El alter-ego (5)
Continúan las excitantes historias de los relatos anteriores
El día siguiente fue un poco de cambio de chip. Parecía que nada hubiera ocurrido la noche anterior. Cuando me desperté, estaba solo en la cama. Estaba desnudo y mi ropa no estaba allí, por lo que me cubrí con la sábana y me dispuse a salir de la habitación. La casa tenía una disposición abierta, por lo que la zona de cocina, comedor y salón estaban juntas. Allí estaban Noelia y Julia desayunando. Me dijeron que se había todo el mundo y que qué dormilón era. Eran las dos de la tarde y me dolía la cabeza. No estaba acostumbrado a beber tanto alcohol. ‘He dejado tu ropa doblada en el banquito de al lado del baño’, me dijo.
Después de ducharme y vestirme me dispuse a tomar algo para desayunar. Ellas dos ya habían acabado su desayuno y estaban charlando de forma distendida sobre temas triviales. Me hice un café solo doble y me uní a ellas. Raúl de vez en cuando pasaba por allí. Estaba arreglando el jardín. ‘Vaya energía tiene este hombre’, pensé.
Al cabo de un rato, nos despedimos de ellos y nos fuimos. Acabábamos de desayunar, por lo que no nos apetecía ir a comer y nos dirigimos a nuestro apartamento.
Durante el camino a casa le pregunté si se lo había pasado bien y me dijo con una sonrisa pícara que mucho aunque se acordaba de poco. Dos días después me enteraría con pelos y señales lo que ocurrió en la habitación de Noelia, Luis y Raúl, así que en ese momento me picaba la curiosidad. La verdad es que estaba un poco inquieto por lo que podía haber pasado. Inquietud que se incrementó cuando al de un rato me dijo que cuando llegásemos a casa tendríamos que hablar.
Debo decir que todo este tema del alter-ego lo hice para dar un poco de vidilla a nuestra relación, conocer más a mi pareja y dar rienda suelta a mis fantasías. Tenía la sensación que se me había ido de las manos y que me iba a costar nuestra relación. Se estaba resquebrajando la confianza y la sinceridad entre nosotros. Llevábamos 10 años juntos y, aunque quizás nuestra relación se había enfriado un poco por la distancia, era bastante sólida. Nuestras personalidades congeniaban bastante y solíamos pasar buenos tiempos juntos. Además me atraía mucho físicamente y me gustaba como era ella. Hace unos meses me estaba planteando pedirle que se casara conmigo pero decidí esperar hasta que pudiéramos vivir en la misma ciudad. Yo sentía que era la mujer definitiva en mi vida, por lo que la conversación que íbamos a tener en casa me preocupaba bastante.
Cuando llegamos a casa, pusimos la televisión y nos pusimos cómodos en el sofá. Al de un rato me dijo que me tenía que comentar algo. Me empezó a decir que me quería mucho, que se lo pasaba muy bien conmigo, pero que no sabía cuánto tiempo más podría aguantar con una relación a distancia ya que a veces se siente muy sola y los fines de semana conmigo se le hacen muy cortos. Piensa que nuestra relación ha dejado de evolucionar y que está como paralizada, que no avanza. De vez en cuando yo también participaba en la conversación y le decía que ésta era una situación pasajera y que en un año o dos ya viviríamos juntos. Ella me replicó con razón que hace dos años dijimos lo mismo y que los años pasan y pasan sin darnos cuenta. Además comentó que nuestros trabajos eran muy buenos en cuanto a remuneración y desarrollo personal, por lo que si vivieran juntos, uno de los dos debería perder el trabajo de su vida y que no sería justo. Después de bastante rato de debate, réplicas, besos, penas, abrazos, etc, Noelia se me sinceró completamente. Me dijo que sentía como si se hubiera despertado algo dentro de ella los últimos meses. Que sentía que la vida hay que disfrutarla completamente y que se sentía cautiva dentro de una relación a distancia, que tenía que experimentar muchas cosas antes de comprometerse con alguien. Por ello, ella se estaba planteando que nos diéramos un tiempo sin vernos para ver la relación en perspectiva, analizar puntos de encuentro, ventajas, desventajas, etc. Todavía nos faltaban unos días de vacaciones, por lo que decidimos no dormir en la misma cama durante estos días y hacer cada uno planes por nuestro lado, aunque cuando estemos con nuestros amigos no decir nada y actuar normalmente. Luego, cuando se acaben las vacaciones, acordaríamos una fecha en la cual nos juntaríamos y haríamos una valoración.
Yo me sentía un poco mal. Estuve pensando en decirle que yo era en realidad Jon, el alter-ego, pero después pensé que quizás sería peor y que ahora me puede venir bien para conocer realmente sus pensamientos.
Dos días después de la cena en casa de Raúl y Julia, Luis y Miguel acabaron las vacaciones, por lo que tenían que volver a Madrid a trabajar. El grupo al completo quedamos por la tarde para despedirlos. No se habló de nada de lo que sucedió y parecía que la relación entre nosotros seguía como siempre, pero de vez en cuando había pequeños matices como silencios prolongados y las charlas sobre temas intranscendentes que a mí me parecía que nuestra relación ya no sería como la de antes. Es como si todos hubiéramos firmado un pacto de secreto, aunque realmente no hablamos de ello.
Después de que se fueran Luis y Miguel, los que quedábamos del grupo no volvimos a quedar. Cada uno tenía otras amistades, otros asuntos y no llegamos a coincidir juntos. Por ejemplo, Las únicas que no habían perdido el contacto eran Beatriz y Noelia, que se convirtieron en amigas bastante íntimas. Todos los días Beatriz le venía a buscar a casa a Noelia para ir a la playa, ir de compras, etc. En esos momentos yo ya había leído el email que Noelia le mandó a Jon, por lo que a veces me masturbaba pensando en Noelia y Beatriz en situaciones morbosas.
Una noche Jon estuvo hablando por chat con Noelia durante mucho rato. Noelia no le comentó nada del tiempo que nos estábamos dando. Sólo que quedaba mucho con Beatriz. Parece ser que Beatriz no había cambiado y seguía siendo muy formal, por lo que no hicieron nada morboso, aunque Noelia bromeaba o no con Jon sobre que alguna vez le entraron ganas de besarla intensamente. Dijo que el día siguiente había quedado con ella para salir de fiesta, así que ya vería que pasaría. Noelia dijo que por ahora que prefería descansar de los deberes hasta que al menos acabaran las vacaciones ya que quería estar relajada estos últimos días. Jon accedió y le dijo que aprovechara estos últimos días de vacaciones.
El día siguiente Noelia me dijo que iba a salir por la noche a dar una una vuelta con Beatriz y que no cerrara la puerta con pestillo porque igual llegaban tarde. A las 9 empezó a maquillarse y vestirse para salir. Se puso un moño en la cabeza, que junto al vestido verde ceñido que le llegaba a media pantorrilla y las sandalias con tacón, le hacían estar muy elegante. No llevaba sujetador y tampoco marcas de moreno ni en su espalda ni en sus pechos. Aparte de la excitación, el tomar el sol en topless tenía otras ventajas. Cuando me acerqué a ella para subirle la cremallera trasera del vestido, noté que llevaba un nuevo perfume. Olía muy bien y por eso puse mi nariz en su cuello primero para oler y luego para besarle el cuello. La deseaba mucho. Ella me apartó de manera educada de su cuello. Sentí con pena que ya no podría sentir ni lamer su piel, sus bellos pechos, su deliciosa vagina totalmente rasurada. No podía ni verla desnuda….. Ahora ella iba a salir de fiesta y quién sabe si otra persona iba a probar tan deliciosos manjares.
A las seis de la mañana oí que se abría la puerta. ‘Será Noelia’, pensé. Empecé a oír ruidos y conversaciones a bajo volumen y me di cuenta que Noelia y Beatriz habían llegado a casa. No oía muy bien ya que hablaban entre susurros para no despertarme. La puerta de mi habitación estaba entreabierta, por lo que al estar muy oscura, me permitía mirar lo que sucedía en el baño. Estuvieron desmaquillándose, meando, etc. Mientras se reían sobre algo que no pudo oír. Noelia se había quitado el vestido y los zapatos, por lo que sólo llevaba puestas las bragas. Beatriz le comentó lo bien que le quedaban las tetas morenas pero que ella nunca haría topless. Beatriz se quedó completamente desnuda. Noelia le dijo que ella también tenía unas tetas muy bonitas y Beatriz se rió. Noelia no tenía pijama de repuesto, así que le dejó a Beatriz una camiseta holgada y un pantaloncito corto. Se dieron las buenas noches y cada una se fue a su cama. Noelia a la habitación contigua a la suya y Beatriz al sofá cama del salón. La casa se quedó en silencio.
Al de una hora, yo no podía dormir y me fui al balcón a fumar un cigarro. Beatriz estaba durmiendo, así que tuve cuidado de no despertarla. Se me cayó el móvil haciendo mucho ruido pero ella no se inmutó. Parecía profundamente dormida. La habitación estaba oscura pero una farola cercana daba luz suficiente para verla. La camiseta que le había dejado Noelia le quedaba bastante holgado. La parte de arriba dejaba entrever un lateral de un pecho. Un pequeño movimiento y se le podría ver entero. Me empecé a excitar y me acerqué un `poco a ella. Primero le toqué el brazo para ver si despertaba. Luego le toqué el muslo. Cuando me cercioré de que tenía un sueño muy profundo me atreví a poner la mano encima de su pecho por encima del pijama. Cada vez fui atreviéndome más. Como estaba boca arriba puse mis manos encima de sus pechos. No reaccionaba. Se los estrujaba un poco. Yo quería más. No podía más de la excitación. Dejé libre mi miembro duro y me empecé a masturbar. Me excitaba mucho la idea de masturbarme delante de ella. Me dispuse a levantar la parte de arriba del pijama. No me costó mucho. La subí completamente dejando ver sus hermosos pechos. Al ver esto me puse a masturbar más fuerte. Que dura la tenía… Rocé mi pene con sus tetas. No reaccionaba ante nada así que cada vez me atrevía más. Me dispuse a bajarle el pantalón corto. Se lo bajé hasta las rodillas dejando a la vista su lindo coño. ¡Que sorpresa! Se había depilado totalmente el vello púbico. Yo ya no podía más de la excitación. Baje el ritmo de mi masturbación porque no quería eyacular todavía. Estaba su vagina con todo su esplendor delante de mi cara. De repente se empezó a mover. Yo me escondí rápidamente. Parecía una falsa alarma, no se había dado cuenta de nada. Simplemente se había puesto boca abajo. Había dejado las piernas un poco abiertas, por lo que se le veía un poco su coño. Tenía la piel del culo tersa como una jovencita. Puse las manos encima de su culo por precaución. Parecía que no se enteraba de nada. Dirigí mi dedo índice hacia su clítoris. Empecé a hacer círculos con el dedo. Después puse el dedo índice de mi otra mano encima de la entrada de su vagina. Posada pero sin introducir. Notaba su calor. A medida que notaba que se mojaba su vagina introduje mi dedo más y más mientras seguía estimulando su clítoris. Ella empezó a mover un poquillo sus caderas. Ahí me entró miedo. No quería que me descubriera. Para disimular puse su mano encima de su vagina y me escondí. Al de un rato y ver que no se había despertado, me acerqué. Lo que vi me puso muy cachondo. Increíblemente se estaba masturbando dormida. Su respiración estaba agitada. Yo seguí masturbándome. No pude más y eyaculé. Menos mal que tenía un cleenex a mano… Porsiacaso se despertaba y como además ya se me había bajado la calentura, me fui a mi habitación.
Al día siguiente me desperté el primero. Por no molestarlas me bajé a desayunar al bar de abajo. Al volver vi que no estaban. Me habían dejado una nota diciendo que habían ido a la playa y que comerían por allí. A las 5 de la tarde, con mucha sorpresa por mi parte Jon recibió un mensaje de email de Noelia.
Comentaba que ayer a la noche hizo algo excitante y que no podía esperar a contármelo. Me dijo que salió con su amiga Beatriz por la noche. Entre bebida y bebida le estuvo hablando sobre nuestra peculiar relación y los deberes. Al principio Beatriz se quedó estupefacta pero después ya bromeaban sobre ello. Entonces Noelia le dijo en broma que le iba a poner deberes. Beatriz medio en broma medio no, le dijo que depende de lo que le propusiera y Noelia le retó a una pequeña prueba. Le dijo que se fuera al baño y se quitara la ropa interior. Beatriz llevaba un vestido de verano ajustado y le dijo a Noelia que igual se le notaban mucho las tetas ya que tenía bastante escote, más del que ella solía llevar. Noelia le dijo que por esta vez y por solidaridad ella le iba a acompañar en el reto. También se iba a quitar la ropa interior. Beatriz a regañadientes dijo que sí y ambas se quedaron sin bragas ni sujetador. Al principio Beatriz se sentía un poco rara y a la media hora ya se había medio acostumbrado. Cada vez bailaba más suelta e incluso se atrevió a bailar con un par de chicos. Noelia miraba a cierta distancia y esos chicos no paraban de mirarla. Sospechaba que quizás se habían dado cuenta que Beatriz no llevaba ropa interior. Alguno se intentaba propasar tocándole el culo, pero ella era muy digna y les apartaba la mano. Al de un rato se quedó hablando con uno de esos dos chicos al lado de la barra. En algún momento el chico se acercaba mucho a su boca pero Beatriz le hacía la cobra. Unos 20 minutos después, Noelia fue donde ella y fueron al baño juntas. Le estuvo preguntando qué tal sin ropa interior y qué tal con el chico con el que estaba hablando. Ella le contó que era muy cómodo ir sin ropa interior y que casi ni se daba cuenta de ello. Le dijo que el chico, que se llamaba Paco, era majo pero un poco rudo y sobón, aunque eso lo achacó al alcohol. Era completamente diferente a ella. Ella era pequeñita, fina, educada y escueta y Paco trabajaba en la agricultura, no era muy alto pero sí fuerte, con voz varonil, olor corporal fuerte y bastante vello facial. Por ello Noelia le propuso otro reto. Le tenía que dejar que la besara. A ello Beatriz le respondió con aspavientos que le parecía demasiado y Noelia le intentó convencer diciendo que simplemente se lo estaban pasando bien y que sería divertido. Que serían unos besos inocentes y después se irían a otro bar para que Paco no quisiera más y no se lo pudiera apartar. A regañadientes Beatriz le dijo que iba donde Paco pero que no le prometía nada. Ya vería si se atrevía. Noelia se conformó con esa respuesta teniendo en cuenta la personalidad tímida de Beatriz. Sentía curiosidad por lo que haría.
Al principio estuvieron bailando. Paco a veces ponía las manos en su cintura y Beatriz no le decía nada. Se lo pasaban bien. Al de un rato fueron a por un cubata a la barra y se quedaron allí para bebérselo tranquilamente. Estuvieron un rato hablando sin que pasara nada. Noelia veía que al final Beatriz se rajaría, por lo que se fue fuera del bar a fumarse un cigarro. Cuando entró otra vez miró hacia donde estaban antes y ya no estaban. Les estuvo buscando por el bar y les encontró en una zona más discreta del bar. Se estaban besando como quinceañeros. Iban muy suave como disfrutando de los besos. Ella estaba con los ojos cerrados. Sus lenguas se entrelazaban. Las manos de Paco intentaban tocar algo más pero Beatriz no se dejaba.
Al de un rato pararon y se pusieron a hablar. Noelia aprovechó a mandarle un wasap. Le ordenó que se dejara sobar. Al momento ellos continuaron besándose y Paco volvió a la carga. Empezó a notar que Beatriz cada vez era más receptiva. Al principio dirigió su objetivo hacia su culo. Primero puso su mano derecha sobre la cintura de Beatriz y fue bajando la mano. Su gran mano fue abarcando todo el culo de Beatriz. Al final agarraba con fuerza con sus dos manos su culo acercando hacia su cuerpo el cuerpo de Beatriz. Sus besos aumentaban en intensidad. Los ojos de Noelia no lo creían. Beatriz se estaba frotando con Paco. Al de un rato, la mano izquierda de Paco se quitó de su culo y se dirigió hacia su pecho. A Beatriz le daba todo igual ya. La mano de Paco abarcó todo su pecho. Unos minutos después Beatriz se apartó. Le dijo algo a Paco y se fue hacia el baño. Noelia fue a su encuentro. ‘¿Qué tal?’, le dijo. ‘Pues bastante a gusto’. Beatriz le dijo que al principio lo hizo por obligación para obedecer su mandato pero que cada vez se estaba excitando más. Le reconoció que le gustaba que un chico fuerte le agarrara fuertemente el culo y que al estar sin bragas le daba bastante morbo. A continuación Noelia le dijo que tenía pensado algo caliente. No le dijo nada más, sólo que le tenía que decir a Paco que si les acompañaba a las dos a la playa. Cuando Beatriz se reunió con él se lo dijo y se fueron todos a la playa. Durante el camino Paco y Beatriz iban agarrados a la cintura y de vez en cuando la mano de Paco bajaba hacia el culo de Beatriz y a ésta no le importaba nada. También Paco miraba de manera furtiva a Noelia. Cuando llegaron a la playa se dirigieron hacia una pequeña calita en una zona rocosa donde no había nadie y estaban a salvo de miradas no deseadas. Cuando llegaron, Noelia les dijo que iban a jugar a un pequeño jueguito. Para ello le tapó los ojos a Paco con su fular. Paco tenía que adivinar quién era quién. Si acertaba muchas veces ellas se quitaban toda la ropa. Primero empezaron con el pelo. Esta era fácil ya que tenían diferente largura. Después cada una le daba un beso en la cara y también adivinó. Se empezaba a poner caliente el tema cuando se tenía que enrollar 10 segundos con cada una. Aquí le costó un poco más pero al final acertó. Estaba los tres bastante calientes, por lo que la siguiente prueba era la de comparar los pechos. Estaban bastante calientes y borrachas, por lo que no les costó nada bajarse el vestido hasta la cintura. Primero empezó a tocarle los pechos a Beatriz. Tocaba primero uno, luego el otro y luego los dos a la vez. Luego empezó a lamerlos. Beatriz cerraba los ojos. Lo estaba disfrutando. Luego le tocó el turno a Noelia. Directamente ya le tocaba los dos pechos y se los lamía, jugueteaba con sus pezones con la lengua. Luego se los empezó a tocar a la vez a las dos. Parecían dos putas. Ellas se dejaban y no había dinero por medio. Paco dijo: - Si acierto os quitáis toda la ropa, no? Noelia dijo que todavía quedaba una prueba. Paco acertó sin dudar y Noelia le dijo que como última prueba él tenía que adivinar de quien era el culo de quien. Primero le tocó a Noelia. Con una mano, Paco empezó a bajar la mano desde la espalda hasta meterla por debajo del vestido y llegar hasta su hermoso culo. Al principio estuvo palpando un poco para saber a quién pertenecía ese culo, luego empezó a magrearlo un poco con las dos manos. - ¿puedo bajar un poco el vestido para tocar mejor tu culo? –dijo Paco. Noelia contestó que sí y le bajó el vestido hasta las rodillas. Estaba completamente desnuda delante de Paco. Paco le empezó a tocar con ansia el culo con las dos manos acercando a Noelia a su cuerpo. A Noelia se le escapó un gemido cuando a veces las manos de Paco le rozaban su coño y su agujero del culo. A continuación le dijo a Beatriz que se bajase también el vestido para tocarle mejor el culo. Le hizo lo mismo que a Noelia. Sus manos le magreaban el culo de lo lindo, le chupaba las tetas, le tocaba el coño por detrás, el agujero del culo. Beatriz se apartó porque se estaba excitando demasiado y le dijo que si adivinaba a quién pertenecía cada culo. Paco acertó y les dijo que como había acertado todas y como ellas ya estaban desnudas ( Beatriz y Noelia ya se habían quitado completamente el vestido) dijo que sería justo que él recibiera un premio. Tengo un amiguito que está deseando conoceros. A continuación se bajó los pantalones y mostró su monstruosa polla. Ellas se quedaron sorprendidas. No se esperaban eso. Beatriz se mordió el labio de manera lujuriosa. A continuación ellas se arrodillaron delante y empezaron a tocarle la polla como si todavía no se hubieran vuelto de su asombro al ver su descomunal tamaño. Beatriz fue la primera en probar. Primero posó su lengua en el capullo, luego bajó hasta abajo y empezó a lamerlo de abajo arriba lentamente como acostumbrándose a su sabor. A continuación se concentró en su capullo pasando su lengua repetidamente por todo su diámetro. Tuvo que abrir mucho su boca para que le entrase todo el capullo, que de hecho casi no le cabía entero y empezó a meterla y sacarla de su boca cada vez con más rapidez. A continuación le tocó el turno a Noelia. Beatriz se lo pasó con la mano como si fuera un micrófono. Noelia fue directamente a metérselo en la boca. La polla de Paco ya estaba mojada por sus propios fluidos y por la saliva de Beatriz. Parecía que estaba comiendo un helado de cono de chocolate. Se lo chupaba como si tuviera hambre y fuera a comérselo. Las dos tenían ganas de esa enorme polla y se la iban turnando cada poco tiempo. Estaban tan excitadas que le comían la polla a la vez, cada una por un lado y de vez en cuando sus lenguas se tocaban. Ninguna de las dos era lesbiana, pero lo que al principio eran toques de lenguas casuales, poco a poco sus lenguas penetraban más en sus bocas por la excitación del momento. Beatriz no podía aguantar más y con su mano se tocaba su clítoris. Paco se quitó el fular de la cara y observaba el espectáculo sin todavía creérselo. La luz de la luna llena se reflejaba en los cuerpos de Noelia y Beatriz mientras hacían sus movimientos acompasados. A continuación Paco dijo: - ¿queréis pasarlo un poco mejor? Tengo un par de ideas… Mientras ellas ponían cara de viciosas, Paco les ordenó que se pusieran las dos a cuatro patas. Ellas obedecieron al instante. Tenían ganas de polla y Paco lo sabía. Estaba ante su gran oportunidad. Nunca se había visto en la misma tesitura. Primero le tocó a Beatriz. A pesar de que estaba muy lubricada, la polla de Paco era demasiado grande para un coñito tan apretado, así que al principio se la metió poco a poco hasta que encajaron completamente para después metérsela entera. Beatriz ponía sus ojos en blanco ante tanta excitación. Parecía que había tenido varios orgasmos ya. Se movía de adelante hacía atrás entrando en la polla de Paco con mucha ansia. Al de un rato le tocó el turno a Noelia. La dupla polla-coño en este caso encajó perfectamente desde el principio. Paco se la metía y sacaba con fuerza. Pasaba de coño a coño dándoles una buena follada. A continuación tocaron las cabalgadas. Noelia le montaba mientras Beatriz disfrutaba de los placeres del cunilinguis made in Paco mientras le tocaba y le chupaba los pechos a Noelia. Todo acabó mientras Beatriz cabalgaba de espaldas mientras ellas dos se besaban y magreaban. Era demasiado para Paco que creía que estaba en el paraíso terrenal. Se le olvidó mencionar el pequeño detalle de que se iba a correr. Inundó el antes estrecho y ahora ancho coño de Beatriz con sus abundantes chorros. Por efecto de la gravedad, la mayoría del semen salió resbalándose por las piernas de Beatriz mientras brillaba a la luz de la luna. Era hasta bonito y todo. Paco se fue casi corriendo por los reproches de las féminas y ellas se quedaron solas. Aprovecharon la cercanía del mar para bañarse y limpiarse y decidieron que la noche ya se había acabado. Se fueron a casa en silencio, como en estado de shock. Iban de la mano como si esta experiencia las hubiera unido para siempre en amistad fraternal. Antes de llegar a casa Noelia le dijo a Beatriz: Se me ocurre otro mandato para esta noche….. Y vaya que lo hizo…
Fin de la parte quinta. Sólo falta una parte. Espero que lo estéis disfrutando.