y las caricias de Villareal en las nalgonas de mi madre se dirigieron a la puerta por donde desapareció el amante y mi madre regresó satisfecha apagando la luz de la estancia y subió a su recamara tal vez rendida por la espectacular cogida que por vagina, boca y culo le habían suministrado.
Dejé pasar unos minutos para asegurarme que mi progenitora ya se hubiera acostado y entré silenciosamente a la casa por la cocina como lo tenía inicialmente planeado, al pasar por la estancia y como si una fuerza extraña me guiara me fui directo a donde estaba la ropa intima de mi madre diseminada por los sillones y la alfombra, tomé las sensuales pantaletitas que aún estaban húmedas y recordando los años de mi adolescencia aspiré el aroma íntimo de mi madre como infinidad de veces lo había hecho años atrás, el excitante aroma era el mismo que me había inspirado multitud de masturbaciones, las besé y lamí, como en aquellos tiempos, me saqué la verga erecta y me froté con ellas mientras aspiraba el aroma de su brassiere, pensé en llevarme la ropa intima de ella a mi recamara para "chaquetearme" con tan delicadas prendas, pero sería muy evidente que habría sido yo cuando mi madre las buscara al día siguiente o tal vez en cualquier momento que se acordara de ellas, Dejándolas en el lugar donde estaban me fui dormir y soñar con el magnifico espectáculo erótico que había presenciado colmado de lascivia y deseo sexual por mi madre.
Al amanecer del día siguiente me levanté, mochila en mano, para fingir que estaba llegando del pretendido viaje, al pasar por el baño escuché el ruido de la regadera, mi madre se estaba bañando.
Esperé por varios minutos para hacerme el aparecido, pero grande fue mi sorpresa cuando vi bajar a mi mamita con una toalla enredada en el cabello y su esplendoroso cuerpo solo "cubierto" con una bata larga hasta sus tobillos de color negro totalmente transparente, calzaba las mismas zandalias de plástico transparente de la noche anterior, su hermoso cuerpo se veía delicioso forrado en tan sensual pieza de lencería, no notó mi presencia y se dirigió a pequeña cantina que se ubica en la cocina, desde donde yo estaba le podía ver, llegó y se sirvió un trago de vodka, sin poner refresco lo tomó de un solo golpe, se notaba que tenia una gran "cruda", enseguida se sirvió un segundo trago al que agregó jugo de piña y llevándolo en la mano se dirigió a la sala, de inmediato hice la "finta" de que venia entrando a la casa, mi madre se sorprendió mucho ya que no esperaba verme, instintivamente con la mano que le quedaba libre trató de cubrirse la panocha, se notaba que no eran los primeros tragos que se tomaba en esa mañana ya que su caminar vacilante y su hablar poco claro la evidenciaban algo "tomada" y para mi buena suerte muy desinhibida.
Le expliqué el motivo de mi presencia ante la suspensión del pretendido viaje, me ofreció un trago y fui por una cerveza al refrigerador, al volver la encontré de pie mirándose en el gran espejo que adorna una de las paredes de la estancia, sus nalgas se veían adorables e inevitablemente llegaban a mi mente las imágenes de la noche anterior, mi madre ya no hacía el intento por cubrir su desnudez de mi morbosa mirada, la exquisita figura de mi madre forrada en aquella pieza de lencería transparente me excitaba y la verga se me tensó inevitablemente, no sé si mi mamá lo notó o eran los efectos del alcohol pero enseguida se comportó mas provocativa, contoneaba su cuerpo con extrema cachondez, no solo no le importaba su desnudez sino hacia gala de ella adoptando poses por demás insinuantes, yo sentía que la verga me reventaba de la erección tan extraordinaria que tenia y temía que en cualquier momento me pudiera "venir en seco".
Tratando de distraer mi vista del cuerpazo de mi madre y para intentar calmar la excitación, fui a la cocina para servirme un trago, pero mi madre me siguió platicándome no sé que cosa ya que mi mente estaba centrada en lo rica que se veía mi progenitora encueradita y los deseos sexuales sentía por ella, mi madre procuraba pararse frente a mí, ahora no solo no intentaba cubrir su cuerpo sino hacia a un lado la bata mostrándome su velluda panocha en directo y de vez en cuando bajaba la mirada hacia el "paquete" que formaba mi verga tiesa bajo el pantalón, me serví el trago y lo apuré de un solo golpe, procediendo a servirme otro, mis manos temblaban de la gran excitación que me provocaba mi madre en esas condiciones tan lascivas.
Ella lo notó de inmediato y me inquirió, con una sonrisa entre picara y desvergonzada, si me ponía nervioso mirarla mientras abría la transparente bata con ambas manos mostrándome cínicamente su delicioso cuerpo al desnudo, era imposible dejar de deleitarme viendo el lúbrico espectáculo, en especial su abundante vellosidad pubica tan negra que contrastaba con la blancura de su sabroso cuerpo.
Me serví un trago mas y me encaminé a la sala, ella caminó delante de mí contoneando voluptuosamente su exquisita humanidad, yo disfrutaba el cadencioso movimiento de esas preciosas nalgotas con que la naturaleza le dotó, aproveché para acomodarme la verga hacia arriba para intentar disimular el bulto que formaba, no supe en que momento mi madre se desató el único broche que sujetaba la bata ubicado en su parte superior, al llegar a la sala se dio media vuelta y quedó con sus firmes y grandes senos al aire, ahora podía admirarla en toda su enardecedora belleza, ella sonreía descarada y movía levemente sus pechos como invitándome a acariciarlos o besarlos y porqué no a chuparlos.
No sabía que hacer, pues había que tomar en cuenta el estado etílico en que ella se encontraba y podría decir que me aproveché de su borrachera, por otro lado estaría desaprovechando esa oportunidad que tal vez nunca mas se repetiría, y tal vez después de todo ni recordaría lo que pudiera suceder, era una verdadera disyuntiva que no podía definir como proceder, me senté en el sofá para tratar de decidir algo, pero antes de poder evitarlo mi madre se sentó en mis piernas, o mas bien sobre mi erección que ahora se encontraba oprimida por sus suculentas nalgonas, sus sabrosas chiches quedaban a solo centímetros de mi boca y su velluda pelvis al alcance de mi mano mi madre seguía sonriendo con impudicia mientras hacia discretos movimientos de cadera restregando sus nalgas de diosa contra mi pene que constantemente amenazaba con eyacular.
Mi madre sacaba el pecho para acercarme mas sus hermosas chiches y me invitó a brindar por "la gente de mente abierta", entendí el mensaje, no podía ser tan directo, apuré el contenido de la copa ya no para calmar mi excitación, sino para motivarme un poco más, tomar valor y lanzarme en esa aventura tan pecaminosa e inmoral, pero de mi mente no se apartaban las imágenes que quedaron grabadas de la noche anterior cuando Villareal se estaba cogiendo a mi madre y yo deseando ser él y poder gozar el excelente cuerpo de mi progenitora y si un desconocido como el jefe de mi madre se la podía coger, yo porqué no podría disfrutar de ese perturbante cuerpo que tiene, además era con su pleno consentimiento, aun más se podría decir que ella me estaba seduciendo.
Animado por los tragos y la enorme excitación que tenia, me arriesgué y puse mi mano en uno de sus muslos, me temblaba no solo la mano sino todo el cuerpo, ella no hizo nada por impedirlo y como respuesta movió con mas evidencia su cadera restregándome el falo con sus frondosas nalgas y dado el material de la bata resbalaba su cuerpo un poco logrando así un frotamiento mas intenso, la verdad no sabia que hacer, así que le dije que iría a llenar mi copa, ella se puso en pie y apuró su trago para ir conmigo, caminó delante de mi contoneándose como nunca, derrochando sensualidad, en cada momento le veía mas sabroso su cuerpo, en ese momento sus nalgas eran divinas subiendo y bajando al ritmo del voluptuoso caminar de mi mamá, me decidí no podía dejar pasar esa magnifica oportunidad.
Mi madre sirvió su copa dándome la espalda, me acerqué a ella rozando levemente su trasero con el bulto de mi verga, ella reaccionó de inmediato acercando mas sus nalgas a mi vientre y seguramente sintió mi erección contra
sus estupendas nalgonas, sirvió mi copa y giró súbitamente, quedaron muy cerca sus labios de los míos, sus firmes senos quedaron tocando mi pecho y al darme la copa bajó los brazos dejando caer la bata al piso, ahí estaba la caliente de mi madre totalmente encueradita en espera de mis caricias y algo mas, di un sorbo al licor y dejando la copa en la mesilla tomé a mi madre por la cintura atrayéndola por completo a mí, ella pasó sus brazos por mi nuca y yo lentamente fui bajando mis manos rumbo a sus turgentes nalgas con mucho tiento esperando alguna reacción de ella, pero lo único que recibí fueron sus labios en los míos, correspondí el beso chupando sus labios, abrió los labios brindándome su lengua, los besos apasionados e impúdicos se generalizaron, no supe exactamente en que momento pero mis manos ya estaban acariciando sus sabrosas nalgotas y ella repegaba su pelvis contra mi verga.
Con la punta de mis dedos en la separación de sus glúteos buscaba tocar su vulva y su adorable culito, mi madre no oponía objeción alguna al sentir mis dedos entre sus ricas nalgotas, de sus labios pasé a su cuello y rápidamente ya estaba besándole sus grandes y sólidos senos, mi lengua jugueteaba con los hinchados pezones que coronaban aquellos deliciosos melones que mi madre tenia por senos, ella bajó una de sus manos y se apoderó de mi miembro acariciándolo por encima del pantalón, descaradamente se separó y me empezó a desabrochar el pantalón y bajarme la bragueta, de un solo tirón me bajó el pantalón y los calzoncillos hasta las rodillas, tomó mi verga y la empezó a frotar masturbandome, mi dedo ya entraba en su vulva mojándolo con sus mieles intimas que utilizaba como lubricante para meterle el mismo dedo en su hermoso culito ante la plena complacencia de ella que solo daba pequeños suspiros de placer.
Decidida se inclinó llevando la cabeza de mi verga a sus carnosos labios que dieron un resonante beso en mi glande y su lengua empezó a pasar por la punta de mi endurecido pene, por fin la metió en su boca chupándola mientras me acariciaba con la palma de su mano los güevos hinchados de semen que amenazaba con arrojarlo, mi dedo salía y entraba alternadamente en su vulva y en su delicioso culo mientras mi madre tragaba por completo mi verga alojándola en su garganta mientras yo hacia los movimientos clásicos de la fornicación, prácticamente me estaba cogiendo a mi madre por la boca.
Minutos después se incorporó sentándose en uno de los bancos altos del desayunador, separó sus carnosos y torneados muslos, sin huella de celulitis o estrías, lo mismo que sus divinas nalgotas, dejó ante mi vista su impresionante papaya, la pelvis estaba totalmente cubierta por una abundante capa de vellosidad negra, la rajada era de un tamaño fenomenal, cerraditos los labios vaginales, rodeados por buena cantidad de finos vellitos como reguardándolos, un centímetro mas atrás su hermoso culito, un pequeño circulo perfecto de rozada piel tan excitante que invitaba a besarlo y parecía increíble que tan reducido orificio hubiera podido recibir el enorme camote de su jefe, me hinqué y acercado mi boca a sus genitales, besé, lamí y chupé su vagina y su delicado culito hasta hartarme, mi madre tuvo un ruidoso orgasmo, manifestando con vehemencia lo rico que estaba sintiendo.
Me puse de pie y sin pensarlo dos veces acerqué la cabeza de mi falo a sus labios vaginales haciendo contacto con ellos y esperando alguna reacción de mi madre ante la inminente penetración, ella solo dijo "Cógeme", empecé a hacer presión y con lo lubricado que tenia su coño, la cabeza de mi verga entró sin dificultad, mi madre movía la cadera como una profesional del sexo y mi verga iba entrando en su sexo hasta tenerla dentro en su totalidad, el vaivén de mi verga entrando y saliendo de la vagina materna tomaba velocidad, mi bajo vientre golpeaba contra la ingles de mi madre en cada embestida metiendo mi verga hasta el nacimiento de la misma y sacándola en su totalidad para volverla a ensartar de un solo golpe, mi madre estaba enloquecida por la lujuria y me pedía que la disfrutara que gozara su cuerpo y le siguiera dando placer, la misma locura tenia yo y le manifestaba lo mucho que la esta gozando y todo lo que la había deseado desde hace mucho tiempo, ella sin inhibirse tuvo otro prolongado y placentero orgasmo mojando con sus jugos mi verga, vellos pubicos y llegaba hasta mis güevos.
Mi propia madre me propuso que la enculara, al decirme "házmelo por donde quieras", en cuanto escuché lo anterior saqué mi falo de su humedecida vagina y lo coloqué en la entrada de su sabroso culito empujando con firmeza pero cuidadosamente, el divino orificio de mi madre se iba abriendo para dar paso al glande de mi pene, ella misma empujaba su cadera facilitando la penetración de mi verga en su fascinador culito, la mitad de mi verga ya estaba alojada en el recto de mi mami y entre gemidos de placer me pedía que se la metiera toda en su ano, ella movía su cadera con la experiencia de una gran putona, con lo que ayudaba en mucho la oradación de su orificio anal, empecé a moverme sacando y metiendo mi pene de entre las supremas nalgotas de mi madre, en cada embate penetraba un poco mas hasta que mi vientre rebotaba en sus ricas nalgas, así duramos un buen rato, entre quejidos y ayes de placer de parte de ella.
Ya que estaba disfrutando del delicioso culito de mi madre, se imponía la pose de perrita, se lo sugerí a mi progenitora y ella complaciente se dio vuelta y apoyándose en el banco se empinó ofreciéndome sus hermosas nalgonas, no me pude refrenar e inclinándome le comí a besos las nalgotas y el culo, me excitaba mucho pensar que ese lindo culito, que ahora besaba, ya había "devorado" muchas verga y ahora la mía, la de su propio hijo y mas le besaba ese culito "tragón" de verga.
Mi madre sin poder resistir mis labios en su culito se derramó en intenso orgasmo, cuyo líquido vaginal, que le escurría por su entrepierna, fue tragado por mi golosa lengua, enseguida me incorporé y colocando la cabeza de mi verga en su ano fui metiéndole mi falo hasta que mi vientre hizo contacto con sus hermosas nalgotas, el movimiento de vaivén se inició de inmediato tomando considerable velocidad, mi madre no dejaba de repetir lo sabroso que sentía mi tranca en su intestino pidiéndome que la enculara más, varios minutos después mi madre se "vino" nuevamente y al termino de su orgasmo le advertí que mi eyaculación estaba por llegar, mi madre se zafó de mi verga e hincándose la metió entre sus labios pidiéndome que me "viniera" en su boca, enseguida mi semen era lanzado dentro de la boca de ella, quien lo tragaba sin desperdiciar una sola gota y siguió chupando mi camote hasta que éste empezó a perder la erección.
Después de reposar, en silencio, por unos minuto mi madre me indicó que tenia sueño y que se iría a dormir a su recamara, así que en total desnudez se retiró rumbo a su habitación, sin dejar de contonearse como correspondía a una mujer tan cachonda como es ella.
Durmió toda la tarde y ya cayendo la noche yo esperaba que esta deliciosa experiencia habría terminado e incluso que ella, por su estado etílico, no recordaría la sabrosa enculada que le había dado. Pero no fue así, la experiencia no había terminado, sino que apenas había empezado y se ha repetido hasta la fecha.
Georgina del Carmen
Los datos para este relato fueron proporcionados por el ciber amigo Sombrahot, quien asegura son verídicos y autoriza su redacción y publicación por lo que lo pongo a su consideración.