El Amanecer de EVA 01: Cena Romántica

Una relación firme aunque algo sorprendente y otra que se empieza a fraguar entre dos de los protagonistas de Evangelion.


El Amanecer de EVA 01

Capítulo: Cena Romántica

Resumen: Una relación firme aunque algo sorprendente y otra que se empieza a fraguar entre dos de los protagonistas de Evangelion.

Autora: Asuka Hentai

Fecha en la que se acabó: 04-08-2009


Eran las siete y media de la tarde de un viernes cualquiera en Tokyo-3 y en la base de NERV la doctora Ritsuko Akagi estaba encerrada en su despacho tecleando en su ordenador personal las últimas notas sobre los resultados de los elegidos en la semana. El día siguiente sería mucho más relajado, los sábados los pilotos no tenían pruebas y a menos que diera la casualidad del ataque de un Ángel podría decirse que la semana estaba acabada. La cansada mujer rubia escribía a gran ritmo con los ojos centrados en la pantalla que reflejaba en sus gafas cuando unos brazos la rodearon por el cuello.

"¿Te falta mucho para salir?" Preguntó en tono cariñoso Misato Katsuragi que había pegado su mejilla izquierda con la derecha de su amiga, esta sonrió aún sin mirarla.

"¿A qué viene la pregunta?" Quiso saber la científica, la otra mujer la estrechó más entre sus brazos.

"Quería invitarte a cenar y tomar unas copas, hace tiempo que no buscamos tiempo para estar a solas y lo echo de menos." Ante estas palabras Ritsuko se sacó los anteojos y giró su rostro para mirar a Misato, ella sonrió y la de pelo más largo le devolvió la sonrisa para luego inclinarse sobre ella y besarla en los labios. Las dos amantes cerraron los ojos y se dieron un beso suave pero largo, como queriendo reservarse.

"Vete a casa, enseguida termino, quedamos a las nueve en el restaurante que hay cerca de mi casa, así te da tiempo a cambiarte de ropa." Dijo la rubia tras separar los labios de los de la otra mujer.

"¿Qué ocurre? ¿Acaso voy mal así?" Preguntó extrañada la oficial de alto rango de la organización mirando su conjunto negro de una pieza con la cazadora roja por encima.

"Vamos Misato, tenemos una cita ¿no? Pues entonces vístete algo elegante." Le dijo divertida la chica que llevaba bata blanca. "Ahora vete que si no tardo más." De manera burlona le dio una nalgada a su amiga para que se marchase cuanto antes. Esta dio un pequeño saltito y echando la lengua y guiñándole un ojo salió de su despacho.


Apartamento de Misato


Media hora fue lo que tardó Misato en llegar a su casa, cuando entró vio que Asuka estaba sentada en el sofá del salón viendo la tele vestida con una camiseta holgada color amarillo y unos shorts deportivos color azul. No había rastro del otro inquilino de la vivienda.

"Hola Asuka-chan, ¿dónde está Shinji?" Quiso saber la recién llegada.

"Creo que en su cuarto." Respondió aburrida la pelirroja que no apartó la mirada del monitor hasta que escuchó a su tutora encerrarse en su habitación. "Qué raro... normalmente lo primero que hace al llegar a casa es tomarse de un trago una cerveza..." Murmuró para ella misma pero enseguida volvió a prestar atención al programa televisivo.

Al cabo de unos minutos Misato salió de su cuarto. Vestía un elegante vestido púrpura con escote palabra de honor con una rebeca color negro por encima, maquillada y con pendientes llevaba un bolso de mano oscuro y zapatos con un tacón no muy alto.

"¿Qué tal estoy?" Le preguntó la mujer a la alemana mientras daba una vuelta para sí misma modelando.

"Muy guapa." Le dijo ella mirándola desde detrás del sofá. "¿Pero para qué te vistes así? ¿Es que vas a salir con Kaji?" Preguntó molesta torciendo el gesto.

"¿Celosa? Pues no deberías estarlo, sólo voy a ir a cenar y de copas con Ritsuko, hace tiempo que no tengo una noche para divertirme, espero no os importe que os deje solos. Es más, deberíais salir vosotros dos también a vuestra edad quedarse un viernes noche encerrados en casa es muy triste. Dile a Shinji que te acompañe a dar un paseo o algo." Le propuso la mujer mayor mientras se echaba unas gotas de perfume de lavanda por el cuello y bajo las orejas.

"¡¿Qué?! ¿Estás de broma verdad?" Se indignó la chica por la idea que había tenido su tutora.

"Bueno, es cosa tuya, hasta luego Asuka-chan." Misato se despidió lanzándole un beso a la joven mientras esta continuó viendo la tele.

Al cabo de un tiempo Shinji Ikari salió de su habitación, había estado escuchando música ahí dentro pero ya el ambiente se le había hecho muy cargado y decidió salir esperando no molestar a su irascible compañera. Iba vestido con una camisa roja y pantalones vaqueros.

"¿Aún no ha regresado Misato?" Preguntó el piloto al no ver a su tutora, y ya era algo tarde.

"Vino pero se fue." Respondió monótona Asuka.

"¿A dónde?" Quiso saber el Tercer Elegido.

"Con Ritsuko a cenar..." Respondió casi resoplando la pelirroja cansada de ser molestada por el idiota que tenía como compañero. Este para no llevarse una bronca se calló y se sentó en la otra esquina del sillón para ver la tele al igual que ella.

"¿Sabías que Misato dijo que deberíamos salir juntos?" Le contó la chica a Shinji sin mirarle y aguantándose una risa.

"¿Y para qué íbamos a hacer eso?" El chico miró a su compañera intrigado por la confesión. Ella le devolvió la mirada alzando una ceja, como preguntándose si eso iba en serio, queriendo creer que la estupidez del muchacho no llegaba a esos niveles y que le estaba tomando el pelo.

"¡Bah!" Asuka al darse cuenta de que estaba siendo sincero al decir que no tenía ni idea del tema resopló y le torció la cara con desprecio. Shinji se encogió de hombros avergonzado de nuevo por ella.


Restaurante


Misato había sido puntual en la cita, a las nueve ya estaba sentada a la mesa del restaurante esperando a su amiga, pasaron cinco minutos y ella miraba incesantemente su reloj de pulsera de plata que se había puesto para la ocasión. Esperar sola era muy incómodo, el lugar estaba repleto de gente. Parejas, amigos, reuniones de negocios, etc. Ella era la única que estaba sola. Por suerte era un lugar de bastante nivel, si no, seguramente habría sido acosada ya por algún hombre de negocios en busca de alguna aventura. Finalmente con siete minutos de retraso Ritsuko apareció y dejo boquiabierta a su amiga.

La rubia había acudido a la cita llevando un vestido negro muy elegante pero atrevido. Estaba ceñido a su buen cuerpo y el escote llegaba hasta por encima del ombligo abriendo en dos la tela dejando ver bastante de sus dos grandes y redondos senos, una cadenita plateada pasaba por encima de ellos sujetando el vestido para no enseñar más de lo que ella quisiera que ya era mucho.

"Disculpa el retraso, cuando me marchaba Fuyutsuki quiso que le pasara unos archivos." Se disculpó Ritsuko con una sonrisa divertida al ver la expresión de Misato mientras tomaba asiento delante de ella.

"No importa..." La mujer de pelo largo y morado agitó la cabeza como queriendo quitarse pensamientos de ella, luego miró algo molesta a la otra. "Ritsuko... menudas pintas, estás atrayendo todas las miradas." Le dijo en un susurro tapándose la cara por vergüenza ajena. Era cierto lo que decía, muchos de los hombres aunque habían venido con sus parejas miraban de reojo hacia el escote de la rubia.

"No te pongas así querida. Me he vestido así por ti, quiero estar guapa." Sonriéndole esa declaración hizo sonrojarse de placer a Misato que la perdonó con la mirada. En seguida vinieron a tomarles nota de su cena, ambas pidieron ensalada de diferente tipo, queriendo mantener la línea.

"¿Pudiste venir sin problemas? Quiero decir, ¿tus chicos aceptaron quedarse solos?" Le preguntó Ritsuko a Misato mientras pinchaba una hoja de lechuga con el tenedor.

"Si, hasta propuse a Asuka que sacara a Shinji a dar un paseo. ¡Jajajaja!" La mujer estaba de muy buen humor y se notaba.

"Pobre chico, esa niña es una zorra." Dijo la científica comiendo.

"¡Ritsuko!" Le reprochó su tutora con un gesto como queriendo decir que no se pasase.

"Es cierto, es una pequeña zorra, todo el mundo lo sabe." Ella insistía en su afirmación despectiva sobre la Segunda Elegida.

"Mejor cambiemos de tema, yo quiero a Asuka y me da igual como digas que sea, sé que es muy tierna y dulce... aunque muchas veces no lo demuestre." Misato realizó una firme defensa de su protegida.

"Claro, no hablaremos de ella, esta noche es para nosotras, está bien?" Amablemente Ritsuko le sonrió y tomó su mano derecha con la suya acariciándosela levemente. Su amante respondió con otra sonrisa sincera y continuaron cenando.


Apartamento de Misato


"¡¡¡Ah!!! ¡¡¡Que aburrimiento!!!" Asuka tomó uno de los cojines del sofá y frotó desesperada su cara contra él. "¡¡¡La televisión japonesa es un asco!!!" Tiró el cojín contra el televisor y luego se cruzó de brazos molesta con todo el mundo, resoplando indignada.

"Podemos salir si quieres." Se ofreció con algo de miedo Shinji.

"¿Pero qué os pasa a ti y a Misato hoy? ¡Estáis empeñados en que salga contigo! ¡Que no quiero!" Le informó apretando puños y dientes de manera muy cómica.

"Vale, vale..." El joven la tranquilizó con voz suave y moviendo sus manos como si tratase de apaciguar a un animal de la selva que le iba a devorar. "Sólo lo decía porque estás aburrida y aquí en casa no había mucho que hacer."

Se hizo un silencio de dos minutos, cada uno estaba sentado en una punta del sofá y no se miraba, el chico golpeaba el brazo del asiento con un dedo esperando que pasase algo que hiciera animar la noche.

"Tengo hambre..." Murmuró la alemana mirando hacia la terraza, fuera ya era de noche y era hora de cenar.

"¡Vale, haré la cena! Te haré lo que quieras aunque tenga que ir a buscar los ingredientes, y te haré también tu postre favorito, ¿por cierto, cual es?" Shinji se puso en pié muy animado como movido por un resorte cuando escuchó a su compañera.

"Dios mío... Eres tan amable que da asco..." Dijo muy sorprendida al ver la reacción de Shinji.

"Eso... no lo acabo de entender." El joven confundido se rascaba la cabeza.


Apartamento de Ritsuko


Después de la suculenta cena las dos mujeres decidieron ir a tomar una copa pero no a un bar, fueron hasta la casa de Ritsuko ya que quedaba cerca del restaurante. Por supuesto Misato ya había estado en otras ocasiones pero siempre le divertía volver por que una de las aficiones de su amiga era la de re decorar todo cada cierto tiempo.

"¿Qué quieres tomar?" Preguntó la rubia a su invitada mientras iba a un elegante y aparentemente lujoso mueble bar que tenía instalado en el salón.

"Una cerveza estaría bien." Pidió mientras miraba un cuadro moderno de un paisaje que no recordaba haber visto en su anterior visita.

"¿Cerveza?" Vamos Misato, se supone que es una noche especial..." Ignorando la petición de su amiga, tomó dos copas de cristal y una botella. "Tomaremos esta botellita de champán francés que tenía reservada."

"También me parece bien." Respondió con una sonrisa mientras sostenía la copa que estaba siendo llenada por Ritsuko. "¿Por qué brindamos?"

"Está claro, la noche es nuestra, así que por nosotras." Ambas sonrieron y chocaron el cristal para luego beber. Misato se fijó en una foto que tenía sobre una mesita y la tomó para mirarla más de cerca.

"¡Que recuerdos!" Dijo la mujer de pelo largo al ver la fotografía. En ella salían ella misma, su amiga y Kaji, era de la época en la que los tres iban a la universidad. Kaji y ella llevaban el pelo más corto y Ritsuko aún no se teñía de rubio.

"Si, la encontré hace poco en un armario, me gusta entrar en casa y verla." Le dijo la doctora mientras se acercaba a observar la foto con una sonrisa. "Menudas fiestas hacíamos ¿verdad?" Ritsuko empezó a lamer la oreja izquierda de su amiga muy suavemente.

"Mmmm si... Deberíamos invitar un día a Kaji y repetir alguna..." Suspiró Misato cerrando los ojos al notar la caliente y húmeda lengua lamiendo su oído.

"Claro, sería divertido, pero como ya te dije hoy es nuestro momento." La rubia dejó las dos copas de champán sobre la mesita y giró a la otra mujer para besarla en los labios con pasión, esta comprendió que el tiempo de beber había pasado y abrazo por el cuello a su amante respondiendo al beso con lengua cerrando los ojos.

"Mmmm..." Las manos de Misato descendieron por la espalda de la otra mujer hasta posarse en sus generosas nalgas y empezar a acariciarlas en círculos por encima del ajustado vestido negro. Esto hizo excitarse más a Ritsuko que movía ferozmente su lengua contra la de su amante. Sus manos bajaron hasta acariciar los costados de su cuerpo y tomando el vestido de ella lo bajó lentamente hasta descubrir sus senos grandes y redondos con aureola ancha y rosa. Misato se sonrojó cuando sintió sus pechos ser liberados del opresor vestido.

La mujer rubia se separó terminando el beso, un hilo brillante y fino de saliva unió aún los labios de las dos durante unos segundos, ella sonrió mirándole las tetas a Misato y con sus manos comenzó a acariciarlas lentamente, tan solo rozando con las yemas de sus dedos sus aureolas y sus pezones. "Me encantan, las tienes siempre tan suaves." Susurró mientras giraba sus pezones con cuidado y su amante suspiraba por sus atentos cuidados, cada vez se iban excitando más.

"Pero yo no me quedo sin ver las tuyas..." Le replicó cachonda y divertida la de pelo morado que enseguida atacó el objetivo que había tenido en mente toda la noche. La cadenita plateada que unía el vestido de su amiga para que le tapase los pechos. Con decisión y eficacia la desenganchó haciendo que la tela oscura se abriese y mostrase parte de los oscuros pezones de Ritsuko, la capitana de NERV se relamió y descubrió del todo los pechos de la científica. Estos eran más grandes que los de ella, muy gordos y aún así firmes, con los pezones de color marrón y ya duros de la excitación.

"Mejor vayamos a mi habitación, estaremos más cómodas en cama, ¿no crees?" Ritsuko tomó de la cintura a su amiga que sonriendo con las mejillas rosas la siguió, las dos con los pechos al descubierto los cuales botaban a cada paso que daban dirigiéndose a la habitación de la falsa rubia.


Apartamento de Misato


Shinji estaba en la cocina cortando algunas verduras, llevaba puesto un delantal algo femenino del que Asuka se había burlado más de una vez. La chica le había pedido para cenar sopa de aleta de tiburón con cerdo y flan de postre, no es que le apeteciera en especial esa comida pero se lo había pedido por molestarle. El chico no tenía los ingredientes para hacerla pero salió corriendo de casa y en un tiempo record volvió con la compra y enseguida se puso a cocinar. Tenía una olla al fuego y el horno funcionando, usaba el cuchillo con una sonrisa.

Su compañera le miraba cruzada de brazos apoyada en la columna de pared que separaba el vestíbulo de la cocina, sus ojos azules clavados en la figura del chico. "¿Por qué lo haces?" Preguntó mentalmente, Asuka no entendía por qué Shinji siempre la atendía tan bien. ¿Es qué no tenía el coraje para imponerse a ella? ¿Es que le gustaba ser mandado? ¿Acaso se sentía útil con ello? ¿O es que ella le gustaba?

La pelirroja cerró los ojos y desechó esos pensamientos negando con la cabeza, no era propio de ella quedarse pensando tanto sobre un idiota. "Bueno Asuka, esto ya casi está." Le dijo él girándose hacia ella, sudando por el calor de la cocina y secándose las manos en el delantal.

"Shinji, quiero que me invites a cenar fuera." Le dijo de repente la chica sin cambiar su cómoda postura.

"¿Qué? Pero si te he estado cocinando todo el rato... hasta salí a comprar los ingredientes." El chico parecía decepcionado, su esfuerzo no había servido para nada.

"Ya, pero cambié de opinión. Misato al final tiene razón y nos pasamos mucho tiempo encerrados en casa, salgamos a cenar fuera, tu invitas." Le ordenó Asuka.

"Pe... Pero... Es que me gasté todo mi dinero en comprar la cena." Dijo Shinji agachando la cabeza y con las mejillas coloradas.

"¿No cogiste dinero de Misato? Bueno, lo mismo da, te invitaré yo por esta vez, pero a cambio vete a ponerte algo elegante, me daría vergüenza que me vieran con alguien así vestido." Shinji asintió incrédulo, iba a salir a cenar fuera con Asuka. La chica se metió en su cuarto a cambiarse y él hizo lo mismo.

"¿Qué me pongo?" Shinji miraba su armario, no es que fuera muy completo, él nunca se había preocupado por los temas de moda y no solía salir a comprarse ropa. Se decidió por una camisa gris de botones que le habían regalado sus tíos y unos pantalones de vestir color castaño oscuro. Calzado si que no tenía variedad así que se conformó con unas zapatillas deportivas blancas, esperaba que a su compañera le pareciera bien.

El chico salió de su cuarto volviendo al salón, Asuka aún debía estar vistiéndose y conociéndola tardaría un poco, así que se entretuvo congelando la cena que había hecho para no tener que tirarla, justo cuando acabó la pelirroja apareció saliendo de su habitación. La chica se había puesto un vestido azul con estampados muy suaves, era de tirantes con un escote bonito pero no provocador y la falda algo corta pero no demasiado, muy veraniego ideal para las noches del Japón post Segundo Impacto, probablemente lo habría comprado después de llegar a Tokyo-3, también llevaba una gargantilla pegada a su cuello la cual lo hacía más estilizado, un bolsito colgado en su brazo derecho y sandalias con tacón bajo, todo bien conjuntado. El chico al verla se ruborizó un poco, nunca la había visto tan arreglada y estaba muy guapa.

"¿No me vas a decir nada?" Le preguntó Asuka al verle con cara de atontado.

"Mmmm, ¿nos vamos ya?" Respondió tragando saliva. La chica resopló y tomándole del brazo salieron de la casa con ella algo enfadada.


Apartamento de Ritsuko


Misato y Ritsuko estaban acostadas en la cama de esta, las dos sin ninguna pieza de ropa que estorbase mientras se acariciaban sus cuerpos la una a la otra. Con los ojos cerrados se besaban lentamente queriendo capturar el momento en la eternidad. Los labios de una atrapaban los de la otra y viceversa, sus cuerpos adultos y bien formados brillaban algo húmedos de sudor por el calor del ambiente y de la ciudad.

"Hacía tiempo que no me sentía tan a gusto, ¿Cuándo fue la última vez que lo hicimos?" Susurró la mujer de pelo largo mientras lamía la mejilla de su amante y apretaba los dedos de su mano derecha contra el glúteo izquierdo de ella.

"No lo sé... Demasiado." Le respondió muy excitada, su mano bajó hasta la entrepierna de Misato que tenía depilada en un triángulo morado y con dos dedos acarició por fuera de sus labios vaginales de abajo a arriba varias veces haciéndole escapar un gemidito.

"Tienes razón, con que pase un día ya me parece mucho tiempo." Sonrojada habló con amor a Ritsuko y ella también colocó sus dedos en su sexo para acariciárselo. Ambas se miraban con las mejillas ardiendo, jadeando sobre la cara de la otra mientras el calor subía y la humedad en sus entrepiernas también. Se animaron y tras tentarse con caricias en sus labios íntimos empezaron a masturbarse la una a la otra usando hasta tres dedos que metían y sacaban por sus coños, haciendo salpicar sus fluidos sexuales sobre las blancas sábanas. Sus jadeos y gemidos aumentaban al igual que el sudor sobre sus cuerpos que ya goteaba haciéndoles cosquillas.

"Hagamos algo más directo." Sin darle tiempo a contestar a Misato la rubia se colocó encima de ella dirigiendo su cara hacia la vagina de su amante y colocando la suya propia sobre su rostro. La capitana de NERV veía el húmedo coño de su amiga listo para ser devorado y abrió más sus piernas para que esta tuviera una visión similar. El 69 lésbico era una de las cosas que más le gustaban hacer. Misato lamió con ganas la humedad exterior de sus labios vaginales y luego atrapó entre sus dientes su clítoris tirando un poco de este.

Desde que se conocieran en la universidad Ritsuko y Misato habían tenido una fogosa relación, podría decirse que fue un amor a primera vista aunque la de pelo más largo acabase enamorada de Kaji los tres solían compartir cama. Después cuando entraron en NERV su relación siguió adelante volviéndose cada vez más firme, con la ruptura de Kaji y Misato esta se echó a los brazos de su amiga que la acogió con ternura. Nunca decían que fueran novias o una pareja oficial, pero ambas sabían el amor que se tenían entre ellas.

"Mmmm..." Los minutos pasaban y ninguna se despegaba de la otra, querían saborear y beber el dulce néctar de sus sexos. Misato abría las nalgas de la doctora para lamer con más intensidad sus labios inferiores. Ritsuko por su parte lamía la perlita de la otra mujer y acariciaba con sus dedos su intimidad. Ambas chorreaban fluidos del placer que sentían.

"Misato, ¿Qué te parece si voy sacando los juguetes?" Preguntó la doctora mirando hacia atrás mientras se relamía sus labios carmesí brillantes de los líquidos del coño de su amante.

"Ya tardabas en proponerlo." Rió esta mientras le daba una nalgada a su chica para que se moviese. La rubia se levantó y fue hasta un armario donde guardaba sus cosas íntimas. Misato se quedó esperándola.


Tokyo-3


Shinji y Asuka paseaban por el paseo marítimo de la ciudad. Ya habían acabado de cenar pero a la chica le pareció muy pronto para volver a casa, por el camino peatonal caminaba mucha gente a pesar de ser tarde, los viernes se animaba mucho la ciudad, sobretodo sus zonas de entretenimiento. La brisa marina inundaba el camino y eso animaba a la acalorada gente, había muchas parejas y los dos jóvenes podían pasar perfectamente por una de ellas. El Tercer Elegido estaba muy contento esa noche, al principio había tenido dudas sobre pasar tanto tiempo a solas con la pelirroja, pero la cena fue muy agradable, hablaron poco y sólo sobre temas sin importancia y mientras caminaban ninguno abría la boca, pero eso le parecía sencillamente perfecto, estaba disfrutando de la compañía de la chica, era extraño pero a la vez bonito.

Asuka se acercó hasta las barandillas que impedían cualquier caída al mar y apoyó los brazos en ellas y luego la cabeza en estos, miraba al agua como melancólica.

"¿Te ocurre algo?" Quiso saber Shinji mientras se ponía a su lado.

"Echo de menos Alemania, creo que regresaré." Dijo ella en tono aburrido.

"¡¿Qué?! ¿Vas a dejar de ser piloto?" Shinji no daba crédito a lo que oía, para la chica pilotar su EVA era lo más importante que había.

"Claro que no idiota, digo cuando acabemos con todo esto." Respondió con infinita paciencia.

De repente Shinji se dio cuenta de algo, Asuka no iba a estar con él para siempre, como le estaba diciendo algún día se marcharía de Japón. Una sensación extraña recorrió su cuerpo. "Vaya... Eso... no me gusta..." Dijo en apenas un susurro pero que la alemana escuchó.

"¿Por qué dices eso?" Le preguntó mirándole con curiosidad, interesada en sus palabras.

"Bueno, me he hecho a la idea de pasar... mucho tiempo contigo cada día, y me disgustaría no estar contigo, jejeje me vas a llamar idiota, ¿verdad?" Shinji estaba algo sonrojado por lo que acababa de decir.

"Es que lo eres." Le respondió fríamente la chica para mirar de nuevo al océano. Pasó un minuto de silencio en el que los dos jóvenes sólo escuchaban el ruido del mar y de la gente que pasaba por allí. "Me iré pase lo que pase." Quiso recalcar Asuka.

"Je, ¿Aunque te suplique que te quedes?" Preguntó el chico divertido con una sonrisa.

"Estaría bueno ver eso." Y justo después de decirlo Shinji se arrodilló delante de ella juntando sus manos. "¿Uh?" La pelirroja no creía lo que veía.

"Asuka, te lo suplico, quédate." A Shinji le había parecido una buena broma y sonriendo se había puesto en posición de suplicarle a la chica. La gente empezó a mirar a los dos adolescentes malinterpretando la escena.

"¡¡¡Idiota, pedazo de burro!!! ¡¡¡Ponte de pié!!!" Asuka se había puesto muy roja, la gente se reía mirándoles.

"¡Pero si solo es una broma!" El joven pestañeó sin entender la furia de la pelirroja que le tiraba del brazo para levantarlo.

"¡¿No ves que con esa postura la gente está pensando que estás declarándote?!" Al decirle eso Shinji ató cabos y el mismo se puso rojo como un tomate, su compañera tenía razón, la gente reía y comentaba lo monos que se veían tan jóvenes y tan enamorados. La pelirroja le tomó del brazo y salió corriendo llevándole a la fuerza para salir de aquel lugar abochornada.

Tras un par de minutos corriendo Asuka dio por terminada la carrera y dejó descansar al chico que jadeaba recuperando el aliento inclinado con las manos sobre las rodillas, nunca había sido bueno para el ejercicio físico. "Ah... Ah..."

"¡Vaya, qué sorpresa encontraros aquí chicos!" Los dos giraron al escuchar una voz conocida, se trataba de Shigeru Aoba, uno de los tres operarios de los súper ordenadores MAGI, en concreto el hombre de pelo largo. Junto a él estaban el de gafas Makoto Hyuga y la chica Maya Ibuki, los tres vistiendo ropa informal disfrutando de la noche joven.

"¿Es que estos tres siempre van juntos?" Comentó la alemana al otro joven entre dientes, este le chistó para que se callase no la fueran a oír.

"Hacéis bien en salir, os merecéis pasar un rato a solas, además hacéis buena pareja." El de gafas guiñó su ojo derecho haciendo que los dos pilotos enrojecieran hasta las orejas.

"No les digas eso Makoto, mira que avergonzados están, seguro que son sólo amigos, ¿verdad chicos?" Intercedió por ellos la mujer de cabellos castaños pero de nada sirvió pues la pelirroja volvió a tomar el brazo de su acompañante y ambos salieron velozmente del lugar.

"¿A dónde vamos Asuka?" Preguntó el chico que a punto estuvo de tropezar y caer por la prisa que llevaba su compañera.

"¡A casa! ¡Ya estoy harta de esta maldita noche!" Gritó la alemana con rabia mientras corrían por el paseo marítimo y el viento del mar jugaba con su pelo anaranjado.


Apartamento de Ritsuko


"¡Ah, si!" Ritsuko estaba muy sonrojada, sentada sobre las almohadas con la espalda apoyada en el cabecero de la mesa miraba como Misato devoraba entre sus piernas abiertas su coño con pelo oscuro. A la doctora se le caía la saliva de sus labios mientras unos pequeños vibradores estimulaban sus pezones oscuros y duros, en su mano derecha sostenía una correa negra de perro unida a un collar del mismo estilo apretado al cuello de la otra mujer que tenía insertado en su ano un vibrador encendido rosa y con la mano derecha entre las piernas metía y sacaba un consolador más ancho morado de su mojado sexo.

"Estoy a punto de correrme..." Avisó la rubia con voz melosa. Misato tuvo una idea y se quitó el juguete de su coño que goteaba sus fluidos íntimos, sin limpiarlo se lo metió a su amante y comenzó a masturbarla. Ritsuko empezó a gemir más fuerte, sus fluidos escapaban casi sin control mientras sentía el roce de las protuberancias del consolador que su amiga le metía y sacaba mientras lamía su clítoris.

"¡¡¡Ah!!!" Tal como había avisado la atractiva doctora tuvo un orgasmo. Abrió bien sus piernas que temblaron y como acto reflejo tiró de la correa que sostenía haciendo que Misato se acercase más a su entrepierna recibiendo los chorros de líquido vaginal que golpeaban contra su rostro. Ella apretó los ojos y sacó su lengua limpiando con ella la humedad que se quedaba en su vagina.

"Mmmm..." Una vez pasadas las sacudidas la científica rubia miró con amor a la otra mujer que cariñosamente seguía limpiándola con su lengua, acarició su pelo morado mientras solo se escuchaba el zumbido del vibrador anal. "¿Aún no te has corrido verdad?" Quiso saber Ritsuko.

"No..." Misato apartó su cara de la caliente entrepierna de la doctora Akagi y sonriéndole se limpió los labios con el brazo derecho. "Pero me gustaría, ¿te importa hacer que me corra?"

"Eso no se pregunta, ponte en cuatro querida." Sonriéndole más recuperada del potente orgasmo la rubia se quitó los vibradores de sus pezones. Misato se colocó como pidió mirándola de reojo, excitada y con curiosidad. "Siempre fuiste una chica anal." Le dijo con picardía mientras lentamente sacaba el vibrador de su culo haciendo que ella jadease de gusto.

Con mucho cuidado uso el juguete a pilas para rozarlo contra el exterior de sus mojados labios vaginales mientras con su lengua llenaba el espacio que había quedado en su ano.

"¡Maldita! ¡Sabes cómo me pone que me hagas eso!" Casi gritó de placer Misato al notar la experta lengua de la rubia moviéndose en círculos en su culo. Como había dicho a la capitana le encantaba que devorasen su ano, sentía la saliva lubricarlo más y el cosquilleo del vibrador la estimulaba de forma adicional pero efectiva.

"¡Ah!" Muy sonrojada, mirando de reojo hacia atrás con la lengua afuera goteando saliva la mujer de pelo largo se corrió intensamente, sus fluidos cayeron sobre las sábanas blancas sucias por el sexo. Convulsionándose Misato se dejó caer hacia adelante pero Ritsuko no había quedado satisfecha y siguió penetrando su anito con la lengua durante casi dos minutos más en los cuales su amante descansaba mirándola sonriente.

"¿Te quedarás a dormir?" La doctora había abandonado su tono lascivo de voz que usaba mientras follaba por uno más dulce y mimoso, se abrazó a la mujer a la que amaba para convencerla de pasar la noche con ella en su apartamento.

"Me encantaría, pero debo volver a casa, sería sospechoso, sobre todo para Asuka que siempre piensa que salgo por ahí con Kaji." Manifestó algo apesadumbrada mientras rizaba un mechón de pelo de Ritsuko en uno de sus dedos.

"Mmmm, está bien, pero al menos déjame llevarte hasta casa." Le pidió mientras le daba un dulce beso en los labios que aún sabían a fluidos.

"Está bien..." Susurró la capitana sonriendo ruborizada.

Se dieron una ducha en donde tuvieron que controlar sus instintos porque empezaron a juguetear explorando sus cuerpos de nuevo embriagadas de la pasión que sentían la una por la otra. Tras quedar limpias se vistieron, Misato con la ropa que había llevado y Ritsuko con una más cómoda, el vestido negro atrevido quedaría para otra ocasión especial.

Tras casi un cuarto de hora en coche que a Misato sólo le habría llevado cinco minutos ambas llegaron a los apartamentos donde vivía la mujer de pelo morado, bajaron del coche para despedirse.

"Nos veremos mañana, aunque será muy diferente a esta noche..." Aunque sonreía se notaba un tono de melancolía en la voz de la científica.

"Lo sé, pero es porque tu quieres sólo, ya te dije muchas veces que por mí no tenemos que ocultar nuestra relación." Misato había insistido muchas veces en hacer público su romance, pero siempre Ritsuko se había negado en redondo.

"Tengo mis motivos para ello, ya te hablé sobre ello y quiero que respetes mi decisión." Negó con la cabeza mientras tomaba la mano izquierda de su amada entre las suyas y le dedicaba una sincera sonrisa que Misato respondió.

La mujer rubia se echó hacia delante para besar en los labios a su amiga pero esta retrocedió un paso. "Ritsuko... estamos casi en mi casa, no me pongas en este aprieto..." Le suplicó ya que debían ser cautas si querían mantener eso en secreto. Además no le hacía gracia que Shinji o Asuka se enterasen de esa manera.

"No te preocupes, es tarde, seguro que tus chicos ya duermen." Convenciéndola las dos mujeres se besaron bajo la azulada luz de una farola, el beso de despedida se hizo largo, sus lenguas chocaron y gemían mientras probaban de las bocas la una de la otra.

Tras haber llegado a casa y después de irse a dormir Asuka se levantó para ir a por un vaso de agua fría de la nevera, el calor que hacía en Japón por las noches le molestaba mucho a la hora de dormir, la pelirroja se paseaba por el salón y salió a la terraza, se asomó y mirando hacia abajo vio una imagen que no se creía. Froto sus ojos pensando que estaba dormida, pero no, lo que veía era cierto. Su tutora Misato Katsuragi estaba en plena calle dándose un profundo beso lésbico con la Doctora Akagi.

"¡¡¡¿¿¿Qué???!!!"

FIN

OMAKE


El dependiente del sex-shop estaba atónito con las dos únicas clientas que tenía en esos momentos. Eran dos treintañeras de muy buen ver, atractivas con buen pecho y trasero, ese tipo de mujeres no solían pasarse por el local, mucho menos sin compañía masculina, además hablaban con total naturalidad sin esconder para que estaban allí.

"Este tiene muy buena pinta, ¿verdad Rit-chan?" Le preguntó la mujer de pelo morado a la rubia mientras sostenía entre sus manos un largo consolador negro de más de 30 centímetros y doble cabeza.

"Mmmm, me gustaría alguno más largo." Respondió mirándolo sin mucha alegría.

"¿Más largo?" Misato miró a su amiga con los ojos abiertos sorprendida.

El encargado de la tienda tuvo que dejar de espiar la animada conversación cuando la campanilla de la puerta sonó anunciando un nuevo cliente. También era una mujer, parecía que iba de incognito con un pañuelo en la cabeza, abrigo y gafas de sol.

"Busco la zona de los juguetes..." Le dijo al chico con apenas un susurro, este extrañado solo le señaló donde estaban estos.

Misato que había mirado a la chica entrar se dio cuenta de algo, se veía un mechón de pelo naranja bajo su pañuelo, cosa bastante rara en Japón, además parecía ser muy joven. "¿Asuka?"

"Ah... Ah..." La chica se puso nerviosa cuando escuchó ese nombre y al ver a la pareja se puso muy roja. "¿Pero esto no es una peluquería? Jejeje ¡Me he confundido!" Con una voz muy aguda chilló y se fue corriendo del sex-shop dejando a Misato, Ritsuko y al dependiente mirando a la puerta con una gran gota de sudor sobre sus cabezas.

NOTAS


-Esta es mi nueva serie sobre Evangelion, inicié otras que no pude continuar debido a parones que tuve y que me hacían perder el hilo de la historia, pero esta tendrá continuación.

-He cambiado un poco el estilo, creo que así es más cómodo de leer, incluyendo el encabezado indicando el lugar donde se desarrolla cada escena.

-Jejeje me gustaría saber vuestras opiniones sobre que Misato y Ritsuko sean pareja desde un principio.

-Este fic se publicará en los siguientes sitios:

http://www.todorelatos.com

http://nervdenoche.blogspot.com

http://fanfiction.blackmoonrol.es/

Y en el próximo capítulo...


Asuka está confusa por lo que vio y no sabe cómo tiene que reaccionar ante la idea de que Misato y Ritsuko sean amantes. Shinji comienza a pensar de manera seria sobre su relación con la pelirroja.