El albañil
Mientras esperaba trabajo llegó una hermosa rubia a bordo de un lujoso automovil y...
Seria el año de 1985 cuando Ramón, joven fuerte y con 25 años de edad llegaba a la gran capital de la ciudad de México en busca de trabajo. Al instalarse junto a otros maestros de obra y transcurridos 3 horas aproximadamente, un automóvil de lujo con una rubia hermosa al volante se estacionó frente a él y le llamó: "Joven", Ramón inmediatamente se acercó y pudo observar que era una mujer con un exquisito perfume y gafas de sol, falda cortita y piernas bien delineadas, blusa abierta que permitía advertir el tamaño de sus senos y un rostro hermoso.
La dama en cuestión le preguntó a Ramon si se encontraba disponible para que le acompañara y realizara un presupuesto de remodelación en su domicilio, acto seguido abordó su vehículo y enfilaron por el rumbo de la carretera a Cuernavaca.
Durante el trayecto la hermosa rubia le platicaba sobre algunas paredes que tenia la intención de quitar con el fin de hacer más amplias las estancias.
Tomando hacia una desviación y sobre un camino adoquinado se abrió un enorme portón y al interior una residencia majestuosa, "Baja, enseguida te voy a mostrar los planos que me dejó el Arquitecto", Ramón asintiendo con la cabeza le siguió y pudo observar un lujo que ni en sus más raros sueños hubiera podido imaginarse siquiera.
La "patrona" iba por delante de él, y se podía ver que llevaba una tanguita color roja, él sin quitar la mirada de sus nalgas le siguió, e inmediatamente pasaron hacia las estancias localizadas en la parte trasera de la cocina, lugar en donde el personal de servicio en ocasiones se quedaba a dormir por cuestiones de atender invitados en alguna de las fiestas que la hermosa rubia protagonizaba.
Una vez en el interior le pidió a Ramon que le enseñara sus manos, este extendiéndolas hacia ella y sin decir palabra alguna le abrió la blusa y le tocó los senos estrujándolos con suavidad, ella un tanto complacida le pidió que la tomara y le diera a probar lo que llevaba entre sus piernas, acto seguido él se hinco y levanto su falda acercando su lengua jalando a un lado su pequeña tanga y dándole varios lenguetazos en su rajita.
Ella gemía de placer y le confió que en realidad estaba en busca de sexo, que todo lo de la remodelación era un pretexto para poder llevar a un hombre a la intimidad de su casa, Ramón parecía no escuchar ya que estaba totalmente excitado y trabajando sobre esa dulce piel de Durazno, ella le pidió que le enseñara su verga y él al sacarla tenia una gota blanca en la punta, a lo cual la hermosa rubia quitándose las gafas se acercó y abriendo sus labios y sacando ligeramente su lengua empezó a degustar el néctar de esa verga. Goloza no paraba de mamar y mamar hasta que le sacó la leche a Ramón, Él por su parte y debido a su fuerza y juventud no bajó la guardia en ningún momento y la puso en posición de perrita, dándole por su rajita y penetrándola rítmicamente haciéndola gemir hasta que alcanzó un intenso orgasmo dejándola totalmente exhausta.
Con un rostro de satisfacción total la hermosa rubia le pidió a Ramón que se quedara toda la semana acompañándole en su residencia ya que aún tendría más trabajo que realizar "todos los días".