El Agente

Un agente de tráfico accede a gestionar una solución para una abultada multa a una bella pero imprudente conductora.

Yo me desempeño como agente de transito en mi ciudad, esta historia ocurrió un día festivo, a principios de la tarde entre las 3 PM y las 4 PM, en un día como éste el trafico citadino es muy suave, me dirigía al norte, hacia una de las entradas de la ciudad donde se contra más el trafico automotor, por la llegada de la gente de los diferentes sitios de recreación a las afueras de la ciudad.

En medio de mi ruta, vi un auto gris circular con imprudencia, no utilizaba las direccionales para hacer cambios de carril, manejaba en medio de dos carriles, pitaba mucho, y estuvo a punto de arrollar una motocicleta, pero lo peor de todo ocurrió en el semáforo siguiente me disponía a llamarle la atención cuando sin previo aviso se cruzó la calle cuando el semáforo estaba en luz rojo de no cruzar, esto me llenó la copa y emprendí la persecución, unos metros más adelante le di alcance y obligué al automóvil detenerse.

El carro era conducido por una mujer muy hermosa de 30 años, supe al solicitarle un documento de identificación (ID), licencia de conducir, documento de propiedad del vehículo, y seguro obligatorio contra accidentes.

Todo estaba en orden así que le llamé la atención y le dije que le iba a poner una multa, me dirigí a la parte delantera del carro, para hacer la respectiva boleta, la multa ascendía aproximadamente a U$125.00, una multa bastante alta y eso que sólo se iba a poner por pasarse el semáforo en rojo.

Agente qué me va hacer usted, venga, venga le digo una cosa. Dígame señora Prudencia Señorita, señor agente qué me va hacer no me irá a decir que me va poner una multa ¿cierto? Así es Señorita, usted violó muchas normas de tránsito y se le debe multar, por el bien suyo y de los demás conductores, es mi trabajo, lo siento mucho la próxima vez sea más cuidadosa.

Me encaminé de nuevo al frente del carro, de donde me había devuelto para atender las quejas de la señorita Prudencia, cuando me agaché para empezar a escribir volteé a mirar a la conductora y noté algo en lo cual no me había fijado con anterioridad, Prudencia estaba con las piernas abiertas como cuando se maneja, pero desde mi punto de vista podía ver toda la parte frontal de sus genitales protegidos por una leve capa de algodón blanco que algunos osan llamar calzones. Me quedé atónito esta hermosa mujer me estaba mostrando sus interiores, de pronto noté que ella me vio mirándola, me puse nervioso me dio pena, ella me llamó y al voltearla a mirar se estaba riendo me volvió a llamar, no sabía qué hacer, pero me erguí y volví hacia el asiento del conductor, estaba vez miré con descaro antes de emprender mi camino, pero noté algo ella lentamente abrí más las piernas y yo podía ver y más con mayor claridad, lo que estas pantaletas ocultaban, al verle la cara descubrí que ella seguía riéndose, por tanto no le importaba que yo la mirara.

Ahora qué le pasó señorita prudencia Señor agente ¿no será que podemos arreglar esto de otra manera? Me está usted ofreciendo un soborno, sepa usted que yo soy una persona íntegra... Tranquilo señor agente, no se me exaspere tranquilo sólo quiero saber si podíamos arreglar esto de otra forma, es que la verdad no tengo dinero y este auto me lo regalaron yo sólo tengo para la gasolina y no podría pagar una multa tan alta, no sé qué podríamos hacer.

Mientras decía esto, me puso su mano izquierda en mi pierna derecha y la fue subiendo lenta y suavemente me recorrió todo el muslo al llegar a mis caderas deslizó su mano hacia mi trasero, el cual acariciaba mientras terminaba de hablar.

Pero yo no puedo solamente reprenderla, usted maneja muy imprudentemente.

Atiné a decir algo, mi piel estaba ya de gallina y empezaba asentir la erección, en la ropa de agente esto es muy notorio, ella me vio y me dijo:

Puedo ver señor agente que una parte de usted sí quiere legar a un acuerdo pero su boca no. Qué me propone usted.

Me pellizcó la nalga y me dijo que acercara más la cabeza hacia ella.

Por qué no vamos a un lugar más privado donde podamos arreglar este asunto como era festivo los parqueaderos a donde se llevan los carros por accidentes o robados, estaban prácticamente vacíos, yo miré esta mujer y cada vez se me paraba más, no me podía resistir.

Usted esta decidida a que no le impongan una multa ahh Estoy muy mal de plata ¿Y si vale la pena irse con usted a arreglar esto? No sabe de lo que se pierde, le aseguro que le daré la mejor mamada que usted se pueda imaginar Es usted muy directa, eso me gusta y eso era lo que quería oír, esta bien sígame

Guardé los documentos que ella me había entregado y la conduje hasta los parquederos, al entrar estaba el portero conocido mío.

Hola cómo estás Bien Mira lo que pasó es que esta señorita, que viene allí en ese carro, es muy imprudente entonces la voy a asustar con el cuento de dejarle el carro aquí unos días, pero después la dejo salir ya sabes como es la cosa. Sí ya se, seguí fresco hoy no hay nadie allí. Bueno entonces entramos un rato no más ahora vuelve a salir no la vayas a reportar Tranquilo que nadie ha venido ni va a venir.

Entramos al parqueadero, busque un sitio solo, donde fuera muy difícil vernos. Parqueé la moto y le dije a ella donde situarse, me bajé de la moto y me subí al asiento delantero del pasajero, Prudencia sin más preámbulos, me cogía la verga y me la empezó a menear, como hacerla paja sobre el pantalón con su mano derecha, mientras la izquierda zafaba mi correo, los botones y bajaba el cierre, me acabé de bajar los pantaloncillos y quedó mi verga allí enterita a toda su disposición.

Prudencia se agachó, y empezó a mamármela era mejor de lo que imaginaba en eso tenía razón, mientras comenzó a medio mordérmela de arriba abajo con los labios, con las manos me las estimulaba, estaba a millón, me chupó los huevos, me los succiona, y procedió después se levantó y se humedeció los labios lentamente y seductivamente de una forma que me excitó más y más, empezó a chuparme sólo el glande, más y más de glande, después lentamente, me pareció deliciososa la forma como poco a poco se fue tragando cada centímetro de mi pene en su garganta, esta mujer llegó donde nunca antes mujer alguna había llegado a la empuñadura, al nacimiento de mi verga, sentía su baba salir y humedecer la polla, la retiró lentamente, subió tomó aire en el glande y bajó de nuevo hasta el nacimiento esta vez más rápido, sentí que me venía, con mis manos tomé sus tetas y las acaricié, después me puse a masturbarla, le acariciaba el gallo, con los calzones de por medio pero ya sentí su humedad mojarme los dedos, emití un suspiro desde lo más profundo de mi arrechera, ella sin más ni más como siguiendo mis ordenes mentales, me la empezó a mamar más rápido y más rápido de pronto se la sacó de la boca y empezó a chupar los huevos, y a masturbarme, estallé, los litros de semen salieron a chorro, no sé cómo supo que ya me venía, pero me fluía semen y más semen lentamente salía de mis entrañas y bañaba las manos de prudencia, mis manos estaban en sus tetas y las apreté lo más duro que pude.

Te gustó Me encantó Bueno Espérate, apenas vamos por la mitad Vaya es una multa cara Así es.

Ella accedió a otro polvo, me limpié, y ella empezó a estimularme con las manos mientras se me paraba, me contó la historia de su vida, ella desde muy chica abandonó su hogar, como no sabía nada qué hacer, se dedicó a puta, como era joven y bella ascendió rápido en este medio, hasta que conoció a un tipo que se enamoró de ella y la sacó de moza de él, pero ella en sus ratos libres venían otros tipos, uno de estos tipos le había conseguido un empleo y en eso estaba. Con razón sabía tanto de mamar pollas, era mi primera vez con una zorra. Mientras me contaba ella también se masturbaba, y se acariciaba la concha, cuándo sintió mi palo parado, se levantó y se quitó los calzones.

Tienes condones. No en realidad no tengo. Sacó uno de su bolso, me lamió la verga y me lo puso encima, se levantó y se quitó los calzones, pude ver con claridad su cuca, estaba limpia, sin un pelo, a su actual amante le gustaba así, a mí también. Se sentó en el trono, empezó a cabalgar mientras yo le toma las tetas y le decía cosas al oído, la perra se me montaba y me bajaba, me estimulaba los huevos con las manos y de vez en cuando se me tiraba encima con fuerza para que sintiera todo su peso contra mi verga, que estaba tan hinchada como ella húmeda, sentía los chorros de liquido vaginal fluir por entre mis huevos, sentí que me venía y la levanté, la mandé contra el parabrisas y se quedó levantada en una especia de pose del perrito, y la clavé con ganas, la ensarté ella se quedó quieta mientras me gritaba que me viniera, que ella estaba en el clímax y quería que yo llegara con ella, así lo hice, me vine, me revine, caí al asiento, se bajó de mí, me quitó el condón, me dijo que me baja del auto y le diera los documentos ya todo había terminado.

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