El Adios

Con todo el pesar que soporta mi alma el adios inminente llegó.

Porque la soledad me abraza mientras la tristeza me hace suya con lo suave de sus manos,

Es una caricia apoderándose de mi sombra que lucha por no dejar germinar en su interior la semilla de la melancolía y el desamor

Gritos ahogados exhala mi alma apesumbrada, desgarrando la ironía de tu adiós, ese hasta luego que jamás he pronunciado a un ser amado que mi vida renovó.

Germino la semilla que sembraste, produciendo melancolía y dolor, mis labios ansían suplicar por tu regreso, por tus caricias, por tus besos por tu amor. Ese amor que mi mente no entiende y que gustosa acepta mi corazón

Difícil aceptar que nuestra historia concluyo.

Llevare tatuado tu recuerdo en mi vida, en mi persona, en mi interior, llorare con la mirada que se fija en la nada, y disfrutando lo que el tiempo me dejo

Me haces falta en demasía, mas respeto resignada tu partida, fuiste torrente de pasión y alegría acompañado de la dulce libertad, me la brindaste y la viví en toda la extensión de la palabra, no soy yo quien para quitarla o negarla, por eso ahora tengo que decirte adiós.

Así, con el pecho apuñalado te dejo ir mi loco aventurado, mi vicioso, mi ferviente español. Con un canto en Madrid, una guitarra y la luna acompañándome en lo oscuro de esta fría habitación, suspiros entrecortados, ríos de lágrimas, estrellas destellantes, testigos mudos que mi vida término.